Coruna y franceses 1639
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Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914. | Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914. | ||
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Coruña y franceses 1639
Estando don Miguel de Horna en la preparación de la escuadra de Galicia para incorporar su escuadra a la del mando de don Antonio de Oquendo, quien ya venía desde la bahía de Cádiz, el 8 de junio de 1639 se presentó sobre la entrada del puerto de Coruña la escuadra francesa al mando del arzobispo de Burdeos, estableciendo un bloqueo total al acceso de la ría, estando a muy corta distancia de ella y retando a Hoces para enfrentarse.
La escuadra francesa estaba compuesta por unos 60 buques, entre ellos los navíos incendiarios ó brulotes, los cuales eran algo habitual en esta escuadra, mientras la de Hoces solo contaba con unos treinta buques en total, pero no se amilanó y mando colocar una gruesa cadena en la entrada de la ría, una vez hecho esto, puso en movimiento a sus galeones y al llegar a la cadena se lanzaron las anclas al igual que la vez anterior, pero en ésta la cadena impedía utilizar los brulotes, contrariando el parecer del arzobispo quien se puso muy furioso.
Pero Hoces no cejó en su empeño de devolverle, sino todo lo que había recibido si parte, una vez llegó el ocaso por orden suya estaban preparadas cuatro fragatas de la escuadra de Dunkerque, al mando de don Miguel de Horna se hicieron a la mar, consiguiendo acercarse lo suficiente para comenzar un juego mortal, pues empezó por abrir fuego a los navíos más poderosos, pero las fragatas iban en fila y voltejeando a los inamovibles galeones, quienes en poco tiempo se apercibieron de estar recibiendo un buen castigo, pues ellos no podían abrir fuego para no dañarse entre sí, dando la maniobra del español una impunidad total a las fragatas.
Viendo que nada podían hacer picaron los cables y largando velas se pusieron por fin en movimiento, mientras las fragatas regresaban a puerto a salvo y sin bajas, por ello a la mañana siguiente estaban fuera de la vista todas las velas, consiguiendo de esta forma hacerles huir.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
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