Orellana, Francisco de Biografia

De Todoavante.es

---

Revisión de 17:25 13 jun 2011

Biografía de don Francisco de Orellana</span</p><p style="text-align: center; "> Conquistador y explorador español del siglo XVI<span class="Apple-style-span" style="font-size: 15px; " /></p><p style="text-align: center; "</p><p style="text-align: center; "> Primer explorador del río Amazonas.<span style="font-size:14px;" /></p><p style="text-align: center; "><span style="font-size:14px;" /></p>   Vino al mundo, en la población de Trujillo, actual provincia de Cáceres, por el año de 1511.   Como siempre, no se sabe nada de sus primeros años, por lo que se comienza a saber de él, al ser uno de los que formó parte de las fuerzas que al mando de don Francisco Pizarro, que era amigo de infancia, participó en la conquista del actual territorio del Perú.   El día veinticinco de diciembre del año de 1538, salió la expedición de don Francisco Pizarro, pero al mando de su hermano Gonzalo, que estaba compuesta, por trescientos españoles y cuatro mil indígenas, a la que poco después de su salida de Quito, se le unió Orellana con cincuentas hombres a caballo, por lo que Gonzalo, lo nombró su teniente, ó segundo en el mando.   Descubrieron el cauce del río Coca, por lo que lo siguieron, así no les faltaba agua, además de que en sus orillas se encontraba Oro con bastante facilidad, pero no se dieron cuenta, que los viandas se acaban por lo que se envío a Orellana, con cincuenta hombres para que tratara de encontrar algo de comer.   Para ello pensó Orellana el construir una canoa y deslizarse por las aguas del río, así le resultaría mucho más fácil, que el hacer el camino de regreso atravesando tierras, por lo que se pusieron a trabajar y construyeron la embarcación.   Abordaron la embarcación y en muy poco tiempo, saliendo desde Coca se presentaron en el río Napo, al cual llegaron el día veintiuno de diciembre del año de 1540 lugar que no se había descubierto en el viaje de ida, por ello Orellana, se quiso convertir en Gobernador de este lugar y de su río.   Al tomar esta actitud, se le opusieron algunos de sus compañeros de aventura, tomando la decisión de que le siguieran los que buenamente quisieran para proseguir con sus descubrimientos solo con los que confiaban en él, no era una buena decisión obligar a nadie.   Continuaron su viaje, pasado unos días llegaron a un lugar habitado por indios, pero estos eran pacíficos, por lo que fueron muy bien recibidos y como pudieron, les advirtieron que los que estaban río arriba, eran muy belicosos, a los que llamaban « coniapayaras », o sea los amazonas, que al parecer se les confundió con mujeres, por llevar el pelo muy largo y habían sufrido, un ataque de estos. Consiguieron vituallas y prosiguieron su viaje, en el mes de abril del año de 1541, llegando al mes siguiente a la provincia de Machiparo, donde desembarcaron, pero el recibimiento fue, que unos doce mil indios les atacaron, por lo que aún así los consiguieron mantener a distancia durante dos días, pero se vieron forzados a embarcar y seguir su camino.   Este viaje se hizo largo, pues recorrieron como unas doscientas leguas, pero en sus orillas no encontraron ningún tipo de civilización ni de seres humanos, llegando a la confluencia de otro río, al que lo bautizo con el nombre de Orellana y pasado un tiempo, convergieron en otro ría, y a éste le puso el nombre de Trinidad.   Enmendaron su rumbo y navegaron por este río, llegando al territorio de los Paguanas, que también eran guerrero por lo que se vieron en graves apuros, pues le atacaron y con mucha fiereza, lo que les decidió a no parar y seguir el curso, hasta que llegaron a otro cauce, por el que volvieron a arrumbar por este nuevo, el cual al parecer esta lleno de picas con cabezas de humanos clavadas en ellas, por lo que puso el nombre de Picotas.   Prosiguieron su viaje, y se encontraron de nuevo con los « coniapayaras », que según su relato, eran mujeres denudas y con cabellos largos y rubios, por lo que pensaron que preteñían a la tribus que habían encontrado más al Norte del cauce.   Con ellas mantuvieron varios enfrentamientos, en los que los españoles salieron victoriosos, pero conforme iban venciendo, se les iban incorporando más número de ella, por lo que llegó el momento, en que ya no les podían hacer frente y volvieron a embarcarse y proseguir río a bajo.   Desde aquí, volvieron a realizar una larga travesía, ya por espacio de unas 150 leguas, no pudieron ni desembarcar, lo único que encontraron, fue un poblado muy pequeño, al que se le puso el nombre de San Juan.   Al llegar a esta distancia, intentaron desembarcar, pero los nativos se les echaron encima y tuvieron que regresar a la canoa; al parecer este territorio estaba gobernado por un tal Caripuna, por lo que lo bautizaron con ese nombre, siendo este lugar una serie de pequeñas islas, pero que en todas ellas les ocurrió lo mismo, ya que en su totalidad pertenecían a este jefe indígena.   Consiguieron alcanzar el Océano Atlántico Ecuatorial, en el mes de agosto del año de 1541, después de graves peligros y realizar una navegación de mil ochocientas leguas, durante ocho meses, siendo los primeros en recorrer el río Amazonas.   Desde aquí llegaron a territorio en manos de españoles, por lo que Orellana, consiguió el permiso de embarque para regresar a la Península, para poner en conocimiento del Rey la hazaña ya concluida.   Una vez explicado, pidió el ser el Gobernador de aquellas tierras, lo cual le fue concedido, con la condición de que esos territorios, quedaran bajo la jurisdicción del Gobernador de Nueva Andalucía.   Por lo que en cuanto llegó a Sevilla, comenzó a buscar gente y buques, para cruzar el océano y llegar a los nuevos territorios, al ir diciéndolo y el haber llegado cargado de Oro, esto hizo que muchos nobles se incorporaran a la expedición, por lo que resulto relativamente fácil el encontrar el dinero suficiente para formarla.   Consiguió el que se formara con cuatrocientos hombres y cuatro naves, con las zarpó del puerto de Sanlucar de Barrameda, el día once de mayo del año de 1544.   Pero la expedición no tuvo buena suerte, pues solo en la travesía hasta las islas Canarias, se hundió uno de los buques con la pérdida de cien hombres y posteriormente, en el cruce del océano, se volvió a perder otro, por lo que al llegar a tierras del río Marañón, le quedaba la mitad de los vasos y menos de la mitad de los hombres.   A su llegada, penetraron en la desembocadura del Marañón, consiguiendo el ascender sobre unas cien leguas, pero al llegar a esta distancia los buques que había atravesado la mar, ya  no podían avanzar más por su mayor calado, por ello lo primero fue el construir un bergantín, que pudiera penetrar por las aguas del río, por lo que se dedicaron de pleno a este trabajo.   En este viaje le acompañaba su esposa, por lo que era a su vez la primera mujer europea que pisaba aquel territorio. En el lugar de la construcción del bergantín, por enfermedades y hambre se perdieron, a cincuenta y siete hombres y por una mala maniobra, otra de las embarcaciones que habían salido de Sanlucar.   Aun así prosiguieron viaje río arriba, pero solo después de recorrer otras treinta leguas más, se perdió el último de los buques de su salida de la Península y con él, se perdieron varios hombres más.   Ante el cúmulo de adversidades, que se le habían ido juntando, a su vez falleció Orellana, teniendo esto lugar en los alrededores de la actual Montealegre en el mes de noviembre del año de 1546.   Por lo que se hizo cargo de la expedición su mujer, que ordenó se pusiera rumbo para alcanzar el mar abierto, consiguiendo el hacerlo y al desembocar el río, poner rumbo a La Española, donde unos meses después consiguieron arribar.   En la Enciclopedia General del Mar, se dice que este relato, es posible conocerlo, gracias al cronista de la expedición fray Gaspar de Carvajal.   Bibliografía:   Carvajal, Fray Gaspar de. Descubrimiento del Río de las Amazonas. EDYM. Valencia, 1992. Facsímil del original, que fue publicado por primera vez, por la Imprenta de E. Rasco, Sevilla, 1894, siendo una tirada de 200 ejemplares y cuyo ejemplar número 198, se conserva en la Biblioteca Nacional, con cuyo permiso se a impreso este facsímil.   Casas, Fray Bartolomé de las.: Historia de las Indias. Biblioteca de Autores Españoles. Ediciones Atlas. Madrid, 1957.   Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Sin iniciales del compilador.   Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 40, 1919, página 255 y 256.   Fernández de Oviedo Valdés, Gonzalo.: Historia General y Natural de las Indias. Edición y Estudio de Juan Pérez de Tudela Bueso. Biblioteca de Autores Españoles. Atlas. Madrid, 1992. Basada en la obra original del año de 1548.   Compilada por Todoavante.