Osorio y Villegas, Diego Biografia

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Diego Osorio y Villegas Biografía



Capitán de Mar y Guerra del siglo XVI.

Gobernador y Capitán General de Venezuela. Tierra Firme.

Presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo.


Orígenes

Como ya es habitual en los biografiados de esta época, se desconocen sus datos personales, pero por lo leído se puede asegurar vino al mundo por los años de 1537-40, pero sin saber la población natal.

Hoja de Servicios

Sus principios fueron como otros muchos en los campos de Flandes como militar, pasando después a servir como tal en la escuadra de galeras Sicilia y Nápoles, donde adquirió una formación náutica. Permaneciendo en ambos periodos quince y nueve años.

Se sabe, que prestó grandes servicios como navegante, ocupando el cargo de Capitán de la escuadra, que tenía como apostadero en las costas de la isla de Santo Domingo, como reserva y guarda de las Flotas de Indias.

Por sus buenos servicios a la Corona, en el año de 1587 fue designado por el rey don Felipe II Gobernador y Capitán General de los territorios de la actual Venezuela, sustituyendo en el cargo a don Luis de Rojas.

A su llegada a finales de año de 1587 la ciudad de Caracas, se encontró con un grave problema, el cual era producido por la forma despótica de manejar los asuntos su antecesor, de hecho los habitantes de la ciudad y territorios anexos, se encontraba casi en situación de guerra.

Intentó apaciguar a los revoltosos, pero fueron tantas y tan contundentes las pruebas, que para tranquilizar a sus pobladores, ordenó que el anterior Gobernador don Luis Rojas quedara bajo su vigilancia, siendo condenado de momento a permanecer en su casa sin poder salir ni recibir visitas.

Pero como siempre, las opiniones estaban divididas y por ello estaban los partidarios de Rojas, que al ver lo que se hacía con él, casi provocan el estallido de una guerra civil en la ciudad, por ello para salir de la grave situación, prometió a ambos bandos, que pediría a la Audiencia de Santo Domingo, el envío de un Juez de la Santa Inquisición.

Se le presentó muy rápidamente el Juez, que no era otro que don Diego de Leguisamón, pero éste señor era de una ambición desmedida y codicioso, por lo que comenzó a conversar con unos y otros moviendo así voluntades de las personas importantes aprovechándose de la situación para si, facilitándole de esta forma enriquecerse y manipular a su gusto las decisiones.

Osorio se apercibió de ello, y reclamó a la Audiencia un nuevo Juez, ya que el enviado era peor que a quienes debía juzgar, por lo que la Audiencia, reaccionó rápido y ordenó el regreso de Leguisamón, como era su obligación.

Pero los problemas no se habían terminado, pues por causa de los enfrentamientos de los partidarios y los enemigos de Rojas, el puerto marítimo de Caracas, que era Carballeda, había quedado despoblado por completo.

A pesar de las gestiones que realizó Osorio, para que volvieran sus pobladores, estos ante la inseguridad de sus vidas, preferían perder sus haciendas, resultando ímproba su petición y por tanto convencerlos.

Como la capital no podía estar sin acceso marítimo, decidió fundar una nueva villa, a la que le bautizó con el nombre de La Guaira.

Estando en ello, envió a la Península a Simón Bolívar «El viejo», en representación de Osorio como Gobernador, para obtener los permisos necesarios para la fundación de esta nueva ciudad, pero fue tan hábil su gestión en la Corte, que se le dieron todas las prerrogativas y regresó a Caracas.

A su llegada, la ciudad estaba en sus comienzos, pero al ser conocido por todos, que su nueva población era totalmente legal, se pusieron manos a la obra y en poco tiempo se convirtió en una verdadera ciudad, pues no solo se limitó a la casas de ella e iglesias, sino que también se fundó una escuela de letras, se construyó una fortaleza para darle resguardo y por último un astillero pequeño, pero suficiente para solucionar los problemas de la zona. Más tarde consiguió fuere declarada ciudad con Obispo y al mismo tiempo, el permiso real para el trato con negros, todo ello lanzó a la ciudad en poco tiempo a gran altura en todo tipo de negocio a emprender

Visto el entusiasmo y el cambio de actitud de sus conciudadanos, se propuso fundar una nueva ciudad, por lo que en el año de 1593, se fundó la de Guanare.

Prosiguió sus buenas acciones en aquel territorio, consiguiendo elevarlo de nivel y posibilidades, haciéndolo así autosuficiente, lo que dio un mayor auge a que se fueran incorporando nuevos habitantes engrandeciendo el lugar.

En el año de 1597, se le nombró Presidente de la isla de Santo Domingo, viéndose obligado a abandonar el territorio de Caracas, donde le sustituyó don Gonzalo de Pina Lidueña.

Y aquí se le pierde la pista, pues nada más se sabe de él, lo que nos hace suponer, que fallecería en la isla de Santo Domingo y por eso no hay más datos en la Península. Según alguna fuente lo da como fallecido en el año de 1600 en la misma ciudad de Santo Domingo.

Lo que nos hace suponer que en ella se encontraran sus huesos en algún lugar y por el cargo deben de estar en alguna iglesia importante si es que sigue en pie.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga, 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 40, 1919, página 898.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

VV. AA.: Historia General de España y América. Ediciones Rialp. Madrid, 1985-1987. 19 tomos en 25 volúmenes.

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