Guadalete bergantín acto heroico 1830
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1830 - Bergantín Guadalete y acto heroico
En 1830 los franceses realizaron su campaña sobre Argel, le fue entregado el mando a don José Morales de una división naval compuesta por el bergantín Realista, en él enarbolo su insignia de jefe, el Guadalete y otro de su mismo tipo más dos goletas, zarpando de la bahía de Cádiz el 23 de mayo con destino a Mahón como puerto base, fue destinado el Guadalete para realizar la observación de las maniobras a realizar por los franceses, para después ser analizada por oficiales superiores de la Real Armada, acompañando a las fuerzas navales del país galo permaneciendo con ellas hasta ser tomada la ciudad de Argel, estando en esta comisión la noche del 2 de junio se desató un duro temporal del NO., obligando al bergantín a soportar aquella mar sin muchas defensas, el comandante ordenó poner las capas para correrlo, pero a pesar de esta medida con los masteleros secos aún obligaban al casco a tomar fuertes balanceos, visto esto el comandante ordeno calarlos ya entrada la noche, por su peligrosidad sólo lo realizó el gaviero mayor, por nombre Jaime Mons, quien por un golpe de mar fue catapultado al mar; Armero estaba de guardia, al oír los gritos de don Jaime le siguió con la mirada hasta fijar el punto de caída, las olas eran muy altas y se perdió de vista enseguida, no lo dudó un instante gritando: ‹¡sígame el que quiera!› en pocos segundo cuatro marineros no menos arriesgados que él estaba en la mar con un pequeño bote.
Se avisó al comandante de lo sucedido y éste salió al alcázar, ordenando colocar como se pudiera todos los faroles disponibles, así al menos ellos señalaban su posición facilitando ser vistos, era noche cerrada y sin posibilidad de hacer nada, el timón iba a la vía y sólo se le movía para ir a buscarlos cuando la mar lo permitía con pequeñas arribadas, así pasaron dos largas horas sin que desde el bergantín pudieran saber de verdad si estaban vivos o habían sido tragados por la mar, dándoseles por perdidos; unos segundos después se pudo distinguir que un bote intentaba llegar a ellos, al estar a distancia con posibilidades de rescate comenzaron a lanzar guías, consiguiendo afirmar una de ellas y ganando de ella llegar al cabo, a su vez fue afirmado, así entre los remos del bote y la fuerza de los que tiraban del cabo desde el bergantín, el bote despacio iba acortando distancias, la odisea no había terminado, pues al estar muy cerca de la amura del bergantín, un golpe de mar estrelló el bote contra ella quedando tan deshecho que todos fueron de nuevo hombres al agua, pero los cabos lanzados por decenas para que a alguno se pudieran agarrar tuvo su efecto y poco tiempo después los seis estaban a bordo.
Sólo al estar a salvo en el buque fue cuando se dio cuenta de lo que había hecho, ya en presencia del comandante don Jaime, el gaviero mayor, se arrodilló delante de Armero llorando y le decía que era ‹el ángel de sus hijos› sin parar y repitiéndose. (Hay decisiones en la vida que uno no tiene tiempo de pensar en sí mismo y de ahí nace la heroicidad, por ser precisamente un acto reflejo, para intentar salvar a otros a costa de nuestra propia vida. Por eso los héroes nacen, no se hacen.)
El acto llegó a conocimiento del Rey y a parte de pedir un informe de lo ocurrido, les entregó la Cruz de la Marina de Diadema Real (equivalente a la actual Medalla Naval) y una campaña de abono a los cinco integrantes del rescate, pero aparte, pasó una Real orden del 27 de septiembre de 1831, dirigida al Mayor General de la Armada y de la Junta Superior de Gobierno, en la que entre otras cosas dice: ‹…se tengan presente los servicios de este oficial para sus adelantos en la carrera, y que se estampasen en su asiento las notas de arrojado y valiente›
Por otra parte el informe entregado por el Director General de la Armada de lo ocurrido para buen conocimiento del Rey, entre otras cosas dice:
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
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