Iglesia y Darracq, Rafael de la Biografia

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Rafael de la Iglesia y Darracq Biografíaç



Teniente de navío de la Real Armada Española.

Contenido

Orígenes

Vino al mundo en la ciudad de Cádiz el 27 de noviembre de 1783, siendo sus padres don Francisco de la Iglesia y Berón, y doña María Antonia Darracq y Jepson.

Hoja e Servicios

Sentó plaza de guardiamarina por Carta-orden del 14 de julio de 1800, en la Compañía del Departamento de Cádiz. Expediente N.º 2.162.

Al aprobar los exámenes teóricos se le ordenó embarcar en el navío Santísima Trinidad, participando en el innecesario combate del cabo de Trafalgar el 21 de octubre de 1805, contra la escuadra británica del almirante Nelson.

Fue tan espectacular su actividad, que su batería se renovó por tres veces de artilleros por quedar sucesivamente sin ellos, llegando él a mandar la maniobra para apuntar los cañones, lo que llamó más atención de sus superiores, pues la mayor parte de sus disparos daban inexorablemente en el blanco, demostrando que con a penas veinte años, mantenía una frialdad, serenidad é impavidez que en nada le estorbaba ver caer a los compañeros, no siendo nada lógico en persona tan joven y tan poco acostumbrada al combate, marcando así desde el principio una gran diferencia con el resto.

Rendido el buque, fue abordado por una dotación de presa británica que al principio lo llevó bien, pero al desatarse el temporal las cosas empezaron a ir muy mal, a bordo quedaban pocos españoles en condiciones de ayudarles y aún estaban sobre la cubierta los trescientos cadáveres de los muertos en el combate, por esta razón al pedir ayuda los británicos a los apresados, estos se negaron aduciendo que en poco les podían servir por estar a punto de irse a pique el navío, habiendo abandonado los aprehensores el buque la Iglesia se agarró a un cable, deslizándose por él hasta el agua donde le prestaron auxilio, abordando medio desnudo un bote con el que alcanzaron tierra.

De aquí pasaron a presentarse con los apresados británicos, porque se habían vuelto las tornas, siendo conducidos al Arsenal de Cádiz, donde quedaron con licencia los españoles para recuperarse de lo sufrido, pasando él a su casa natal a restablecerse.

Se le pierde la pista y nos lo encontramos en la ciudad de Barinas en Tierra Firme el 1 de junio de 1813, formando parte del jurado en el Consejo de Guerra que se mando formar al alférez don Antonio Nicolás Briceño.

Siendo destinado posteriormente al apostadero de Puerto Cabello, donde estaba al mando el brigadier Ceballos, quién le eligió para formar parte de las unidades de Infantería con el grado de cuartel-maestre, en el primer ejército organizado en aquella costa. Al poco tiempo Ceballos fue llamado a la península ocupando su puesto Cajigal, quien ya lo conocía lo confirmó en su destino y le añadió el de Ayudante Secretario.

En 1815 mandó una campaña contra los insurrectos entre los días 14 de abril al 22 de junio. En uno de los enfrentamientos fue muerto su caballo y viéndose obligado a caminar por tierras desconocidas, hasta conseguir compañía de unos pocos compañeros para regresar. Al llegar había sido reemplazado Cajigal, pero su sucesor lo volvió a confirmar en su puesto.

Permaneció en el cargo, hasta recibirse la Real orden que le destinaba como capitán de Puerto Cabello, pero poco le duró el descanso, porque el general al mando de la armada en aquellas aguas recibió la orden de bloquear la isla Margarita, por ello reemplazó al que estaba al mando de ellas y designó a la Iglesia, entregándole el mando del bergantín Intrépido, armado con 8 cañones de á 8 y 6 culebrinas de bronce navegando en conserva con la goleta Rita, con un cañón en colisa de á 18, dos carronadas de á 24 libras y 2 cañones reforzados de á 8 libras.

Se enfrentaron a una división insurrecta formada por los buques: Bolívar, ex Brisona, montando 6 cañones y 10 carronadas, capitán Renato Beluche, siendo el buque insignia del almirante Brion y a su bordo iba Simón Bolívar; Brión, ex-Corcovada ó Corcobada, montando 2 de á 18, 2 de á 12 y 10 carronadas de á 32, capitán José Antonio Rosales, en otra fuente dice que era Jean Monier. Constitución, capitán Jean Monier; Piar, ex-Decatur, montando un cañón de á 18 y 2 pequeños por banda, capitán el estadounidense John Parnell; General Mariño ó Mariño, ex-Diana, montando un cañón en colisa de á 18 y 2 carronadas de á 18, capitán Thomas Dubouille; Feliz, también conocida como Júpiter, capitán el francés Charles Lominé; Conejo, también conocida como El Conejito, montando un cañón de á 8 libras, capitán el francés Bernardo Ferrero.

Las insurrectas se dividieron para acosar a los dos buques realistas, así las goletas General Mariño, Feliz y Conejo persiguieron y rodearon a la de su misma clase Rita, mientras el resto se concentraron contra el bergantín Intrépido, el combate fue tan sumamente a muerte que solo quedaron catorce hombres en los buques españoles.

Para ser lo más imparciales posible, pasamos a transcribir la Gaceta de Madrid del 1 de abril de 1817, donde a su vez se transcribieron los partes oficiales que conciernen plenamente a don Rafael de la Iglesia y que el lector juzgue.

Comillas izq 1.png «El Comandante General de las fuerzas marítimas en la Costa Firme, D. Pascual Enrile, ha dirigido con fecha de 17 de septiembre último, desde el cuartel general de Santa Fé, al Sr. Secretario de Estado y del despacho universal de Marina, el oficio siguiente:

Aunque no he tenido parte alguno sobre las consecuencias de la mar de la costa de Venezuela, no admite duda que el sedicioso Bolivar se estrelló contra las bayonetas de S. M. y ha tenido que desaparecer del mar, huyendo de la escuadrilla que se formó en aquellos mares, debida á la actividad infatigable del teniente de navío D. Manuel de Cañas y del alférez de fragata D. Juan Gavasso, secundados por las medidas enérgicas del interino Capitán General el Brigadier D. Salvador Moxó, que con asombro de todos ha encontrado buques, hombres, pertrechos y dinero, donde menos había esperanza, y de este modo ha resarcido la falta de concurrencia de los buques que desde Febrero se estaban aprontando en Cartagena (de Indias)

La Armada ha perdido dos oficiales que han probado cuán justa era la opinión que se tenía de ellos: son el teniente de navío D. Rafael de la Iglesia, Comandante del bergantín Intrépido y el alférez de fragata D. Mateo Ocampo, Comandante de la goleta Rita.

Siete goletas de mucha fuerza, al mando del Almirante Brion, los atacaron. El combate fué obstinado y sangriento y sólo el número pudo triunfar. Ambos Comandantes perecieron en él y la Iglesia defendió varios abordajes. Elevo con mucho placer el conocimiento de S. M. estas bizarras acciones, pues aunque sucumbieron los valerosos que pelearon, sus nombres merecen un lugar muy distinguido entre los de aquellos que han seguido el sendero de la gloria, y recomiendo sus familias á la piedad y munificencia del Rey.»

«Posteriormente ha recibido dicho Sr. Secretario del Despacho el Boletín del Ejército Espediccionario, num. 36, del 14 del propio mes, del cual resulta que hallándose D. Rafael de la Iglesia y don Mateo Ocampo, al N. de la isla Margarita con el bergantín Intrépido y la goleta Rita de su mando, fueron atacados por todas las de los sediciosos, emprendiéndose un combate tan obstinado, que la historia presenta pocas veces otro igual, principalmente con el Intrépido, que después de tres horas en que le batian tres buques enemigos de mayor fuerza, cuando estaba ya desarbolado, habían sido rechazados abordajes, perdido las dos terceras partes de la tripulación y su cubierta llena de cadáveres propios y enemigos; un tercero é irresistible hizo que se tirasen al agua muchos de los que quedaron vivos, y que muriese el valientísimo la Iglesia de dos balazos en la cabeza, prefiriendo perecer en la demanda á caer en las manos de tan infames asesinos; el buque fué tomado en un estado inservible, sin encontrarse á su bordo más que unos pocos marineros gravemente heridos; y la Rita, muerto su Comandante desde el principio de la acción, tuvo que rendirse á la fuerza triple que asimismo la atacaba.» Comillas der 1.png


Por su parte en la Gaceta de Caracas del miércoles 10 de julio de 1816, se dice:

Comillas izq 1.png «¡Ah¡ ¡qué valor tan acreditado y tan heróicamente sostenido! ¡qué serenidad! aquella serenidad que no debe borrarse jamás de la memoria de los enemigos, aquello de familiarízarse con las balas y mirar su tremendo impulso á sangre fria, prohibir á sus subalternos que aun bajasen sus cabezas al oir inmediato el silbo horrible precursor de la muerte, como del memorable Churruca dijo su orador.

La muerte más bien pudo sacarle el alma, que arrancarle un suspiro, y ella cortó su vida y nuestras más lisongeras esperanzas, fundadas en el espíritu marcial, con que á toda hora lo inflamaba por la gloria de su patria, objeto preferente de su anhelo, y su pérdida por prematura aumenta nuestro desconsuelo.» [1] Comillas der 1.png


El combate tuvo lugar y por lo tanto su fallecimiento el 30 de abril de 1816.

Lo bien cierto es que sus enemigos transportaron su cadáver, le tributaron honores y unas exequias que sin ninguna duda merecía, pero ser reconocido por sus enemigos aún reafirma más el valor demostrado y narrado en los partes, siendo enterrado con guardia de honor incluida. Es muy posible que todas estas distinciones y reconocimiento fuesen los únicos efectuados de esta naturaleza, en la guerra de emancipación de los virreinatos.

Su familia al conocer la noticia, también realizo los consiguientes actos sacramentales en su honor en la parroquia castrense de la ciudad de Cádiz.

Enterado don Fernando VII de esta demostración de patriotismo, llevando al límite de entregar antes la vida que abandonar la causa de su Rey, éste ordenó se le pusiera el nombre a un bergantín uniendo a los dos protagonistas del combate, siendo llamado: Intrépido la Iglesia.

Lápida en el Panteón de Marinos Ilustres de don Rafael de la Iglesia y Darracq. Teniente de navío de la Real Armada Española.
Lápida en el Panteón de Marinos Ilustres de don Rafael de la Iglesia y Darracq.
Cortesía del Museo Naval. Madrid.

Por la falta de sus restos mortales, la Armada para perpetuidad de su gesta, colocó una lápida en el Panteón de Marinos Ilustres en la que se encuentra la siguiente descripción:


A la memoria

del Teniente de Navío

D. Rafael de la Iglesia

Muerto gloriosamente en el bergantín de su mando «Intrepido»

en Costa Firme en un abordaje sostenido contra varios

corsarios insurgente el 30 de abril de 1816

Notas

  1. Los errores ortográficos son producto de la transcripción literal de los documentos.

Bibliografía:

Alejandro Vargas, Francisco.: Nuestros próceres navales. Imprenta Nacional, Caracas, 1964.

Cervera y Jácome, Juan.: El Panteón de Marinos Ilustres. Ministerio de Marina. Madrid. 1926.

Cervera Pery, José.: El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid. 2004.

Enciclopedia General del Mar. Garriga, 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid 1873.

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