B-4 (1923)

De Todoavante.es

Revisión de 08:41 11 oct 2013

Construcción:

Los submarinos de la clase “B” fueron los primeros construidos en astilleros españoles, en Cartagena, por la SECN. Nacidos de la Ley Miranda de 1915, que proyectaba la creación de una fuerza submarina de 28 unidades.

Los submarinos de la clase “B” pertenecían al tipo de submarinos norteamericanos Holland serie F-105, un desarrollo mejorado de la serie Holland 903-L.

Desplazaban 563 toneladas en superficie y 716 en inmersión. Medía 64,18 metros eslora, 5,6 de manga, 5,1 de puntal, 3,44 de calado medio. La dotación era de 28 hombres. Según una orden ministerial del 15 de agosto de 1934 la tripulación se elevó a 34 hombres, además del comandante, 2º comandante y un oficial.

Propulsados por dos motores diesel de 700 caballos y dos eléctricos de 210 caballos cada uno, propulsaban a las dos hélices una velocidad máxima en superficie de 16,22 nudos y 10,5 en inmersión durante una hora. Su autonomía era de 2.600 millas a 16 nudos y 4.900 a 10,5 nudos en superficie. Tenía una cota máxima de 60 metros de profundidad.

Estaba armado con un cañón Vickers de 76 mm y 4 tubos lanzatorpedos, dos a proa y dos a popa, con torpedos de 450 mm Whitehead X-150. Podían llevar otros cuatro torpedos de reserva.

Historial:

Se colocó su quilla el 9 de mayo de 1920. Fue botado el 31 de octubre de 1922 y entró en servicio en la Armada el 28 de mayo de 1923. Fue su primer comandante el teniente de navío don Mateo Mille García.

En ese mismo año de 1923 se creó la división de submarinos de Mahón, siendo destinados el A-1 Monturiol y A-2 Cosme García. En Cartagena, en la división de instrucción quedó el Isaac Peral, el A-3 y los cuatro primeros submarinos de la clase “B”.

La primera división de instrucción de submarinos, compuesta por el Isaac Peral, B-1, B-2, B-3 y B-4, se encontraba en Alicante a mediados de octubre de 1923. La flotilla realizó un crucero de instrucción en aguas de Cataluña y Baleares entre el 14 de septiembre y el 14 de octubre de 1923.

El capitán general de Cataluña, don Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado y alcanzó el poder el 13 de septiembre. Una de las primeras medidas del dictador fue un viaje a Italia. Primo de Rivera y los Reyes embarcaron el 15 de noviembre de 1923 en el acorazado Jaime I. Al día siguiente salió rumbo a Italia, acompañado por el acorazado Alfonso XIII, el crucero Reina Victoria Eugenia, los destructores Cadarso y Villaamil, los submarinos B-1, B-2, B-3 y B-4 y el buque correo Rey Jaime I de la Trasmediterránea con el séquito a bordo. En el puerto de La Spezia desembarcó la familia Real y el 21 de noviembre fondeó la escuadra en Nápoles. Finalizada la visita, la escuadra llegó a Barcelona el 1º de diciembre, y a Cartagena el 14 de diciembre.

Durante la travesía a Italia soportó el submarino B-4 un fuerte temporal, agravado por averías en las máquinas. Consiguió llegar a puerto, siendo concedida al teniente Mille una medalla de plata al valor y otra de bronce a tres marineros al lanzarse al agua en el temporal para socorrer a una embarcación que corría peligro de hundirse. Los tres marineros regresaron a nado al submarino.

En los primeros días de septiembre de 1924 salieron de las Baleares para la costa de Marruecos los submarinos B-2 y B-4. El 1º de junio de 1925 se puso al mando del teniente de navío don José Núñez Rodríguez, sustituido dos años después por el del mismo empleo don Pedro de Aubarede Leal.

En el año 1927 se unieron a la división con base en La Graña, Ferrol, los submarinos B-2, B-3 y B-4. El 22 de agosto de 1927, finalizadas las operaciones en Marruecos, los Reyes embarcaron en Bilbao en el acorazado Jaime I y realizaron un viaje que les llevó a Galicia y Algeciras, de donde salieron el 5 de octubre para visitar Ceuta, Alhucemas, Villa Sanjurjo y Melilla. El acorazado estuvo escoltado por varias unidades, entre ellas por los submarinos B-3, B-4 y B-6.

El 23 de julio de 1928 entró en Cádiz con los submarinos B-2, B-3, C-1, C-2, la gasolinera C-16 y el remolcador Cíclope. En los meses de agosto y septiembre de 1928 realizó maniobras en aguas del Cantábrico junto a los otros cinco submarinos de la clase “B” y dos de la clase “C”, el C-1 y C-2.

En los meses de octubre y noviembre de 1928 realizó con la escuadra unas maniobras en el Mediterráneo. A las 12 de la noche del 2 de noviembre de 1928 llegó a Palma de Mallorca el transporte Almirante Lobo, buque insignia de la división de submarinos, mandada por el capitán de navío don Mateo García de los Reyes. Fondearon después los submarinos Isaac Peral, los seis submarinos de la clase “B” y los C-1 y C-2 de la clase “C”. Estos buques realizaron maniobras de conjunto con la escuadra los meses de octubre y noviembre. La escuadra llegó a Barcelona el 11 de noviembre para dar descanso a las tripulaciones, entre los que se incluía a la división de submarinos, con el Isaac Peral como buque insignia. El B-4 estaba al mando del teniente de navío R. Royo. Permanecieron en puerto hasta la mañana del 20 de noviembre.

Con motivo de la inauguración de la exposición universal de Barcelona el 19 de mayo de 1929, visitaron el puerto varias escuadras. Unos días antes entraron varios buques españoles, entre ellos los seis submarinos de la clase “B” y los C-1, C-2 y C-3, abandonando el puerto la última semana del mes de mayo.

A finales de julio de 1929 fondearon en Ferrol los submarinos B-1, B-2, B-3 y B-4, mandados por el capitán de corbeta don Casimiro Carro Chicarro. Llegaron acompañados por el remolcador Galicia.

Participó en las maniobras anuales de la escuadra en el Mediterráneo entre mediados de septiembre y mediados de octubre de 1929. Estaba al mando del teniente de navío don Rafael Cervera Cabello desde mediados de junio de 1929. Fue uno de los buques que llegó a Barcelona a mediados de octubre para dar descanso a las tripulaciones.

La mañana del 7 de noviembre de 1929 entraron en Vigo los submarinos B-2, B-3, B-4 y B-5. Llegaron procedentes de Lisboa, donde se abastecieron de combustible. Quedaron basados en Ferrol.

El 25 de abril de 1930 entraron en el arsenal de Ferrol los submarinos de la base naval de La Graña para efectuar reparaciones, los B-1, B-2, B-3 y B-4.

El 5 de junio de 1930 salieron de Ferrol los cuatro submarinos para realizar un crucero por el Cantábrico, visitando varios puertos. Regresaron a Ferrol el 18 de junio. Volvieron a zarpar de Ferrol el 5 de julio de 1930 los cuatro submarinos y los torpederos Nº 2, Nº 7, Nº 9 y Nº 10 para realizar un crucero de prácticas que duró un mes. Regresaron a Ferrol el 9 de agosto, excepto el submarino B-1, que tuvo que regresar a Ferrol el 10 de julio por averías en el casco.

En septiembre y octubre de 1930 volvió a realizar maniobras con la escuadra en el Cantábrico. Procedente de Ferrol, el 7 de mayo de 1931 entró en Bilbao con el submarino B-2. El día 9 salieron rumbo a Pasajes. La mañana del 12 de mayo salieron de Santander los dos submarinos, regresando a puerto esa misma tarde después de realizar maniobras.

El 3 de agosto de 1931 salieron de Ferrol para un crucero por los puertos del norte los submarinos B-1, B-2 y B-4 y los torpederos Nº 2, Nº 7, Nº 9 y Nº 10. Mandados por el capitán de fragata don Ramón Montero, llegarán hasta San Sebastián y después realizaron una visita a las rías gallegas a finales de agosto.

El 10 de septiembre de 1931 salieron de Ferrol para repetir el viaje de prácticas por el Cantábrico los submarinos B-2, B-3 y B-4 y los torpederos Nº 9 y Nº 10. Entraron el Bilbao el día 15 de septiembre. A mediados de junio de 1931 se puso al mando del teniente de navío don Agustín Marín Barranco. Fue sustituido, en junio de 1933, por el teniente de navío don Melchor Ordóñez Mapelli y en julio de 1935 por el del mismo empleo don Antonio Nieto Antúnez.

En enero de 1934 recibieron órdenes de partir de Ferrol los cuatro submarinos de la clase "B" para formar parte de la escuadrilla de la estación naval de Mahón, llegando a su destino al año siguiente.

Cuando comenzó la guerra civil en julio de 1936 se encontraba en la flotilla con base en Mahón, junto a los submarinos B-1, B-2 y B-3.

El 22 de abril de 1936 entró en el dique flotante de Mahón para ser reparado, volviendo a salir dos días después. En los primeros días de julio de 1936 realizaron un crucero por las islas Baleares los submarinos B-2, B-3 y B-4, junto al aljibe A-3, entrando en el puerto de Soller, junto a la división con base en Mahón, formada por los submarinos B-2 y B-3. La misma tarde del 18 de julio fondearon los tres submarinos en Pollensa.

La noche del 19 de julio llegó a Palma de Mallorca con el submarino B-3. Los dos submarinos volvieron a zarpar y el día 20 entrando en Mahón. Al día siguiente se produce en el puerto la revuelta de las dotaciones y el arresto de varios oficiales. El 3 de agosto fueron asesinados en la fortaleza de La Mota su comandante, el teniente de navío don Antonio Nieto Antúnez, y su segundo, el teniente de navío don Ricardo Chereguini Pardo.

Hasta finales de julio, los submarinos B-2, B-3 y B-4 patrullaron las aguas de la isla de Menorca para evitar un desembarco procedente de Mallorca. El submarino se había puesto al mando del contramaestre don Juan Pena. Con el submarino B-3, tomó parte en el desembarco de la isla de Cabrera el 1º de agosto.

Entre el 16 de agosto y el 4 de septiembre participó, como buque de superficie, en el fracasado desembarco de la escuadra republicana en Porto Cristo, Mallorca. Los dos submarinos, B-3 y B-4, siguieron patrullando las aguas de las Baleares, el B-4 al mando del alférez de navío don Enrique Manera Reguera desde el 27 de septiembre.

Cuando finalizó la guerra, fue encontrado en Portman en muy mal estado. Fue llevado a Cartagena para ser desguazado. Dado de baja de forma oficial el 31 de julio de 1941.

Bibliografía:

Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.

Cervera Pery, José.: La guerra naval española (1936-39). Editorial San Martín. Madrid, 1988.

Diarios ABC, La Vanguardia.

González, Marcelino.: 50 Barcos españoles. Fundación Alvargozález. Gijón, 2009.

González, Marcelino.: Otros 50 barcos españoles. Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.

Compilada por Santiago Gómez.

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