Colon, Cristobal Biografia
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Fernández de Navarrete, Martín.: Viajes de Cristóbal Colón. Calpe. Madrid, 1922. | Fernández de Navarrete, Martín.: Viajes de Cristóbal Colón. Calpe. Madrid, 1922. | ||
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Sin autor.: Viajes y Testamento de Cristóbal Colón. Lerner Printing. Madrid, 1986. No Venal. | Sin autor.: Viajes y Testamento de Cristóbal Colón. Lerner Printing. Madrid, 1986. No Venal. | ||
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Orígenes
No se sabe donde ni cuando nació con seguridad. Al parecer él ya era conocedor del dicho: Mientras alguien te recuerde no estás muerto. Supo en vida llevarlo a la práctica y nunca permitió que nada a acerca de él ni de su familia se supiera, así a parte de su gran logro siempre estaría en boca de alguien sembrando la duda, por lo que se cumplía el dicho a la perfección.
Es muy probable, por las diferentes lenguas que hablaba a parte del latín, que naciera en algún territorio perteneciente al entonces Sacro Imperio Romano Germánico, o en capital o pueblo muy cercano a él.
No vamos a realizar una biografía de este navegante, ya que de él hay cientos y por mejores plumas que la nuestra, solo lo traemos aquí para que se sepa algo sobre él que no está muy difundido, al mismo tiempo que hacer unas aclaraciones sobre su vida, siempre a nuestro juicio, que no implica por ello estar en la total seguridad de que así sea, ya que por lo dicho ya se encargó don Cristóbal de no dejar nada claro.
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Explicar que fue un descubrimiento español. Primero, porque el mismo Colón se nombra vasallo de los Reyes Católicos. Segundo, porque la navegación del descubrimiento se hizo con aportaciones económica españolas, ya que a la Reina doña Isabel le prestó el dinero para ella un judío valenciano llamado don Luis de Santángel; pero lo tercero y más importante, fue el incondicional apoyo que encontró en Martín Alonso Pinzón, en su hermano Vicente Yáñez Pinzón y en el propio dueño y piloto de la renombrada Santa María, Juan de la Cosa, que gracias a ellos se pudo encontrar a los suficientes marineros para realizar los trabajos de abordo en el primer viaje, sin ellos por mucho dinero que hubiera puesto el resto del mundo nada se hubiera conseguido.
Sin olvidar en absoluto, que los tres nombrados también pusieron sus partes económicas para llegar a la cantidad exigida por don Cristóbal, a unos les salió bien y a otros no tanto y a pesar de ser casi toda la tripulación de los tres bajeles amigos de sus respectivos capitanes, hubieron sus más y sus menos por el comportamiento de Colón, ya que éste iba restando leguas recorridas en la bitácora de la nao, dejando a la vista éstas y no las reales que las apuntaba en su diario, ya que él no estaba muy seguro de la distancia a recorrer.
A pesar de esto, Colón murió pensando que había llegado a la India, cuando el mismo Juan de la Cosa, sabía que era imposible por las cifradas dadas por pilotos portugueses, punto de desacuerdo perpetuo entre los dos, porque por ejemplo Colón se mantuvo en la certeza de explicar que la isla de Cuba, la cual él no terminó de bojear y por lo tanto caer en la cuenta que era una más de las islas, por lo que siguió pensando que era el principio de la India; mientras que Juan de la Cosa, mantenía que le faltaba un tercio de la superficie del planeta, para alcanzar por poniente la India. Esto se tradujo en lo bien tratado que queda la Cosa, por Colón en todos sus escritos, ya que le llevó la contraria y eso no era del agrado de don Cristóbal. Pero don Juan era lo que hoy llamaríamos un científico y don Cristóbal, un posible buen navegante con mucha información que sacó al igual que Martín Alonso Pinzón de la Biblioteca Vaticana.
Por esta misma razón, don Martín fue el primer apoyo de verdad que encontró Colón en todos los países a los que había enviado sus documentos para que le financiaran la empresa. A lo que se unió su Fé en la iglesia de Roma, que por ser compartida de lleno por los Monarcas españoles le facilitó el acceso, pero eso no le libró de pasar por algunas dificultades que encontró al principio dado que don Fernando no era fácil de engañar, pero perdió la partida o la ganó España, al ponerse de parte de Colón la Reina doña Isabel, ahí ya don Fernando tuvo que rendir sus armas, porque si tozudo era él, la Reina no le iba a zaga y o lo hacían entre los dos o lo hacía sola, a pesar de ello, el descubrimiento siempre se le ha atribuido al reino de Castilla.
Hay que recordar que España aún no estaba unida a pesar de la leyenda escrita de que se unió al expulsar a los musulmanes del Reino de Granada, pues había un Rey en cada Reino de los dos principales y el de Navarra seguía siendo independiente. Incluso añadir, que tampoco lo estuvo unida con don Carlos I, excepto por un corto periodo de tiempo, ya que doña Juana I ‹ La Loca ›, fue Reina de Castilla hasta su fallecimiento, ya que había sido proclamada por las Cortes Castellanas, su padre don Fernando fue Regente de Castilla y el que ordenó invadir el Reino de Navarra al 2º Duque de Alba, quien terminó la conquista el día veinticinco de julio del año de 1512.
El todopoderoso Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (no de Alemania como se nos ha hecho creer, pues no existía como país unido en ésa época), es curioso que siempre que firmaba en documentos referentes al Reino de Castilla lo hacía como « La Reina y Yo » y las frías cifras lo dicen más claro, ya que la Reina doña Juana fallecía en Tordesillas el día doce abril del año de 1555 y don Carlos abdicó ese mismo año el día veintidós de octubre en Bruselas, de sus estados de Flandes y Brabante en su hijo Felipe, y el día dieciséis de enero del año de 1556 en la misma capital, sus estados de España e Indias y de la península Itálica, igualmente en su hijo ya Rey de España don Felipe II, así que solo fue Rey de España algo menos de diez meses, lo que demuestra que no quiso dejarle a su hijo la herencia de su abuela como Reina de Castilla y esperó a que su madre faltara.Sabemos que realizó cuatro viajes a las Indias, el descubrimiento; zarpó del puerto de Palos de Moguer el viernes día tres agosto del año de 1492, con los tres buques; la nao Santa María, y las carabelas Pinta y Niña, divisó la isla de Guanahaní, la cual fue bautizada como San Salvador, era la primera costa y el día doce de octubre del mismo año, después de bojear algunas islas retornó a la Península, haciéndolo en el mismo puerto de salida por culpa de los vientos contrarios el día quince de marzo del año de 1493.
El segundo: Zarpó de la bahía de Cádiz el día veintiséis de septiembre del mismo año de 1493, con una flota de diecisiete buques, de los que cinco eran naos y doce carabelas, regresando a la bahía de Cádiz el día once de junio del año de 1496, con doce velas de las que salió. Hay que hacer notar, que en este regreso llegó a la Península el primer buque construido en las Indias, la carabela Santa Cruz, que al llegar se hizo famosa con el nombre de La India, siendo acompañada por la Santa Clara. Colón llego en un estado deplorable de salud, muy abatido por todo lo que había sucedido en este viaje, sobre todo por saber el trafico con los indígenas por su hermano Bartolomé, razón suficiente para que se incumplieran las órdenes de la Reina doña Isabel y si ella se disgustaba por tal comportamiento, Colón no lo iba a pasar muy bien y podía dar al traste con la colonización de las Indias.
El tercero: Zarpó de Sanlúcar de Barrameda el día treinta de mayo del año de 1498, con solo seis buques, siendo cuatro naos y dos carabelas, ya que se había corrido la voz de los problemas anteriores y al no tener seguridad en sus vidas y haciendas, fueron muy pocos los que salieron en él. Hay que decir que entre las dos fechas mantuvo fuertes controversias con Fonseca, lo que podo después dejaría un mal sabor de boca a Colón y sus hermanos. En este viaje es cuando realmente descubre el continente, ya que bojeando el posterior golfo de Paria por su Oeste y al Este la isla de Trinidad, pero por las corrientes de los grandes ríos que allí desembocan creyó que los salientes que veía no eran otra cosa que más islas.
Los Reyes enviaron a don Francisco de Bobadilla a La Española, arribando el día veintitrés de agosto del año de 1500 y no se comportó como debía, pues curiosamente solo atendía a quienes culpaban a Colón y sus hermanos, por lo que decidió cargarlos de cadenas y embarcados en la carabela La Gorda, al mando de don Andrés Mártir, yendo como custodio de los hermanos Colón el caballero don Alonso Villejo, que era una gran persona y como del buque no podían escapar, estando ya en alta mar le quiso quitar los grilletes, a lo que el Almirante se negó, ya que como lo habían mandado los Reyes, él quería presentarse tal cual iba ante ellos, como muestra del agradecimiento que le tenían. De hecho pidió que los guardaran y que se los pusieran en tu tumba, pero no fue así, al parecer los conservó su hijo Fernando quien sí los conservó y siempre colgados a su vista. Zarparon a principios del mes de octubre, el viaje fue rápido arribando el día veinticinco de noviembre del año de 1500, su llegada fue comunicada a los Reyes y éstos mandaron entregarle dos mil ducados para que se presentara en la Corte como lo que era, el Almirante de las Indias, así llegó a la presencia de los Monarcas el día diecisiete de diciembre del año de 1500.El cuarto: Se le concedió la Real Cédula con fecha del día catorce de marzo del año de 1502, la expedición se componía de dos carabelas y dos navíos, una a su mando, otra al de su hermano Bartolomé y uno de los navío al de su hijo Fernando, zarpando de la bahía de Cádiz el día once de mayo del año de 1502. La carabelas eran iguales del porte de setenta toneladas, nombradas Capitana y Santiago de Palo; los dos navíos del porte de cincuenta toneladas, llamados Gallego y Vizcaíno. Regresando a Sanlúcar de Barrameda el día siete de noviembre del año de 1504 ya muy enfermo.
Hay que dejar claro, que el Almirante a pesar de su fama de excelente navegante, (aunque nunca dijo que hubiera estado al mando de bajel alguno), cosa que no vamos a poner en duda; pero daremos unas cifras que pensamos es interesante conocer. Como queda dicho Colón llevaba dos diarios de abordo, uno a la vista de todos y el secreto, con los datos del secreto, para él la isla de La Española se encontraba, contando desde la isla de la Gomera, a mil ciento veintiuna leguas, lo que la sitúa en el meridiano 84º de longitud Oeste, pero los pilotos de las tres naves sacaron sus números y como eran mejores conocedores del andar de sus buques, dieron las siguientes: Sancho Ruiz, de la Santa María, dio novecientas noventa y dos leguas, lo que la sitúa en el meridiano 76º de longitud Oeste; la de Juan Niño, de la Niña: da novecientas setenta y ocho leguas, lo que la sitúa en el meridiano 76º de longitud Oeste y Cristóbal García Sarmiento, de la Pinta, da novecientas sesenta y dos leguas, lo que la sitúa en el meridiano 75º de longitud Oeste. Todas estas medidas están sacadas con respecto al meridiano actual de Greenwich, pero de todos ellos lo que asombra es la distancia que anota el piloto de la Pinta, ya que la situación real de la isla está en el meridiano 74º 30’ de longitud Oeste, por lo que para la época éste piloto debía de pasar a la historia, por su extraordinario conocimiento y ojo al tomar el andar de su carabela.
Por Real cédula del día catorce de febrero del año de 1504 quedó fijada la responsabilidad del tráfico marítimo con Indias con la creación de la Casa de Contratación, solo en el periodo entre este año y del fallecimiento de don Fernando de 1516, tuvo el siguiente movimiento ya contrastado, sin contar los anteriores entre 1493 y 1503. Velas que salieron de Sevilla a Indias; doscientas ochenta una, transportando veintisiete mil quinientas cincuenta toneladas. Velas que salieron de Indias con rumbo a la Península; doscientas veintiocho, transportando veintidós mil seiscientas cincuenta toneladas. El año de mayor movimiento de Sevilla a Indias, fue el de 1508, siendo cuarenta y cinco velas y cuatro mil cuatrocientas toneladas transportadas. El año de mayor movimiento desde Indias a Sevilla fue el de 1514, con cuarenta y siete velas y cuatro mil setecientas toneladas. Quedando ya afianzada la conexión entre ambos mundos. Pero al mismo tiempo se observa, que al principio el descubrimiento costó mucho dinero a España y solo se ve un cambio favorable a partir del año de 1514.
Sobre la vida del almirante hay tanto escrito que no nos parece de recibo empezar en sí un biografía tal cual se entiende, ya que las plumas que figuran en la bibliografía son suficiente muestra de por quienes están escritas y nosotros no formamos parte ni siquiera de la quilla de esos majestuosos buques, por esta razón solo hemos escrito una somera relación de sus cuatro viajes, pero sí queremos añadir algo más que nos parece de vital importancia, ya que posiblemente sea el verdadero legado de Colón a la posteridad, sin negar en ningún momento sobretodo su primer viaje, que no es otra cosa que la Carta que escribió a los Reyes Católicos dándoles la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo.
Este documento fue impreso, (después de muchos estudios sobre él) en el mes de abril del mismo año de 1493, por los impresores barceloneses Pere Posa y Pere Bru, posteriormente el impresor italiano Giuliano Dati, la imprimió el día quince de junio del mismo año, ésta si lleva la fecha impresa y por eso se sabe hasta el día, pero en la española no se puso, aunque se sabe que los Reyes la dieron a la imprenta casi nada más leerla, ya que era una noticia muy importante y el pueblo debía de conocerla. Posteriormente se conoce una segunda edición impresa en Valladolid, por don Pedro Giraldi y Miguel de Planes, fechada en el año de 1497, ésta se tiro en 4º menor lo que la diferencia de la primera por ser de mayor tamaño el papel y se le conoce como la ‹ Ambrosiana ›, pues formaba parte de la biblioteca del barón Pietro Custodi y a su muerte pasó a la Biblioteca Ambrosiana de Milán.
Todo este prefacio es para llegar al punto de valoración del documento, porque el librero de París, J. Maisonneuve puso a la venta una de la edición Príncipe en el año de 1889, siendo el número 53 de su catálogo y por un precio de 65.000 francos. Para comparar esta cantidad hay que mencionar que en el mismo catálogo figura la Biblia de Gutenberg, 1450-55, la llamada de las 42 líneas, de dos volúmenes con más de trescientos folios cada uno, por el importe de salida de 2.500 francos. Hay que tener en cuenta que la carta de Colón solo tiene cuatro páginas en dos hojas en 4º mayor. Lo que significa que a fecha de 1947, la Carta de Colón tendría un valor de quinientos millones de pesetas y sabiendo el coste de la vida en ese año en España, actualizándolo a fecha del año 2010, el documento podría estar valorado en algo más de mil millones de €uros, cifra astronómica por cuatro pagina de papel. De aquí y aparte el gran valor del documento por su lectura, es por lo que a continuación lo transcribimos íntegro.
Anima [1] que venia dentro de la Carta.
Despues d’esta escripto, y estando en mar de Castilla, salió tanto viento conmigo sul y sueste que me ha fecho descargar los navios. Pero corri aquí en el puerto de Lisboa hoy, que fue la mayor maravilla del mundo, adonde acorde escribir á sus altezas. En todas las Yndias he siempre hallado los temporales como en mayo; adonde yo fui en XXXIII días, y volvi en XXVIII salvo que estas tormentas me han detenido XIIII días corriendo por esta mar. Dicen acá todos los hombres de la mar que jamás hubo tan mal invierno ni tantas perdidas de naves.
Fecha á IIII días de marzo.
Esta Carta envió Colón al Escribano de Ración
De las Islas Halladas en las Indias: Contenida A
Otra de Sus Altezas.»
De este documento se sabe que fue recibido por tres personas, por lo que hay tres cartas, la primera como indica, es al Escribano de Ración, que es Oficio de la Casa Real de Aragón, con su equivalente en Castilla como Contador Mayor, dándose la coincidencia, que el que la recibió por estar en ese cargo fue el mismo don Luis de Santángel, quien en su momento prestó el dinero a la corona de Castilla. La segunda la recibió el clérigo aragonés Aliander o Leander de Cosco, quien la tradujo al latín, pero no firmó como a tal sino como Gabriel (en otras como Rafael) Sánchez, y que a pesar de estar en otro idioma, casi no se puede distinguir de la del castellano, y la tercera el poeta Giuliano Dati, que la configuró como poema para ser cantada en las grandes fiestas de los distintos reinos de la península itálica, figurando en la estrofa 23 del mismo: ‹questa pistola mafna…dexpofano scrita a re dispagna› (Esta gran carta escrita por Cristóbal al Rey de España) Así como la que les llegó a los Reyes Católicos.
Hay algún autor, que menciona que esta carta se debe de considerar como la primera crónica de una gran noticia, a forma de cualquier primera página de un diario actual, ya que se imprimieron miles y en poco tiempo era conocida en todos los países de Europa. Además de ser una noticia, que movió al continente europeo por completo, tanto que solo unos meses después ya salió un buque inglés a buscar más tierras y el paso del Norte, pero regresó pronto y nada encontró.
Ya el día diecinueve de mayo del año de 1506 encontrándose en la ciudad de Valladolid, otorgó testamento ante notario; al parecer existen otros y de ahí los problemas de la herencia, pero no están ratificados por la firma de ninguna persona que lo validara como a tal. Su testamento de una larga extensión, más que hablar de sus bienes y su reparto, es casi una oda de su persona, vivencias y descubrimiento, aunque hay que destacar en honor a la verdad, que se acordó de alguien muy personal y a quien de haber sido otra mujer lo hubiera pasado muy mal, pues ordena a sus hijos y hermano que la cuiden mucho por: «como persona en quien soy en tanto cargo», que no era otra que la doncella doña Beatriz Enríquez de Arana, con quien tuvo a su hijo Fernando o Hernando. Del resto de los repartos se hace notar con la orden de enviar unas cantidades a varios amigos genoveses.
El día veinte de mayo del año de 1506, estando en la misma cama en la que el día anterior dictó su testamento, se le agravó la gota y otros males entregando su alma a Dios.
Por lo que dicen, era más bien alto para la época y su constitución física acorde con ella, de cara alargada, mejillas algo altas, nariz aguileña, ojos claros, cabello rubio, aunque pronto se le hizo cano, con sus hijos era tierno, cariñoso y delicado, al igual que con sus mujeres, causado por ser una persona enamoradiza, lo que dice mucho de su forma afectuosa de ser, afable con los extraños, muy agradable con los amigos, modesto, mesurado en el comer y beber, y nunca juraba o prometía, a pesar de ser un gran devoto de la Iglesia. Las Casas dice: «de aventajada estatura, su rostro largo y grave, las canas y la nariz aguileña y los ojos claros; representaba en su persona y aspecto venerable, persona de gran estado y autoridad y digna de toda reverencia»
Como decíamos al principio, la figura de don Cristóbal Colón está inmersa en una nebulosa difícil de atravesar, la carencia de documentos anteriores a su aparición en España sobre él, no permiten averiguar nada al respecto, solo aquellas cosas que él decía, como que estaba ya más de cuarenta años en la mar habiendo visitado y navegado por todos los mares conocidos. Bien es verdad, que supo regresar, que a nuestro entender era mucho más complicado que ir, ya que debía saltar varios paralelos con rumbo Norte para que pudiera hacerlo y esto al parecer él si lo sabía. Ésta es la grandeza de esta persona, ya que los que algo sepan de náutica, el regreso de las islas Filipinas al virreinato de Nueva España por el océano Pacífico supuso una serie de fracasos anteriores, hasta que Fray Andrés de Urdaneta le dio una solución. En cambio en este primer viaje de Colón no hubo fracaso de navegación, lo que demuestra que algo si sabía e incluso que como algunos autores escriben, ya había estado en esas tierras, bien por llevarle algún temporal, bien por los documentos sacados del Vaticano, pero sí supo regresar.
Por su proceder, deja claro que él no era persona dada a obedecer a algún Rey y solo obedeció cuando encontró el apoyo de la reina Isabel, lo que nos hace pensar, que su silencio sobre su nacionalidad fuese muy premeditado, siendo solo español por haber recibido el bien para su nombre y el de sus descendientes, si esto lo hubiera conseguido de cualquier otro país a los que presentó su proyecto, a él hubiera pertenecido.
Nos parece, que está afirmación es la que él hubiera querido, ser recordado sólo por sus hechos y crear esa aureola que le hiciera inmortal. Cualquier otro intento de apropiación de su nacionalidad venga de donde venga, pensamos que a él nada le importaba, porque tenía muy claro que pertenecería a quien le diera la fama y fortuna, eso solo lo consiguió con España.
Notas
- ↑ Esta palabra de Anima, no se sabe muy bien porque la puso, ya que no tiene nada que ver con el documento, aunque según investigaciones posteriores, lo que indica es: Nema, Sello o Prostcriptum.
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