Escalante de Mendoza, Juan de Biografia

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Biografía de don Juan de Escalante de Mendoza

Capitán General de la Armada de Nueva España, español del siglo XVI.

Orígenes

Vino al mundo por 1529 ó 1530 en el valle de Riba de Deva en el reino de Asturias, fueron sus padres don García de Escalante y doña Juana de Mendoza, descendientes de casas nobles de la Concha de Colómbres.

El mismo confirma: «…en las nobles y antiguas casas y solares de Noriega y la Concha de Colombres en el valle de Riba de Deva en la diócesis de Oviedo»

Se le internó para aprender sus primeras letras en la villa de Pótes, perteneciente a Liévana donde aprendió la gramática latina.

Hoja de Servicios

Siendo de corta edad pero resuelto se decidió a viajar al foco de la aventura en su época que era la ciudad de Sevilla, yendo a casa de su tío don Álvaro de Colómbres, que ya tenía una flota propia con la que se navegaba a las Indias.

Desde el comienzo de sus navegaciones comenzó a tomar datos de derrotas y dibujar los perfiles de islas, así como de tierras lo que le facilitaba el ir reconociendo en cada viaje más y más, ampliando así sus conocimientos.

A la edad de dieciocho años, consiguió tener su primer buque, pasando a ser el capitán y a comercializar prácticamente en todo lo que eran territorios de los virreinatos de Nueva España y Nueva Granada, siempre con los permisos necesarios y convenientes, por lo que fue adquiriendo más buques, aumentando con ello su hacienda y prestigio.

Entre los años de 1548 á 1550, estuvo viajando a las órdenes de su don Álvaro, su tío, con la Flota de Tierra Firme, realizando los consabidos cruceros entre Cartagena de Indias, Veracruz y la Habana, desde normalmente regresaban a la Península.

En sus muchos viajes, combatió contra los holandeses, ingleses y franceses, sin olvidar a los piratas y corsarios que todas estas naciones mantenían en la mar en contra de España, consiguiendo pequeñas victorias pero con ellas una gran práctica en como vencerles, ya que cada uno tenía su forma de combatir y les aplicaba la contra, de hecho nunca lo consiguieron apresar.

Estaba en la ciudad de Sevilla por el año de 1558, siempre cerca de la Casa de Contratación para conseguir transportar algo a las Indias y regresar al igual cargado al máximo, así se rentabilizaba perfectamente los buques.

Esta posición y casi seguimiento le propició el contraer matrimonio con doña Juana Salgado, hija del licenciado don Alejo Salgado Correa, que era juez de la Casa de Contratación, lo que si cabe le supuso una mejora en sus servicios a la corona, aumentando su capacidad económica.

Lo que le propició en el mismo 1558, realizar un nuevo cruce del océano pero esta vez a la actual Honduras, yendo como maestre de la nao Trinidad, que al parecer era de su tío, ya que este navío había estado varios años cruzando las mismas aguas y con él unido a la Flota de Indias, los volvió a realizar en los años de 1560, 1561 y 1565.

Enterado don Alejo de los apuntes que durante tantos años había estado realizando, a lo que se añadía las continuas conversaciones con otros pilotos, teniendo una gran cantidad de material, le propuso que los ordenará para llevarlos a la imprenta, por el bien de todos los navegantes.

Así se puso al trabajo y en el año de 1575, la tenía ya completa, por lo que al llevarla a su presentación la título: «Itinerario de la navegación de los mares y tierras occidentales», tuvo el buen gusto de relatarla como si fuera un dialogo entre dos personas, una muy experta y la otra queriendo aprender, siendo dedicado a S. M. don Felipe II.

En opinión de don Martín Fernández de Navarrete dice: «Puede considerársela como la suma de los conocimientos marítimos de aquella edad, importantísima para la historia de la navegación, y digna de todo aprecio por la sencillez con que está redactada y por los sucesos y noticias que refiere»

Relatar lo que hay en ella sería muy complicado de no volverla a escribir, pero para dar una idea aproximada, se tratan principalmente:

«Las derrotas de ida y vuelta a aquellas tierras y sus puertos, con referencia a las islas, la descripción de éstas, sus mares, corrientes, vientos, tormentas y otros fenómenos de la navegación. No se olvida de la composición de la tripulación de un buque, desde capitán al último grumete, indica la mejor forma de su manejo, su mejor arboladura y como se debían de aparejar, los posibles naufragios y como actuar ante ellos, como combatir a los enemigos, en definitiva todo lo que conllevaba ser marino.

Hace un apartado, para explicar que la aguja de marear siempre había que darle media cuarta de giro entre los puntos cardinales de N. y S. ya que no eran exactas, llevando a grandes errores en las navegaciones a aquellos que lo desconocían. Para conocer la hora en la mar, recomienda el uso del astrolabio y sobre todo la observación del Sol al medio día, explica la forma de medir la dirección del Sol en su elevación sobre el horizonte por medio de la aguja de marear, a lo que añade una serie de reglas para poder hacer los cálculos con mayor exactitud.

Al mismo tiempo que indica que con la ballestilla, se calculan mejor los astros y sobre todo la estrella del Norte, con ello corrige la doctrina hasta entonces utilizada de Hesiodo, Plinio, Vegenio, Varron y otros escritores que no eran marinos, por lo tanto teóricos totales.»

La obra fue examinada por todo el Consejo de Indias, que como sabemos solía estar formado por todos los mejores expertos en las distintas materias, los cuales la aceptaron como excelente para los pilotos, pero a pesar de esto no obtuvo la licencia para su publicación.

El problema consistía, en que el mismo Consejo de Indias que la recomendaba ampliamente, la prohibía por su fácil forma de entender y por preservar la información al reino de España.

Solo le cupo la posibilidad de reclamar a la Corona los diez mil ducados del gasto de su escritura y encuadernación, pero nada pudo sacar y debió de fallecer a finales del mismo siglo XVI.

Ya que su hijo, lo volvió a reclamar aumentando la cifra a veinte mil ducados, pero pasados ya cuarenta y ocho años, pues se había podido hacer con copias de la obra de su padre, lo que confirmaba que de alguna manera se estaba difundiendo.

Enterándose a su vez, que un cierto doctor, mayordomo del presidente del Consejo de Indias, había elevado licencia para publicarla con su nombre, pero le fue denegada y por la pertinaz lucha de su hijo, consiguió que le fuera devuelto el original entregado por su padre.

Posteriormente ya en el año de 1792, don Carlos de la Serna y Santander, publicó un: «Catalogue des livres de la biblotheque de D. Simón de Santander» impreso en Bruselas por el impresor Lemaire, en el que en su página 14 del tomo 3º y bajo el número 3579 dice:

«Itinerario de navegación de los mares y tierras occidentales, por Juan de Escalante y Mendoza.» Escrito en un precioso papel con 626 páginas, con renglones espaciosos y en letras de una forma muy elegante. Los sumarios, las indicaciones marginales y la dedicatoria á Felipe II imitan perfectamente la imprenta: «…se cree no sin fundamento que es el ejemplar original que por orden superior de 5 de octubre de 1593 fue depositado en el Consejo Real de Castilla; no habiendo juzgado conveniente el gobierno acordar al autor el permiso para imprimirlo, por el temor que entonces se tenia de ilustrar á los extranjeros en la navegación de la América»

Hay una obra más de don Juan Escalante titulada:

«Memorial de las condiciones con que yo Johan de Escalante y Mendoza tomaré á mi cargo las cuatro galeras y dos fragatas que S. M. y su Real Consejo ordena y manda que anden en guarda y defensa de las Indias y Puertos y Provincias de ellas.», El original escrito en el año de 1580 está en el Museo naval de Madrid y copia en el Depósito Hidrográfico de la Marina.

Por su gran experiencia náutica y su más que demostrado valor en los muchos combates que participó, tuvo a bien el Rey don Felipe II nombrarlo Capitán General de la Armada y Flota de la Nueva España de 1595.

Pero quiso el destino que no pudiera cumplir como a tal Capitán General, por que le sobrevino el óbito en 1596 en la villa de Nombre de Dios, en el actual Panamá.

Bibliografía:

Fernández de Navarrete, Martín.: Biblioteca Marítima Española. Obra póstuma. Madrid. Imprenta de la Viuda de Calero. 1851.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Museo Naval. Madrid. 1973.

Ortíz de Zúñiga, Diego.: Anales Eclesiásticos y Seculares de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla. Guadalquivir S.L. 1988. Edición Facsímil de la Imprenta Real, Madrid 1795.

Pereyra, Carlos.: Historia de la América Española. ED. Saturnino Calleja. Madrid 1924.

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