Mosquera de Figueroa, Cristobal Biografia

De Todoavante.es

Última versión de 10:50 14 sep 2022

Orígenes

Vino al mundo en la ciudad de Sevilla a lo largo del año de 1547.

Nada se sabe de su juventud, solo que estudió primero en Salamanca de donde salió Bachiller en cánones el día veinticuatro de abril del año de 1567, pasando a la Universidad de Osuna, en la ciudad de Sevilla, licenciándose con fecha del día cuatro de marzo del año de 1575 en los conocimientos de las materias que después puso en práctica, sobre astronomía, geografía, música, retórica y poesía, tañía muy bien la vihuela y hablaba el latín sin problemas.

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Ocupó el puesto de Corregidor en la población de Utrera en el año de 1579, aunque su lugar de residencia era en la ciudad de Sevilla, por expreso deseo del ya marqués de Santa Cruz, se le destinó con el mismo cargo a la población del Puerto de Santa María.

Participó en varias campañas sobre todo en las de los años de 1582 y 1583, en las que el Marqués consiguió una de sus mayores victorias, al quedar por España la totalidad de las actuales islas Azores.

A la vez parece que ejercía de secretario del Marqués o como poco de persona de mucha confianza, ya que recibió una petición del Emperador del Sacro Imperio Rodolfo II, en la que por mediación de su caballerizo Mayor el conde Triwlcio y para la emperatriz, le rogaba le fuera enviado un retrato de don Álvaro de Bazán y su escudo de armas. (Tan grande era su fama, que ya le pedían fotos sus adeptas.)

Precede un grabado en madera del Marqués, perfectamente delineado y coloreado por el artista Felipe Liaño, que sin duda es una copia del que está en Madrid. (Suponemos que en el palacio donde vive el descendiente del actual Marqués de Santa Cruz.) Al retrato le sigue un elogio:

Escrito por Mosquera: «Elogio al retrato del Exmo. Sr. D. Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz; señor de las villas de Valdepeñas y El Viso, Comendador Mayor de León, del Consejo de S. M. y su capitán general del mar Océano, y de la gente de guerra del vecino de Portugal.»

Y finaliza con un soneto de don Miguel de Cervantes Saavedra.

Se encontraron en su casa varios ejemplares, por lo que se sabe que fue impreso en el año de 1586.

De nuevo en el año de 1585 se le nombró Corregidor de la población de Écija y en el año de 1587 fue elegido por el Rey como Alcalde Mayor del Adelantamiento de Burgos, siendo comisionado por el Monarca especialmente para recibir al Embajador Plenipotenciario de Inglaterra, cargo de mucha responsabilidad por las buenas relaciones diplomáticas entre ambos países.

A su vez no dejó la escritura, por lo que publicó una obra titulada:

«Comentario en breve compendio de disciplina militar, en que se escribe la jornada de las islas de los Azores.» impreso en Madrid por el editor Luis Sánchez en el año de 1596, en 4º.

Prácticamente la obra narra los hechos de armas de tan glorioso marino y militar español, finalizando con su muerte en Lisboa en el año de 1588. Al principio la ameniza copiando varios sonetos y romances de poetas castellanos, en los que las alabanzas al Marqués proliferan, destacando el poema dedicado por Alonso Ercilla, con referencia al combate naval de la isla Tercera, donde don Álvaro se cubrió de gloria, ante la escuadra francesa al mando de Felipe Strozzi.

Estando el suyo anteriormente citado incluido en la página 152.

Al dejar de existir el Marqués se le nombró Corregidor de la población de Ecija, donde continúo escribiendo sus obras literarias, siendo estas alabadas por autores tan reconocidos como, Cristóbal de Mesa en su poema «Restauración de España.» Herrera, Baltasar de Alcázar, Francisco Pacheco, Juan de la Cueva, dos veces, una en su «Viaje de Sannio.» y don Miguel de Cervantes en «La Galatea. Canto de Caliope.» Quedando inédita entre otras escritas en su juventud «Paradojas en loor de la nariz muy grande y en loor de los buvas.» poesía burlesca.

A su vez, fue requerido en alguna ocasión para presentar obras de sus amigos, por ello en la obra «Relación de la guerra de Chipre y suceso de la Batalla naval de Lepanto.» de Herrera, figura el prefacio escrito por Mosquera.

Continuó escribiendo sin desmayo, hasta que «…cansado, pues, ya de tantas ocupaciones y trabajos, y desengañado de la cosas del mundo, se retiró a Écija, donde avia sido corregidor y allí enfermó de la orina y de otras reumas o corrimientos a los ojos que le turbaron y oscurecieron la vista. Finalmente vencida la naturaleza de los achaques y dolores, trocó esta vida por la eterna, año de 1610.» Contaba con sesenta y tres años de edad.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 36. 1918, página, 1304.

Ercilla y Zúñiga, Alonso.: La Araucana. Emilio Escolar Editor. Madrid, 1981.

Fernández de Navarrete, Martín.: Biblioteca Marítima Española. Obra póstuma. Madrid. Imprenta de la Viuda de Calero. 1851.

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