Playa Honda segundo combate naval 14/IV/1617
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- | Durante el gobierno interino de Jerónimo de Silva (1616-1618), por muerte del anterior gobernador, su primo don Juan de Silva, llegó a las islas Filipinas, en octubre de 1616, una nueva escuadra holandesa. Esta escuadra había zarpado de Texel el 8 de agosto de 1614 con seis buques de guerra, al mando de Jorge Spielberg (Joris van Spilbergen). Después de varios encuentros con los portugueses en la costa de Brasil, llegaron al estrecho de Magallanes el 28 de marzo de 1615. En el océano Pacífico recorrieron la costa española hasta Acapulco, saqueando varios puertos. Cerca de Lima hubo un encuentro con buques españoles a los que derrotó en el combate naval de Cerro Azul, también conocido como [[ | + | <br> |
+ | Durante el gobierno interino de Jerónimo de Silva (1616-1618), por muerte del anterior gobernador, su primo don Juan de Silva, llegó a las islas Filipinas, en octubre de 1616, una nueva escuadra holandesa. Esta escuadra había zarpado de Texel el 8 de agosto de 1614 con seis buques de guerra, al mando de Jorge Spielberg (Joris van Spilbergen). Después de varios encuentros con los portugueses en la costa de Brasil, llegaron al estrecho de Magallanes el 28 de marzo de 1615. En el océano Pacífico recorrieron la costa española hasta Acapulco, saqueando varios puertos. Cerca de Lima hubo un encuentro con buques españoles a los que derrotó en el combate naval de Cerro Azul, también conocido como [[Canete_combate_17-18/VII/1615|'''combate naval de Cañete''']]. | ||
El 18 de noviembre de 1615 pusieron proa al oeste, llegado a las islas Marianas el 1º de enero de 1616. Para el 9 de febrero llegaron al cabo del Espíritu Santo. Con la ayuda de pilotos nativos navegaron los holandeses por el archipiélago filipinos hasta la bahía de Manila. Allí tuvo noticia Spielberg de que el gobernador don Juan de Silva había ido a las Molucas con una escuadra española. El holandés se hace de nuevo a la vela el 10 de marzo de 1616 rumbo a las Molucas para defender sus posesiones. Navegó por algún tiempo en el archipiélago. Dos de sus galeones son enviados a Europa, llegando a Holanda el 1º de julio de 1617. Mientras tanto, la escuadra española de Silva no obtuvo los resultados deseados en las Molucas. Silva murió de fiebres y el nuevo comandante de la escuadra, don Alonso Enríquez, ordena regresar a la bahía de Manila, llegando el 1º de junio de 1616. | El 18 de noviembre de 1615 pusieron proa al oeste, llegado a las islas Marianas el 1º de enero de 1616. Para el 9 de febrero llegaron al cabo del Espíritu Santo. Con la ayuda de pilotos nativos navegaron los holandeses por el archipiélago filipinos hasta la bahía de Manila. Allí tuvo noticia Spielberg de que el gobernador don Juan de Silva había ido a las Molucas con una escuadra española. El holandés se hace de nuevo a la vela el 10 de marzo de 1616 rumbo a las Molucas para defender sus posesiones. Navegó por algún tiempo en el archipiélago. Dos de sus galeones son enviados a Europa, llegando a Holanda el 1º de julio de 1617. Mientras tanto, la escuadra española de Silva no obtuvo los resultados deseados en las Molucas. Silva murió de fiebres y el nuevo comandante de la escuadra, don Alonso Enríquez, ordena regresar a la bahía de Manila, llegando el 1º de junio de 1616. | ||
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Enterados de la muerte de Silva, los holandeses creyeron que era el momento de atacar Manila. Su primera ofensiva en el archipiélago filipino fue el 28 de septiembre de 1616 en Ilo-Ilo, en el extremo sur de la isla de Panay, donde los españoles contaban con una guarnición de 70 soldados y 7 cañones al mando de don Diego de Quiñones, gobernador de Visayas. Tras bombardear el fuerte durante todo un día, desembarcaron 500 hombres la noche del 29 de septiembre y atacaron por una brecha abierta, siendo rechazados con graves pérdidas, dejaron 87 cadáveres y 100 heridos y el resto reembarcó. | Enterados de la muerte de Silva, los holandeses creyeron que era el momento de atacar Manila. Su primera ofensiva en el archipiélago filipino fue el 28 de septiembre de 1616 en Ilo-Ilo, en el extremo sur de la isla de Panay, donde los españoles contaban con una guarnición de 70 soldados y 7 cañones al mando de don Diego de Quiñones, gobernador de Visayas. Tras bombardear el fuerte durante todo un día, desembarcaron 500 hombres la noche del 29 de septiembre y atacaron por una brecha abierta, siendo rechazados con graves pérdidas, dejaron 87 cadáveres y 100 heridos y el resto reembarcó. | ||
- | La [[O. | + | La [[O._B._Playa_Honda_segundo_combate_14/IV/1617|'''escuadra holandesa''']], ahora con 10 buques de guerra, fondeó en la costa de Miraveles, extremo sur de la península de Bataan a finales del mes de octubre de 1616. En esta posición permanecieron varios meses y controlaban los movimientos de los españoles en Manila y Cavite. Atacaron la costa en varias ocasiones y capturaron algunos buques. Al igual que había ocurrido diez años antes, los españoles se prepararon para combatir y expulsar a los holandeses. Contaban con los restos de la escuadra española enviada a las Molucas al mando del gobernador don Juan de Silva y no se encontraba en estado de combatir, pues antes debían entrar los buques en el astillero para ser carenados tras su larga navegación. |
- | La [[O. | + | La [[O._B._Playa_Honda_segundo_combate_14/IV/1617|'''escuadra española''']] se hizo a la vela el 7 de abril de 1617. Estaba compuesta por siete galeones, un patache y tres galeras, 245 cañones y 3.398 hombres. Inferior en buques, tonelaje y cañones, sólo superaba a la holandesa en números hombres a bordo. Su capitán general, don '''Juan Ronquillo del Castillo''', se enfrentó a los holandeses en Playa Honda el 14 de abril de 1617. La capitana española, que iba en cabeza, se adelantó y pasó en medio de la escuadra enemiga. Recibió muchos daños, pero consiguió dejar tocados a seis galeones holandeses, momento en el que llegaron el resto de buques españoles. |
El combate se desarrolló con los buques muy cerca unos de otros, que era lo que deseaban los españoles, con la ventaja en los abordajes por su mayor número de hombres. El primero en abordar una nave enemigo fue don Juan Bautista de Molina, seguido por los buques de Guillistegui y Heredia, que le tocó en suerte a la almiranta holandesa. La capitana de Ronquillo se acoderó con la capitana holandesa a la que cañoneó tan de cerca y con disparos tan certeros a ras de flotación que se hundió al poco tiempo con casi toda su tripulación. Guillestegui logra incendiar al galeón holandés y también a su compañero que acudió a socorrerlo. En mayores apuros se encontró Heredia al combatir con la almiranta holandesa. Esta estuvo a punto de rendirse, pero recibió el apoyo de otro buque holandés. | El combate se desarrolló con los buques muy cerca unos de otros, que era lo que deseaban los españoles, con la ventaja en los abordajes por su mayor número de hombres. El primero en abordar una nave enemigo fue don Juan Bautista de Molina, seguido por los buques de Guillistegui y Heredia, que le tocó en suerte a la almiranta holandesa. La capitana de Ronquillo se acoderó con la capitana holandesa a la que cañoneó tan de cerca y con disparos tan certeros a ras de flotación que se hundió al poco tiempo con casi toda su tripulación. Guillestegui logra incendiar al galeón holandés y también a su compañero que acudió a socorrerlo. En mayores apuros se encontró Heredia al combatir con la almiranta holandesa. Esta estuvo a punto de rendirse, pero recibió el apoyo de otro buque holandés. | ||
- | Cesó el fuego al llegar la noche y el balance no podía ser más positivo, habían hundido tres galeones y se creía que su almiranta también se había hundido a causa de los daños. Los españoles habían vengado la derrota de Cañete a manos de Spielberg. Los españoles tuvieron 87 muertos, 37 de ellos indígenas pampangos y 148 heridos. Entre los fallecidos se encontraba el capitán don Sebastián de Madrid, muerto de un balazo al abordar un galeón enemigo. | + | Cesó el fuego al llegar la noche y el balance no podía ser más positivo, habían hundido tres galeones y se creía que su almiranta también se había hundido a causa de los daños. Los españoles habían vengado la [[Canete_combate_17-18/VII/1615|'''derrota de Cañete''']] a manos de Spielberg. Los españoles tuvieron 87 muertos, 37 de ellos indígenas pampangos y 148 heridos. Entre los fallecidos se encontraba el capitán don Sebastián de Madrid, muerto de un balazo al abordar un galeón enemigo. |
- | Pero no todas fueron acciones positivas y heroicas. Juan de la Vega, comandante de la almiranta '''''San Marcos''''' no entró en combate. Salió de la bahía de Manila y puso rumbo norte, donde finalmente varó deliberadamente en la costa de Ilocos para evitar su captura por varios galeones holandeses, que huían de la escuadra española rumbo al norte, hacia Japón. Por el mes de octubre los galeones españoles pusieron rumbo al astillero de Marinduque para ser carenados. Una tormenta impidió que llegaran a su destino, perdiéndose los seis galeones en la costa de Mindoro, además de 400 hombres. Triste colofón a la nueva victoria en Playa Honda. | + | Pero no todas fueron acciones positivas y heroicas. Juan de la Vega, comandante de la almiranta [[San_Marcos_070_1615|'''''San Marcos''''']] no entró en combate. Salió de la bahía de Manila y puso rumbo norte, donde finalmente varó deliberadamente en la costa de Ilocos para evitar su captura por varios galeones holandeses, que huían de la escuadra española rumbo al norte, hacia Japón. Por el mes de octubre los galeones españoles pusieron rumbo al astillero de Marinduque para ser carenados. Una tormenta impidió que llegaran a su destino, perdiéndose los seis galeones en la costa de Mindoro, además de 400 hombres. Triste colofón a la nueva victoria en Playa Honda. |
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VV.AA.: The Philippine Islands, 1493-1898: Volumen XVIII, 1617-1620. Editores Emma Helen Blair and James Alexander Robertson, 1911. | VV.AA.: The Philippine Islands, 1493-1898: Volumen XVIII, 1617-1620. Editores Emma Helen Blair and James Alexander Robertson, 1911. | ||
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Última versión de 09:58 12 mar 2023
Durante el gobierno interino de Jerónimo de Silva (1616-1618), por muerte del anterior gobernador, su primo don Juan de Silva, llegó a las islas Filipinas, en octubre de 1616, una nueva escuadra holandesa. Esta escuadra había zarpado de Texel el 8 de agosto de 1614 con seis buques de guerra, al mando de Jorge Spielberg (Joris van Spilbergen). Después de varios encuentros con los portugueses en la costa de Brasil, llegaron al estrecho de Magallanes el 28 de marzo de 1615. En el océano Pacífico recorrieron la costa española hasta Acapulco, saqueando varios puertos. Cerca de Lima hubo un encuentro con buques españoles a los que derrotó en el combate naval de Cerro Azul, también conocido como combate naval de Cañete.
El 18 de noviembre de 1615 pusieron proa al oeste, llegado a las islas Marianas el 1º de enero de 1616. Para el 9 de febrero llegaron al cabo del Espíritu Santo. Con la ayuda de pilotos nativos navegaron los holandeses por el archipiélago filipinos hasta la bahía de Manila. Allí tuvo noticia Spielberg de que el gobernador don Juan de Silva había ido a las Molucas con una escuadra española. El holandés se hace de nuevo a la vela el 10 de marzo de 1616 rumbo a las Molucas para defender sus posesiones. Navegó por algún tiempo en el archipiélago. Dos de sus galeones son enviados a Europa, llegando a Holanda el 1º de julio de 1617. Mientras tanto, la escuadra española de Silva no obtuvo los resultados deseados en las Molucas. Silva murió de fiebres y el nuevo comandante de la escuadra, don Alonso Enríquez, ordena regresar a la bahía de Manila, llegando el 1º de junio de 1616.
Enterados de la muerte de Silva, los holandeses creyeron que era el momento de atacar Manila. Su primera ofensiva en el archipiélago filipino fue el 28 de septiembre de 1616 en Ilo-Ilo, en el extremo sur de la isla de Panay, donde los españoles contaban con una guarnición de 70 soldados y 7 cañones al mando de don Diego de Quiñones, gobernador de Visayas. Tras bombardear el fuerte durante todo un día, desembarcaron 500 hombres la noche del 29 de septiembre y atacaron por una brecha abierta, siendo rechazados con graves pérdidas, dejaron 87 cadáveres y 100 heridos y el resto reembarcó.
La escuadra holandesa, ahora con 10 buques de guerra, fondeó en la costa de Miraveles, extremo sur de la península de Bataan a finales del mes de octubre de 1616. En esta posición permanecieron varios meses y controlaban los movimientos de los españoles en Manila y Cavite. Atacaron la costa en varias ocasiones y capturaron algunos buques. Al igual que había ocurrido diez años antes, los españoles se prepararon para combatir y expulsar a los holandeses. Contaban con los restos de la escuadra española enviada a las Molucas al mando del gobernador don Juan de Silva y no se encontraba en estado de combatir, pues antes debían entrar los buques en el astillero para ser carenados tras su larga navegación.
La escuadra española se hizo a la vela el 7 de abril de 1617. Estaba compuesta por siete galeones, un patache y tres galeras, 245 cañones y 3.398 hombres. Inferior en buques, tonelaje y cañones, sólo superaba a la holandesa en números hombres a bordo. Su capitán general, don Juan Ronquillo del Castillo, se enfrentó a los holandeses en Playa Honda el 14 de abril de 1617. La capitana española, que iba en cabeza, se adelantó y pasó en medio de la escuadra enemiga. Recibió muchos daños, pero consiguió dejar tocados a seis galeones holandeses, momento en el que llegaron el resto de buques españoles.
El combate se desarrolló con los buques muy cerca unos de otros, que era lo que deseaban los españoles, con la ventaja en los abordajes por su mayor número de hombres. El primero en abordar una nave enemigo fue don Juan Bautista de Molina, seguido por los buques de Guillistegui y Heredia, que le tocó en suerte a la almiranta holandesa. La capitana de Ronquillo se acoderó con la capitana holandesa a la que cañoneó tan de cerca y con disparos tan certeros a ras de flotación que se hundió al poco tiempo con casi toda su tripulación. Guillestegui logra incendiar al galeón holandés y también a su compañero que acudió a socorrerlo. En mayores apuros se encontró Heredia al combatir con la almiranta holandesa. Esta estuvo a punto de rendirse, pero recibió el apoyo de otro buque holandés.
Cesó el fuego al llegar la noche y el balance no podía ser más positivo, habían hundido tres galeones y se creía que su almiranta también se había hundido a causa de los daños. Los españoles habían vengado la derrota de Cañete a manos de Spielberg. Los españoles tuvieron 87 muertos, 37 de ellos indígenas pampangos y 148 heridos. Entre los fallecidos se encontraba el capitán don Sebastián de Madrid, muerto de un balazo al abordar un galeón enemigo.
Pero no todas fueron acciones positivas y heroicas. Juan de la Vega, comandante de la almiranta San Marcos no entró en combate. Salió de la bahía de Manila y puso rumbo norte, donde finalmente varó deliberadamente en la costa de Ilocos para evitar su captura por varios galeones holandeses, que huían de la escuadra española rumbo al norte, hacia Japón. Por el mes de octubre los galeones españoles pusieron rumbo al astillero de Marinduque para ser carenados. Una tormenta impidió que llegaran a su destino, perdiéndose los seis galeones en la costa de Mindoro, además de 400 hombres. Triste colofón a la nueva victoria en Playa Honda.
Bibliografía:
A.G.I. Filipinas, 7, R. 4, N. 52. Relación de la Armada de Juan Ronquillo. Manila, 15 de junio de 1617.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tomo III. Museo Naval. Madrid, 1973.
Más, Sinibaldo de.: Informe sobre el estado de las islas Filipinas en 1842. Tomo I. Madrid, 1848.
Pérez Rosales, Laura, Der Sluis, Arjen van.: Memorias e historias compartidas. Intercambios culturales, relaciones comerciales y diplomáticas entre México y los Países Bajos, siglos XVI-XX. Universidad Iberoamericana. México, 2008.
Suárez Fernández, Luis.: Historia general de España y América: América en el siglo XVII. Tomo IX. Ediciones Rialp. Madrid, 1990.
Torres de Mendoza, Luis.: Colección de documentos inéditos, relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía. Tomo VI. Madrid. Imprenta Frías y Cía, 1866.
VV.AA.: The Philippine Islands, 1493-1898: Volumen XVIII, 1617-1620. Editores Emma Helen Blair and James Alexander Robertson, 1911.
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