Tiscar y Pedrosa, Antonio Biografia
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Biografía de don Antonio Tiscar y Pedrosa
Jefe de escuadra de la Real Armada Española.
Orígenes
Vino al mundo en la población de Aguilar de la Frontera, actual provincia de Córdoba en 1767, sus padres fueron don Alonso Tiscar Carrillo y Valle, y doña Juana Pedrosa y Prieto.
Hoja de Servicios
Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 14 de septiembre de 1784. Expediente N.º 1.786.
Al aprobar el examen teórico se le ordenó en 1786 embarcar sucesivamente en los jabeques Lebrel, San Antonio y San Felipe, realizando cruceros en corso y transportando pertrechos a los presidios norteafricanos, al arribar de uno de ellos se le notificó su ascenso del 5 de marzo de 1787 a alférez de fragata, pasando embarcado al navío San Francisco de Asís incorporado a la escuadra de instrucción navegando por el Mediterráneo, permaneciendo hasta recibir la orden de trasbordar a la fragata Liebre en 1790, zarpando con rumbo al Callao.
Encontrándose en el mar del Sur se le entregó la Real orden del 12 de julio de 1790 con su ascenso al grado de alférez de navío, se mantuvo en cruceros sobre aquellas aguas y en comisión de transportar caudales a Panamá hasta septiembre de 1794, por recibir la orden en el Callao de trasbordar a la fragata Santa Rosalía, zarpando con rumbo a Montevideo embarcando caudales, al arribar quedó unido el buque a la división del capitán de navío don José Ruiz Huidobro, con la que regresó a la bahía de Cádiz, donde se le entregó la Real orden del 22 de noviembre de 1794 comunicándole su ascenso al grado de teniente de fragata.
Se le ordenó trasbordar en septiembre de 1796 al navío San Francisco de Asís, zarpando en cruceros manteniendo el 13 de enero de 1797 un combate a unas diez leguas de la bahía de Cádiz contra dos fragatas británicas del una del porte de 40 cañones, otra de 34 y una corbeta de 26, las cuales fueron rechazadas sufriendo graves daños dos de ellas, puesto en conocimiento de S. M., le fue entrega la Real orden del 4 de febrero siguiente, en la que se le considera acreedor como al resto de oficiales del buque de las gracias Reales, el 26 de marzo se le ordena trasbordar a la fragata Diana practicando un crucero, siéndole dada la orden del 25 de noviembre seguido de trasbordar al navío Soberano incorporado a la escuadra del general don José de Mazarredo, quedó bloqueado en la bahía de Cádiz, hasta el 5 de febrero de 1798 por levantarse un duro temporal se vió obligado el contralmirante británico Nelson a abandonar el bloqueo, aprovechando el momento de desconcierto en la enemiga, el general al mando ordenó su persecución, permanecieron ocho días en la mar sin obtener resultado alguno, por ser más rápidos los buques enemigos al llevar sus obras vivas forradas de cobre.
El 1 de octubre siguiente trasbordó a la fragata Nuestra Señora de la Asunción, perteneciente a la división de don Manuel Emparan, zarpando el 20 de diciembre con destino a Surinan, fondeando de regreso en Ferrol el 17 de julio de 1799, pasando el buque a la división de don Antonio Pareja, donde se mantuvo en cruceros por el Cantábrico, se encontraba en éste arsenal al ser atacado por los británicos el 25 de agosto de 1800, siendo destinado al mando del bote de su fragata armado en cañonero para hostigar a los enemigos, los cuales viéndose en mala situación decidieron abandonar para mejor ocasión su intención de dar al fuego a los buques españoles fondeados, por ello en la playa de Domiños se encontraron con toda la artillería abandonada el 27 seguido, recibiendo la orden de trasbordar al navío San Agustín.
En 1801 zarpó la escuadra de don Juan José Moreno con rumbo a la bahía de Cádiz, al llegar se le dió la orden de proseguir a Algeciras para socorrer a la escuadra francesa del contralmirante Linois bloqueada por la británica del almirante sir James Saumurez, la noche del 12 de julio fue cerrada con muy poca visibilidad, siendo aprovechado por el navío británico Superb a quien le acompañó la suerte en forma de una racha de viento de Levante, consiguiendo acercarse todo lo posible al Real Carlos, descargando casi simultáneamente toda su artillería por la aleta de popa estribor del navío español, pero algunos de los proyectiles fueron a impactar por la cercanía a la que se encontraba en el San Hermenegildo, el cual al recibirlos pensó que algún enemigo estaba a su altura aprovechando la oscuridad casi completa, viéndose atacado ordenó abrir fuego, pero éste fue a dar de lleno en el Real Carlos, éste a su vez al ser atacado pensó lo mismo que su compañero, por ello los dos arribaron sobre el otro, llegándose a lanzar granadas de mano y frascos de fuego, provocando un gran incendio en el Real Carlos, el cual alumbró la escena y nadie se podía creer lo que veían sus ojos, dos navíos de tres baterías españoles se habían atacado hasta aniquilarse mutuamente, pues el fuego en el San Hermenegildo era incontrolable, su navío arribó el 29 siguiente a la bahía de Cádiz, donde se le entregó el mando de la cañonera número 8 del apostadero de Sevilla, saliendo en varias ocasiones a proteger el tráfico marítimo, recibiendo la orden del 19 de noviembre seguido de desembarcar.
El 15 de febrero de 1802 embarcó en el navío Oriente, trasbordando el 20 siguiente al Santo Domingo, zarpando con rumbo a Cartagena de Indias en un tornaviaje, fondeando de regreso el 19 de febrero de 1803, entregándole la Real orden del 5 de octubre de 1802 con su ascenso al grado de teniente de navío recibiendo la orden de desembarcar el 4 de abril seguido, por Real orden del 28 de julio consecutivo fue nombrado ayudante del general del Departamento, permaneciendo hasta el 25 de enero de 1804, al ser elegido oficial de órdenes de la división naval con base en el apostadero de Puerto Cabello, zarpó en el bergantín Argos con rumbo a su destino, donde estuvo en sus aguas hasta el 28 de abril de 1806 al amanecer de éste día se presentaron los bergantines españoles Argos, al mando del teniente de navío don Joaquín Blanco en conserva con el bergantín-goleta Celoso impidiendo con sus fuegos el desembarco y capturando las dos goletas Bacchus y Bee y sesenta prisioneros, siendo trasladados a Puerto Cabello, mientras el bergantín Leander huyó a Bonaire.
El 23 de abril de 1808 por orden de su Jefe zarpó en comisión secreta para vigilar la costa de sotavento, permaneció un tiempo en su observación, regresando a su base de Puerto Cabello dando el parte de los movimientos enemigos.
Al producirse el levantamiento insurgente fue hecho prisionero siendo encerrado en el castillo de San Felipe de Puerto Cabello, donde permaneció tres meses siendo sacado y transportado a La Guaira, en un descuido de sus vigilantes pudo fugarse presentándose en San Juan de Puerto Rico.
Por Real orden del 29 de diciembre de 1810 se le destino a las órdenes directas del capitán general de Venezuela, pasando a Maracaibo el 11 de mayo de 1811, donde se le entregó la Real orden del 24 seguido con su ascenso al grado de capitán de fragata, el 2 de agosto siguiente se le otorgó el mando de la goleta Amistad, incorporada a la división de don José Rodríguez de Arias en las costas de Caracas, formada por la fragata Cornelia, corbeta Príncipe, bergantín-goleta Inés y paquebote Carlota, a cuyo bordo realizó varias campañas siendo nombrado su Jefe por ausencia del propietario, causada por que su insignia la Cornelia hacía mucha agua, viéndose obligado a arribar al apostadero de la Habana para un calafateado, al concluir el repaso del casco retomó el mando el 21 de noviembre seguido.
El 20 de diciembre de 1812 se le otorgó el mando de mil hombres, pasando a tierra en la zona de Casenares para evitar caer en manos insurgentes algunas poblaciones, permaneció al mando hasta el 12 de agosto siguiente, por haber sido nombrado comandante de Marina de la provincia de la Guayana por Real orden del 28 de junio próximo pasado, permaneciendo unos días, pues recibió la orden de embarcar de transporte en el bergantín particular Ballesteros, arribando a la bahía de Cádiz el 3 de septiembre seguido, quedando desembarcado en el Departamento.
Por Real orden del 19 de noviembre de 1818 fue nombrado segundo del navío San Telmo, pasando a tomar el mando el 4 de abril del Alejandro I (ex-ruso), zarpando la división al mando del brigadier don Rosendo Porlier el 12 de mayo de 1819 con rumbo al Callao, su navío comenzó a hacer agua, viéndose obligado a pedir permiso para retornar al puerto de partida cuando ya se había pasado al línea equinoccial, logran arribar el 19 de agosto después de cien angustiosos días de mar, el buque pasó al Arsenal donde fue repasado, entregándole la Real orden del 12 de agosto próximo pasado con su ascenso al grado de capitán de navío, quedando incorporado a la escuadra de don Francisco Maurelle, en preparación para salir con rumbo a Tierra Firme, pero el 1 de enero de 1820 se produjo el levantamiento de Riego en la población de Cabezas de San Juan, quedando sin efecto el proyecto de poder acudir con más fuerzas a combatir a los insurgentes, permaneció al mando del navío hasta el 15 de noviembre seguido, por pasar a desarme el buque.
Por Real orden del 11 de julio de 1825 se le nombró subinspector de pertrechos del Arsenal de La Carraca, donde estuvo en su puesto hasta el 13 de diciembre siguiente.
Por Real orden del 14 de febrero de 1826 se le otorgó el mando del navío Soberano, permaneciendo hasta el 15 de junio de 1827 quedando desembarcado, por Real orden del 15 de febrero de 1829 fue nombrado capitán del puerto de Cádiz, encontrándose en este destino se le entregó la Real orden del 30 de octubre de 1830 con su ascenso al grado de brigadier, continuó en su cargo hasta 1832, el periodo marcado por reglamento de tres años.
Por Real orden del 5 de febrero de 1834 fue nombrado vocal de la Junta Superior del Gobierno de la Armada, pasando a Madrid para ocupar su destino, hasta el 28 de noviembre de 1835 por ser disuelta la Junta, pasando a su Departamento de destino con capital en la ciudad de Cádiz.
Se le nombró Comandante del Tercio Naval de Málaga, al mismo tiempo que director del Colegio de San Telmo en la misma ciudad, estando aquí se le entregó la Real orden del 22 de octubre de 1843 con su ascenso al grado de jefe de escuadra, siendo exonerado de sus destinos quedando exento de destino; por tener cumplidos los requisitos de la Orden de San Hermenegildo, le fue otorgada la Gran Cruz, falleciendo en la misma ciudad en 1845, cuando contaba con setenta y ocho años de edad, de ellos sesenta y uno de buenos servicios.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.
VV. AA.: Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Espasa-Calpe. Madrid, 1928. Tomo 62, pág. 91.
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