Estrella de Mar

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Dibujo del navío con algo más de poder por llevar como mínimo sesenta cañones, entre sus dos baterías o puentes, pasando ya a formar parte de las escuadras.

Construcción:

Fue construido en el puerto de Génova 1720 para la Real Armada.

Su nombre completo era Nuestra Señora de la Asunción y San Nicolás de Tolentino, más conocido como Estrella de Mar, y tenía como alias El Sanguineto ó El Guineto.

Sus medidas, según inventario realizado en Cádiz el 30 de julio de 1720, era de 77,5 codos de eslora (44,37 metros), 68 de quilla (38,08 metros), 20 de manga (11,61 metros), 9,21 de puntal (5,68 metros) y 10 codos de plan, con un arqueo de 1.118 toneladas. Llegó a Cádiz armado con 48 cañones de hierro, 22 de a 18 libras, 6 de a 12, 2 de a 8, 8 de a 6, 4 de a 4 y 6 de a 2 libras.

Armado posteriormente con 64 cañones.

Historial:

Estuvo en la Flota de Galeones que zarpó de Cádiz el 21 de junio de 1721 a cargo del teniente general don Baltasar de Guevara, siendo la nave capitana. La escolta la completaban otros tres buques de guerra, Nuestra Señora de Begoña, alias Campanela, que hacía de almiranta, Hermione y San José, alias Pingüe Volante y nueve mercantes, los cuales llegan a Cartagena de Indias el 3 de agosto.

Celebrada la feria, zarparon de Portobelo el 30 de septiembre de 1722 y entraron en Cartagena de Indias el 10 de octubre. Para su regreso a la Península zarpan de Cartagena de Indias y entran en la Habana el 29 de octubre de 1722. Zarparon de la Habana el 13 de diciembre de 1722, donde se les agregaron dos buques de aviso y el navío Nuestra Señora de la Concepción.

El 10 de enero de 1723 los buques se dispersan a causa de una fuerte tormenta, entrando la nave almiranta y los mercantes Nuestra Señora de los Milagros y Santo Cristo de San Román en la ría de Pontevedra el 6 de febrero de 1723. El resto, con la capitana regresaron a Cádiz el 8 de febrero. Trajeron a bordo un total de 12.319.459 pesos fuertes, de los que poco más de dos millones eran para las arcas de Su Majestad el rey y el resto era de particulares y comerciantes.

Sirvió de nave almiranta en la Flota de Galeones al mando del teniente general don Carlos Grillo, marqués de Grillo, siendo el navío Catalán la nave capitana. Los tres buques de escolta y los 14 mercantes salieron de Cádiz el 31 de diciembre de 1723 llegando a Cartagena de Indias en 17 de febrero de 1724. En el navío Estrella de Mar estaba embarcado el jefe de escuadra don Francisco Javier Cornejo y Vallejo, que era el segundo en el mando de la Flota.

Al poco de arribar a Cartagena ordenó el virrey del Perú marqués de Castelfuerte que desembarcaran las mercancías para perseguir con más facilidad a las naves contrabandistas. En la ensenada de Tolú, a medio camino hasta Portobelo, se encuentran el 10 de marzo de 1724 con seis fragatas holandesas armadas de 20 a 36 cañones. Dos de ellas consiguen escapar, pero las otras cuatro fragatas, llamadas Prudencia, 36 cañones, capitán Daniel Belde, Santiago, 28 cañones, capitán Adrián Moy, Adriana Catalina, 22 cañones, capitán Carlos Zans, y Catalina, 22 cañones, capitán Jorge Lonis, presentan combate al navío Estrella de Mar y a la fragata San José, alias Pingüe Volante, que hacía de patache de la Flota, mientras el Catalán se queda más alejado del combate, puesto que las fragatas enemigas se habían aproximado a tierra aprovechando su menor calado para evitar ser batidas por los dos navíos españoles.

Tras cinco horas de combate, don Pedro Moyano, comandante de la fragata española, consigue capturar una de ellas, la llamada Catalina, que es incorporada a la Real Armada como Santa Catalina, mientras que las otras tres fragatas huyen al amparo de la oscuridad. Las bajas españolas fueron de 10 muertos y 30 heridos, sobre todo en la fragata. Estas cifras de bajas varían según las diferentes fuentes. Paula Pavía y Blanco Núñez aumentan las bajas a 11 muertos, entre ellos al alférez de navío don Pedro de Rivera, y 46 heridos. El navío Estrella de Mar quedó parcialmente desarbolado. El 21 de marzo llegaron a Portobelo, volviendo a zarpar el 7 de abril rumbo a Cartagena, llegando seis días después.

El 21 de marzo llegaron a Portobelo, volviendo a zarpar el 7 de abril rumbo a Cartagena, llegando seis días después. Allí muere el general de la flota el marqués de Grillo en un accidente de mar el 14 de abril de 1724, quedando el jefe de escuadra Cornejo al mando de la Flota. Mientras tanto, los mercantes de la Flota de Galeones salieron de Cartagena el 6 de abril rumbo a Portobelo.

Allí quedaron bloqueados por la escuadra británica de diez a doce navíos mandada por el vicealmirante Francis Hosier que llegó a vista del puerto la tarde del 17 de junio de 1726. Don Francisco Cornejo tuvo que hacer grandes esfuerzos para mantener a las naves en óptimas condiciones de navegación, mientras vigilaba los movimientos de la escuadra británica. Las enfermedades tropicales hacen perder a los británicos a 2.500 tripulantes y 8 comandantes de sus buques, teniendo que reparar las naves y aprovisionarse en Jamaica.

La Flota de Cornejo aprovechó para zarpar de Portobelo y refugiarse en Cartagena de Indias. Cuando la escuadra británica regresó a Portobelo pudo ver que las naves españolas habían desaparecido, poniendo rumbo a Cartagena de Indias, donde volvieron a bloquear a la flota de Cornejo.

Las conversaciones de paz comenzaron a primeros de marzo de 1728 y España envía una escuadra desde Cádiz al mando del general don Manuel López Pintado para escoltar a la Flota de Cornejo desde Cartagena. La Corte española no se fiaba de los británicos a pesar de las conversaciones de paz. Una escuadra de seis navíos al mando del contralmirante Hopson había sido enviada para sustituir al difunto Hosier. La escuadra de López Pintado llega a Cartagena el 9 de julio y no encuentra a ninguna escuadra británica. En febrero de 1729 llegan a Cádiz los buques de Cornejo con la escolta de los navíos de López Pintado.

Mientras tanto, el navío Estrella de Mar quedó como guardacostas en Cartagena de Indias formando división con el navío Incendio, ambos al mando de don Gabriel de Mendinueta. El 4 de diciembre de 1729 regresa el navío Estrella de Mar a Cádiz con caudales, en conserva del navío Incendio, ambos al mando del capitán don Gabriel de Mendinueta. Es dado de baja al año siguiente.

Bibliografía:

Gaceta de Madrid, nº 27, 8 de julio de 1721, p. 108.

Gaceta de Madrid, nº 10, 10 de febrero de 1722, página 24.

Gaceta de Madrid, nº 7, 16 de febrero de 1723, páginas 27 y 28.

Arauz Monfante, Celestino Andrés.: El contrabando holandés en el Caribe durante la primera mitad del siglo XVIII. Caracas, 1984.

Blanco Núñez, José María.: La Armada española en la primera mitad del siglo XVIII. IZAR. Construcciones Navales. S. A, 2001.

Blanco Núñez, José María.: Don Francisco Javier Cornejo y Vallejo. Revista General de Marina. Agosto-septiembre de 2003.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tomo VI. Museo Naval. Madrid, 1973.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería biográfica de los Generales de Marina. Madrid, 1873.

Saiz Cidoncha, Carlos.: Historia de la piratería en América española. Editorial San Martín. Madrid, 1965.

Zaragoza, Justo.: Piraterías y agresiones de los ingleses en la América española. Edición de José María Sánchez Molledo. Editorial Renacimiento, 2005.

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