Perez del Camino y Llanera, Meliton Biografia
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Biografía de don Melitón Pérez del Camino y Llanera
Jefe de escuadra de la Real Armada Española.
Orígenes
Nació en la población de Castro Urdiales en 1772, siendo sus padres don José Antonio Pérez del Camino y Peñarredonda, y doña Catalina Llaneras y la Quadra.
Hoja de Servicios
El 14 de abril de 1789 sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Ferrol. Expediente N.º 2.802.
Al aprobar su examen teórico pasó embarcado a varios buques, realizando cruceros por el mar Cantábrico, regresando a la Compañía fue ascendido el 28 de abril de 1792 a alférez de fragata.
Destinado en un buque de la escuadra al mando de don Francisco de Borja, zarpó el 26 de febrero de 1793 del puerto de Cartagena, realizando toda la campaña de Cerdeña, participando en la toma de las islas de San Pedro y de San Antíoco, el apresamiento de la fragata francesa Hèléne y la quema de la Richmond, su viaje a Génova y posteriormente a Córcega, pasando a dar protección a los ejércitos napolitano y piamontés, sobre la ribera del Var, continuando hasta Niza y Villafranca, estando aquí se desató una epidemia por el mal estado de los víveres, obligando al general a regresar a Cartagena, arribando entre los días 8 y 9 de agosto siguiente, donde fueron desembarcados más de tres mil hombres enfermos.
El 15 de diciembre de 1793, estando a bordo del navío San Juan Nepomuceno, de la escuadra del general Lángara, se halló en el sitio de Tolón; con la lancha de su navío tomó parte en el socorro a las plazas que guarnecían el fuerte de Balaguer, y el 17 en la evacuación magistral que se realizó de la plaza, dirigida por el general don Ignacio María de Álava.
Por Real orden del 22 de noviembre de 1794 se le ascendió al grado de alférez de navío, con el mismo buque participó en el sitio de Rosas, al mando de embarcaciones menores, sosteniendo diferentes combates contra el ejército de la república francesa.
Firmada la paz de Basilea el 22 de julio de 1795, dió fin la guerra contra Francia, embarcó con destino a Tierra Firme llevando los pliegos con la noticia del rompimiento de las hostilidades contra el Reino Unido.
Por Real orden del 5 de octubre de 1802 fue ascendido al grado de teniente de fragata, a su regreso a Ferrol quedó desembarcado.
Por el ataque del 5 de octubre de 1804, en las cercanías del cabo de Santa María a la división de fragatas al mando del jefe de escuadra don José Bustamante, un acto de pura piratería pues ambos países estaban en paz, el rey de España don Carlos IV declaró la guerra al Reino Unido de la Gran Bretaña, el 12 de diciembre de 1804, por esta razón unos días después se le ordenó embarcar en el navío Montañés, de la escuadra del general Grandallana, pasando a unirse a la combinada franco-española del vicealmirante Villeneuve y el general don Federico Gravina, zarpando de Vigo el 8 de agosto de 1805, fondeando en la bahía de Cádiz el 20 siguiente.
El 20 de octubre el vicealmirante Villeneuve dió la orden de zarpar, siendo al día siguiente cuando tuvo lugar el innecesario combate del cabo de Trafalgar, el navío Montañés se comportó con toda valentía, pereciendo su comandante don Francisco Alsedo y su segundo don Antonio Castaños, más gran parte de la dotación, a pesar de ello al mando del oficial más antiguo, fue de los pocos que regresaron a la bahía de Cádiz.
Por la promoción que ordeno don Carlos IV a todos los que habían participado en el combate anterior, firmó la Real orden del 9 de noviembre siguiente siendo en su caso ascendido al grado de teniente de navío.
Continuó en el mismo navío en las escuadras de los generales Álava y Apodaca, pasando posteriormente a mandar divisiones de las fuerzas sutiles, en dos ocasiones dando escolta a un convoy fue atacado por varias unidades enemigas del bloqueo, consiguiendo ponerlos a salvo gracias a su decisión y valor.
Se produjo el alzamiento nacional del 2 de mayo de 1808 contra el invasor napoleónico, por ello y quedando en la bahía de Cádiz los restos de la escuadra francesa al mando del almirante Rosilly, el general don Juan Ruiz de Apodaca lanzó el ataque entre los días 9 a 14 de junio sobre los ahora enemigos, en el que participó Pérez, finalizando con la rendición del almirante francés, siendo la primera victoria obtenida sobre los ejércitos napoleónicos en toda Europa, demostrando al resto que no eran tan invencibles.
A continuación fue enviado a Ferrol, donde se le dio el mando de un cañonero, con él sostuvo la defensa de la plaza contra los franceses, permaneciendo en el Arsenal al ser conquistado por los napoleónicos.
El 29 de julio de 1809 se le entregó el mando del bergantín Cazador, permaneciendo en Ferrol hasta ver la posibilidad de zarpar y arribar a la bahía de Cádiz, pero al no suceder el 20 de octubre a petición propia se le destinó a los Batallones de Infantería de Marina, pasando a formar parte del Ejército del centro participando en el combate por Ocaña, destinado después al refuerzo de la guarnición de la isla de León con las fuerzas al mando del Duque de Alburquerque.
El 10 de febrero embarco su unidad en la escuadra, siendo elegido Ayudante del teniente general don Juan María de Villavicencio, quien enarbolaba su insignia en el navío Príncipe de Asturias, permaneciendo a su bordo hasta el 21 de agosto siguiente, por serle entregado el mando de la barca Santo Cristo del Grao, prestando apoyo a la expedición del general Lacy, a su regreso se le encomendó dar escolta a un convoy con destino a Huelva.
El 12 de noviembre don Francisco Maurelle le nombró su oficial de órdenes en la división de su mando, participando en el bombardeo a bordo de la falúa de su Jefe contra el castillo de Santa Catalina, el 5 de diciembre con el mismo buque participó en el combate del río San Pedro, destruyendo las lanchas francesas varadas y bombardeando las baterías enemigas de la costa, el siguiente 6 con el mismo bote, apresó un falucho enemigo bajo el fuego del castillo de Santa Catalina.
El 19 de enero de 1811 al mando del falucho número 10, participó en un combate naval contra cuatro charangueros provenientes de Sanlúcar con derrota a Rota, logrando apresar uno, obligando a embarrancar a otro, escapando los dos restantes, pero aprovechando estar tan cerca de tierra batió a las baterías enemigas allí emplazadas.
El 5 de marzo de 1811, en la batalla por Chiclana, las fuerzas sutiles ejercieron una acción frontal a todo lo largo de la línea, para fijar en ella a las fuerzas francesas, pues el mando español trataba de tomarlas de revés.
Por Real orden del 24 de mayo de 1811 fue ascendido al grado de capitán de fragata, continuando en su puesto en el frente marítimo gaditano.
El 25 de agosto de 1812 estuvo al frente de algunas lanchas cañoneras en la ocupación del castillo de Santa Catalina, llevando sus fuegos contra las posiciones de los napoleónicos que se batían en retirada, acompañó a su jefe don Francisco Maurelle a tierra dirigiéndose al Puerto de Santa María, donde depusieron a todas las autoridades del gobierno del Rey intruso, por este acto de sumo valor le fuera otorgada la Cruz de la Marina de Diadema Real.
El 22 de octubre de 1812 embarcó de subinspector de la escuadra del general Juan José Martínez, permaneciendo en la bahía hasta el mes de marzo de 1813, por habérsele ordenado pasar al Departamento de Ferrol, efectuándolo de transporte en la goleta Liniers, siendo nombrado primer ayudante de la Mayoría General e interinamente Mayor de ella.
El 30 de abril de 1816 se le otorgó el mando de la fragata Proserpina, trasbordando al poco tiempo a la fragata Soledad, formando parte de la división del brigadier Rodríguez de Arias, navegó por el Mediterráneo, llevando a cabo una misión diplomática a las regencias de Argel, Túnez y Trípoli, a su regreso permanecieron cruzando sobre los cabos de Santa María y San Vicente en protección del tráfico marítimo proveniente de Ultramar.
El 20 de abril de 1819, trasbordó al mando de la fragata Prueba, perteneciente a la división formada por los navíos San Telmo y Alejandro I, más la fragata mercante Marina, al mando del brigadier don Rosendo Porlier con destino al puerto del Callao.
Zarparon el 11 de mayo siguiente, de estos buques solamente la fragata Prueba y la mercante Marina llegaron a su destino el 9 de octubre, después de 43 días de capear un duro temporal, pues el navío Alejandro I, por su mal estado se vió obligado a regresar a Cádiz por hacer mucha agua y el San Telmo, naufragó en las inmediaciones del cabo de Hornos, muriendo toda su dotación, siendo visto por última vez el 12 de septiembre.
Al presentarse sobre el Callao estaba bloqueado por la escuadra de Cochrane, al ser avistados con tiempo maniobró alejándose arribando a Guayaquil, donde repuso víveres zarpando inmediatamente, forzó el bloqueo fondeando en el Callao el 13 de abril de 1820.
Continuó al mando de su buque, el 5 de noviembre de 1820, hubo un parlamento con los enemigos a bordo de la Esmeralda, por ello el buque tuvo que abandonar su seguridad y salir del puerto para fondear fuera de él, en las conversaciones no se llegó a ningún acuerdo, por ello ambas partes quedaron para continuar al día siguiente, pues la noche se les echaba encima. Se nombró a Pérez del Camino Jefe de ronda Mayor a bordo, pero sabedores los enemigos donde se encontraba fue atacada por todos los botes de la escuadra chilena, facilitándoles poder abordarla por múltiples lugares, impidiendo formar una línea de defensa eficaz, aparte de ser los enemigos más del triple que el total de la dotación del buque, en este abordaje se batió contra varios al mismo tiempo, demostrando su valor pues herido en varias ocasiones lo que no mermó su fuerza, siendo hecho prisionero por la gran diferencia de atacantes.
Por este hecho de armas se tramitó la concesión de la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando de 1ª clase, siéndole negada por haber recibido por el mismo acto su ascenso por méritos de guerra al grado de capitán de navío.
El 19 de abril de 1822 fue canjeado, regresando al Callao y desde aquí arribó de transporte en la fragata británica Patrick a la bahía de Cádiz.
Por Real orden del 22 de septiembre siguiente se le otorgó el mando de la fragata Lealtad, encontrándose en construcción en Ferrol, alistado el buque zarpó el 26 de septiembre de 1825, al mando de la división compuesta por su buque, más las fragatas Iberia, Perla y el bergantín Vengador, en comisión de protección de un convoy con destino a Puerto Rico y la Habana, donde fondearon el 18 de diciembre.
Al año siguiente tomó parte en las operaciones llevadas a cabo por el brigadier don Ángel Laborde, a la sazón comandante general del apostadero de la Habana, con la escuadra formada por el navío Guerrero, fragatas Constitución, Lealtad, Iberia, Perla, Casilda y goleta Habanera.
La escuadra enseñó pabellón sobre el puerto de Kinston en la isla de Jamaica, pasando después a Santa Marta y Cartagena de Indias, regresando a la Habana el 27 de junio de 1826, zarpando el 28 de agosto con rumbo a Tierra Firme, a principios del mes de septiembre cuando se encontraban en el abra de Charleston, de pronto se desató un violento temporal, por sus efectos quedaron destrozadas las arboladuras de casi todos los buques.
Siendo conocedor del desastre sufrido por la escuadra, el comodoro Poters con sus fuerzas navales intentó interceptar el tráfico marítimo, pero se encontró con la fragata Lealtad y el bergantín Amalia por haber sufrido menos daños y estar alistados, el brigadier Laborde tomó el mando, al hacer acto de presencia los buques españoles el comodoro se refugió en Cayo Hueso, pero Laborde lo bloqueo, al tiempo se fueron uniendo más bajeles, siendo tan pertinaz en el tiempo que obligó al comodoro a vender sus buques y en otros con bandera norteamericana poder salir de la ratonera en la que se había metido, zarpando en 1827.
Al regresar a la Habana trasbordo a la fragata Lealtad, zarpando junto al bergantín Amalia, a las órdenes de Laborde permanecieron de cruceros sobre Veracruz y seno mejicano, finalizadas regresaron a la Habana donde fue recorrida la fragata, se encontraba en su puerto cuando el 10 de febrero de 1828 se presentó el bergantín Guerrero con bandera mexicana, recibiendo la orden de zarpar en persecución del enemigo, le dió alcance por haberlo entretenido los bergantines Marte y Amalia de menor potencia de fuego que el enemigo y tras breve combate lo apresó, regresando ambos buques al fondeadero.
En febrero de 1829 entregó el mando de la fragata Lealtad, pasando destinado al depósito de la escuadra, regresando a la península el 5 de julio siguiente en un buque particular, fondeando en Ferrol el 29 de agosto siguiente, por Real orden del 6 de diciembre siguiente fue ascendido al grado de brigadier.
Por Real orden del 17 de julio de 1831, fue comisionado para pasar revista a los tercios navales del Cantábrico, al concluir su comisión se le nombró comandante de una división naval en protección del tráfico marítimo, comprendiendo toda la costa entre la desembocadura del río Miño y la del Bidasoa, permaneciendo en su destino hasta el 17 de diciembre de 1832.
Al fallecer don Fernando VII dio comienzo la guerra en el Norte, siendo nombrado por Real orden del 7 de julio de 1834 comandante de las fuerzas navales comprendidas entre el cabo de Finisterre y el río Bidasoa, zarpando el 17 a bordo del bergantín Guadalete con rumbo a la ría de Bilbao, permaneciendo en el mando hasta el 13 de noviembre de 1834, fondeando unos días después en Ferrol.
Por Real orden del 25 de febrero de 1835, fue nombrado vocal de la Junta Superior de Gobierno de la Armada, permaneciendo hasta el 28 de noviembre siguiente, regresando a Ferrol.
Por Real orden del 21 de octubre de 1836, se le encargó del despacho de la Comandancia General del Departamento de Ferrol, por haber sido nombrado el general Chacón capitán general interino de Galicia, permaneciendo en el puesto hasta el 26 de enero de 1837.
En 17 de diciembre de 1838 volvió a hacerse cargo de la Comandancia General del Departamento, por haber sido nombrado Chacón ministro de Marina, ocupando este cargo se le entregó la Real orden del 27 de abril de 1839, notificándole el ascenso al grado de jefe de escuadra, permaneciendo en su cargo anterior hasta el 19 de mayo de 1841.
Por tener cumplidos los requisitos de la Orden se le otorgó el 3 de septiembre de 1839, la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Al dejar el mando del Departamento en el mismo año 1841, fue nombrado Vocal de la Junta de Gobierno del Montepío Militar y poco después del Almirantazgo, permaneciendo hasta el 10 de agosto de 1843 por ser disuelto, pasando a establecerse la Dirección y Mayoría General de la Armada, pero no ocupando puesto en ella.
En éste mismo año fue nombrado en propiedad, Comandante General del Departamento de Ferrol.
El 10 de octubre de 1843, habiendo adelantado la mayoría de edad de doña Isabel II de los 16 a los 13 años de edad, y como gracia de S. M. le concedió la Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica.
Falleció en Ferrol desempeñando su alto cargo, el 6 de marzo del año 1845, cuando contaba con setenta y tres años de edad, de ellos un poco menos de cincuenta y seis años de excelentes servicios a España.
Bibliografía:
Aragón Fontela, Miguel.: La Rendición de la Escuadra Francesa de Rosilly (14 de junio de 1808) Cuaderno Monográfico del Instituto de Historia y Cultura naval, N.º 55. Madrid, 2007. Págs. 67 a 90.
Barbudo Duarte, Enrique.: Apresamiento de la escuadra francesa del almirante Rosilly en la bahía de Cádiz, el 14 de junio de 1808.
Ceballos-Escalera y Gila, Alfonso de. Vizconde de Ayala, Ceballos-Escalera y Gila, Luis de, y Madueño y Galán, José María.: Los Marinos en la Orden de San Fernando. Ministerio de Defensa. Madrid, 2011.
Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
Guardia, Ricardo de la. Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.
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