Florentina, Santa (1773)

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Dibujo de una urca, en sí no era otra cosa que una fragata de una sola batería, pero más ancha, mayor manga, lo que le restaba velocidad, pero aumentaba su capacidad para desempeñar su verdadero cometido, que era de buque mercante, como en épocas anteriores si eran de la Armada siempre llevaban unos cañones para defenderse de corsarios y piratas.

Construcción:

Urca construida en el arsenal de Cartagena en 1773.

Desplaza 700 toneladas de arqueo.

Armada con 40 cañones.

Historial:

En 1774, al mando del teniente de navío don Pedro Autrán y Díaz Barcenilla regresó a Cádiz desde Cartagena de Indias cargada con tropas.

El 3 de agosto de 1774, al mando del capitán de fragata graduado don Pedro Bernal, zarpa de Ferrol rumbo a Montevideo con el navío Santo Domingo, las fragatas Nuestra Señora de la Asunción, Santa María Magdalena y Santa Rosalía y la urca Anónima. Llegaron a Montevideo en el mes de noviembre con dos batallones del Regimiento de infantería Galicia. Después de realizar varios servicios, como el transporte de pertrechos y víveres a las islas Malvinas, regresó a la Península.

Al mando del capitán de fragata don Francisco Javier García tomó parte en la expedición a Río de la Plata en 1777 con la escuadra del teniente general don Francisco Javier Everardo Tilly. Salió de Cádiz con dicha escuadra el 13 de noviembre de 1776, tomando parte en varias operaciones contra los portugueses en la cuenca del Río de la Plata. Regresó a Cádiz en 1778.

El 15 de noviembre de 1779 zarpa de Cádiz rumbo a Brest al mando del teniente de navío don Juan Galarta para llevar correspondencia, pertrechos y víveres a la escuadra al mando de don Luis de Córdoba. Terminada su comisión en el puerto francés, regresó a Ferrol.

Al mando del teniente de navío don Antonio Cros de Viellefont realizó en 1783 dos viajes de Ferrol a Santander y regreso para transportar maderas al arsenal.

El 20 de febrero de 1784 llegó a Montevideo con tropas del Regimiento de Infantería de Burgos, formando convoy con las fragatas Santa Sabina y Santa Perpetua, la corbeta Santa Elena, el bergantín Ardilla y las urcas Santa Amalia, Anunciación y Santa Rita. Al mando del teniente Martínez de Funes se hizo a la vela en 1785 con caudales, tropas, cueros y otros productos. Llegó a Cádiz a finales de julio o primeros de agosto de 1785.

En 1786 se encontraba en la base de Cartagena al mando del capitán de fragata don Félix Estrada. El 8 de septiembre de 1786 entró en Cartagena procedente de San Feliú de Guixols con maderas de construcción para el arsenal. Estaba al mando del teniente de navío don Manuel Bustamante. Para recoger maderas se hace de nuevo a la vela rumbo a las costas catalanas. Al mando del teniente de navío Bustamante regresó de arribaba a puerto Py el 22 de diciembre de 1786 por los vientos contrarios. El 7 de enero de 1787 entra en Cartagena al mando del teniente Bustamante con maderas de construcción procedente de San Feliú de Guixols, quedando la urca desarmada.

Al mando del teniente de navío don Joaquín Vial zarpa de Cartagena el 16 de mayo de 1787 para llevar a Mahón arboladuras y pertrechos destinados a las dos galeras que se construyen en Mahón. En 1787 es reconstruida a flote en el arsenal de Cartagena.

El 16 de julio de 1788 zarpa de la Habana rumbo a Cádiz al mando del capitán don Pedro de Landa. Lo hizo en conserva de la fragata Guadalupe y varios buques mercantes.

A primeros de abril de 1789 zarpa de Cartagena rumbo a Cádiz. Sufre un temporal cuando se encontraba en el puerto de Málaga. Al llegar a Cádiz, entrar en el dique el 24 de abril para ser reconocida. Zarpó de Cádiz rumbo a la Habana a mediados de 1789 al mando del capitán de fragata don Cosme de Carranza y Vivero, llevando a bordo unos 400 hombres del batallón del Regimiento Fijo de la Habana. En noviembre de 1789 se embarcaron en la urca un oficial y 23 soldados del Regimiento de Infantería de Zamora para su traslado a Cádiz. El 19 de enero de 1790 entra en Cádiz procedente de Veracruz y la Habana con 17.346 pesos y otros géneros. El capitán de fragata Carranza y Vivero dejó el mando de la urca en junio de 1790, al ser el buque desarmado.

En enero de 1791 se encontraba en Cádiz al mando del teniente de navío don José María de Leiva. El 25 de enero de ese año se embarcaron a bordo 2 oficiales y 25 reclutas para su traslado a la Habana. En el mes de abril se embarcaron en la Habana tropas del Regimiento de Infantería de Nápoles para su traslado a España. Eran 3 oficiales, 30 hombres, 2 mujeres y 4 niños.

En noviembre de 1791 zarpa de Cartagena de Indias rumbo a la Habana con tropas y pertrechos. En 1792 estuvo en la Habana al mando del capitán don José de Céspedes. Zarpa de la Habana rumbo a Cádiz el 27 de diciembre al mando del capitán de fragata don Pedro de Borja y en conserva del navío Infante don Pelayo. Llegan a Cádiz el 4 de marzo de 1793.

En 1793 se encontraba armada, asignada al departamento de Cartagena y al mando del capitán de fragata don Pedro de Vargas. A finales de junio de 1793 se encontraba detenida en Puerto Rico a causa de una avería y con dos millones de pesos a bordo destinados a España. Una parte de esos caudales quedó en Puerto Rico y otra es enviada a Cádiz a bordo de la fragata Nuestra Señora del Pilar. Una ver reparada, la urca partió rumbo a Cádiz.

A finales de 1793 zarpa de nuevo rumbo a la Habana. A comienzos del año 1794 se encontraba en la Habana. Cuando llegó la división al mando del jefe de escuadra don Francisco Javier Muñoz, con los navíos San Juan Bautista, San Lorenzo y Ferme, a recoger pertrechos y tropas para la escuadra de Aristizabal, que se encontraba en operaciones en Santo Domingo, el comandante general de la Habana decide aprestar a la urca Santa Florentina para zarpar con los buques de Muñoz. El navío San Juan Bautista, la fragata Nuestra Señora de la O y las urcas Santa Librada y Santa Florentina zarpan de la Habana al mando del jefe de escuadra Muñoz el 13 de febrero, desembarcando el 3 de marzo en Bayajá a 839 hombres del regimiento de Nueva España, un batallón de 381 hombres de La Habana, 50 artilleros, pertrechos y municiones. Llevaron también los caudales de los situados de las islas de Trinidad, Santo Domingo y Puerto Rico, unos 572.000 pesos.

En mayo de 1795 se encontraba en el departamento de Cartagena al mando del capitán de fragata don Fernando Ruiz Gorjon.

En 1796 se encontraba en aguas de Santo Domingo, realizando varios servicios de transporte de tropas y familias emigradas de Santo Domingo a la Habana. El 9 de septiembre de 1796 llega a la Habana procedente de Santo Domingo con otros buques de guerra, llevando a bordo a varios evacuados de la isla, 23 blancos, 2 negros libres y 21 esclavos.

Al comenzar la guerra con Gran Bretaña en 1796 se encontraba destinada en el apostadero de la Habana.

En 1805 se encontraba armada y asignada al departamento de Cartagena.

En 1808 se encontraba armada en el departamento de Cartagena. Dada de baja en 1808, aunque en 1810 se utilizó como batería flotante frente a Puerto Real para combatir a los franceses durante el asedio de Cádiz.

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Compilada por Santiago Gómez.

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