Bazán y Guzmán, Álvaro de9
De Todoavante.es
(Página creada con 'Y se añade por su curiosidad la lista de muertos y heridos en el galeón San Mateo: « Heridos: D. Pedro de Tassis, veedor general, quemada la cara á la mano derecha, de una ...') |
|||
Línea 1: | Línea 1: | ||
Y se añade por su curiosidad la lista de muertos y heridos en el galeón San Mateo: | Y se añade por su curiosidad la lista de muertos y heridos en el galeón San Mateo: | ||
- | « Heridos: D. Pedro de Tassis, veedor general, quemada la cara á la mano derecha, de una pieza enemiga. D. Godofre de Bardají, dos arcabuzazos, el uno que le pasa el brazo derecho, y el otro que le toca un poco el lomo. Gaspar de Sosa, herido un poco en un muslo, de una raja de un madero. D. Félix de Aragón, un arcabuzazo por junto el brazo, que le sale á las espaldas. El capitán Rodavalle, quemada la cara y manos. El capitán Villalobos, quemada la cara y manos muy mal y de manera que se teme no pierda la vista. Juan Fernández Galindo, un arcabuzazo que la pasa una pierna. Hernando de Medinilla, un arcabuzazo pasado por la rodilla. El alférez Francisco de Villarroel, un arcabuzazo que le pasa la mano derecha. El capitán Rosado, dos arcabuzazos, uno en la cabeza y otro que le pasa el cuerpo. D. Gonzalo de Carvajal, alférez del maestre de campo, un arcabuzazo en la mano. D. Pedro de Luna, sargento del dicho maestre de campo, un arcabuzazo que le pasa la mano derecha. Lope Gil, ayudante del sargento mayor, quemada cara y manos muy mal. Alonso Pérez de Vallejo, soldado muy particular, tres arcabuzazos. El sargento Rojas, un mosquetazo que le rompe el muslo. El sargento Espeleto, un arcabuzazo en las espaldas. El sargento Fuentes, dos arcabuzazos, uno que le pasa las quijadas y otro que le entra por la espalda. El maestre del galeón, un arcabuzazo que le rompe la canilla. El piloto Bastián Gómez, un arcabuzazo en el brazo junto á la mano. Quemados y heridos: cincuenta y seis. | + | '''« Heridos: D. Pedro de Tassis, veedor general, quemada la cara á la mano derecha, de una pieza enemiga. D. Godofre de Bardají, dos arcabuzazos, el uno que le pasa el brazo derecho, y el otro que le toca un poco el lomo. Gaspar de Sosa, herido un poco en un muslo, de una raja de un madero. D. Félix de Aragón, un arcabuzazo por junto el brazo, que le sale á las espaldas. El capitán Rodavalle, quemada la cara y manos. El capitán Villalobos, quemada la cara y manos muy mal y de manera que se teme no pierda la vista. Juan Fernández Galindo, un arcabuzazo que la pasa una pierna. Hernando de Medinilla, un arcabuzazo pasado por la rodilla. El alférez Francisco de Villarroel, un arcabuzazo que le pasa la mano derecha. El capitán Rosado, dos arcabuzazos, uno en la cabeza y otro que le pasa el cuerpo. D. Gonzalo de Carvajal, alférez del maestre de campo, un arcabuzazo en la mano. D. Pedro de Luna, sargento del dicho maestre de campo, un arcabuzazo que le pasa la mano derecha. Lope Gil, ayudante del sargento mayor, quemada cara y manos muy mal. Alonso Pérez de Vallejo, soldado muy particular, tres arcabuzazos. El sargento Rojas, un mosquetazo que le rompe el muslo. El sargento Espeleto, un arcabuzazo en las espaldas. El sargento Fuentes, dos arcabuzazos, uno que le pasa las quijadas y otro que le entra por la espalda. El maestre del galeón, un arcabuzazo que le rompe la canilla. El piloto Bastián Gómez, un arcabuzazo en el brazo junto á la mano. Quemados y heridos: cincuenta y seis.''' |
- | Muertos: El capitán del galeón, Jusepe de Talavera. El capitán Enriquez. El sargento de Rosado. Alonso Rodriguez de Figueroa. Don Francisco Ponce de León. El alférez Arguellada. Alonso de Ulloa. Rodrigo de Talavera. Junto a ellos otros cuarenta y seis soldados. | + | '''Muertos: El capitán del galeón, Jusepe de Talavera. El capitán Enriquez. El sargento de Rosado. Alonso Rodriguez de Figueroa. Don Francisco Ponce de León. El alférez Arguellada. Alonso de Ulloa. Rodrigo de Talavera. Junto a ellos otros cuarenta y seis soldados.''' |
- | De la gente de las piezas de artilleria: Murió el condestable y siete artilleros, y diez que quedaron, los más quemados y heridos. | + | '''De la gente de las piezas de artilleria: Murió el condestable y siete artilleros, y diez que quedaron, los más quemados y heridos.''' |
- | De la marinería: Quemadas y heridas; veinticuatro hombres. Murieron entre marineros, grumetes y gente de servicio del galeón, dieciséis personas. | + | '''De la marinería: Quemadas y heridas; veinticuatro hombres. Murieron entre marineros, grumetes y gente de servicio del galeón, dieciséis personas.''' |
- | De la gente herida va muriendo cada día, porque hay muchos muy mal parados. | + | '''De la gente herida va muriendo cada día, porque hay muchos muy mal parados.''' |
- | Es una cosa muy de notar, que un capellán de la compañia del maestre de campo, que se llamaba Juan de Jaén, viendo tanto fuego, artillería y arcabucería, y humo de las bombas de fuego y otros artificios del que arrojaban en el dicho galeón, de puro miedo y espanto, estando en el último suelo del galeón, sin que le pudiese ofender ninguna cosa, sino de ver y oir lo que arriba pasaba, se quedó muerto sin poder decir Dios valme; caso cierto de memoria y espanto. » | + | '''Es una cosa muy de notar, que un capellán de la compañia del maestre de campo, que se llamaba Juan de Jaén, viendo tanto fuego, artillería y arcabucería, y humo de las bombas de fuego y otros artificios del que arrojaban en el dicho galeón, de puro miedo y espanto, estando en el último suelo del galeón, sin que le pudiese ofender ninguna cosa, sino de ver y oir lo que arriba pasaba, se quedó muerto sin poder decir Dios valme; caso cierto de memoria y espanto. »''' |
No era solo la opinión de don Álvaro, la que avalaba la invasión de Inglaterra, para ello transcribimos otras de no menos famosos, como la de don Luis de Góngora, que dice: | No era solo la opinión de don Álvaro, la que avalaba la invasión de Inglaterra, para ello transcribimos otras de no menos famosos, como la de don Luis de Góngora, que dice: |
Revisión de 20:18 14 may 2012
Y se añade por su curiosidad la lista de muertos y heridos en el galeón San Mateo:
« Heridos: D. Pedro de Tassis, veedor general, quemada la cara á la mano derecha, de una pieza enemiga. D. Godofre de Bardají, dos arcabuzazos, el uno que le pasa el brazo derecho, y el otro que le toca un poco el lomo. Gaspar de Sosa, herido un poco en un muslo, de una raja de un madero. D. Félix de Aragón, un arcabuzazo por junto el brazo, que le sale á las espaldas. El capitán Rodavalle, quemada la cara y manos. El capitán Villalobos, quemada la cara y manos muy mal y de manera que se teme no pierda la vista. Juan Fernández Galindo, un arcabuzazo que la pasa una pierna. Hernando de Medinilla, un arcabuzazo pasado por la rodilla. El alférez Francisco de Villarroel, un arcabuzazo que le pasa la mano derecha. El capitán Rosado, dos arcabuzazos, uno en la cabeza y otro que le pasa el cuerpo. D. Gonzalo de Carvajal, alférez del maestre de campo, un arcabuzazo en la mano. D. Pedro de Luna, sargento del dicho maestre de campo, un arcabuzazo que le pasa la mano derecha. Lope Gil, ayudante del sargento mayor, quemada cara y manos muy mal. Alonso Pérez de Vallejo, soldado muy particular, tres arcabuzazos. El sargento Rojas, un mosquetazo que le rompe el muslo. El sargento Espeleto, un arcabuzazo en las espaldas. El sargento Fuentes, dos arcabuzazos, uno que le pasa las quijadas y otro que le entra por la espalda. El maestre del galeón, un arcabuzazo que le rompe la canilla. El piloto Bastián Gómez, un arcabuzazo en el brazo junto á la mano. Quemados y heridos: cincuenta y seis.
Muertos: El capitán del galeón, Jusepe de Talavera. El capitán Enriquez. El sargento de Rosado. Alonso Rodriguez de Figueroa. Don Francisco Ponce de León. El alférez Arguellada. Alonso de Ulloa. Rodrigo de Talavera. Junto a ellos otros cuarenta y seis soldados.
De la gente de las piezas de artilleria: Murió el condestable y siete artilleros, y diez que quedaron, los más quemados y heridos.
De la marinería: Quemadas y heridas; veinticuatro hombres. Murieron entre marineros, grumetes y gente de servicio del galeón, dieciséis personas.
De la gente herida va muriendo cada día, porque hay muchos muy mal parados.
Es una cosa muy de notar, que un capellán de la compañia del maestre de campo, que se llamaba Juan de Jaén, viendo tanto fuego, artillería y arcabucería, y humo de las bombas de fuego y otros artificios del que arrojaban en el dicho galeón, de puro miedo y espanto, estando en el último suelo del galeón, sin que le pudiese ofender ninguna cosa, sino de ver y oir lo que arriba pasaba, se quedó muerto sin poder decir Dios valme; caso cierto de memoria y espanto. »
No era solo la opinión de don Álvaro, la que avalaba la invasión de Inglaterra, para ello transcribimos otras de no menos famosos, como la de don Luis de Góngora, que dice:
« ¡Oh isla católica y potente, templo de fe, ya templo de herejía, lumbre de Marte, escuela de Minerva, digna de que las sienes que algún día, ornó corona real de oro luciente ciña guirnalda vil de estéril yerba: madre dichosa y obediende sierva de Arturos, de Eduardos y de Enricos, ricos de fortaleza y de fe ricos, agora condenado a infamia eterna por la que te gobierna con la mano ocupada del uso en vez del cetro y de la espada; mujer de muchos y de muchos nuera! ¡Oh reina infame; reina no; más loba libidinosa y fiera: « Fiamma del ciel su le tue treccie piova ›»
Dada la orden de que se comenzase a formar las Gran Armada, el gracejo español compuso un cantar que inmediatamente comenzó a extenderse por toda la Península, y dice:
« Mi hermano Bartolo se va a Inglaterra a prender a Draque y matar a la reina.
Tiene de traerme a mí de la guerra un luteranico con una cadena y una luterana a señora abuela »
A quien se une don Francisco de Quevedo, quien le dedica lo siguiente:
«…Y en tanto, tú, gran reino de Bretaña (de armas un tiempo singular trofeo) sacude aquesta infamia que te infama; adorna tu blasón con el deseo, con que te quiere honrar la invicta España (pues ves que a voces te apellida y llama) antes que encienda su corrusa llama tus muros, capiteles y moldura y las torres del tiempo no separas; ¿por qué sujetas tu feroz braveza a mujeril vileza y tu gran valentía a cabeza de seso tan vacía? Pues la regia corona y la diadema, por verse puesta en frente tal, blasfema, por ser más digna tan lasciva frente que el rizo de oro encaró el fuego ardiente »
(1) Los Alcaldes en esta época eran siempre personas de altos conocimientos y muchos de realengo, eran nombrados por el Rey, de ahí que tuvieran poderes de juez y otros, por lo que al suceder el hecho estando en su término, consideró que el problema estaba bajo su jurisdicción, por ello después de ver el error en la legislación, se dividió ésta para evitar cruces de poderes no deseables y poner a cada uno en su lugar, siendo en realidad la primera vez que se separaba la justicia militar de la civil. Un aporte más y menos conocido de los muchos que dio a España don Álvaro de Bazán y Guzmán.
(2) Conviene decir aquí, que don Juan Andrea Doria, no era el famoso ya que había fallecido el día 25 de noviembre del año de 1560 a las diez de la mañana, a punto de cumplir los noventa y cuatro años de edad, heredando todos sus bienes y el mando de la escuadra personal su sobrino Juan Andrea Doria, que era hijo de Gianettino Doria, que a su vez falleció en 1547, siendo en vida nombrado el sucesor de don Juan Andrea Doria, su hermano, por ello al fallecer éste se volcó en instruir a su sobrino, convirtiéndose en su heredero directo.
(3) El ejército que acudió a esta conquista, estaba formado por: Capitán General el Duque de Alba, Maestre de Campo, don Sancho Dávila. Infantería española: Parte del Tercio de Nápoles, con mil ochocientos cuarenta y cuatro hombres; parte del Tercio de Lombardía, con mil trescientos treinta; Tercio de don Rodrigo Zapata, con mil quinientos setenta y seis; Tercio de don Martín Argote, con mil quinientos setenta y seis; Tercio de don Luís Enríquez, con dos mil ochocientos cinco; Tercio de don Antonio Moreno, con mil cuatrocientos noventa y siete; Tercio de don Niño de Zúñiga, con mil novecientos cuarenta; Tercio de don Pedro de Ayala, con dos mil y Tercio de don Francisco Valencia, con mil seiscientos sesenta y seis. De infantería de los reinos itálicos: Tercio de don Próspero Colonna, con mil novecientos hombres; Tercio de don Carlos Spinelli, con mil doscientos sesenta y Tercio de don Carlos Carafa, con mil. De infantería del Sacro Imperio: regimiento de don Gerónimo Lodron, con tres mil quinientos hombres. Caballería de línea, doce escuadrones de las Guardias viejas de Castilla, con ochocientas cuarenta y seis plazas. Caballería ligera: siete escuadrones, con cuatrocientas plazas. Y trescientas setenta plazas, de arcabuces a caballo, divididos en seis escuadrones. Artillería: seis piezas de sitio (grueso calibre); cuatro medios cañones; cuatro medias culebrinas; dieciséis falconetes y veintisiete esmeriles. Parque: nueve mil ciento ochenta y seis, carros; cincuenta, del tren de barcas; trescientas acémilas y dos mil quinientos cinco gastadores. Con unos totales de: Infantería, veintitrés mil catorce hombres. Caballería, mil seiscientos dieciséis. Artillería, cincuenta y siete piezas. El Parque ya está con sus totales.
(4) Escuadra de Andalucía que no llegó a tiempo para el combate, estaba al mando de don Juan Martínez de Recalde, estando compuesta por: Galeones: La Concepción, capitán, don Bartolomé Carlos, propiedad del Marqués de Santa Cruz. Ochocientas dieciséis, tn. y La Concepción, capitán, don Manuel Alonso, propiedad del Marqués de Santa Cruz. Seiscientas veintiocho, tn.
Urca: El Unicornio Dorado, capitán, Guillermo. Mil ocho, tn.
Navíos: Santa María de Gracia, capitán, Estéfano Nícolo Nacche. Novecientas setenta y siete, tn.; Nuestra Señora del Rosario y San Juan Bautista, capitán, don Juan Umbert. Ochocientas catorce, tn.; San Francisco de Padua, capitán, don Juan Bautista Sagre. Setecientas cuarenta, tn.; San Nicólas, capitán, don Marino Prodanelli. Setecientas treinta y nueve, tn.; Salipomana, capitán, don Jerónimo Lombardino. Setecientas treinta y cinco, tn.; Santa María de la Costa, capitán, don Antonio Ronco. Quinientas veintisiete, tn.; Lapoza, capitán, don Antonio de Agustino. Quinientas catorce, tn.; Santa Cruz, capitán, don Jorge Gorgono. Cuatrocientas doce, tn.; La Piedad, capitán, don Juan Pedro Chelentano. Cuatrocientas siete, tn.; Nuestra Señora de Constantinopla, capitán, don Julio Lacaña. Trescientas setenta y una, tn.; Santísima Trinidad y Nuestra Señora de Gracia, capitán don Marco Balerio. Trescientas veintiséis, tn. y La María, maestre, don Juan Núñez de Arradaner. Doscientas veinte, tn.
Pataches: Espíritu Santo, maestre, don Gutierre Vega.; Santa Olalla, maestre, don Pedro Guerra.; Nuestra Señora de la Encina, maestre, don Pedro Musquei. Y la carabela: San Antonio, maestre, don Vicente Yáñez. Al igual que sus homónimos, no se sabe el tonelaje por ser muy pequeños.
Y las siguientes zarparon con la escuadra, pero al no estar en condiciones y comenzar a hacer agua, regresaron a Cádiz. Naves: Santa María de Gracia, capitán, don Juan de Bartolo. Setecientas sesenta y cuatro, tn.; Santa María Encoronada, capitán, don Juan Andrea de Florio. Setecientas dieciséis, tn.; Santa María del Rosario y San Telmo, capitán, don Juan Arols. Quinientas dieciocho, tn.; Santa María del Pasitano, capitán, don Francisco Castelán. Cuatrocientas noventa y ocho, tn. y Santa María del Socorro, capitán, Rusco de Marco. Trescientas cincuenta y cuatro, tn. y la Urca, La Grata, capitán, Octavio Feneto. Cuatrocientas tres, tn.
Bibliografía:
Alvar Ezquerra, Alfredo.: Antonio Pérez. Relaciones y Cartas. Turner. Madrid, 1986. Dos tomos.
Altoaguirre y Duvale, Ángel de.: Don Álvaro de Bazán. Primer marqués de Santa Cruz de Múdela. Estudio Histórico-Biográfico. Tipografía de los Huérfanos. Madrid, MDCCCLXXXVIII.
Alonso Baquer, Miguel.: Don Fernando Álvarez de Toledo. Tercer Duque de Alba. Junta de Castilla y León. María del Pilar García Pinacho (Ed.) Los Álvarez de Toledo Nobleza viva. 1998.
Aparici, José.: Colección de documentos inéditos relativos a la célebre: Batalla de Lepanto. Imprenta Nacional. Madrid, 1847. Facsímil.
Bauer Landauer, Ignacio.: Don Francisco de Benavides cuatralvo de las galeras de España. Madrid, 1921.
Blanco, Ramiro.: Elogio Histórico de don Álvaro de Bazán. Conferencia pronunciada por el autor en el centro del ejército el día diecinueve de noviembre de 1887. Madrid, 1888.
Cabrera de Córdoba, Luís.: Historia de Felipe II rey de España. Reimpresión de la publicada en 1876 por primera vez. Siendo los manuscritos escritos entre 1616 a 1621. Junta de Castilla y León. Salamanca, 1998. En realidad es un Corpus Documental de Felipe II.
Canales, Carlos. y Rey, Miguel del.: Las Reglas del Viento. Cara y Cruz de la Armada española en el siglo XVI. Edaf. Móstoles (Madrid) 2010.
Carrero Blanco, Luis.: La Victoria del Cristo de Lepanto. Editora Nacional. Madrid, 1948.
Carrero Blanco, Luis.: Lepanto (1571-1871). Salvat. 1971. Edición especial de R. T. V.
Carnicer, Carlos y Marcos, Javier.: Espías de Felipe II. Los servicios secretos del imperio español. La Esfera de los Libros. Madrid, 2005.
Cerezo Martínez, Ricardo.: Las Armadas de Felipe II. Editorial San Martín. Madrid, 1988.
Cervera Pery, José.: Don Álvaro de Bazán. El gran marino de España. Empresa Nacional Bazán. Madrid, 1988. No venal.
Cervera Pery, José.: La Estrategia Naval del Imperio. Auge, declive y ocaso de la Marina de los Austrias. San Martín. Madrid, 1982. Premio Virgen del Carmen de 1981.
Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.
Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 7. 1910, página, 1325 a 1327.
Ercilla y Zúñiga, Alonso de.: La Araucana. Emilio Escolar Editor. Madrid, 1981.
Eslava Galán, Juan.: Grandes batallas de la historia de España. Planeta, 1994.
Faya Díaz, Mª Ángeles y Martínez-Radío, Evaristo. Coordinadores.: Nobleza y Ejército en la Asturias de la Edad Moderna. Krkediciones. Oviedo, 2008.
Fernández de Navarrete, Martín.: Marinos y Descubridores. Ediciones Atlas. Madrid, 1944.
Fernández Duro, Cesáreo.: Disquisiciones Náuticas. Facsímil. Madrid, 1996. 6 Tomos.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
García Mercadall, J.: Juan Andrea Doria. Condotiero y almirante del emperador Carlos V (1466 – 1560). Editorial El Gran Capitán. Madrid, 1944.
González-Doria, Fernando.: Las Reinas de España. Editorial Cometa. Madrid, 1981.
Gordillo Courcières, José Luis.: Membranzas de la galera Envidia. Albatros. Valencia, 2003.
Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
Hernández-Palacios Martín-Neda, Martín.: Álvaro de Bazán. El mejor marino de Felipe II. Aliter. Puertollano (Ciudad Real), 2007.
Herrera Oria, S. J. Enrique.: Felipe II y el Marqués de Santa Cruz en la Empresa de Inglaterra. Según los documentos del Archivo de Simancas. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1946.
Ibáñez de Ibero, Carlos. Marqués de Mulhacén.: Almirantes y Hombres de Mar. Librería Cervantes, S. L. Cádiz, 1942.
Maciá Serrano, Antonio.: Lepanto. Temas Españoles. Núm. 523. Madrid, 1971.
Malara, Juan de.: Descripción de la Galera Real del Sermo. Sr. D. Juan de Austria. Francisco Álvarez y C.ª Sevilla, 1876. Tirada de 300 ejemplares; el nuestro el 193.
Martínez, Elviro.: Cartas de Felipe II al general Pedro de Valdés. Gijón, 1980. Los manuscritos son propiedad del Archivo del Conde de Revillagigedo.
Mignet, François.: Antonio Pérez y Felipe II. La Esfera de los Libros. Madrid, 2001.
Olesa Muñido, Francisco-Felipe.: La Galera en la navegación y el combate. Ariel. Esplugues de Llobregat - Barcelona, 1972.
P. Cambra, Fernando.: Don Álvaro de Bazán. Almirante de España. Editora nacional. Madrid, 1943.
Pla Cargol, Joaquín.: Carlos I de España el Emperador. Dalmáu Cares, Pla. S.A. Gerona-Madrid, 1959.
Rodríguez González, Agustín Ramón.: Galeras Españolas. Del Egeo al mar de la China. Colección Bazán. Barcelona, 2007. Edición no venal.
Rodríguez González, Agustín Ramón.: Lepanto. La batalla que salvó a Europa. Grafite. Madrid, 2004.
Rosell, Cayetano.: Historia del Combate Naval de Lepanto. Y juicio de la importancia y consecuencias de aquel suceso. Real Academia de la Historia. Madrid, 1853. Obra premiada por unanimidad en el concurso del año de 1853 de la misma Academia.
VV. AA.: Colección de documentos inéditos para la historia de España. Facsímil. Kraus Reprint Ltd. Vaduz, 1964. 113 tomos.
VV. AA.: La Armada Invencible. Círculo de Amigos de la Historia. Madrid, 1976.
VV. AA.: La Batalla del mar Océano. Ediciones Turner, 1988-1993, 4 tomos 5 volúmenes.
VV. AA.: Los Álvarez de Toledo. Nobleza viva. Junta de Castilla y León. Segovia, 1998.
VV. AA.: Revista General de Marina. Cuaderno de diciembre de 2003. Miscelánea, 21.285.
Compilada por Todoavante ©