Victoria de Ica (1824)

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Dibujo de una corbeta, eran los buques que seguían a las fragatas en tamaño y algo más pequeñas, estaban preparadas para acometer misiones de control de zonas y por su poco calado aptas incluso para ciertos cauces de ríos, comenzaron llevando veinte cañones, pero transcurridas unas décadas llegaron a llevar los mismos que las fragatas pequeñas, la arboladura era igual a las de las navíos y fragatas, tres palos con velas cuadras, rectangulares, para navegar como sus hermanos mayores siempre mejor con vientos largos o portantes que les facilitara el buen avance.

Construcción:

Era la corbeta mercante británica Esther, capturada en 1824 por el bergantín Pezuela cuando trataba de entregar pertrechos a los insurgentes chilenos.

Rebautizada como Victoria de Ica, se armó con hasta 30 cañones en Callao.

Historial:

Cuando el 12 de septiembre de 1824 llegó a Callao el navío Asia y el bergantín Aquiles, se encontraba en puerto la corbeta Victoria de Ica, armada con 30 cañones, los bergantines Pezuela, Constante, Moyano (antes Real Felipe) y algunas lanchas cañoneras, además de los buques corsarios Quintanilla y General Valdez.

A las 6 de la mañana del 7 de octubre de 1824 zarpa del Callao con el navío Asia y los bergantines Pezuela, Aquiles y Constante, enfrentándose en un combate de tres horas y media a la altura de la isla de San Lorenzo con varios buques mandados por Guise, la fragata Protector, antigua española Prueba, una corbeta y cuatro bergantines a los que puso en fuga, regresando la formación española a Callao.

La misma escuadrilla volvió a zarpar del Callao el 20 de octubre escoltando a dos transportes con tropas con destino a Chilca, Iló y, finalmente llegó a Quilca el 19 de noviembre. Zarpó de Quilca el 4 de diciembre y fondearon en Iló, zarpando el día 14 para perseguir por espacio de cuatro días a la escuadra de Blanco Encalada, regresando a Quilca el 19 de diciembre y posteriormente a entraron en Callao.

Al perder las tropas realistas la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, el virrey La Serna incluyó en la rendición a las fuerzas marítimas. El capitán Guruceta se desentendió del compromiso y zarpó de Callao el 3 de enero de 1825 rumbo a Filipinas con el navío Asia, los bergantines Constante y Aquiles y la fragata mercante Clarington. El resto de las fuerzas marítimas salieron para otros destinos, para Chiloé la balandra Real Felipe y el transporte Trinidad, y para Europa el bergantín Pezuela y la corbeta Victoria de Ica.

Bibliografía:

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1800-1868. Tomo I. Ministerio de Defensa, Madrid, 1999.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tomo IX. Museo Naval. Madrid, 1973.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería biográfica de los Generales de Marina. Madrid, 1873.

Paz Soldán, Mariano Felipe.: Historia del Perú independiente: Segundo periodo, 1822-1827. Volumen I. Lima, 1870.

Pérez Turrado, Gaspar.: Las marinas realista y patriota en la independencia de Chile y Perú. Ministerio de Defensa. Madrid, 1996.

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