Argonauta (1796)
De Todoavante.es
Características:
Siguiendo los planos de Romero Landa, el ingeniero Julian Martín de Retamosa los mejoró y con ellos se realizaron los navíos de 80 cañones Neptuno y Argonauta, considerados los mejores navíos que se han construido en el siglo XVIII en toda Europa. Botado en Ferrol en 1796, fue el último navío de línea salido de astilleros españoles.
Medía 52,8 metros de eslora, 48 metros de quilla limpia, 14,7 metros de manga y 6,4 metros de puntal, 1.650 toneladas. En pies de Burgos medía 179 pies de quilla limpia, 200 pies de eslora, 54 de manga, 26 y 3 pulgadas de puntal, 27 de plan, 26 y 2 pulgadas de calado a popa, 24 y 8 de calado a proa. Armado con 84 cañones, 30 de a 24 libras, 32 de a 18, 18 de a 8 y 4 obuses de a 18 libras.
Historial:
Una vez entregado a la Armada, en octubre de 1798, es incorporado a la escuadra del departamento del Ferrol. Al mando de don Juan Herrera Dávila pertenecía a la escuadra del teniente general don Francisco Melgarejo. Zarpó de Ferrol el 28 de abril de 1799 con la escuadra de Melgarejo para unirse en Rochefort a otra francesa con la debían apoyar una supuesta sublevación en Irlanda. Todo fue un engaño, ya que al llegar a puerto francés no había ninguna escuadra francesa lista para tal empresa, quedando la escuadra bloqueada por buques británicos.
Después de rechazar varios ataques enemigos, recibió Melgarejo la orden de zarpar y unirse en Brest a la escuadra combinada de Mazarredo y Bruix. La base francesa estaba bloqueada y Melgarejo no puede entrar en Brest, toma rumbo sur y consigue entra en Ferrol en día 11 de septiembre de 1799.
Dos meses después, el 18 de noviembre de 1799, realiza una salida con la escuadra, compuesta por los navíos Argonauta, Monarca, San Agustín, fragata Paz y bergantín Vivo, mandada en esta ocasión por el teniente general don Juan Joaquín Moreno, que había sustituido a Melgarejo, para efectuar un crucero por las costas gallegas.
Se encontraba en Ferrol con la escuadra al mando del teniente general don Juan Joaquín Moreno cuando la plaza es atacada por una escuadra británica el 25 de agosto de 1800, estando al mando del capitán Herrera Dávila. La tripulación del Argonauta tomó parte activa en el rechazo de la fuerza expedicionaria británica, teniendo lugar varios encuentros conocidos como combate de Brión.
Todavía al mando del capitán de navío Herrera Dávila se encuentra en el combate del Estrecho el 12 de julio de 1801 con la escuadra del teniente general Moreno cuando navegaban desde Algeciras a Cádiz con la escuadra francesa al mando de Linois.
El 13 de noviembre de 1801 zarpa rumbo a América al mando de su comandante el brigadier don José Justo Salcedo para comunicar la noticia de la paz. Recala en San Juan de Puerto Rico y en la Habana el 23 de diciembre. Llega finalmente a Veracruz el 30 de diciembre de 1801 y desembarca 4.000 quintales de azogue, hierro, papel y otras mercancías. Realiza posteriormente varios cruceros por la costa de Tierra Firme, tocando en Cartagena de Indias, La Guaira y Puerto Cabello. En enero de 1802 se encontraba en el puerto de Veracruz al mando de Salcedo, regresando a Cádiz cargado de caudales el 2 de abril de 1802.
Con la escuadra del teniente general don Domingo de Nava llega a Barcelona el 4 de octubre de 1802, donde desembarca a los reyes de Parma, venidos de Italia. Iba el navío Argonauta acompañado del navío Reina Luisa y las fragatas Santa Casilda y Flora.
Entre el 11 de diciembre de 1802 y el 28 de mayo de 1803 se encuentra al mando del brigadier don Francisco Javier de Uriarte y Borja. Cuando se encontraba en Cartagena, es puesto al mando del brigadier don Rafael Hore y Dávila el 8 de octubre de 1804. Salió para Cádiz el 28 de octubre de ese año y llegó a puerto el 7 dediciembre. España se encuentra de nuevo en guerra con Gran Bretaña y el navío Argonauta entra en el dique de La Carraca el 15 de enero de 1805.
Es alistado y armado para una nueva campaña asignado a la escuadra del teniente general don Federico Gravina el 17 de febrero de 1805, puesto de nuevo al mando de Rafael Hore el 15 de febrero e insignia del teniente general don Juan María de Villavicencio. En Cádiz estaba previsto armar doce navíos antes de finales de marzo de 1805. Su destino era la invasión de las islas británicas según los planes de Napoleón. En lo que respecta a la escuadra de Cádiz, puesta al mando del teniente general don Federico Gravina, debía unirse a la francesa al mando de Pierre Villeneuve. Por la falta, sobre todo de tripulaciones, y la urgencia de la expedición, Godoy ordena armar sólo seis navíos.
Los planes, diseñados por Napoleón, eran excesivamente complejos. El vicealmirante francés Ganteaume debía zarpar de Brest con 21 navíos, arrumbar a Ferrol, dispersar los buques británicos que mantenían el bloqueo frente a este puerto y reunirse con los cuatro navíos de la división del contralmirante Gourdon y los ocho españoles de Grandallana basados en Ferrol. Seguidamente debía dirigirse a las Antillas para unirse a Villeneuve, Gravina y Missiessy, y entonces regresaría a Ouessant para atacar las fuerzas británicas presentes en la zona y seguir hasta Boulogne para recoger las tropas de invasión.
En cumplimiento de este plan, Villeneuve se hizo a la vela desde Tolón el 30 de marzo de 1805 con once navíos, seis fragatas y dos bergantines de la escuadra francesa del Mediterráneo. La escuadra al mando de Nelson no se apercibió de su salida, al navegar en ese momento en aguas del sur de Cerdeña.
En Cádiz se hallaba la escuadra, donde Gravina tenía izada su insignia en el navío Santísima Trinidad y estaba armando la escuadra con celeridad. Ante la impaciencia de Villeneuve por hacerse a la mar, el 20 de marzo Gravina cambia su insignia al Argonauta y decide zarpar con los buques que ya estabana listados, los navíos Argonauta, Terrible, América, España, Firme, San Rafael y la fragata Magdalena, además del navío francés Aigle, que se encontraba en la bahía de Cádiz.
A las tres de la madrugada del día 10 de abril se puso en movimiento la escuadra combinada, de modo tan precipitado que tan sólo el Argonauta y el navío América siguieron a los franceses. Gravina dejó órdenes al capitán de navío Mondragón, comandante del Terrible, para que le siguiera lo antes posible. Salieron de Cádiz al amanecer, con la mala suerte de varar el San Rafael, que unido de una calma en el viento, retrasó su salida a las once de la noche. La división del capitán Mondragón llegó a la isla Martinica el 13 de mayo, tras haber apresado y barrenado a la altura de la isla de Madeira a los corsarios británicos Lord Nelson, de 12 cañones, y Anguila, de 10 cañones y dos carronadas. Al día siguiente, el 14 de mayo, llegó la escuadra de Villeneuve a Fort de France, capital de Martinica. El 16 de mayo llegó el San Rafael, incorporándose a la escuadra al día siguiente, tras reconocer la isla de Martinica.
Villeneuve y Gravina se reunieron en Fort-de-France para adoptar un plan de campaña, con la desventaja de no conocer el objetivo final de invadir Inglaterra, deliberadamente ocultado por Napoleón. Debiendo esperar la llegada de Ganteaume, Villeneuve dejó pasar el tiempo sin tomar iniciativa. Finalmente, después de mucho insistir, el francés decide tomar el islote de Diamante, cercano al fondeadero de la escuadra en Martinica, a unas ocho millas. Los británicos habían fortificado el islote para entorpecer la navegación destinada a Fort de France.
La escuadra hispano-francesa de veinte navíos y nueve buques menores, se hizo a la mar el 5 de junio para atacar la isla de Barbudo, dejando en Martinica a dos fragatas, la francesa President y la española Magdalena. Pasó por Guadalupe, posesión francesa, donde recogió tropas como refuerzo de la fuerza de desembarco, unos 600 hombres, además de otros 800 embarcados en Martinica. El 8 de junio se avistó un convoy británico de 15 mercantes, escoltados por una fragata y una balandra. Emprendida la caza por dos fragatas franceses, a la que se unió el navío Argonauta gracias a su buen andar, resultaron capturados todos los mercantes menos uno, mientras huían los dos buques de escolta. Por los interrogatorios que se hicieron a los prisioneros, Villeneuve y Gravina se enteraron de la llegada de Nelson a la Barbada el 4 de junio con unos 10 navíos, que unidos a otros dos navíos al mando de Cochrane, formaron una fuerza respetable, sobre todo para Villeneuve, que quedó impresionado ante estas noticias.
A la vista de la nueva situación, de acuerdo ambos generales, Villeneuve decidió emprender el regreso inmediato a Europa, desobedeciendo las órdenes del Emperador. Como consecuencia, la escuadra aliada arrumbó el 11 de junio hacia Ferrol. Al recalar en cabo Finisterre el 22 de julio, la escuadra combinada fue interceptada por la británica de Calder, entablándose un combate indeciso en el que resultaron apresados los navíos españoles Firme y San Rafael, sotaventados hacia la línea enemiga y no auxiliados adecuadamente por los buques franceses de Villeneuve. Éste, en vez de dirigirse a Brest según lo ordenado, tras cortas estancias en Vigo (27 al 31 de julio) y La Coruña (2al 13 de agosto) se refugió en Cádiz (20 de agosto), llevando consigo las fuerzas hispano-francesas estacionadas en la base de Ferrol (9 navíos de Grandallana y 5 de Dumanoir), acuciado por el temor de encontrarse con el almirante Nelson.
El brigadier Hore desembarcó el 31 de agosto. El 1º de noviembre iza su insignia en el navío el jefe de escuadra don Baltasar Hidalgo de Cisneros, arriándola el 1º de octubre para embarcarse en el navío Santísima Trinidad. En el combate de Trafalgar estaba al mando del capitán de navío don Antonio Pareja y Serrano de León, herido en el combate. Estaba tripulado por 806 hombres (66 oficiales, 279 infantes de marina, 160 artilleros, 160 marineros, 120 grumetes y 21 pajes). La artillería montada era de 102 piezas (30 cañones de a 36 libras, 32 de a 24, 16 de a 18, 12 obuses de a 30, 8 obuses de a 24 y 4 obuses de a 4 libras). Tuvo setenta y ocho muertos, entre ellos un oficial, y noventa y siete heridos, entre los que se encontraba el comandante y dos oficiales. Fue capturado y se hundió tras la tormenta posterior a la batalla.
Bibliografía:
A.G.I. Estado, 39, N. 5.
Gacetas de Madrid, nº 63 y 64, del 6 y 9 de agosto de 1805, páginas 671-673 y 685-687.
Gaceta de México, Tomo II, nº 1. Miércoles, 13 de enero de 1782, p. 4.
Fernández Duro, Cesáreo.: Armada española desde la unión de la reinos de Castilla y Aragón. Tomo VIII. Museo Naval. Madrid, 1973.
González-Aller Hierro, José Ignacio.: La campaña de Trafalgar. Corpus Documental. 2 tomos. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004.
Jurien de la Graviére, Jean Pierre Edmond.: Guerres maritines sous la République et l’Empire. París, 1853.
Marliani, Manuel.: Combate de Trafalgar. Vindicación de la Armada española contra las aserciones vertidas por Mr. Thiers en su Historia del Consulado y el Imperio. Imprenta y Librería de Matute. Madrid, 1856.
Martínez-Valverde, Carlos.: “Escaño”. Revista General de Marina. Noviembre 1977.
Núñez Iglesias, Indalecio, Fernández Núñez, Pedro.: El coloquio de Brion. Veinticuatro horas de Ferrol en 1800. Museo Naval. Madrid, 1977.
Paula Pavía y Pavía, Francisco de.: Galería biográfica de los Generales de Marina. Tomo II. Madrid, 1873.
Rodríguez González, Agustín Ramón.: Trafalgar y el conflicto naval Anglo-Español en el siglo XVIII. Editorial Actas. Madrid, 2005.
Torre Villar, Ernesto de la.: Temas de la insurgencia. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). México, 2000.
Compilada por Santiago Gómez.
Todoavante. ©
