Firme
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Construcción:
Navío de 74 cañones construido por el sistema inglés o de Jorge Juan.
Se ordenó poner su quilla en el arsenal de La Carraca el 2 de mayo de 1752 junto al navío Aquiles, iniciándose los trabajos el 16 de mayo por el ingeniero constructor Mateo Mullan.
Botado el 22 de junio de 1755. Era de 1.800 toneladas. Estaba bajo la advocación de “San Zenón”.
Historial:
Formando parte de la escuadra de don Andrés Reggio operó sobre las costas de Cádiz en 1759. A primeros de abril de 1759 se encontraba asignado al departamento de Ferrol al mando del capitán de navío don José Zapiaín. El 29 de agosto de 1759, al mando del capitán de navío don José de Rojas, salió de Cádiz con la escuadra de 11 navíos y 2 fragatas al mando del marqués de la Victoria que debía traer a Barcelona desde Nápoles al nuevo rey Carlos III. Regresó a Cádiz el 1º de diciembre de 1759.
A finales de marzo de 1760 se encuentra en la bahía de Cádiz. En el mes de mayo de 1760 zarpa de Cádiz con el navío Aquilón y el chambequín Andaluz, entrando en Cartagena el 25 de mayo, incorporándose a los buques del jefe de escuadra don Gutierre de Hevia y Valdés, marqués del Real Transporte. El 3 de julio zarpan de Cartagena cargados de víveres, agua y pertrechos destinados a la escuadra que se halla en la costa argelina, realizando cruceros con otros buques, para dar caza a los corsarios argelinos. Durante este año de 1761 se le realizó su primera carena de firme.
En diciembre de 1761 zarpó de Cádiz rumbo a Cartagena de Indias con dos urcas holandesas fletadas por la Real Hacienda, a cuyo puerto llegó el 9 de enero de 1762 al mando del capitán don Pedro Pablo Arrigorri. Llevaron pertrechos, armas, tropas, víveres y al nuevo gobernador de Panamá.
Durante el ataque británico a la Habana en junio de 1762 se encontraba en el puerto de Cartagena de Indias con los navíos Serio y Dichoso y las fragatas Águila y Flecha.
Procedente de Cartagena de Indias, y tras hacer escala en la Habana, entró el navío Firme en Cádiz el 20 de diciembre de 1764 con caudales y géneros de S. M. y particulares, además de la correspondencia. Entró en puerto con dos fragatas mercantes. En octubre de 1765 se encontraba en Cádiz.
En 1766 zarpó de Cádiz hacia Veracruz. El 19 de noviembre de 1766 zarpa de Veracruz en conserva de la Flota de Nueva España del jefe de escuadra don Agustín de Idiáquez, entrando en la Habana el 14 de diciembre. Llegó a Cádiz el 2 de julio de 1767 en conserva de dos buques mercantes.
Tras su regreso a Cádiz con caudales y otras mercancías pasa a ser mandado por el capitán de fragata don Felipe González Haedo, partiendo hacia el Ferrol, en cuya travesía persiguió a seis jabeques moros que ejercían la piratería, recapturando una barca que llevaban apresada. Quedó destinado en el departamento de Ferrol. En octubre de 1770 formó división con los navíos San Isidro y San Agustín, realizando varias patrullas sobre las costas gallegas y el mar Cantábrico.
En junio de 1779, al comienzo de la guerra con los británicos, zarpó de Ferrol al mando del capitán de navío don Juan Antonio Cordero para bloquear a los mercantes británicos refugiados en Oporto. Posteriormente estuvo en el bloqueo de Gibraltar con la escuadra del teniente general don Luis de Córdoba.
Al mando del capitán de navío don Sebastián Ruiz de Apodaca tomó parte en 1781 en la segunda campaña del Canal de la Mancha con la escuadra combinada de don Luis de Córdoba entre los meses de julio y septiembre. Con la misma escuadra combinada mandada por don Luis de Córdoba participó en una nueva campaña en el Canal de la Mancha al mando del brigadier don Anastasio Sainz de Baranda entre junio y agosto de 1782.
Al regreso de la citada campaña fue a la bahía de Algeciras para apoyar el asalto de las baterías flotantes a Gibraltar en septiembre de 1782. También tomó parte en el combate del Cabo Espartel el 21 de octubre de 1782, donde tuvo 4 muertos y 17 heridos. Estaba al mando del capitán de navío don Francisco Javier de Uriarte y Borja.
El 26 de noviembre de 1782 se puso al mando del capitán de navío don Sebastián Ruiz de Apodaca. Es destinado en Cádiz a la expedición que debía zarpar para la invasión de Jamaica, suspendida al firmarse la paz en París en 1783. El 12 de abril de 1783 obtiene su mando el capitán de navío don Antonio Montero y Rato al desembarcar su anterior comandante Apodaca.
Zarpó de Cádiz y se dirigió a Cartagena para embarcar las tropas destinadas a la plaza de Orán. En esta plaza embarcó las tropas reemplazadas y las llevó a Cartagena, donde el navío es desarmado en el mes de agosto, permaneciendo al mando del comandante Montero. Al mando del capitán Fulgencio Montemayor condujo tropas entre los puertos de Cartagena, Barcelona, Mahón y Orán, entre el 12 de abril y el 16 de septiembre de 1786.
En 1790 se encontraba asignado al departamento marítimo de Cartagena. En julio de 1790, al mando del capitán de navío don Fulgencio Montemayor, se incorpora en Cádiz en la escuadra del teniente general don José Solano Bote, marqués de Socorro, para enfrentarse a los británicos en la posible guerra que podía comenzar por el incidente de Nootka. Su segundo en el mando desde el 15 de junio de 1790, el capitán de fragata don José Ramón de Vargas Varaez, fue el que mandó el navío al haber estado enfermo su comandante.
El 31 de octubre de 1790 llegó a Orán con tropas del regimiento de infantería Milán tras el terremoto que sufrió la plaza y el posterior ataque de los moros. De regreso a Cartagena recibe su comandante la orden de trasladarse a Barcelona para embarcar tropas de un regimiento de infantería y llevarlas a Mahón. Cumplida la misión, regresa a Cartagena el 30 de abril de 1791.
En 1793 se encontraba desarmado en el departamento de Cartagena al mando del capitán de navío don Fulgencio Montemayor. En 1793 se incorporó a la escuadra de don Juan de Lángara y Huarte en aguas de Tolón durante la campaña efectuada por las escuadras aliadas británica y española en apoyo a los realistas franceses.
En mayo de 1794 se encontraba en Mahón al mando del capitán don Antonio Boneo. A finales de septiembre de 1794 pertenecía a la escuadra del Océano en Cádiz, al mando del capitán de navío don Antonio Boneo. En 1795 continuaba al mando del capitán de navío don Antonio Boneo, en la escuadra del teniente general don Juan de Lángara y Huarte, operando en el Mediterráneo contra los franceses.
En octubre de 1795 se encuentra en la escuadra del Mediterráneo al mando del capitán de navío don Antonio de Landa al que le obligan a presentar su renuncia al mando por su mal comportamiento, siendo relevado por el capitán de navío don José de Olózaga.
Pocos días antes de declararse la guerra contra Gran Bretaña zarpa de Cádiz con la escuadra del Océano el 26 de septiembre de 1796 para cruzar por las costas italianas y francesas. Desde el puerto francés de Tolón entraron en Cartagena el 20 de diciembre. El 14 de febrero de 1797 tomó parte en la batalla del Cabo de San Vicente, al mando del capitán de navío don Bruno Ayala, con la escuadra del teniente general don José de Córdoba y Ramos que sale de Cartagena y se enfrenta a la británica del almirante John Jervis, donde tuvo 2 muertos y un herido. El capitán Ayala es absuelto en el posterior Consejo de Guerra.
Después de la batalla de San Vicente se encuentra en Cádiz en la escuadra del teniente general don José de Mazarredo, al mando del capitán de navío don Rafael Villavicencio y de la Serna. Como el resto de la escuadra, soportó el bloqueo enemigo hasta 1799.
En 1800 se encontraba en Cádiz al mando del capitán de navío don Felipe Villavicencio. Quedó desarmado en el mismo puerto a finales de febrero de 1801. En enero de 1805 se encontraba todavía en Cádiz. Al mando del capitán de navío don Rafael de Villavicencio y de la Serna, desde el 16 de febrero de 1805, y su segundo el capitán de fragata don Diego Butrón y Cortés, zarpó con la escuadra aliada hispano-francesa de Gravina y Villeneuve hacia la Martinica. De regreso a aguas europeas, estuvo en el combate del cabo Finisterre contra la británica al mando del almirante Robert Calder el 22 de julio de 1805, siendo capturado, tras sufrir 41 muertos y 97 heridos. Debido a su mal estado fue usado por los británicos como pontón para prisioneros.
Bibliografía:
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