B-2 (1922)
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Construcción:
Los submarinos de la clase “B” fueron los primeros construidos en astilleros españoles, en Cartagena, por la SECN. Nacidos de la Ley Miranda de 1915, que proyectaba la creación de una fuerza submarina de 28 unidades. Los submarinos de la clase “B” pertenecían al tipo Holland serie F-105, un desarrollo mejorado de la serie Holland 903-L.
Desplazaban 564 toneladas en superficie y 716 en inmersión. Medía 64,18 metros eslora, 5,6 de manga, 5,1 de puntal, 3,44 de calado medio. La dotación era de 28 hombres. Según una orden ministerial del 15 de agosto de 1934 la tripulación se elevó a 34 hombres, además del comandante, 2º comandante y un oficial.
Propulsados por dos motores diesel de 700 caballos y dos eléctricos de 210 caballos cada uno, propulsaban a las dos hélices una velocidad máxima en superficie de 16,22 nudos y 10,5 en inmersión durante una hora. Su autonomía era de 2.600 millas a 16 nudos y 4.900 a 10,5 nudos en superficie. Tenía una cota máxima de 60 metros de profundidad.
Estaba armado con un cañón Vickers de 76 mm y 4 tubos lanzatorpedos, dos a proa y dos a popa, con torpedos de 450 mm Whitehead X-150. Podían llevar otros cuatro torpedos de reserva.
Historial:
Se colocó su quilla el 24 de agosto de 1917. Fue botado el 10 de octubre de 1921 y entró en servicio en la Armada el 1º de junio de 1922. Fue su primer comandante el teniente de navío don Pedro Lapique Suarez.
Pocos días después de entrar en servicio tuvo su bautismo de fuego en la guerra de Marruecos. A primeros de junio de 1922 se había intentado abastecer de agua el Peñón de Alhucemas sin éxito. El 20 de junio salieron otra vez de Cartagena los submarinos Isaac Peral, A-1 Monturiol, B-1 y B-2, escoltados por el torpedero Nº 22. Hicieron escala en Málaga y salieron el día 23, llegando esa misma noche a su destino. En esta ocasión pudo abastecerse al Peñón, emprendiendo esa noche la retirada a Melilla, llegando finalmente a Cartagena el 25 de junio.
El 27 de julio de 1922 realizaron un reconocimiento del Peñón de Vélez de la Gomera los submarinos B-1, B-2 y el torpedero Nº 22. Fueron recibidos con disparos de fusil.
Los submarinos de la flotilla, el Isaac Peral, los tres de la clase “A” y los tres primeros de la clase “B”, salieron de Cartagena rumbo a San Sebastián el 26 de agosto de 1922. En septiembre celebró la flotilla en San Sebastián los actos conmemorativos de la primera vuelta al mundo de Elcano. Durante la estancia de la flotilla en Pasajes, fue visitada en el mes de septiembre de 1922 por la Familia real. Finalizada la visita y ejercicios, la flotilla regresó a Cartagena, recalando en Ferrol, Marín, Vigo y Cádiz, el 25 de septiembre. El 25 de septiembre de 1922 entraron en Cádiz los submarinos Isaac Peral, A-2, A-3, B-1, B-2, B-3 y remolcador Cíclope. El 4 de octubre de 1922 salieron de Cádiz rumbo a Cartagena los mismos buques con el buque de salvamento Canguro. En el mes de marzo de 1923 realizó maniobras la flotilla, presididas por el rey, embarcado en el destructor Villaamil, en aguas de Cartagena. En ese mismo año de 1923 se creó la división de submarinos de Mahón, siendo destinados el A-1 y A-2. En Cartagena, en la división de instrucción quedó el Isaac Peral, el A-3 y los cuatro primeros submarinos de la clase “B”. La primera división de instrucción de submarinos, compuesta por el Isaac Peral, B-1, B-2, B-3 y B-4, se encontraba en Alicante a mediados de octubre de 1923. La flotilla realizó un crucero de instrucción en aguas de Cataluña y Baleares entre el 14 de septiembre y el 14 de octubre de 1923. El capitán general de Cataluña, don Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado y alcanzó el poder el 13 de septiembre. Una de las primeras medidas del dictador fue un viaje a Italia. Primo de Rivera y los reyes embarcaron el 15 de noviembre de 1923 en el acorazado Jaime I. Al día siguiente salió rumbo a Italia, acompañado por el acorazado Alfonso XIII, el crucero Reina Victoria Eugenia, los destructores Cadarso y Villaamil, los submarinos B-1, B-2, B-3 y B-4 y el buque correo Rey Jaime I de la Transmediterránea con el séquito a bordo. En el puerto de La Spezia desembarcó la familia real y el 21 de noviembre fondeó la escuadra en Nápoles. Finalizada la visita, la escuadra llegó a Barcelona el 1º de diciembre, y a Cartagena el 14 de diciembre. El crucero fue destinado a las islas Baleares. El 31 de mayo de 1924 se puso al mando del teniente de navío don Manuel Nieto Antúnez, sustituido el 10 de junio de 1926 por el del mismo empleo don Rafael Guitián Carlos-Roca. En el año 1927 se unieron a la división con base en La Graña los submarinos B-2, B-3 y B-4. En los meses de agosto y septiembre de 1928 realizó maniobras en aguas del Cantábrico junto a los otros cinco submarinos de la clase “B” y dos de la clase “C”. Estaba al mando del teniente de navío don Guillermo Calderón Martínez desde el mes de junio de 1928. En los meses de octubre y noviembre de 1928 realizó con la escuadra unas maniobras en el Mediterráneo. Durante las maniobras, a las 12 de la noche del 2 de noviembre de 1928 llegó a Palma de Mallorca el transporte Almirante Lobo, buque insignia de la división de submarinos, mandada por el capitán de navío don Mateo García de los Reyes. Fondearon después los submarinos Isaac Peral, los seis submarinos de la clase “B” y los C-1 y C-2 de la clase “C”. La escuadra llegó a Barcelona el 11 de noviembre para dar descanso a las tripulaciones, entre los que se incluía a la división de submarinos, con el Isaac Peral como buque insignia. El B-2 estaba al mando del teniente de navío don Antonio González López. Permanecieron en puerto hasta la mañana del 20 de noviembre. Con motivo de la inauguración de la exposición universal de Barcelona el 19 de mayo de 1929, visitaron el puerto varias escuadras. Unos días antes entraron varios buques españoles, entre ellos los seis submarinos de la clase “B” y los C-1, C-2 y C-3, abandonando el puerto la última semana del mes de mayo. Participó en las maniobras anuales de la escuadra en el Mediterráneo entre mediados de septiembre y mediados de octubre de 1929. Fue uno de los buques que llegó a Barcelona a mediados de octubre para dar descanso a las tripulaciones. Para el año siguiente, 1930, la flotilla basada en Ferrol estaba formada por los submarinos B-1, B-2, mandado por el teniente de navío don Rodolfo Royo Alonso, B-3 y B-4. En septiembre y octubre de 1930 volvió a realizar maniobras con la escuadra en el Cantábrico. El 11 de julio de 1932 salió la escuadra de Vigo al mando del contraalmirante don Alonso Guitián para realizar unos ejercicios, que consistían en la defensa de Corcubión. La escuadra estaba compuesta por cinco cruceros, cuatro destructores y los submarinos B-2 y B-3. A las tres y media de la tarde chocó el Blas de Lezo con un bajo y se perdió. El 21 de julio de 1933 fue sustituido el teniente Royo Martínez por el des mismo empleo don José Nieto Antúnez. El 16 de abril de 1935 son destinados a la base de Mahón los cuatro submarinos con base en La Graña, B-1, B-2, B-3 y B-4. En los primeros días de julio de 1936 realizaron un crucero por las islas Baleares los submarinos B-2, B-3 y B-4, junto al aljibe A-3. Cuando comenzó la guerra civil en julio de 1936 se encontraba en el puerto de Soller, de la división con base en Mahón, junto a los submarinos B-3 y B-4. La misma tarde del 18 de julio fondearon los tres submarinos en Pollensa. La mañana del 20 de julio entró en Mahón con el aljibe A-3. La madrugada del 21 de julio zarpó rumbo a Valencia. A la altura de Palma de Mallorca se amotinó la dotación y obligó al comandante, teniente de navío don Ceferino Portal Villaamil, a regresar a Mahón. Fue arrestado con el resto de los comandantes de submarinos y asesinado el 3 de agosto en la fortaleza de La Mola, junto a su segundo, el teniente de navío don Mariano González Requena. Hasta finales de julio se dedicaron los tres submarinos a patrullar las aguas de Menorca para evitar un posible desembarco desde Mallorca. El submarino B-2 se encontraba al mando del contramaestre don César Cadal. Entre el 16 de agosto y el 4 de septiembre participó, como buque de superficie, en el fracasado desembarco de la escuadra republicana en Porto Cristo, Mallorca. A finales de diciembre y hasta mediados de enero de 1937 realizó varias patrullas en aguas de Cartagena. Estaba al mando, desde finales de septiembre de 1936, del alférez de navío don Sebastián Gallo Martínez. En marzo de 1937 comenzó a operar desde Almería, regresando a Cartagena el 23 de mayo. El 1º de abril se había puesto al mando del alférez de navío don José Martínez Montero, sustituido al poco tiempo por el del mismo empleo don Fernando Talayero. Regresó a Almería el 31 de mayo y sufrió el bombardeo de la aviación alemana. Después de realizar algunos servicios de abastecimiento de Mahón, quedó en Cartagena, en donde permaneció inoperativo. Quedó arrumbado en Cartagena hasta el final de la guerra por averías, donde apareció hundido en abril de 1939. Su casco fue reflotado y en junio de 1940 pasó a servir en la Escuela de Mecánicos de Ferrol. En septiembre de 1948 se convirtió en central eléctrica flotante. Dado de baja el 5 de abril de 1951. El 28 de noviembre de ese año se hundió en un temporal en el Cantábrico cuando era remolcado a Avilés por el Cíclope para ser desguazado.
Bibliografía:
Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.
Cervera Pery, José.: La guerra naval española (1936-39). Editorial San Martín. Madrid, 1988.
Diarios ABC, La Vanguardia.
González, Marcelino.: 50 Barcos españoles. Fundación Alvargozález. Gijón, 2009.
González, Marcelino.: Otros 50 barcos españoles. Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.
Compilada por Santiago Gómez.