Bonanza y Fernandez de Mesa, Jose Pascual de Biografia

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José Pascual de Bonanza y Fernández de Mesa Biografía



Jefe de escuadra de la Real Armada Española.

Caballero de la Militar Orden de Montesa. 1781


Orígenes

Vino al mundo en la ciudad de Alicante en el año de 1742, fueron sus padres, don Miguel Pascual de Bonanza y Cainicia y de su esposa, doña Josefa Fernández de Mesa Escorcia.

Hoja de Servicios

Sentó plaza de Guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz, el día 5 de noviembre del año de 1759. No hay número de expediente, según Moreno, es el 84, y en Válgoma el 1.313.

Al aprobar los exámenes teóricos en el año de 1761, se le ordenó embarcar en el navío Glorioso, con el que realizó varios cruceros entre los cabos de Santa María y San Vicente, al año siguiente se le ordenó trasbordar al Fénix, insignia del general don Carlos Reggio, con el que permaneció en la bahía de Cádiz, mientras duro la guerra con el Reino Unido.

Al firmase la paz a finales del año de 1762, se le ordenó trasbordar al chambequín Andaluz, pasando a la consabida comisión de combatir el corso de las regencias norteafricanas, al regresar de uno de sus cruceros se le ordenó trasbordar al navío Terrible, ya entrado el año de 1763, con el que realizó un viaje a Nápoles con situado, encontrándose en este puerto su comandante le ordenó pasar a la galeota de construcción napolitana Santa Rosa, para combatir al corso en la isla de Sicilia, un tiempo después trasbordó a la San José, al dejar algo más limpio el mar de corsarios, regresó a Cartagena con el resto de galeotas, todas construida en el puerto napolitano.

El día 6 de noviembre del año de 1764, se le ordenó embarcar en el navío Velasco, continuando en la comisión de combatir el corso sobre las aguas de las islas Baleares, trasbordando un tiempo más tarde de nuevo al chambequín Andaluz, que había sido incorporado a la escuadra del mando del marqués de la Victoria, se unió a ella al llegar a Cartagena donde se encontraba la Infanta de España doña María Luisa, embarcando el mismo día 24 de junio, volviendo a hacerse a la mar al amanecer del 25 rumbo a Génova, donde fondearon el día 17 de julio siguiente, para convertirse en la esposa de Leopoldo el Gran Duque de Toscana, quien posteriormente ocupó el trono imperial, hubieron fiestas y convites para las dotaciones y mandos, zarpó de nuevo la escuadra rumbo al puerto de Liorna, donde embarcó la Princesa María Luisa de Parma, que venía a contraer nupcias con el Príncipe de Asturias, futuro don Carlos IV regresando la escuadra a Cartagena el día 11 de agosto.

A su regreso por orden superior trasbordó el día 13 de septiembre del año de 1765 al navío Atlante, continuando en su comisión de combatir el corso en el Mediterráneo, trasbordando unos meses más tarde al Triunfante, para proseguir en la misma comisión, de nuevo se le dio la orden de trasbordar al San Genaro con el que siguió en la misma comisión, pero esta vez en aguas del océano, hasta que desembarcó el día 2 de enero del año de 1767.

El 13 de abril siguiente se le dio la orden de embarcar en el chambequín Aventurero, con el que zarpó con rumbo al Mar del Plata, en conserva del Andaluz, pero al intentar entrar en él el buque varó en el ‹Banco Inglés› yéndose a pique, siendo salvada casi toda la dotación, con los botes y lanchas de los dos chambequines, embarcando todos en el Andaluz, siendo desembarcados en Montevideo, recibiendo la orden de permanecer a bordo del buque rescatador, con el que más tarde zarpó con rumbo a las islas Malvinas, donde se levantaron planos de las costas y se sondó el puerto Soledad, desde aquí se puso rumbo al continente y alcanzaron la latitud Sur a 53º, llegando al mismo cabo de la Vírgenes, intentando entrar en el estrecho de Magallanes, por vientos contrarios les fue imposible, regresando a Montevideo el día 15 de abril del año de 1768.

Encontrándose al regresar, con la noticia de haber sido aprobado por sus superiores en los exámenes prácticos, por lo que ya era alférez de fragata, desde el 9 de octubre de 1767.

Se le ordenó trasbordar a la fragata Santa Rosa, la cual formaba parte de las fuerzas navales del apostadero de Montevideo, por ello participó en todas las acciones y expedición a las islas Malvinas para desalojar a los británicos que allí se habían establecido, al quedar todo despejado regresó a Montevideo, siéndole entregada la Real orden del día 15 de junio del año de 1769, con su ascenso al grado de alférez de navío.

Volvieron a intentar levantar los planos del estrecho de Magallanes y en esta ocasión sí que en parte se pudo cumplir la comisión, al regresar al apostadero recibió la orden de regresar a la península, lo que realizó con la misma fragata en la que estaba destinado, la Santa Rosa arribando a la bahía de Cádiz ya entrado 1772

Al poco de de su arribada se le ordenó embarcar en el jabeque Caballo Blanco, con el que de nuevo cumplió la comisión de combatir el corso, a principios de 1773 se le ordenó trasbordar a la fragata Santa Teresa, con la que navegó a Nápoles con situado.

A su regreso se le entregó la Real orden del 28 de abril de 1774, con su ascenso al grado de teniente de fragata, siéndole otorgado el mando de la galeota Concepción, con la comisión de combatir el corso en el Mediterráneo.

Permaneció al mando hasta recibir la orden superior del 16 de diciembre del mismo año de trasbordar a la fragata Santa Clara, la cual cargada con pertrechos arrumbó a la ciudad de Melilla, a pesar de estar la plaza bloqueada por los moros, poco después se le ordenó trasbordar al jabeque Atrevido, haciéndose a la mar para socorrer la misma plaza anterior, en la que logró entrar al mando del bote de su buque el día 15 de febrero de 1775, a pesar del fuego que estaba recibiendo.

El 17 de marzo con su buque estuvo bombardeando las baterías y campamentos que los moros habían montado frente al Peñón de Alhucemas, logró desmontar parte de la artillería enemiga, al quedarse sin municiones se vio obligado a regresar a Cartagena, donde por no perder tiempo, se le dio el mando del jabeque Garzota, que pertenecía a la escuadra del general don Pedro Castejón, al mando de la expedición contra Argel, como todos los buques ligeros de esta acción, fueron insustituibles sus servicios, tanto en la protección del desembarco de las tropas, como posteriormente el reembarco de ellas, consiguiendo aminorar los terribles efectos de una derrota.

A su regreso en el mismo Departamento de Cartagena, se le ordenó embarcar en el navío Atlante, perteneciente la escuadra del mando de don Miguel Gastón, con la que zarpó con rumbo a la bahía de Cádiz, donde se le ordenó trasbordar al navío Princesa, con el que realizó cruceros por el océano, en comisión de dar resguardo al tráfico marítimo proveniente de Indias, al regreso de uno de ellos se le entregó la Real orden del día 16 de marzo del año de 1776, con su ascenso al grado de teniente de navío.

Poco después se le ordenó trasbordar al navío Santa Isabel, regresando a la comisión anterior, al regreso de uno de ellos, se le ordenó trasbordar al Fénix, con el que de nuevo cumplió con la misma comisión, así como un tornaviaje a las islas Canarias y regresando a la comisión ya citada, pero en esta ocasión con cruceros hasta las islas Azores.

Permaneció en estos cruceros, hasta que en una de sus arribadas se le ordenó trasbordar al navío Santísima Trinidad, siendo el insignia del general don Luis de Córdova, con el cargo de ayudante de la misma, zarpando al año siguiente de 1779 con rumbo a Cartagena, donde se unió a la escuadra francesa al mando del conde d'Orbillers, realizando la primera campaña del Canal de la Mancha, regresando a la bahía de Cádiz.

Encontrándose en el Departamento se le entregó al Real orden del día 20 de mayo del año de 1780, notificándole su ascenso al grado de capitán de fragata, continuando en su anterior destino.

La escuadra del mandando del general don Luis de Córdova, informado del paso de un gran convoy por Finisterre, se hizo a la mar con la intención de cortarle el paso o capturarlo, por ello el día 9 de agosto siguiente sobre el cabo de Santa María, fue avistado y por llevar solo un navío y dos fragatas de escolta el general dio la orden de ‹Caza General› siendo apresadas cincuenta y tres velas, escapando solo dos por la constante lluvia, siendo el mayor apresamiento sufrido por los británicos hasta ese momento, tanto que fue la primera vez que la bolsa de Londres se tambaleó por una acción de guerra.

A pesar de ser buques mercantes, por reunir condiciones aconsejables algunos de los apresados, pasaron a formar parte de la Armada posteriormente, especialmente entre ellos los cinco de construcción tipo indiamen, que después de ser mejorados, pasaron a prestar servicio como fragatas en la Real Armada siendo: la Helbrech, de 30 cañones, fue la Santa Balbina, de 34 cañones; la Royal George, de 28, fue la Real Jorge, de 30; la Monstraut de 28, fue la Santa Bibiana, de 34, y las Geoffrey, y Gatton ambas de 28, fueron respectivamente, la Santa Paula, de 34 y Colón, de 30 cañones.

En el año de 1782 se le destinó al gran bloqueo de Gibraltar, en el que tuvo una muy destacada actuación, tanto, que le significó que al terminar la acción militar al año siguiente de 1783, se le propusiera para el ascenso por méritos de guerra, lo cual tuvo efecto por Real orden del día 15 de noviembre del año de 1784, siéndole reconocidos sus inmejorables servicios y siendo ascendido al grado de capitán de navío.

Por la misma razón se le entregó el cargo de primer ayudante de la mayoría general del Departamento de Cartagena, por ser su cargo necesario y en el mismo Departamento formase la expedición, embarcó y participó en el año de 1783, en la que al mando del general don Antonio Barceló bombardeo la plaza de Argel, regresando y preparándose de nuevo la del año siguiente de 1784, contra la misma plaza, que consiguió se firmara una paz con el rey de España.

Ocupó interinamente la mayoría general del Departamento, hasta el año de 1792, por ser destinado a la escuadra del mando del general don Francisco de Borja, compuesta por veinticuatro navíos y nueve fragatas, con la que zarpó el día 26 de febrero del año de 1793, al declararse la guerra contra la república francesa.

Al salir de punta se arrumbó al golfo de Parma en la isla de Cerdeña, en el trayecto las fragatas Perla y Santa Casilda, divisaron una vela a la que dieron caza y apresaron a la fragata francesa de la República Elene, del porte de 34 cañones, pasando a incorporarse a la escuadra española con el nombre de Sirena.

Arribaron al golfo de noche, su entrada no era fácil, pero la pericia de los mandos suplió la falta de luz y señales, fondeando para desembarcar a las tropas, que se unieron a las de los corsos que aún resistían, revisaron la isla de San Antíoco y los enemigos ya no estaban, regresando a embarcar las tropas, para saltar a la de isla de San Pedro, donde encontraron alguna resistencia y a la fragata Richmond, atracada a un muelle, a la que le ofrecieron rendición, pero su capitán decidió darle fuego.

Conquistada la isla, esperaron al día siguiente a que llegaran sus propietarios a quienes se les entregó, arriando la bandera de España, zarparon de nuevo con rumbo a Génova y posteriormente a Córcega, ya de acuerdo con los ejércitos napolitano y piamontés, fueron apoyándoles con su fuego el avance por las riberas del Var, prosiguiendo hasta Niza y Villafranca, pero encontrándose aquí se produjo una epidemia por el mal estado de los alimentos embarcados, lo que obligó a don Francisco de Borja, a poner rumbo a Cartagena donde arribó a principios del año de 1794, siendo desembarcados más de tres mil hombres de las dotaciones.

Por Real orden del día 12 de junio del año de 1794 se le otorgó el grado de brigadier, al poco tiempo zarpó con rumbo a la bahía de Cádiz, de donde pasó embarcado a las costas del Cantábrico, dando protección al tráfico marítimo, hasta que llegó la noticia de la firma del tratado de Basilea, firmado el día 22 de julio del año de 1795 y con él la paz entre la república francesa y el reino de España.

Regresó a su Departamento de Cartagena, donde ocupó varios puestos y comisiones, hasta que le llegó la Real orden del día 5 de octubre del año de 1802, con su ascenso al grado de Jefe de Escuadra, siéndole entregado en propiedad la Comandancia de los tercios navales de Levante.

Estando en este mando, le sobrevino el fallecimiento en el año de 1806, sin ser conocidos lugar y fecha. Suponemos que si era el Comandante de los Tercios navales de Levante, debió de fallecer en la misma ciudad de Cartagena, lo que es mucho más difícil es saber la fecha exacta.

Bibliografía:

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 8, 1910, página 1572.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Fernández Duro, Cesáreo.: Naufragios de la Armada Española. Establecimiento tipográfico de Estrada, Díaz y López. Madrid, 1867.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma, Dalmiro de la. y Finestrat, Barón de.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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