Plantilla:5 de marzo
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* '''1766''' — Don Antonio de Ulloa, fue el primer Gobernador español de Luisiana, llegando en este día a Nueva Orleans. | * '''1766''' — Don Antonio de Ulloa, fue el primer Gobernador español de Luisiana, llegando en este día a Nueva Orleans. | ||
| - | * '''1810''' — En este día se desató uno de esos temporales que no es posible dejarlos en el olvido. Comenzó al amanecer con vientos del S.E., al S., de forma que el abrigo de la bahía Cádiz no era tal, ya que en el mismo fondeadero ni los más valientes podían navegar con los grandes botes de los navíos. Estaban fondeados entre otros los navíos '''''San Ramón''''', '''''Montañés''''', '''''Argonauta''''', '''''Castilla''''', '''''Concepción''''' y la fragata '''''Nuestra Señora de la Paz''''', todos al mando del teniente general don José María de Villavicencio, más la escuadra británica del almirante Puwis, un navío portugués y otros extranjeros, al medio día ya los cables comenzaron a faltar, pidiendo sus comandante socorros para sostenerse, pero era imposible dado que nada se podía hacer. Continuó el fuerte temporal y al día siguiente seis, se vio al navío '''''Montañés''''' mocho y encallado en la boca del río San Pedro, pero no a mucha distancia se encontraban otros cinco buques mercantes en su misma situación, durando todo el día, por ello al amanecer del día siguiente siete, se pudo ver que ya habían entre el Trocadero y el río San Pedro tres navíos españoles, el portugués, una corbeta británica con tropas a bordo y diecisiete buques mercantes encallados, se mantuvo hasta medio la fuerza del viento que comenzó a caer, lo que ya permitió poder acudir en socorro de los necesitados, aunque lo primero fue sacar de la corbeta británica a todos los hombres que transportaba, al mismo tiempo que ir recogiendo náufragos que contantemente estaban pidiendo auxilio. Pero los invasores napoleónicos viendo que los buques estaban a su alcance comenzaron a atacarlos, fue tan contundente el ataque que al navío '''''Montañés''''' no era posible socorrerlo, pensando el mando en darle fuego para impedir que se hicieran con la artillería que portaba, pero los enemigos no lo pensaron mejor, ya que comenzaron a bombardearlos con '''« bala roja »''' así ardieron tres navíos españoles y una fragata, más el navío portugués, por lo que no consiguieron tan preciado material. Se sabe que hubieron muchos ahogados e incluso desaparecidos de todos los pabellones. La fuerza del temporal debió ser extraordinaria, y su larga duración fue en gran parte la causa de tantos siniestros; más no poca debe achacarse al estado de penuria y abandono en que se encontraban nuestros buques: los cables de muchos de ellos estaban en mal estado y no había en el Arsenal para ser reemplazados, las dotaciones eran mínimas, tanto que en algún navío fue imposible sacar la '''« esperanza »''' ''(ancla muy pesada)'', que es muy posible hubiera salvado a más de uno, pero se juntaba que era gente de leva y no expertos de mar, lo que todavía complicó más el problema y aumento los daños, ya que varios de ellos se lanzaron al agua en clara deserción para buscar su salvación olvidando al resto, algo impropio en gente de la mar. Para terminar de completar el panorama tres de los buques eran pontones para los prisioneros napoleónicos, teniendo en sus inmediaciones botes para impedir que se escaparan, al ver los oficiales la posibilidad de que los cautivos picaran los cables, en la seguridad de alcanzar la costa y conseguir la libertad, a pesar de ser casi imposible mantenerse, se dio la orden de doblar la vigilancia, evitando que nada sucediera al estar mejor custodiados. Los navíos que se perdieron fueron, el '''''Argonauta''''', '''''Castilla''''', '''''Concepción''''', '''''Montañés''''' y '''''San Ramón''''' y la fragata '''''Nuestra Señora de la Paz'''''. ([[Páginas Gloriosas de la Marina de Guerra Española|''Cebrián y Saura, J.'']]) | + | * '''1810''' — En este día se desató uno de esos temporales que no es posible dejarlos en el olvido. Comenzó al amanecer con vientos del S.E., al S., de forma que el abrigo de la bahía Cádiz no era tal, ya que en el mismo fondeadero ni los más valientes podían navegar con los grandes botes de los navíos. Estaban fondeados entre otros los navíos [[Ramón,_San_(1775)|'''''San Ramón''''']], [[Montañés_(1794)|'''''Montañés''''']], [[Argonauta_(1796)|'''''Argonauta''''']], [[Castilla_(1780)|'''''Castilla''''']], [[Purísima_Concepción_(1779)|'''''Purísima Concepción''''']] y la fragata [[Paz,_Nuestra_Señora_de_la_(1785)|'''''Nuestra Señora de la Paz''''']], todos al mando del teniente general don José María de Villavicencio, más la escuadra británica del almirante Puwis, un navío portugués y otros extranjeros, al medio día ya los cables comenzaron a faltar, pidiendo sus comandante socorros para sostenerse, pero era imposible dado que nada se podía hacer. Continuó el fuerte temporal y al día siguiente seis, se vio al navío [[Montañés_(1794)|'''''Montañés''''']] mocho y encallado en la boca del río San Pedro, pero no a mucha distancia se encontraban otros cinco buques mercantes en su misma situación, durando todo el día, por ello al amanecer del día siguiente siete, se pudo ver que ya habían entre el Trocadero y el río San Pedro tres navíos españoles, el portugués, una corbeta británica con tropas a bordo y diecisiete buques mercantes encallados, se mantuvo hasta medio la fuerza del viento que comenzó a caer, lo que ya permitió poder acudir en socorro de los necesitados, aunque lo primero fue sacar de la corbeta británica a todos los hombres que transportaba, al mismo tiempo que ir recogiendo náufragos que contantemente estaban pidiendo auxilio. Pero los invasores napoleónicos viendo que los buques estaban a su alcance comenzaron a atacarlos, fue tan contundente el ataque que al navío [[Montañés_(1794)|'''''Montañés''''']] no era posible socorrerlo, pensando el mando en darle fuego para impedir que se hicieran con la artillería que portaba, pero los enemigos no lo pensaron mejor, ya que comenzaron a bombardearlos con '''« bala roja »''' así ardieron tres navíos españoles y una fragata, más el navío portugués, por lo que no consiguieron tan preciado material. Se sabe que hubieron muchos ahogados e incluso desaparecidos de todos los pabellones. La fuerza del temporal debió ser extraordinaria, y su larga duración fue en gran parte la causa de tantos siniestros; más no poca debe achacarse al estado de penuria y abandono en que se encontraban nuestros buques: los cables de muchos de ellos estaban en mal estado y no había en el Arsenal para ser reemplazados, las dotaciones eran mínimas, tanto que en algún navío fue imposible sacar la '''« esperanza »''' ''(ancla muy pesada)'', que es muy posible hubiera salvado a más de uno, pero se juntaba que era gente de leva y no expertos de mar, lo que todavía complicó más el problema y aumento los daños, ya que varios de ellos se lanzaron al agua en clara deserción para buscar su salvación olvidando al resto, algo impropio en gente de la mar. Para terminar de completar el panorama tres de los buques eran pontones para los prisioneros napoleónicos, teniendo en sus inmediaciones botes para impedir que se escaparan, al ver los oficiales la posibilidad de que los cautivos picaran los cables, en la seguridad de alcanzar la costa y conseguir la libertad, a pesar de ser casi imposible mantenerse, se dio la orden de doblar la vigilancia, evitando que nada sucediera al estar mejor custodiados. Los navíos que se perdieron fueron, el [[Argonauta_(1796)|'''''Argonauta''''']], [[Castilla_(1780)|'''''Castilla''''']], [[Purísima_Concepción_(1779)|'''''Purísima Concepción''''']], [[Montañés_(1794)|'''''Montañés''''']] y [[Ramón,_San_(1775)|'''''San Ramón''''']] y la fragata [[Paz,_Nuestra_Señora_de_la_(1785)|'''''Nuestra Señora de la Paz''''']]. ([[Páginas Gloriosas de la Marina de Guerra Española|''Cebrián y Saura, J.'']]) |
* '''1811''' — Hoy se produce un ataque general de las lanchas cañoneras y obuseras, penetrando por todos los canales, pues se estaba librando el combate de Chiclana en la playa de La Barrosa, muy cercano a Santi Petri, encontrándose en ejército napoleónico entre dos fuegos viéndose obligado a retroceder y abandonar la zona. ([[Gloriosas efemérides de la Marina de Guerra Española|''Martínez-Valverde, C.'']]) | * '''1811''' — Hoy se produce un ataque general de las lanchas cañoneras y obuseras, penetrando por todos los canales, pues se estaba librando el combate de Chiclana en la playa de La Barrosa, muy cercano a Santi Petri, encontrándose en ejército napoleónico entre dos fuegos viéndose obligado a retroceder y abandonar la zona. ([[Gloriosas efemérides de la Marina de Guerra Española|''Martínez-Valverde, C.'']]) | ||
Revisión de 09:34 5 mar 2014
- 1329 — Doña Juana II y su marido don Felipe Evreux son coronados reyes de Navarra. (García Luaces, P.)
- 1517 — Francisco Hernández de Córdoba descubre la península de Yucatán, cuando la primera expedición que envía a tierra firme el Gobernador de la Isla Fernandina (Cuba) don Diego de Velázquez, Córdoba desembarcó en Catoche.
- 1535 — Fundación de la ciudad de Trujillo, en el territorio del actual Perú.
- 1576 — Fallece don Luis de Requesens y Zúñiga. General de Mar y Guerra. Comendador mayor de Castilla. Político y Diplomático. Gobernador del estado de Milán. Gobernador de los Países Bajos. Permuto sus apellidos, para conservar el de su madre por estar directamente emparentado con la Casa de los Cardona. En Bruselas a los cuarenta y siete años de edad. Uno de los grandes hombres de Estado que ha tenido España. Por falta de dinero en Flandes, permaneció tres días su cuerpo insepulto.
- 1766 — Don Antonio de Ulloa, fue el primer Gobernador español de Luisiana, llegando en este día a Nueva Orleans.
- 1810 — En este día se desató uno de esos temporales que no es posible dejarlos en el olvido. Comenzó al amanecer con vientos del S.E., al S., de forma que el abrigo de la bahía Cádiz no era tal, ya que en el mismo fondeadero ni los más valientes podían navegar con los grandes botes de los navíos. Estaban fondeados entre otros los navíos San Ramón, Montañés, Argonauta, Castilla, Purísima Concepción y la fragata Nuestra Señora de la Paz, todos al mando del teniente general don José María de Villavicencio, más la escuadra británica del almirante Puwis, un navío portugués y otros extranjeros, al medio día ya los cables comenzaron a faltar, pidiendo sus comandante socorros para sostenerse, pero era imposible dado que nada se podía hacer. Continuó el fuerte temporal y al día siguiente seis, se vio al navío Montañés mocho y encallado en la boca del río San Pedro, pero no a mucha distancia se encontraban otros cinco buques mercantes en su misma situación, durando todo el día, por ello al amanecer del día siguiente siete, se pudo ver que ya habían entre el Trocadero y el río San Pedro tres navíos españoles, el portugués, una corbeta británica con tropas a bordo y diecisiete buques mercantes encallados, se mantuvo hasta medio la fuerza del viento que comenzó a caer, lo que ya permitió poder acudir en socorro de los necesitados, aunque lo primero fue sacar de la corbeta británica a todos los hombres que transportaba, al mismo tiempo que ir recogiendo náufragos que contantemente estaban pidiendo auxilio. Pero los invasores napoleónicos viendo que los buques estaban a su alcance comenzaron a atacarlos, fue tan contundente el ataque que al navío Montañés no era posible socorrerlo, pensando el mando en darle fuego para impedir que se hicieran con la artillería que portaba, pero los enemigos no lo pensaron mejor, ya que comenzaron a bombardearlos con « bala roja » así ardieron tres navíos españoles y una fragata, más el navío portugués, por lo que no consiguieron tan preciado material. Se sabe que hubieron muchos ahogados e incluso desaparecidos de todos los pabellones. La fuerza del temporal debió ser extraordinaria, y su larga duración fue en gran parte la causa de tantos siniestros; más no poca debe achacarse al estado de penuria y abandono en que se encontraban nuestros buques: los cables de muchos de ellos estaban en mal estado y no había en el Arsenal para ser reemplazados, las dotaciones eran mínimas, tanto que en algún navío fue imposible sacar la « esperanza » (ancla muy pesada), que es muy posible hubiera salvado a más de uno, pero se juntaba que era gente de leva y no expertos de mar, lo que todavía complicó más el problema y aumento los daños, ya que varios de ellos se lanzaron al agua en clara deserción para buscar su salvación olvidando al resto, algo impropio en gente de la mar. Para terminar de completar el panorama tres de los buques eran pontones para los prisioneros napoleónicos, teniendo en sus inmediaciones botes para impedir que se escaparan, al ver los oficiales la posibilidad de que los cautivos picaran los cables, en la seguridad de alcanzar la costa y conseguir la libertad, a pesar de ser casi imposible mantenerse, se dio la orden de doblar la vigilancia, evitando que nada sucediera al estar mejor custodiados. Los navíos que se perdieron fueron, el Argonauta, Castilla, Purísima Concepción, Montañés y San Ramón y la fragata Nuestra Señora de la Paz. (Cebrián y Saura, J.)
- 1811 — Hoy se produce un ataque general de las lanchas cañoneras y obuseras, penetrando por todos los canales, pues se estaba librando el combate de Chiclana en la playa de La Barrosa, muy cercano a Santi Petri, encontrándose en ejército napoleónico entre dos fuegos viéndose obligado a retroceder y abandonar la zona. (Martínez-Valverde, C.)
- 1812 — Sitio de Cuautla. Al confluir las fuerzas realistas de Calleja y Llano sobre la población de Cuautla, cerrando el círculo y atacando la población defendida por Morelos. Se inicia formalmente el sitio que durará cincuenta y ocho días. Morelos preparó esta batalla con objeto de batir a Calleja, pues desde el 9 de febrero de 1812 se situó en Cuautla de las Amilpas con unos tres mil hombres, que fueron aumentando al reunírseles otros jefes insurgentes, lo que urgió al virrey Venegas a atacarlo. Calleja salió a combatirlo y el día 17 de febrero acampa en Pasulco a dos leguas de Cuautla. También las fuerzas de los sitiadores eran numerosas. Calleja ataca el día 19 del referido mes y año. Llano llega a reforzar a Calleja el día último del mes e inicia la circunvalación de la población insurgente. El sitio termina el 2 de mayo de 1812, con una duración de setenta y dos días contados desde el ataque del día 19 de febrero.
- 1814 — Don José Miguel Carrera y su hermano don Luis caen prisioneros de Gainza, en Penco, y son encarcelados, en territorio del actual Chile.
- 1836 — Tuvo lugar la gloriosa jornada de Orduña (Vizcaya) protagonizada en exclusiva por los Húsares de la Princesa. El General Espartero, impaciente por socorrer a la Guarnición de Orduña, se adelantó al ejército y al frente de los escuadrones de Húsares arroyó a un batallón y dos escuadrones carlistas, haciéndoles 200 muertos y 170 prisioneros. Murió allí el heroico coronel de Húsares don Pedro Regalado Elio, a quien se concedió la Cruz Laureada de San Fernando y a su Regimiento una Corbata de San Fernando, siendo también laureado el comandante don Juan de Zabalza por su heroica acometividad en el combate.
- 1838 — El ataque carlista a Zaragoza fracasa.
- 1851 — Las fuerzas navales al mando del Marqués de la Solana, terminan por dominar (de momento) a los piratas joloanos, tomando la isla de Joló en el archipiélago de las Filipinas. (Martínez-Valverde, C.)
- 1927 — Botadura del buque-escuela de la Armada Juan Sebastián Elcano en Cádiz.
- 1939 — Queda compuesto y en activo el Consejo Nacional de Defensa. (García Luaces, P.)
- 1940 — El Politburó del PCUS ordena la ejecución de catorce mil setecientos oficiales polacos en el bosque de Katyn. (García Luaces, P.)
- 1953 — Muere Josef Stalin, el mayor genocida de todo el siglo XX. (García Luaces, P.)
- 1954 — El comandante Demetrio Zorita Alonso se convierte en el primer militar español en atravesar la barrera del sonido.
Santoral: San Focio, Eusebio, Adrián, Teófilo, Gerésimo, Juan José de la Cruz y Olivia.
