Ordas, Diego de Biografia
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Revisión de 18:34 31 dic 2013
Orígenes
Vino al mundo por el año de 1480, en la población de Castroverde de Campos en tierras de la actual provincia de Zamora.
Hoja de Servicios
Comienza a saberse algo de él, al formar parte de la expedición de don Diego Velázquez, que en el año de 1511.
En el desarrollo de ésta, fue tan distinguido su valor, que el propio don Diego, le otorgó el mando de una carabela, que formaba parte de la expedición de Hernán Cortés.
Pero no era del parecer de su jefe, pues desde el principió comenzó a desobedecer las órdenes recibidas, por lo que al llegar a lo que después seria denominado, por el propio conquistador como Nueva España, fue hecho prisionero por su orden y encarcelado.
Pero por necesitarlo Cortés, por saber de su gran valor y destreza con las armas, se lo atrajo con buenas palabras y alguna que otra promesa, por lo que lo dejó en libertad y le dio mando de tropas.
En uno de los avances del ejército de Cortés, se encontraron con un único paso practicable, que no era otra cosa que un estrecho desfiladero, que a parte de lo dificultoso de su paso, estaban sus crestas llenas de un numerosísimo ejército de nativos, no queriendo arriesgar Cortés a todos sus hombres, pidió voluntarios para pasar en vanguardia y asegurar el paso del resto de sus hombre.
Aquí vuelve a salir Ordás, que se presenta voluntario a ello y junto a sus sesenta hombres, comienzan a atravesar el peligroso desfiladero, sobre los que caía una autentica lluvia de flechas, consiguiendo a pesar de ello cruzarlo y asegurarlo, por lo que el resto de las tropas, pudo pasar sin complicaciones.
Y al conseguir pasar casi sin pérdidas las tropas de Cortés, le permitieron vencer a las indígenas tlascaltecas, que a su vez pudo poner sitio y conquistar a la ciudad de estos Tlascala.
Al establecerse en esta ciudad, como a unas ocho leguas se encontraba el volcán Popocatepel, que en esos días se encontraba en erupción.
Ordás, que nunca había visto esta fuerza de la naturaleza, quiso visitarlo, para ello pidió permiso a Cortés, quien se lo otorgó, por lo que junto aun pequeño grupo de españoles y unos indios de guías, se pusieron en camino.
Los nativos le aconsejaban que no se acercara mucho, ya que nunca ninguno de ellos se había aproximado ante la peligrosidad y por considerar en parte, al lugar como sagrado ó como boca del infierno, por lo tanto rodeado de un gran peligro; ello llevó a que una cierta distancia, los indios guía no quisieron avanzar más, pero Ordás se impuso hablándoles de que todo era mentira y si se podían acercar más.
Continuaron el viaje y comenzaron a escalar la falda del volcán, a pesar de estar ya cayendo sobre ellos parte de lava y piedras, aún así continuaron, hasta que las altísimas temperaturas les impidieron el avanzar más, por lo que medio contentos, comenzaron a deslizarse y bajar.
Esta hazaña, lo convirtió casi en un Dios entre los nativos, pues quedaron sorprendidos de que pudieran llegar tan lejos, comenzando a considerarle como un ser sobrenatural, incluso a besar sus ropas como si de un Dios se tratara.
Fue Cortés quien lo eligió para explorar las tierras al Norte, esto le proporcionó más ascendencia entre sus hombres, pues a pesar de los continuos combates, siempre salía como vencedor con las diferentes tribus, por lo que en realidad fue, el gran conquistador del territorio de Nueva España (aunque los méritos y honores se los llevase otro).
A la muerte del rey Moctezuma, los españoles tuvieron que abandonar las tierras, por la gran acometida de los indígenas, por lo que se le encargó a Ordás junto a trescientos hombres, el cubrir la retirada de los españoles, en estas acciones fue herido en cuatro ocasiones, pero nunca abandonó su puesto, hasta ver salvado a todos los componentes de sus fuerzas.
Cuando se repuso de sus heridas, Cortés lo envió a la Península, corriendo el año de 1520, con las memorias de todo lo acaecido en aquellas tierras, para que se las entregara al rey Carlos I, pero una continuada serie de temporales, le retuvo largo tiempo en la mar, por lo que sufrió graves penalidades, hasta conseguir arribar a España.
Al ser leídos todos los acontecimientos al Rey, éste le concedió un oficio en el que lo nombraba Regidor, con sede en la población de Segura de la Frontera, al mismo tiempo, que le añadía a su escudo de armas un rey coronado, sobre campo de gules (rojo), en representación del rey vencido por él Cuazacoulo y una montaña nevada, de donde salen grandes llamas, en campo sinople (verde).
Regresó a Nueva España, para notificar a Cortés de todo lo acontecido con el Rey, pasando a pacificar y reconquistar los territorios perdidos, después de esto, regresó a la Península y de nuevo el Rey lo nombró Caballero de Santiago, por sus grandes servicios prestados a la corona.
Ante esto, Ordás se planteo el demandar el permiso al Rey, para conquistar el territorio entre el mar Caribe y la línea trazada por el curso del río Amazonas.
Mas o menos, lo que hoy es territorio de Venezuela y parte del de Colombia.
Para ello el Rey, le concedió los títulos de Adelantado, Capitán General y Alguacil Mayor, de todos ellos, por lo que se puso a trabajar para conseguir el formar un expedición de descubrimiento y conquista.
Para ello, consiguió el formar una pequeña flota y reunir a unos cuatrocientos hombres de guerra, por lo que se hizo a la mar después de recorrer el Guadalquivir, por zarpar la expedición desde la ciudad de Sevilla, sobre primeros del año de 1531.
La fortuna no le quiso sonreír, pues a mitad del Atlántico le sobrevino un fuerte temporal, que ocasionó la pérdida de tres de sus buques, con todos sus hombres y pertrechos; un primer contratiempo muy importante para el resto de la expedición, pues sobre todo aumento el desánimo de todos ellos.
Consiguieron arribar a aquellas tierras, pero mantuvo fuertes enfrentamientos con los naturales, que le restaron fuerza, al sufrir alunas pérdidas españolas en ellos.
Al mismo tiempo, tuvo que enfrentarse a otros españoles, que no admitieron su jefatura, por demostrar que ellos habían llegado antes a esas tierras, pues ya se encontraban allí cuando él había llegado.
A lo que se sumó, que cayó herido en uno de estos enfrentamientos, y como consecuencia de él, se le tuvo que amputar un brazo, lo que ya le terminó de convencer, que allí solo iba a tener que problemas y entre hermanos, por lo que decidió el regresar a la Península.
Embarcó en sus buques y comenzó su viaje de vuelta, pero de pronto enfermo muy gravemente y a pesar de los cuidados que recibió, parece ser que falleció a bordo de su buque, y cuando este se encontraba en aguas del golfo de Paria.
Por lo que falleció en el año de 1532, pero sin poder concretar fecha.
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