Filipinas (1895)

De Todoavante.es

Revisión de 12:33 23 mar 2013

Construcción:

El 17 de enero de 1891 se firmó un contrato con los astilleros Vea Murguía para la construcción de este segundo cañonero torpedero llamado Filipinas, por 1.824.000 pesetas y un plazo de 20 meses para su entrega.

Diseñado por el ingeniero de la Armada don Nicolás Fuster, fue construido en Cádiz, colocando su quilla el 6 de diciembre de 1891. Fue botado el 24 de julio de 1892. Tenía parecido aspecto a los cañoneros del tipo Álvaro de Bazán, pero con una sola chimenea.

Desplazaba 750 toneladas. Medía 71 metros de eslora, 8,25 de manga, 4,20 de puntal y 3,75 de calado. Tripulado por 110 hombres.

Tenía una máquina de 2.500 caballos a tiro normal, construida por la firma sevillana Portilla, White y Cía., una hélice, alcanzando una velocidad de 20 nudos a tiro forzado. Autonomía de 2.500 millas a marcha económica de 10 nudos. Capacidad para embarcar 120 toneladas de carbón.

Armado con 2 cañones Hontoria de 120 mm, uno en el castillo y otro en la toldilla, 4 cañones de tiro rápido Nordenfelt de 42 mm, 2 ametralladoras Nordenfelt de 11 mm y 4 tubos lanzatorpedos.

Historial:

Comenzó sus pruebas de mar el 19 de noviembre de 1894 y siguieron al año siguiente, siendo muy decepcionantes los resultados obtenidos. A pesar de los evidentes defectos, se entregó a la Armada.

Zarpó de Cádiz el 31 de mayo de 1895 rumbo a la Habana, haciendo escala en Las Palmas de Gran Canaria, donde tuvo que permanecer largo tiempo por averías. Reanudó su viaje en la primavera de 1896 y el 1º de junio de ese mismo año llegó a la Habana. Tuvo que llegar remolcado por el transporte Legazpi, que salió en su busca y lo encontró inmóvil frente a Cayena.

En la Habana fue reparado y zarpó el 6 de octubre de 1897, regresando a puerto con nuevas averías tres días después, esta vez irreversibles, quedando en puerto imposibilitado de poder navegar.

Cuando comenzó la guerra con los Estados Unidos, al no poder navegar, se emplazó su artillería de 120 mm en una batería en tierra, servida por marinos del buque al mando del alférez de navío Sobral.

Al finalizar la guerra, fue remolcado hasta la isla de Martinica, donde fue vendido. Fue adquirido en junio de 1899 por Venezuela y rebautizado como Zamora.

Bibliografía:

Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.

Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.

Coello Lillo, José Luis, Rodríguez González, Agustín Ramón.: Buques de la Armada española a través de la fotografía (1849-1900). Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Aqualarga. Madrid, 2001.

Franco Castañón, Hermenegildo.: Los apostaderos y estaciones navales españolas en Ultramar. Empresa Nacional Bazán, 1998.

VV.AA.: El Buque en la Armada española. Editorial Sílex. Madrid, 1999.

Compilada por Santiago Gómez.

© Todoavante