Toledo y Parra, Joaquin de Biografia

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Última versión de 08:10 28 dic 2023

Orígenes

Vino al mundo en la población de Tarifa en 1778, siendo sus padres don Álvaro de Toledo y Gatón, y doña Isabel Parra y Arcos.

Hoja de Servicios

Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 11 de diciembre de 1794. Expediente N.º 2.062.

Había realizado los estudios elementales, por ello aprobó con buenas notas el examen, pasando inmediatamente embarcado al navío Monarca en la escuadra del general don Juan de Lángara, participando en la guerra contra los franceses en Rosas y el bloqueo de Santa Margarita, hasta ser firmada la paz de Basilea el 22 de julio de 1795.

Permaneció a bordo hasta finales de 1796 por trasbordar al San Joaquín, en la escuadra del general don José Solano zarpando con rumbo a Cartagena de Indias al ser declarada la guerra al Reino Unido, pasó a la Habana trasbordando a la fragata Palas, de 34 cañones zarpando el 27 de diciembre, sobre las dos y media de la madrugada del 29 encalló con un duro golpe, yéndose a pique a las pocas horas, siendo recogidos por el resto de buques de la división, prosiguió en estas aguas participando en la toma de Santo Domingo, recibiendo la noticia de su ascenso del 9 de junio de 1800 a alférez de fragata.

Regresó a la península siéndole ordenado embarcar en la fragata Paz, zarpando el 9 de abril de 1801 con destino a Montevideo, realizando cruceros por aquellas aguas, hasta recibir la orden de trasbordar a la fragata Astrea, arribando a la bahía de Cádiz el 4 de agosto de 1802, quedando desembarcado por orden del 29 de octubre siguiente.

Recibió la orden del 15 de enero de 1803 de embarcar en la fragata Asunción, zarpando con rumbo al puerto Soledad en las islas Malvinas, donde se preparo el buque para doblar el cabo de Hornos, arribando a Valparaíso y posteriormente al Callao, realizando varios cruceros por sus aguas, hasta recibir la orden de regresar a Montevideo donde fondearon el 5 de junio de 1804.

Le fue entregada la Real orden del 8 de diciembre siguiente con su ascenso al grado de alférez de navío, trasbordando a la corbeta Atrevida, dándose a la vela con rumbo a las islas Malvinas donde trasbordó el 23 de marzo de 1805 a la Descubierta, permaneciendo en aquellas aguas hasta regresar a Montevideo, el 25 de enero de 1806 trasbordó a la Fuerte, para el 6 de febrero siguiente pasar a la goleta Paz, encontrándose en la mar en su primer crucero se les levantó un viento llamado Pampero en la localidad de Maldonado, zozobrando el buque a la altura de esta población, permaneciendo durante toda una noche asido a unos trozos de madera de los restos del naufragio, salvándose al día siguiente de verdadero milagro.

En junio seguido se le otorgó el mando de la balandra San José, perteneciente a la escuadrilla del capitán de fragata don Juan Gutiérrez de la Concha, zarpando con rumbo a Montevideo el 27 seguido dando escolta a la expedición para la recuperación de Buenos Aires, por haber sido tomada por el ejército británico al mando del general Beresford, al llegar desembarcó con todos sus hombres poniéndose a las órdenes de don Santiago de Liniers, logrando casi destruir a las tropas británicas, viéndose su general forzado a firmar la paz; resulto herido en esta acción.

Por gracia del Rey firmó una promoción para todos los oficiales participantes en la expulsión de los enemigos, recibiendo la Real orden del 24 de febrero de 1807 con su ascenso al grado de teniente de fragata, fue elegido por Liniers como su ayudante, tomando parte de nuevo en los combates en este segundo intento británico de apoderarse de Buenos Aires, siendo de nuevo expulsados los enemigos, esta vez al mando del general Whitelocke, quien en esta ocasión firmó la paz y con una cláusula especial por la que nunca mientras durase la guerra volverían a intentar apoderarse de la ciudad.

Por ello y de nuevo como gracias Real se le entregó la Real orden del 23 de noviembre siguiente con su ascenso a teniente de navío graduado.

Al llegar la noticia de la invasión napoleónica de la península, el general Liniers le confió unos pliegos para el gobernador de Chile y virreinato de Perú, entregándole el mando de una fragata mercante, cumplió la comisión, en el Callao le entregaron el mando de otra fragata mercante para llevar la noticia a la península, zarpó entrado 1809, el buque pronto comenzó a hacer agua, dobló el cabo de Hornos, después de cien días de navegación avistaron las islas Terceras, por su parte N., para navegar arribando sobre la costa de la península, pero la dotación agotada de darle a las bombas estaba al límite y a ello se sumaba que cada vez hacía más agua el casco, al encontrase en situación N., a S., a más de sesenta leguas de la isla de San Miguel, decidió abandonar el buque, embarcando en los botes y lancha la dotación, determinó poner en cada uno un piloto al timón, así con el tiempo bonancible pensaba poder arribar, al poco de estar todos en los botes desapareció la fragata tragada por la mar.

Tomadas todas las precauciones se dirigieron a la isla de San Miguel, pasadas unas horas el tiempo empeoró, viendo como desaparecían los botes, pero no se amilanó y prosiguió a su rumbo, hasta transcurridas cincuenta y seis horas cuando lograron embarrancar en una playa, tirándose los hombres a besar la tierra, los habitantes los vieron llegar e inmediatamente les prestaron auxilios, embarco en diferentes buques arribando a la bahía de Cádiz el 16 de enero de 1810.

Por Real orden del 4 de mayo de 1811 se le otorgó en propiedad el grado ostentado, recibiendo la orden de embarcar en la fragata Ifigenia, portadora de la Guardia de Honor del nuevo Rey de Suecia y Noruega el mariscal francés Jean Baptiste Bernadotte, zarparon el 18 de octubre de 1812, tocaron en Lisboa para hacer aguada y renovar víveres, dando la vela con destino a Portmouth en el Reino Unido, fondeando de regreso el 15 de junio de 1813 en la bahía de Cádiz, saliendo el 22 seguido con destino a Ferrol transportando el cuadro (solo los mandos) del regimiento de Borbón, fondeando a su vuelta el 3 de agosto consecutivo.

A principios de 1814 se le otorgó el mando del bergantín Cazador, realizando dos viajes con correo a ultramar, al regreso del segundo quedó incorporado a la división del brigadier don José Rodríguez de Arias, pasando a finales de 1815 a las regencias de Argel, Túnez y Trípoli en comisión diplomática.

Le fue entregada la Real orden del 26 de octubre de 1816 con su ascenso al grado de capitán de fragata, por ello entregó el mando de su bergantín quedando desembarcado en el Departamento de Cádiz, hasta finales de 1818 por ser comisionado para mandar el convoy con las dotaciones de la escuadra rusa, por las reclamaciones del mal estado de llegada de los buques, el Zar Alejandro I regaló tres fragatas al rey don Fernando VII, siendo puestas a sus órdenes y denominadas Ligera y Pronta arribando el 11 de octubre siguiente y Viva el 12 de 1818, en agradecimiento S. M., le firmó la Real orden del 15 de diciembre de 1818, con su ascenso al grado de capitán de navío.

Las contrariedades en los territorios del mar del Sur se atendieron, para ello se formó una expedición compuesta por los navíos San Telmo y Alejandro I, (ex-ruso) de 74 cañones, la fragata Prueba, de 50 y la mercante Marina, entregándole el mando de ella al brigadier don Rosendo Porlier, quien enarboló su insignia en el San Telmo del mando de Toledo, zarparon el 11 de mayo de 1819 de la bahía de Cádiz, de estos buques solamente la fragata Prueba y la mercante Marina llegaron a su destino el 9 de octubre, después de 43 días de capear un duro temporal, por que el navío Alejandro I, por su mal estado se vió obligado a regresar a Cádiz por hacer mucha agua y el San Telmo, naufragó en las inmediaciones del cabo de Hornos, muriendo toda su dotación, siendo visto por última vez el 12 de septiembre de 1819, perdiéndose la vida de seiscientos cuarenta y cuatro hombres.

Joaquín de Toledo y Parra
Cortesía del Museo Naval. Madrid.

Por ello no sabemos la fecha exacta de su fallecimiento.

En el Panteón de Marinos Ilustres fue colocada una lápida en su recuerdo que dice:

Bibliografía:

Cervera Pery, José.: El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004.

Cervera y Jácome, Juan. El Panteón de Marinos Ilustres. Ministerio de Marina. Madrid. 1926.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Fernández Duro, Cesáreo.: Naufragios de la Armada Española. Establecimiento tipográfico de Estrada, Díaz y López. Madrid, 1867.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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