Limeno (1793)

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Dibujo de un bergantín, buques más pequeños que la corbeta, con su mismo aparejo con la diferencia de llevar solo dos palos en vez de tres, lo que los hacía algo más rápidos y se utilizaban para casi todas las misiones, bien como buques de descubierta, ir por delante incluso de las fragatas, para transporte y cualquier cometido que no se necesitase buques mayores, solían llevar de diez a treinta y seis cañones, muy robustos y rápidos, por ello durante años fueron los buques correo entre América y España.

Construcción

Construido en Cartagena junto al bergantín Peruano en 1793.

Los dos bergantines eran gemelos y se mandaron construir para servir de guardacostas en la costa del Pacífico.

Su nombre oficial era San Gil.

Historial

Plano bergantín Limeño.
Plano bergantín Limeño.
Cortesía Museo de Mallorca.

A primeros de junio de 1793 es designado su comandante, el teniente de navío don José Felipe Martínez.

Debían haber zarpado inmediatamente rumbo al océano Pacífico. Debido a la guerra con Francia hubo varios retrasos, saliendo de Cartagena el 12 de octubre de 1793 rumbo a Cádiz para completar los últimos aprestos. Armado con 16 cañones de a 6 libras y 6 obuses de a 3 libras, zarparon ambos bergantines de Cádiz rumbo a Callao el 13 de agosto de 1794. Llegaron al Río de la Plata el 11 de octubre. Desde Montevideo realizaron diversas misiones hasta zarpar de nuevo el 10 de diciembre rumbo al océano Pacífico. La noche del 4 de febrero de 1795 entró el bergantín Limeño en el apostadero de Callao.

Al poco de llegar a Callao se le realizaron algunas reparaciones y zarpó en busca de buques corsarios en aguas cercanas a Callao, regresando a puerto a finales de abril de 1795. El 15 de septiembre zarpó de Callao rumbo a los puertos del sur con órdenes del virrey de combatir a los corsarios y contrabandistas. Visitó la guarnición de la isla Juan Fernández y la encontró en estado deplorable, llevando a 25 hombres y mujeres enfermos a Valparaíso. También recogió varios pertrechos de la fragata Santa Bárbara, naufragada en aquellas aguas. Recibe la orden del capitán general de Chile de zarpar de Valparaíso con la fragata Astrea llevando colonos y pertrechos a Valdivia para repoblar la ciudad de Osorno.

El 4 de marzo de 1796 llega a Talcahuano el bergantín Peruano, sustituyendo al Limeño en el servicio, pudiendo regresar a Callao. Desde el mes de octubre de 1796 hasta el 4 de julio de 1797, que regresó a Callao, patrulló la costa chilena. Volvió a zarpar de Callao el 4 de octubre de 1797 rumbo al sur para llevar el situado y recorrer la costa. Al regreso al Callao, el 13 de marzo de 1798, se le cambió el palo mayor. El 25 de agosto de 1798 vuelve a zarpar de Callao con dos lanchas cañoneras en busca de corsarios enemigos en la costa norte peruana. Al día siguiente se encontró a la altura del islote Pelado, cerca de Callao, con el bergantín Peruano, uniéndose en la caza de los corsarios.

La flotilla recaló en Paita el 31 de agosto y en Tumbes el 7 de septiembre. Patrullaron hasta la isla Gorgona, fondeando en Guayaquil el 30 de octubre. Permanecieron en este puerto hasta el 5 de enero de 1799 cuando iniciaron su navegación a Callao dando escolta a varios mercantes, con los que entraron en puerto el 25 de marzo (4 de abril según algunas fuentes). El bergantín Limeño estaba necesitado de algunas reparaciones, valoradas en 113.000 pesos, las cuales no se realizaron por ser el gasto demasiado elevado, decisión que traería consecuencias en el futuro.

Los dos bergantines y la fragata Princesa zarparon de Callao el 1º de septiembre rumbo al norte llevando el situado a Panamá. Al regreso, dando escolta a tres mercantes, el Limeño perdió sus masteleros y botavara. Regresaron a Callao el 13 de enero de 1800 después de pasar cuatro días en la isla Puna realizando reparaciones de urgencia en el bergantín.

El 2 de enero de 1801 zarpa de Callao con el mercante Jesús María, propiedad de Francisco del Mazo. Llevaban materiales para las operaciones de rescate de la fragata Santa Leocadia, naufragada en punta Santa Elena en noviembre de 1800. También llevaban varios materiales para la construcción en Guayaquil de una fragata que reemplazara a la Santa Leocadia. Quedó algunos meses en estas aguas en las operaciones de rescate de cañones y otros pertrechos de la fragata naufragada, quedó en Guayaquil para ser carenado.

Poco antes de zarpar rumbo a Callao, el comandante Martínez recibe noticias de la presencia de las fragatas corsarias británicas Chance y Fortune, navegando cerca de Paita. El gobernador de Guayaquil negó al capitán de fragata José Felipe Martínez el apoyo de la fragata corsaria Santa Bárbara, capturada recientemente, zarpando en solitario el 19 de noviembre de 1801 a la caza de los corsarios enemigos.

Cuatro días después, cuando cruzaba entre Tumbes y la isla Santa Clara, se encuentra con la fragata británica Chance, al mando del capitán William White. Tenía 70 tripulantes y armada con 8 cañones de a 8 libras, 6 de a 6 y 8 carronadas de a 12, además de dos pedreros de a 2 libras. A las tres horas de combate, el bergantín español tenía 6 muertos y 8 heridos, entre ellos el capitán Martínez, que falleció dos días después. Poco más de una hora después de quedar herido su comandante, y de acuerdo con el resto de oficiales, el teniente de fragata don Pedro Cortázar rinde la nave después de sufrir graves destrozos en la arboladura y el casco. Parte de la tripulación española es desembarcada en Tumbes y el resto en Guayaquil.

Bibliografía

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Arrús, Darío.: El Callao en la época del coloniaje antes y después de la catástrofe de 1746. Imprenta de “El Callao”. Callao, 1905.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tomo VIII. Museo Naval. Madrid, 1973.

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VV.AA.: El Buque en la Armada española. Editorial Silex, Madrid, 1999.

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