Ceres (1859)
De Todoavante.es
(Página creada con '==Construcción:== Goleta de hélice, de una clase de 9 unidades, construidas en astilleros españoles. El ministro de Marina Mariano Roca de Togores, marqués de Molins, impu...')
Edición más nueva →
Revisión de 05:36 12 jun 2014
Construcción:
Goleta de hélice, de una clase de 9 unidades, construidas en astilleros españoles. El ministro de Marina Mariano Roca de Togores, marqués de Molins, impulsó la renovación de la Marina, formuló un plan de escuadra a la que pertenecían estas goletas.
Fueron los primeros buques de guerra a hélice en astilleros españoles.
La goleta Ceres fue construida en Cartagena en 1859. Costó 523.601 pesetas.
Desplazaba 553 toneladas. Medía 43 metros de eslora, 7 de manga y 3,30 de puntal.
Con una máquina de 80 caballos nominales de potencia y 160 indicados, alcanzaba una velocidad de 6 a 7 nudos.
Armada con dos cañones lisos de 68 libras (20 cm), montados en colisa. Su dotación era de 81 hombres.
Historial:
En octubre de 1859 fue destinada a la escuadra de operaciones del norte de África. Estaba al mando del teniente de navío don Pedro Ramírez de Isasi.
En 1862 se incorporó a la Escuadra de Instrucción. Estaba al mando del teniente de navío don Emilio Catalá y Alonso. Fue disuelta la escuadra el 12 de junio de 1862, quedando destinada en la base de Ferrol para atender a servicios de guardacostas. Seguía al mando del teniente de navío Catalá.
En 1870 se encontraba al mando del teniente de navío de primera don Marcial Sánchez y Barcáiztegui. En agosto de 1870 es destinada a la estación naval del Río de la Plata, que estaba mandada por el capitán de navío don Miguel Lobo Malagamba. Efectuó trabajos hidrográficos.
En abril de 1870 se trasladó al río Uruguay para defender a los súbditos españoles. En el mes de julio regresó a Montevideo después de la derrota de las tropas insurrectas.
A finales del mes de agosto de 1871 se hizo con el mando de la Escuadra del Sur de América el contraalmirante don José Polo de Bernabé. En 1974 se puso al mando del teniente de navío de 1ª don Ramón Auñón y Villalón. Llegó a Montevideo el 20 de noviembre para hacerse cargo de la goleta.
En agosto de 1875 se hace cargo de la estación naval el capitán de fragata Carrasco. Ordena al teniente Auñón patrullar con la goleta Ceres la cuenca del Río de la Plata ante la posible presencia de buques tripulados por insurrectos cubanos. Ante el recrudecimiento de la guerra civil, Auñón se dirige a Paysandú para proteger a los ciudadanos españoles. Se dirigió al puerto argentino de Concepción el 24 de septiembre, el 2 de octubre arribó a Martín García, dos días después a Buenos Aires y regresó a Montevideo el 7 de octubre. La goleta fue sustituida por la goleta Ligera, regresando a la Península.
En 1879 se encontraba al mando del teniente de navío de primera don Luis de la Pila.
Desde hacía años, y desde la base de Tenerife, se relevaba con la goleta Caridad en las patrullas de la costa del Sáhara Occidental. A finales de noviembre de 1884, desde su base en Tenerife, realizó reconocimientos de la costa del Sahara Occidental, entre Cabo Bojador, al norte, y Cabo Blanco, al sur. La goleta Ceres estaba al mando del capitán de fragata don Pedro de la Fuente, en la que llegó don Emilio Bonelli Hernando, para establecer un asentamiento mercantil en Villa Cisneros, llamado así por Bonelli, el 4 de noviembre de 1884. Hubo varios enfrentamientos con tribus nómadas, matando en 1886 a varios trabajadores y dos marineros de la goleta Ceres, además de quemar el pontón Inés. Bonelli, nombrado comisario regio para el África Occidental, llegó de nuevo a la costa de Río de Oro, a Villa Cisneros, el 26 de agosto de 1885. En esta ocasión, llevaba apoyo militar, creándose una pequeña guarnición puesta al mando del capitán don José Chacon, con un teniente, un alférez, un sargento, tres cabos, un corneta y 20 soldados. En la costa de Río de Oro establecen un asentamiento en Villa Cisneros, y a comienzos de 1885 llega una guarnición de un oficial y 28 soldados.
En 1885 se encontraba al mando del teniente de navío de primera don Mariano Lobo Iglesia.
Fue dada de baja en 1888.
Bibliografía:
Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.
Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.
El Mundo Naval Ilustrado. Año II, nº 27. Madrid, 1º de junio de 1898, página 247.
Ruiz Fernández de Cañete, Pilar.: “Don Miguel Lobo Malagamba en la escuadra del Pacífico, 1868-1871”. Revista de Historia Naval. Año 1993, nº 41, páginas 83-84.
VV.AA.: El Buque en la Armada española. Editorial Silex. Madrid, 1999, página 292.
Compilada por Santiago Gómez.