Fernandez de Sotomayor, Juan Biografia

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No se tiene noticias de su juventud y ya se le sitúa en los mares del Sur por los años de 1575, lo que nos dice que muy pronto cruzó el océano y el continente americano. Pero no cabe duda de que era ya un buen piloto, gran conocedor de vientos, corrientes y mareas, que poco tiempo después los pondría de manifiesto.
No se tiene noticias de su juventud y ya se le sitúa en los mares del Sur por los años de 1575, lo que nos dice que muy pronto cruzó el océano y el continente americano. Pero no cabe duda de que era ya un buen piloto, gran conocedor de vientos, corrientes y mareas, que poco tiempo después los pondría de manifiesto.
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Se sabe, que estuvo combatiendo en tierra entre los años de 1580 a 1583: '''« en la pacificación y allanamiento de los indios rebelados contra el real servicio »''', siendo de la tribu de los Araucanos.
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Se sabe, que estuvo combatiendo en tierra entre los años de 1580 a 1583: '''« en la pacificación y allanamiento de los indios rebelados contra el real servicio »''', siendo de la tribu de los Araucanos.
Buen conocedor de los vientos en los mares del Sur, donde al parecer vivió prácticamente toda su vida, no se sabe con certeza si fue en el año de 1583 ó 1584, pero lo cierto es que estaba de Gobernador de Chile interino Martín Ruiz de Gamboa. Cuando zarpó del puerto del Callao con rumbo a Valparaíso, pero guiado por su instinto fue alejándose de la costa, lo que le procuró coger los vientos alisios que eran conocidos, pero tenidos como vientos contrarios, pero él ciñó el viento y consiguió arribar a Valparaíso en tan solo treinta días, cuando hasta ese momento se tardaba como mínimo noventa.
Buen conocedor de los vientos en los mares del Sur, donde al parecer vivió prácticamente toda su vida, no se sabe con certeza si fue en el año de 1583 ó 1584, pero lo cierto es que estaba de Gobernador de Chile interino Martín Ruiz de Gamboa. Cuando zarpó del puerto del Callao con rumbo a Valparaíso, pero guiado por su instinto fue alejándose de la costa, lo que le procuró coger los vientos alisios que eran conocidos, pero tenidos como vientos contrarios, pero él ciñó el viento y consiguió arribar a Valparaíso en tan solo treinta días, cuando hasta ese momento se tardaba como mínimo noventa.
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Al arribar, nadie se creía lo sucedido, ya que además había navegado muchas más millas al separase más de la costa, esto para los profesionales de la navegación era incomprensible, bien por no dar para más sus conocimientos, o quizás llevados por la sempiterna envidia, así que decidieron denunciarlo a la Santa Inquisición por '''« hechicería »''' en la ciudad de Lima.
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Al arribar, nadie se creía lo sucedido, ya que además había navegado muchas más millas al separase más de la costa, esto para los profesionales de la navegación era incomprensible, bien por no dar para más sus conocimientos, o quizás llevados por la sempiterna envidia, así que decidieron denunciarlo a la Santa Inquisición por '''« hechicería »''' en la ciudad de Lima.
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Se defendió como pudo, ya que la creencia general, consideraba que los vientos eran contrarios y por lo tanto imposible de realizar, sino mediaban los '''« demonios »''' Viéndose tan apretado, propuso para poderlo demostrar realizar el mismo viaje, pero que le acompañara algún miembro del Tribunal para dar Fé de ello, así se decidió y quedó demostrado que no había mediado ningún '''« espíritu »''' más bien el espíritu de sus grandes conocimientos, los que ahora se imponían y marcaban un nuevo rumbo a seguir para acortar el tiempo de navegación, entre los dos puertos de el Callao y Valparaíso, ganando sobre todo los buques del comercio y con ello aumentar los beneficios.
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Se defendió como pudo, ya que la creencia general, consideraba que los vientos eran contrarios y por lo tanto imposible de realizar, sino mediaban los '''« demonios »''' Viéndose tan apretado, propuso para poderlo demostrar realizar el mismo viaje, pero que le acompañara algún miembro del Tribunal para dar Fé de ello, así se decidió y quedó demostrado que no había mediado ningún '''« espíritu »''' más bien el espíritu de sus grandes conocimientos, los que ahora se imponían y marcaban un nuevo rumbo a seguir para acortar el tiempo de navegación, entre los dos puertos de el Callao y Valparaíso, ganando sobre todo los buques del comercio y con ello aumentar los beneficios.
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Pero a pesar de todo ello, no pudo evitar ser conocido por todos a partir de este momento como '''« El Brujo » '''y es que siempre queda '''« algo »''' cuando se vilipendia a alguien.
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Pero a pesar de todo ello, no pudo evitar ser conocido por todos a partir de este momento como '''« El Brujo » '''y es que siempre queda '''« algo »''' cuando se vilipendia a alguien.
En uno de sus viajes, siempre buscando la mayor rapidez se dejó llevar por los vientos, los cuales lo alejaron unas ochenta leguas de la costa, descubriendo así las tres islas volcánicas llamadas por él Más a Tierra, Más Afuera y Santa Clara, que después recibirían el nombre de su descubridor, estando situadas unos minutos más al Sur del paralelo 26º de esa misma latitud y casi a la misma, pero alejadas esas ochenta leguas de la ciudad de Valparaíso.
En uno de sus viajes, siempre buscando la mayor rapidez se dejó llevar por los vientos, los cuales lo alejaron unas ochenta leguas de la costa, descubriendo así las tres islas volcánicas llamadas por él Más a Tierra, Más Afuera y Santa Clara, que después recibirían el nombre de su descubridor, estando situadas unos minutos más al Sur del paralelo 26º de esa misma latitud y casi a la misma, pero alejadas esas ochenta leguas de la ciudad de Valparaíso.
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Pero curiosamente, nada dice del descubrimiento del grupo de las islas de Juan Fernández, como si no hubiera ocurrido, lo que demuestra que por lo que iba a ser condenado, es precisamente por lo que se le agradece.
Pero curiosamente, nada dice del descubrimiento del grupo de las islas de Juan Fernández, como si no hubiera ocurrido, lo que demuestra que por lo que iba a ser condenado, es precisamente por lo que se le agradece.
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Al parecer dejó escrito un derrotero titulado: '''« Tratado de Navegación de Chile hacía el Sur »'''
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Al parecer dejó escrito un derrotero titulado: '''« Tratado de Navegación de Chile hacía el Sur »'''
Vivió sus últimos años en los terrenos que le habían sido donados en el año de 1592, donde se construyo una casa y se estableció, ocurriendo el óbito a principios del año de 1604, puesto que en el mismo año hay constancia de un juicio al heredar su hijo la propiedad donada y tener problemas con la delimitación de ella.
Vivió sus últimos años en los terrenos que le habían sido donados en el año de 1592, donde se construyo una casa y se estableció, ocurriendo el óbito a principios del año de 1604, puesto que en el mismo año hay constancia de un juicio al heredar su hijo la propiedad donada y tener problemas con la delimitación de ella.
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[[Categoría: Biografía de Marinos 1248 a 1700]]

Revisión de 09:52 28 mar 2011

Biografía de Juan Fernández de Sotomayor

Navegante y descubridor español del siglo XVI.

Descubrió el grupo de islas (cosa rara) que llevan su nombre.

Vino al mundo por el año de 1536 en la marinera por antonomasia ciudad de Cartagena de Levante (como entonces se distinguía la de España de la situada en el virreinato de Nueva Granada y en la Capitanía General de Venezuela, conocida como Cartagena de Indias).

No se tiene noticias de su juventud y ya se le sitúa en los mares del Sur por los años de 1575, lo que nos dice que muy pronto cruzó el océano y el continente americano. Pero no cabe duda de que era ya un buen piloto, gran conocedor de vientos, corrientes y mareas, que poco tiempo después los pondría de manifiesto.

Se sabe, que estuvo combatiendo en tierra entre los años de 1580 a 1583: « en la pacificación y allanamiento de los indios rebelados contra el real servicio », siendo de la tribu de los Araucanos.

Buen conocedor de los vientos en los mares del Sur, donde al parecer vivió prácticamente toda su vida, no se sabe con certeza si fue en el año de 1583 ó 1584, pero lo cierto es que estaba de Gobernador de Chile interino Martín Ruiz de Gamboa. Cuando zarpó del puerto del Callao con rumbo a Valparaíso, pero guiado por su instinto fue alejándose de la costa, lo que le procuró coger los vientos alisios que eran conocidos, pero tenidos como vientos contrarios, pero él ciñó el viento y consiguió arribar a Valparaíso en tan solo treinta días, cuando hasta ese momento se tardaba como mínimo noventa.

Al arribar, nadie se creía lo sucedido, ya que además había navegado muchas más millas al separase más de la costa, esto para los profesionales de la navegación era incomprensible, bien por no dar para más sus conocimientos, o quizás llevados por la sempiterna envidia, así que decidieron denunciarlo a la Santa Inquisición por « hechicería » en la ciudad de Lima.

Se defendió como pudo, ya que la creencia general, consideraba que los vientos eran contrarios y por lo tanto imposible de realizar, sino mediaban los « demonios » Viéndose tan apretado, propuso para poderlo demostrar realizar el mismo viaje, pero que le acompañara algún miembro del Tribunal para dar Fé de ello, así se decidió y quedó demostrado que no había mediado ningún « espíritu » más bien el espíritu de sus grandes conocimientos, los que ahora se imponían y marcaban un nuevo rumbo a seguir para acortar el tiempo de navegación, entre los dos puertos de el Callao y Valparaíso, ganando sobre todo los buques del comercio y con ello aumentar los beneficios.

Pero a pesar de todo ello, no pudo evitar ser conocido por todos a partir de este momento como « El Brujo » y es que siempre queda « algo » cuando se vilipendia a alguien.

En uno de sus viajes, siempre buscando la mayor rapidez se dejó llevar por los vientos, los cuales lo alejaron unas ochenta leguas de la costa, descubriendo así las tres islas volcánicas llamadas por él Más a Tierra, Más Afuera y Santa Clara, que después recibirían el nombre de su descubridor, estando situadas unos minutos más al Sur del paralelo 26º de esa misma latitud y casi a la misma, pero alejadas esas ochenta leguas de la ciudad de Valparaíso.

Saltaron a la fama, por que en la de Más a Tierra, fue donde vivió el navegante escocés Alejandro Selkirk, más conocido por la novela titulada: Robinson Crusoe.

Entre los años de 1584 a 1592, siendo Gobernador Alonso de Sotomayor, continuó con el favor de éste realizando viajes entre las dos poblaciones. Siendo nombrado Piloto Mayor de los Mares del Sur en el año de 1589.

Se casó y tuvo un hijo, por lo que el nuevo Gobernador don Martín García Oñez, con fecha del día diecinueve de diciembre del año de 1592, le extiende un documento donde le hacen cesión de unas tierras en el distrito de Ligua, en el Valle de Rautén, en la zona central de Chile y como se indica en el mismo, se le donan por haber encontrado una ruta que acortaba en mucho la navegación en aquellos mares lo que se traducía en un beneficio para la Corona.

Pero curiosamente, nada dice del descubrimiento del grupo de las islas de Juan Fernández, como si no hubiera ocurrido, lo que demuestra que por lo que iba a ser condenado, es precisamente por lo que se le agradece.

Al parecer dejó escrito un derrotero titulado: « Tratado de Navegación de Chile hacía el Sur »

Vivió sus últimos años en los terrenos que le habían sido donados en el año de 1592, donde se construyo una casa y se estableció, ocurriendo el óbito a principios del año de 1604, puesto que en el mismo año hay constancia de un juicio al heredar su hijo la propiedad donada y tener problemas con la delimitación de ella.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 23, 1924. Página 760.

Fernández de Navarrete, Martín.: Biblioteca Marítima Española. Obra póstuma. Madrid. Imprenta de la Viuda de Calero. 1851.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Museo Naval. Madrid, 1973.

Rubio Paredes, José Mª.: Contribución de Cartagena de España a la empresa del Descubrimiento: La patria de Juan Fernández, piloto mayor de la Mar del Sur. Revista de Historia Naval, nº 34. Madrid, 1991.

Compilada por Todoavante.

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