Pezuela y Lobo-Cabrilla, Manuel de la Biografia

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Manuel de la Pezuela y Lobo-Cabrilla Biografía



Grabado de don Manuel de la Pezuela y Lobo-Cabrilla. Vicealmirante de la Real Armada Española. Caballero Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando de 1ª clase. Caballero profeso del hábito de la Real y Militar Orden de Calatrava. Ministro de Marina. Senador Vitalicio del Reino.
Manuel de la Pezuela y Lobo-Cabrilla.
Grabado.


Vicealmirante de la Real Armada Española.

Caballero Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando de 1ª clase.

Caballero profeso del hábito de la Real y Militar Orden de Calatrava.

Ministro de Marina.

Senador Vitalicio del Reino.

Orígenes

Vino al mundo en Madrid el 29 de octubre de 1817.

Hoja de Servicios

En 1824 se refundieron las tres compañías de Guardiamarinas en un Colegio, el cual debía de establecerse en la población de Puerto Real, pero se decidió trasladarlo a La Carraca, a pesar de ser un establecimiento de la Armada no se pudo poner en marcha. En 1828 se suprimió el Colegio y se dio libertad de enseñanza aplicando la Constitución de 1812, por ello ya no era necesario ser hijodalgo ni pasar las pruebas de limpieza de sangre, al estar preparado se pasaba un examen presidido por una Junta de Jefes de la Armada, quienes al dar el Vº Bº se producía el ingreso en la Corporación. No era fácil superarlo, porque en los exámenes las exigencias eran las justas y conformes a los requerimientos de la profesión, fue una época muy dura pues ante la libertad de estudio los jueces de las pruebas eran implacables en su aplicación, no perdonando ningún error por nimio que fuera.

Pasando de esta forma veintiún años en los cuales no hubo academia, ni colegio, ni compañía de guardiamarinas, siendo libre la preparación de todos los aspirantes, viviendo en «casas de confianza» e ingresando al aprobar el examen de la Junta de Jefes, hasta llegar a 1845 cuando por fin se abrió la Escuela Naval Militar en San Carlos. Por esta razón no hay expedientes de estos años.

Aprobados los exámenes en 1833 con dieciséis años de edad fue admitido en la Corporación.

Se le ordenó embarcar con destino a la isla de Cuba a su apostadero de la Habana.

Durante su estancia en la isla permaneció embarcado en diferentes buques, para ir aplicando sobre las aguas lo aprendido en su preparación preliminar, pero por necesidades del servicio se le ordenó regresar a la península.

Al llegar se le destinó a los buques combatientes en la guerra civil en las aguas del mar Cantábrico.

Esto le llevó a combatir en casi todas las acciones que tuvieron lugar; Pasajes, Fuenterrabía, Motrico, Deva, la toma de Guetaria y levantar el sitio de Bilbao, en esta acción por su demostrado valor al mando del cañonero Eduardo, le fue concediera con fecha del 1 de enero de 1837 la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando de 1ª clase, siendo ascendido a alférez de navío por los méritos contraídos.

En 1840 se le otorgó el mando del falucho Trillo, destinado en aguas del Mediterráneo, donde se enfrentó a una fuerza naval carlista muy superior, acabando el combate después de doce largas horas, durante las cuales su buque quedó prácticamente inservible, pero sin caer en manos de los enemigos.

Al arribar a puerto con la tripulación muy mermada y el buque con aparejo de fortuna, sus superiores le felicitaron por tan heroica acción, pasando al mando del falucho San Antonio, pero armándolo con la artillería y pertrechos del Trillo, así poco se perdió.

Al terminar esta guerra civil realizó varios viajes por Europa, así como de nuevo fue destinado a la isla de Cuba, permaneciendo durante un tiempo al mando de varios buques, siempre en comisión de guardacostas.

Se le otorgó el mando de la fragata Berenguela, recibiendo la orden de incorporarse a la escuadra del Pacifico, por ello concurrió a las órdenes de don Casto Méndez Núñez, a los bombardeo de Valparaíso y el Callao, siendo su buque uno de los más distinguidos en estas operaciones, así como en las mayoría de ellas en aquellas aguas.

Al dividirse la escuadra en dos agrupaciones fue incorporada su fragata a la del mando de la acorazada Numancia, por ello al igual que ella daría la vuelta al mundo, siendo uno de los viajes más memorables de la Historia Naval de España, por las malas condiciones en que se realizó, a pesar de ello se concluyó a plena satisfacción.

A su regreso en 1867 se encontró con el ascenso al grado de brigadier por los muchos méritos contraídos, siendo al mismo tiempo nombrado diputado al Congreso.

Pasando al poco tiempo a ocupar el puesto de vicepresidente del Almirantazgo.

Un poco más tarde designado vocal del Congreso Internacional a celebrar en la ciudad de Bruselas, para tratar en él sobre los usos y costumbres de la guerra.

Al ser desactivado el Almirantazgo, pasó como presidente de la Junta Superior Consultiva de la Real Armada, organismo de reemplazo del anterior, pero supeditado al Ministro, pues era su presidente, a diferencia del Almirantazgo que era independiente.

Abandonó este alto cargo por ser nombrado en 1876 Comandante General de la escuadra y apostadero de las islas Filipinas, siendo a su vez ascendido al grado de vicealmirante.

Pasó después a la península por ser nombrado en 1877 Capitán General del Departamento y Arsenal de Cartagena.

El 13 de julio de 1885 fue elegido por don Antonio Cánovas del Castillo, Ministro de Marina, cargo que desempeñó con gran acierto hasta el 27 de noviembre siguiente, durante él fue quien más ayudó a don Isaac Peral para poder construir su «torpedero submarino», viniendo al caso porque don Isaac se lo planteó al sufrir España el problema sobre las islas Carolinas, por el intento de expansión del nuevo país llamado, Alemania, a su vez se creo la llamada caballería del mar, consistiendo en transportar en los buques caballos, para el mejor y más rápido avance de las tropas en caso de verse obligados a tomar tierra, como ocurrió en las guerras carlistas, pero por no llevarlos los avances se vieron retrasados.

Era caballero profeso del hábito de la Real y Militar Orden de Calatrava.

Fue senador electo, entre los años de 1884 a 1890, por ello fue nombrado Senador Vitalicio del Reino.

Ocupó la vicepresidencia del Consejo Supremo de Guerra y Marina.

A su vez Su Majestad por todos sus buenos servicios lo nombró, Mayordomo y Gentilhombre de Cámara.

Falleció en Madrid el 1 de enero de 1899 cuando contaba con ochenta y un años de edad, de ellos sesenta y seis de ejemplares servicios a España.

Estaba en posesión de varias condecoraciones, a parte de la mencionada Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando, por las Grandes Cruces de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y las Grandes Cruces al Mérito Naval, con distintivos rojo y blanco, más otras varias.

Bibliografía:

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Bordejé y Morencos, F. Fernando de.: Crónica de la Marina Española en el siglo XIX, 1868-1898 (Tomo II) Editorial Naval. Madrid, 1995.

Ceballos-Escalera y Gila, Alfonso de. Vizconde de Ayala, Ceballos-Escalera y Gila, Luis de, y Madueño y Galán, José María.: Los Marinos en la Orden de San Fernando. Ministerio de Defensa. Madrid, 2011.

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Estado General de la Armada para el año de 1847.

Estado General de la Armada para el año de 1850.

Estado General de la Armada para el año de 1853.

Estado General de la Armada para el año de 1856.

Estado General de la Armada para el año de 1859.

Estado General de la Armada para el año de 1865.

Estado General de la Armada para el año de 1866.

Estado General de la Armada para el año de 1869.

Estado General de la Armada para el año de 1877.

Estado General de la Armada para el año de 1880.

Estado General de la Armada para el año de 1887.

Estado General de la Armada para el año de 1893.

Estado General de la Armada para el año de 1897.

García Martínez, José Ramón.: El Combate del 2 de Mayo de 1866 en el Callao (Resultados y conclusiones tácticas y técnicas). Editorial Naval. Madrid, 1994.

García Martínez, José Ramón.: Méndez Núñez (1824-1869) y La Campaña del Pacifico (1862-1869). Xunta de Galicia, 2000. 2 Tomos.

Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.

Iriondo, Eduardo.: Impresiones del Viaje de Circunnavegación en la fragata blindada Numancia. Madrid, 1867. Pagada por el autor.

Novo Colson, Pedro de.: Historia de la Guerra de España en el Pacífico. Madrid, 1882.

VV. AA.: Documentos relativos a la campaña del Pacifico (1863 — 1867) Museo Naval. Madrid, 1966 — 1994. 3 Tomos.

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