Los primeros guardiamarinas 1717

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1717 - Los primeros guardiamarinas



Comillas izq 1.png «Señor mío: Habiendo el Rey (Dios le guarde), con motivo de haver dado principio al establecimiento de su Real Marina, resuelto establecer en ella un número de Cadetes hijos de Oficiales, hijos de Oficiales que hayan servido en la misma Marina, o en los oficios de tierra con los grados de capitán inclusive en adelante, o hijos de personas Nobles, y que sean de catorce hasta dieciocho años y no más, a fin de que, empezando desde luego a servir en los Vageles, se instruian en ellos, y en las Academias o Seminarios que se les destinare en las circunstancias que deven ocurrir en un buen oficial de Marina y aún para el de Tierra, para que los que más se aventaxaren sean promovidos a los empleos vacantes, y se exercite la nobleza en una profesión tan propia para ella misma, lo paso a la noticia de Vuestra Señoria en virtud de las Reales Ordenes con que me hallo, afin de que vuestra señoria haga saber esta Real deliveración, para que puedan los que tuvieren la circunstancia referida y el ánimo hecho a servir a S.M. en la mar con el referido carácter de Cadete y el goce de diez escudos de vellón de sueldo al mes, ración y media de armada en cada uno de los días que estuvieran embarcados y ración y media de pan al día en los que estuvieren en tierra, uno y otro, además de los referidos diez escudos, sin que de este sueldo se les haga más descuento que el de dos cuartos en escudo para Militares inválidos, y el que pudiere importar el vestuario que ha de darse de dos en dos años que ha de ser mejor que el de la Ynfantería para que los Cadetes distingan entre ella misma, costeando la Real Hacienda el gasto de los primeros vestidos con que entraren a servir, para que a los dos años siguientes se les puedan dar vestidos nuevos con lo que para ellos se retuviere de sus sueldos; ocurran a mi con los papeles que justifiquen su edad, servicio y grados de sus Padres, si hubieren sido Militares, desde Capitán, inclusive, y los de su nobleza, si sus Padres los hubieran sido, para que examinados pueda yo proponerlos a S.M. como se sirve mandarme; a fin de que con entero conocimiento elija los que tuviere a bien, previniendo a Vuestra Señoria que el fin es que empiecen a servir en estos Vageles que se están aprestando, haciendo en ellos su primer viaje a Cádiz, y darles los despachos firmados de la Real mano, para que en virtud de ellos se les formen sus asientos, y queden admitidos al servicio. Y queriendo la piedad de S.M. que así entre los naturales de Vuestra Señoria y los de las Provincias de Álava como los del Señorío de Vizcaya y Quatro Villas se atienda con especialidad a los huérfanos cuyos Padres hubieren sacrificado sus vidas en las acciones del Real Servicio, ya sea en la mar ya en tierra, me ha parecido también presentar de ello a Vuestra Señoria, a cuya observancia me remito, con mi mayor affecto y deseos de que nuestro Señor guarde a V.S. con toda prosperidad los muchos años que deseo. San Sebastián, 28 de noviembre de 1716. Besa la mano de V.S. su mayor servidor. El Príncipe de Campo Florido.» Comillas der 1.png


Desde siempre se da el nombre de don José Patiño como creador de la Real Compañía de Guardiamarinas, pero eso es imposible, pues fue nombrado Intendente General de Marina el 28 de enero de 1717, mientras que la carta anterior lleva fecha del 28 de noviembre de 1716 y los primeros aspirantes, sentaron plaza el 7 de febrero de 1717, por todo ello sólo es posible fuera una idea del primer Intendente General de la Armada don Bernardino Tinajero de la Escalera, quien siguiendo los consejos de los ministros del Rey pensara poner en práctica algo parecido a lo que había en Francia, no descartando fuera don Julio Alberoni su mayor valedor. Lo bien cierto es que al llegar Patiño fue quien la impulsó con sus ideas. Todo el problema sobre la fecha exacta de la creación de la Real Compañía viene dado porque en la Nochebuena de 1734 el Real Alcázar de Madrid ardió por completo, y con su desaparición se perdieron importantes obras de todo tipo, y como no, los archivos reales desde 1701 hasta esa fecha, de ahí la falta total de documentación en temas concernientes a la Armada, entre otros estamentos.

Terminado el proceso de creación y con todo preparado, fueron realizando varios la petición de sentar plaza en la Real Compañía de Caballeros Guardia Marinas, pero para dar ejemplo el primero fue su propio hijo don Esteban Reggio y Gravina, nacido en Palermo (Sicilia) quien sentó plaza el día 7 de febrero de 1717, junto a otros 36, cuyos nombres y lugar de nacimiento detallamos por orden: Julián Francisco de Jaureguiondo, San Sebastián; Diego Antonio de Llano, Somorrostro (Vizcaya); José Ignacio Montero de Espinosa, Pasajes; Manuel de Grandi y Echaniz, San Sebastián; Manuel Reginaldo de Zatarain, Tolosa (Guipúzcoa); Juan Antonio de Recondo Loyde, Régil (Guipúzcoa); José Cantariero, Augusta (Sicilia); José Antonio de Lardizabal, Amézqueta (Guipúzcoa); Gabriel de Quesada, San Sebastián; Pedro Bernardo de Quesada, San Sebastián; Fernando Ignacio de Ansorena Garayoa, San Sebastián; Antonio Martín de Urdinola, San Sebastián; Francisco de Tejada, Pamplona; Fernando Antonio de Ansorena Garayoa, San Sebastián; Francisco Propuente, San Sebastián; Lucas Matías de Salazar, Gerona; Juan Antonio de Barrena, Tolosa (Guipúzcoa); José Antonio de Barrena, Toosa (Guipúzcoa); Vicente Anselmo de Barrutia, Mondragón (Guipúzcoa); Antonio Hermenegildo de Barrutia, Mondragón (Guipúzcoa); Francisco Manuel de Uriarte, Zumaya (Guipúzcoa); José Antonio de Uriarte, Zumaya (Guipúzcoa); Manuel de Lazaranzu y Mugartegui, Alzola (Guipúzcoa); Joaquín de Lazaranzu y Mugartegui, Alzola (Guipúzcoa); Agustín Antonio de Idiáquez y Borja, Aramayona (Álava); Agustín de Aldumin, Goizueta (Guipúzcoa); Juan José de Loyola y Obanos, San Sebastián; Pedro Antonio de Arana, Bilbao; José de Heraso y Burunda, Arcos (Navarra); Pedro Verín de Seijas, San Sebastián; Antonio Arlisca y Parisi, Nápoles; José de Eznaola, Villafranca (Guipúzcoa) Juan Antonio Moyva y Ubella, Vergara, (Guipúzcoa); José Ignacio de Recalde, Elgóibar (Guipúzcoa); Pedro Despois, Bayona (Francia) y Manuel Domingo de Jaureguiondo, San Sebastián.

Como se puede apreciar la llamada a la nobleza de su capitanía tuvo un gran efecto, pues de los 37, dos son de Sicilia, otro de Nápoles, otro de Gerona e incluso el de Francia, de Bayona, muy cercano a la zona. Si además tres eran de su tierra, (su hijo viviría con él) solo uno en realidad no pertenecía al territorio bajo su jurisdicción, lo que habla por sí solo de su ascendente y formas.

Las cuatro asignaturas básicas eran: Matemáticas, Cosmografía y Pilotaje, Artillería y Maniobra.

Bibliografía:

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.

Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

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