Ferrolana (1848)

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Construcción:

Dibujo de una corbeta, eran los buques que seguían a las fragatas en tamaño y algo más pequeñas, estaban preparadas para acometer misiones de control de zonas y por su poco calado aptas incluso para ciertos cauces de ríos, comenzaron llevando veinte cañones, pero transcurridas unas décadas llegaron a llevar los mismos que las fragatas pequeñas, la arboladura era igual a las de las navíos y fragatas, tres palos con velas cuadras, rectangulares, para navegar como sus hermanos mayores siempre mejor con vientos largos o portantes que les facilitara el buen avance.

Se puso su quilla en Ferrol los días 10 y 11 de septiembre de 1846. Botada a las tres de la tarde del 20 de febrero de 1848.

Fue la última corbeta de vela botada en el arsenal de Ferrol, terminada a finales de diciembre de 1848. Se siguieron los planos de la corbeta Villa de Bilbao.

Medía 48,46 metros de eslora, 13 de manga y 6 de puntal.

Armada con 32 cañones, 2 bomberos de 68 libras, 28 de 32 libras (18 largos y 10 cortos), 1 de 12 libras y 1 de 4 libras.

Historial:

Su primer comandante fue el capitán de fragata don Tomás de Alvear y Ward. En enero de 1849 se formó en Cádiz una escuadra para apoyar a la Santa Sede, mandando un ejército para derrotar a la República que proclamó en Roma el 5 de febrero de 1849. Las fuerzas navales se pusieron al mando del brigadier don José María Bustillo, y la formaban la fragata Cortés, las corbetas Mazarredo, Villa de Bilbao y Ferrolana, el bergantín Volador, el paquebote Bidasoa y los vapores León, Vulcano, Blasco de Garay y Castilla. Se hicieron a la vela el 28 de abril de 1849. Tras embarcar las tropas, que nunca entraron en Roma al hacerlos las tropas francesas y napolitanas, y sólo pusieron sitio a Gaeta y Terrachina y tomaron posiciones en los Abruzzos. Dicha expedición transportaban a 4900 hombres del 3º batallón de Granaderos, 3º batallón del Rey, 1º batallón de la Reina Gobernadora, dos batallones del Regimiento San Marcial, el 7º de Cazadores de Chiclana, una compañía de ingenieros, dos baterías de artillería montada y una sección de caballería, al mando del teniente general Fernando Fernández de Cordova y de su segundo el mariscal de campo Francisco Lersundi. Los últimos buques de la expedición regresaron a aguas españolas en marzo del año siguiente, una vez restablecida la autoridad pontificia.

El 10 de mayo de 1849, mientras perseguía una fragata sospechosa, estuvo a punto de naufragar cerca de Cartagena, sufriendo daños en el timón y otros de menor consideración. Formaba parte de la división naval del Mediterráneo. A partir de primeros de junio de 1849 se separó la división en dos secciones, quedando la corbeta Ferrolana encuadrada en la segunda sección, junto al navío Soberano y otras unidades menores.

Bajo el mando de del capitán de navío José María de Quesada y Bardalonga realizó un viaje de circunnavegación para el que fue designada por real orden de 7 de julio de 1849. Zarpa del puerto de Cádiz el 5 de octubre de 1849 y puso rumbo al Cabo de Buena Esperanza, para pasar al Índico con rumbo a Manila, tocando en varios puertos de India, China e Indonesia. Regresó a España por el océano Pacífico, recalando en Australia, Callao, Guayaquil y Valparaíso. Antes de llegar a Cádiz entró en el puerto de Montevideo. En los diferentes puertos que recaló mostró el pabellón español, mejorando las relaciones diplomáticas con diversas naciones. Cuando entró en Callao, el 6 de julio de 1850, era el primero buque de guerra español que entraba en puerto tras la independencia de Perú. Cuando llegó a este puerto, el gobierno español no había reconocido todavía su independencia y el comandante Quesada tuvo que negociar la entrada en puerto. Entró en Montevideo el 3 de diciembre de 1850 procedente de Valparaíso. Regresó a Cádiz el 11 de marzo de 1852.

En 1853 navegó por el Mediterráneo arribando en varios puertos de Francia e Italia. Pasó al Apostadero de las Antillas y en abril de 1855, donde realizó un disparo con bala sobre el vapor-correo estadounidense El Dorado tras acercarse este a 10 millas del cabo San Antonio, sin que hiciera caso a las señales de la corbeta para que se detuviese para inspección.

Entre los meses de septiembre y diciembre de 1855, durante la travesía de la Habana a Veracruz, se produjo a bordo una epidemia de fiebre amarilla. En 1856 forma parte de una escuadra junto a los vapores de ruedas Blasco de Garay y Don Antonio de Ulloa, que se presentan frente a Veracruz, México, para mostrar pabellón y apoyar las reclamaciones del gobierno español.

Después de regresar a aguas españolas tomó parte en varias operaciones durante la tercera guerra carlista, como el bombardeo, el 27 de julio de 1857, de Lequitio, Mundaca y otras plazas junto a la corbeta Consuelo y el vapor Fernando el Católico.

El 28 de agosto de 1859 llegó a la bahía de Santa Isabel, Fernando Póo, llevando a bordo al nuevo gobernador brigadier don José de la Gándara, 128 colonos, funcionarios y soldados. A finales del año 1859 se encontraba destinada en Fernando Poo. El 7 de julio de 1860 regresa a Cádiz procedente de Fernando Poo.

Por real orden de 9 de julio debe reemplazar a la corbeta Mazarredo en el cometido de escuela de aprendices navales, para lo cual se realizan en dique seco obras en sus fondos y se verifica su armamento como tal escuela de aprendices navales, dirigida por el capitán del departamento de Cádiz.

En 1861 formó parte de una escuadra de instrucción, mandada por el jefe de escuadra don Luis Hernández Pinzón, compuesta por varias unidades de hélice y vela, entre las que se encontraba la corbeta Ferrolana, al mando del capitán de fragata don Victoriano José Sánchez y Barcáiztegui. Al año siguiente seguía en la escuadra de instrucción, al mando de Sánchez y Barcáiztegui.

En 1862 participó en una revista naval en la bahía de Cádiz, tras haber dado escolta a la reina Isabel II y su esposo Francisco de Asís de Borbón desde la desembocadura del Guadalquivir hasta Cádiz.

El 8 de noviembre de 1866 entró en el dique flotante de Cartagena para recorrer sus fondos, saliendo el día 16 de noviembre. En la composición de la Armada del año 1866 figura como buque exento de clasificación, sirviendo como escuela de aprendices navales. En la composición de la Armada del año 1868 figura como buque de segunda clase y corbeta a vela escuela de aprendices navales.

En febrero de 1869, se suprime la escuela naval a bordo de la Ferrolana. Durante la revolución cantonal se encontraba en la base de Cartagena, siendo utilizada como buque prisión. En 1884 se encontraba en Cartagena inútil y desarmada. En 1885 se encontraba en la base de Cartagena como escuela de marinería. Estaba al mando del teniente de navío don Francisco Romera Barrera.

En noviembre de 1884 zarpa de Cádiz rumbo a Guinea llevando a bordo al nuevo gobernador militar y a varias monjas misioneras de la Inmaculada Concepción. Tras recalar en Santa Cruz de Tenerife les sorprendió un temporal el 24 de noviembre. Cuando se la creía naufragada y perdida en alta mar, entró el 2 de diciembre en Las Palmas, desarbolada y con muchos daños. Las misioneras, continuaron su viaje en otro buque el 7 de diciembre.

En 1887 se encontraba sirviendo de buque pontón en la estación naval de Guinea. No se conocen otros servicios a partir de esa fecha, terminando sus servicios como buque pontón en 1897.

Bibliografía:

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Travieso, José Marcelino.: Revista La Marina. Tomo II. Imprenta Fortanet. Madrid, 1856.

VV.AA.: El Buque en la Armada española. Editorial Sílex. Madrid, 1999.

Compilada por Santiago Gómez.

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