Alcala Galiano (1931)
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Construcción:
Era un destructor de la clase Churruca, de la primera serie, construido en Cartagena por la SECN. Resultaron unos buques magníficos, muy marineros, buena velocidad y bien armados.
Los dos primeros destructores se vendieron a la Marina argentina en 1927, que los llamó Cervantes y Juan de Garay. Poco después se autorizó la construcción de sus sustitutos, que serían los nuevos Churruca y Alcalá Galiano y un tercero, el Almirante Valdés.
Se le colocó la quilla el 15 de mayo de 1929. Fue botado el 20 de diciembre de ese año y entregado a la Armada el 23 de septiembre de 1931. Para ser identificado, llevaba pintado en la proa y por ambas bandas la inicial “AG”, las cuales desaparecieron en la guerra civil. Después de la guerra se volvió a pintar la inicial en cada banda, pero más retrasada, a la altura del puente. A partir de 1952 se sustituyeron las letras por números.
Tenía un desplazamiento de 1.536 toneladas con carga normal y 1.800 toneladas a plena carga. Medían 101,98 metros de eslora, 9,67 metros de manga, 6,02 de puntal y 3 de calado medio. Su tripulación era de 160 hombres.
Tenían una proa recta, una popa redondeada, cubierta del castillo hasta un tercio de la eslora, dos chimeneas ligeramente inclinadas hacia popa, un mástil de señales entre el puente de mando y la chimenea de proa, otro mástil más pequeño a popa.
La planta propulsora estaba formada por cuatro calderas tipo Yarrow, conectadas a dos grupos de turbinas Parsons, alcanzando una potencia de 42.000 caballos que accionaban dos ejes y dos hélices. Alcanzó en pruebas los 36 nudos de velocidad, aunque en operaciones podía alcanzar una velocidad respetable de 34 nudos. Con 540 toneladas de combustible, tenían una autonomía de 4.500 millas a 14 nudos.
Armado con 5 cañones Vickers de 120 mm, un cañón de 76 mm, 4 ametralladoras antiaéreas, seis tubos lanzatorpedos de 533 mm en dos montajes triples, dos morteros lanzacargas de profundidad.
Historial:
El 14 de enero de 1932 fondeó en el puerto de Alicante, acompañado por otros cuatro destructores. Llevó a bordo al vicealmirante Cervera, jefe de la base naval de Cartagena, para asistir a las fiestas de Alicante.
El 23 de enero fondeó en Barcelona procedente de Cartagena con el destructor José Luis Díez. Una sección de marinería de 40 hombres embarcaron en el trasatlántico Buenos Aires para vigilar a los presos. Los dos destructores fondeados a cada lado del buque.
El 7 de abril de 1932 salió de Cartagena para auxiliar al destructor Churruca, embarrancado en Ibiza. Durante los siguientes meses realizó varios cruceros por el Mediterráneo con la escuadrilla de destructores.
El 11 de julio de 1932 salió la escuadra de Vigo al mando del contraalmirante don Alonso Guitián para realizar unos ejercicios, que consistían en la defensa de Corcubión. Fueron en estas maniobras cuando se perdió el crucero Blas de Lezo al chocar con unas rocas a las tres y media de la tarde.
El 8 de agosto de 1932 zarpa de Ferrol rumbo a San Sebastián con el crucero República y el destructor Lepanto. El 13 de agosto salieron a la mar los tres buques y se unieron en alta mar a una escuadra que se dirige a Santander al mando del vicealmirante don Francisco Márquez, entrando en puerto la mañana del 16 de agosto de 1932. En el puerto fueron visitados por el presidente de la República. Mientras los cruceros permanecen en el puerto, la escuadrilla de destructores, mandada por el capitán de navío don Guillermo Díaz, sale de Santander la tarde del 24 de agosto y llegan a Bilbao al día siguiente, permaneciendo en el puerto mientras duraron las fiestas de Bilbao.
El 27 de agosto se ordena a la escuadrilla de destructores desplazarse a Ferrol, de donde saldrán rumbo a Cartagena. Llegan a Ferrol el 30 de agosto. El 21 de septiembre de 1932 salen de Ferrol rumbo a Cartagena los destructores Sánchez Barcáiztegui, Alcalá Galiano y Lepanto, mientras el Churruca entro en el arsenal para realizarle algunas reparaciones.
En enero de 1933 la escuadra quedó formada por dos división, la primera por el acorazado Jaime I y los tres cruceros clase Cervera, y la segunda por los cruceros Méndez Núñez y República y los destructores Churruca, Alcalá Galiano, Lepanto y Almirante Valdés. El resto de destructores formaron una flotilla autónoma.
El destructor Alcalá Galiano fondeó en Palma el 5 de abril de 1933. La tarde del 12 de abril entraron en Tarragona, procedentes de Cartagena, la escuadrilla de destructores formada por el Sánchez Barcáiztegui, insignia, José Luis Díez, Almirante Ferrándiz, Alcalá Galiano, Churruca y Lepanto. Estaba al mando del capitán de navío don Guillermo Díez Arias. Permanecieron en puerto hasta el día 13 de abril.
Procedentes de Cartagena, fondearon en Almería el 29 de abril de 1933 la flotilla de ocho destructores. Zarparon al día siguiente rumbo a la costa de Marruecos, regresando de Ceuta en la primera semana de mayo.
En el mes de junio de 1933 se iniciaron las maniobras generales de la escuadra en el Mediterráneo y finalizaron el 6 de julio. Participaron cuatro cruceros, diez destructores, el portaaviones Dédalo, siete submarinos y otros buques menores y auxiliares. Al finalizar las maniobras, el 10 de julio de 1933 salieron de Palma rumbo a Cartagena los destructores Alcalá Galiano, Almirante Valdés, Churruca, y Lazaga. Volvieron a salir de Cartagena y recalaron en Barcelona los mismos destructores el 25 de julio.
El 18 de agosto de 1933 fondeó en Alicante con el destructor Churruca. Permanecieron en puerto hasta el 26 de agosto. El 24 de octubre de 1933 salieron de Cartagena el acorazado Jaime I y los destructores Churruca y Alcalá Galiano. Llegaron el día 26 al puerto francés de Ville-franche. Los restos de don Vicente Blasco Ibáñez fueron recogidos en Menton, que está a 18 km. Los buques salen de puerto francés la tarde del 27 y llegan a Valencia la mañana del 29 de octubre acompañados por el destructor francés Cassard.
A comienzos de 1934 se organizó la flotilla de destructores. El buque insignia era el crucero República y se formaron dos divisiones, la 2ª quedó formada con el Churruca, Alcalá Galiano y Lepanto a los que se añadirán cuando entren en servicio a lo largo del año el Almirante Antequera y Almirante Miranda.
El 17 de marzo de 1934 llegaron a Barcelona desde Cartagena los destructores Alcalá Galiano y Churruca, mandados por el capitán don Joaquín Gómez, comandante del primero. Llevan a bordo personal especialista de la base naval para suplir a los obreros en huelga.
A mediados del mes de abril de 1934 fondearon en Palma de Mallorca varios buques de la escuadra para iniciar en los días siguientes varios ejercicios.
El 16 de mayo de 1934 zarparon de Cartagena los cruceros Libertad, Cervantes y Cervera, los destructores Alcalá Galiano, Almirante Ferrándiz, Churruca y Lepanto. Después de realizar ejercicios, regresaron a puerto el 19 de mayo. Estos y otros buques repitieron la salida el 21 de mayo.
Para tomar parte en unas maniobras, llegaron a Palma de Mallorca el 1º de junio de 1934, procedentes de Cartagena, los destructores Almirante Ferrándiz, Alcalá Galiano y Sánchez Barcáiztegui, los seis submarinos de la clase “C” y el remolcador Cíclope. Finalizadas las maniobras, se celebró una revista naval el 11 de junio de 1934, en aguas de Alcudia y en presencia del presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora, el ministro de Marina don Juan José Rocha García y otras autoridades.
A comienzos de 1935 se organizó la flotilla de destructores. El buque insignia era el crucero Méndez Núñez, que había sustituido al República, afecto a comisiones, y se modificaron las dos divisiones. En la segunda siguió el destructor Alcalá Galiano.
En la primera semana de mayo de 1936 llegó a las islas Canarias la escuadra al mando del vicealmirante don Francisco Javier Salas, que izaba su insignia en el acorazado Jaime I. La escuadra realizó varios ejercicios, los cuales finalizaron el 13 de mayo.
Cuando comenzó la guerra civil, se encontraba en Cartagena, al mando del capitán de fragata don José María Sánchez y Ferragut, asignado a la 1ª flotilla de destructores. El día 19 de julio tenía previsto hacerse a la mar rumbo a Melilla, pero esa misma tarde recibe órdenes de Madrid para dirigirse a Barcelona y ponerse a las órdenes de la Generalitat. A la altura de Escombreras recibe la orden de regresar a Cartagena. La madrugada del día 20 parte de la tripulación se hizo con el control del buque y se puso al mando del teniente de navío don Eugenio Calderón Martínez, partiendo esa misma noche rumbo a Valencia. Regresó a Cartagena el día 23, zarpando después a Málaga, que se convirtió en la base republicana desde donde pretendían controlar el estrecho e impedir el traslado de tropas a la Península.
El 5 de agosto de 1936, mientras patrullaba la costa de Ceuta, avistó el conocido como “Convoy de la Victoria”. El destructor se acercó a Ceuta y tuvo que alejarse al ser repelido por las baterías de costa. Disparó contra uno de los mercantes del convoy, el Ciudad de Algeciras, pero tuvo que alejarse también al devolverle el fuego el cañonero Dato y el torpedero T-19. Volvió a acercarse por la cola del convoy, siendo rechazado por el guardacostas Uad Kert. El comandante del destructor decidió regresar a Málaga, siendo atacado por una escuadrilla de seis aviones.
El 9 de agosto de 1936 acompañó al destructor Lepanto a Tánger, donde este último debía remolcar al averiado Alsedo. El 28 de agosto escoltó a dos mercantes hasta Huelva para ser hundidos y obstruir la entrada al puerto. Cuando llegaron a su destino, recogió a los tripulantes de los mercantes Ito y Roberto y rechazó un ataque aéreo y a las baterías de costa. Los dos mercantes fueron hundidos pero no impidieron la navegación.
El 21 de septiembre salió de Málaga para encontrarse con el crucero Méndez Núñez, que regresaba de Guinea, y darle escolta hasta Málaga. A partir de entonces comenzó a actuar desde Cartagena, aunque sus salidas fueron escasas. Una de estas se produjo el 14 de noviembre junto a otros siete destructores, bombardeando la ciudad de Ibiza esa misma noche. Volvió a hacerse a la mar el 17 de noviembre con el acorazado Jaime I, el crucero Miguel de Cervantes y otros cuatro destructores para escoltar a un mercante desde cabo Ténez, en la costa argelina, y que se dirigía a Cartagena.
El 14 de enero de 1937 salió de Cartagena con dos cruceros y los destructores Sánchez Barcáiztegui, Lepanto y Almirante Antequera. Pusieron rumbo a la costa de Argelia para escoltar a varios mercantes, entre ellos el Darro. Al día siguiente, a unas quince millas de Argel, encontraron a dos mercantes y los escoltaron a Cartagena, donde entraron el 16 de enero.
El 20 de enero salió de Cartagena con otros cruceros y destructores para buscar a la escuadra enemiga, pero regresaron a puerto sin encontrarla. Repitió la salida el 5 de febrero con los destructores Sánchez Barcáiztegui, Lepanto y Almirante Antequera. En esta ocasión recorrieron la costa hasta Málaga con el mismo resultado negativo.
El 11 de febrero salió con la escuadra de Cartagena. Fue destacado con el destructor Lepanto para bombardear Almuñécar. El 31 de marzo salió a la mar con el destructor Lepanto. Escoltaron a los mercantes Río Segre y Cabo San Agustín, que habían salido de Orán, y llegaron a Cartagena el 1º de abril.
El 4 de abril de 1937 salieron de Cartagena los destructores Alcalá Galiano, Sánchez Barcáiztegui, Lepanto y Almirante Valdés para bombardear los buques fondeados en Ceuta. Dos de los destructores vigilaron la llegada de buques enemigos y los otros dos bombardearon el puerto, siendo rechazados por las baterías costeras. La flotilla regresó a Cartagena la mañana del 5 de abril.
El 11 de junio de 1937 tuvo un percance en Cartagena al ser abordado por el transatlántico Magallanes. Este accidente le mantuvo en el dique seco durante más de un año, y durante ese tiempo recibió nuevos daños en ataques aéreos. Mientras se encontraba en el dique, el 5 de marzo recibió impactos de varias bombas de aviación. Sus daños eran graves y quedó en puerto hasta el final de la guerra.
El 12 de agosto de 1937 fue atacado, al igual que el destructor Churruca por el submarino italiano Jalea. Se encontraba en Cartagena cuando fue bombardeado el puerto el 5 de marzo de 1939 por cinco trimotores Savoia-Marchetti SM. 79. Fue dañado en este ataque, al igual que los destructores Sánchez Barcáiztegui y Lazaga.
Finalizada la guerra, fue reparado en la maquinaria y se mejoró su armamento. Realizó varias navegaciones con la escuadra y estuvo presente en numerosos actos protocolarios. En abril de 1945 se encontraba al mando del capitán de fragata don José Ramírez Martínez, al igual que en marzo de 1946. En julio de 1947 estaba al mando del capitán de fragata don Joaquín Cervera.
Con motivo de la Semana Santa de Sevilla, recalaron en el Guadalquivir el día 5 de abril de 1950 los destructores Churruca y Alcalá Galiano y el cañonero Cánovas del Castillo. Procedentes de Cartagena, llegaron a Almería el 19 de agosto de 1950 los destructores Churruca y Alcalá Galiano y el cañonero Martín Alonso Pinzón. Permanecieron en el puerto durante las fiestas en honor a la Virgen del Mar.
Entre el 15 y el 19 de octubre de 1950 se realizaron unas maniobras en el Atlántico. La escuadra de 45 buques, al mando del almirante don Alfonso Arriaga Adam se dividió en dos bandos, uno simuló llevar un convoy de Cádiz a las islas Canarias, mientras que otro bando trató de interceptarlo y destruirlo. En este segundo bando se encontraba el destructor Alcalá Galiano. El almirante Arriaga se encontraba embarcado en el crucero Canarias, que actuó como árbitro.
En febrero de 1951 se constituyó en Cádiz la 3ª flotilla de destructores, formada por el Churruca, Alcalá Galiano y Lepanto. El 26 de febrero de 1952 llega a Las Palmas de Gran Canaria la escuadra al mando del almirante don Francisco Regalado que se encuentra de maniobras, formada por el crucero Galicia, buque insignia, y las 1ª y 3ª flotillas de destructores, basadas en Ferrol y Cádiz, respectivamente. Finalizadas las maniobras, la escuadra recaló en Tenerife y, a mediados de marzo, regresó a la península.
Después de haber realizado maniobras en el Mediterráneo y permanecido tres días en puerto, el 12 de mayo de 1953 zarpa de Málaga rumbo a Algeciras y Cádiz la 3ª división de la Flota, mandada por el contraalmirante don José García Freyre y compuesta por el crucero Galicia, los destructores Álava, Churruca, Lepanto y Alcalá Galiano, los cañoneros Sarmiento de Gamboa y Martín Alonso Pinzón y el minador Marte.
Al finalizar las maniobras generales del año 1953, la escuadra realizó un desfile zarpando de Cádiz la tarde del 14 de octubre rumbo al cabo de San Vicente. En el buque insignia de la escuadra, el crucero Canarias, embarcaron el jefe del Estado, el general Franco, el jefe del Estado Mayor de la Flota, el almirante Pastor y varios ministros.
La tarde del 1º de mayo de 1954 entraron en Almería los buques al mando del contraalmirante don José García de Lomas, el crucero Galicia y los destructores Churruca, Lepanto, Alcalá Galiano y Ciscar, unidades que se encuentran realizando maniobras en el Mediterráneo.
A primera hora de la tarde del 16 de febrero de 1955 entraron en Barcelona varios buques de guerra que, desde Galicia, realizan un viaje de instrucción, mandados por el comandante general de la flota almirante don Francisco de Abárzuza y Oliva. Salieron de Ferrol y recalaron en Cartagena y Valencia el crucero Canarias, buque insignia, los destructores José Luis Díez y Almirante Antequera de la 1ª flotilla, Gravina, de la 2ª flotilla, Churruca y Alcalá Galiano de la 3ª flotilla, Ciscar y Almirante Valdés, de la 4ª flotilla, y el torpedero Audaz. La misma escuadra al mando de Abárzuza entró en el puerto de Málaga al mediodía del 3 de marzo de 1955, aunque ahora estaba compuesta por el crucero Canarias, los destructores José Luis Díez, Almirante Ferrándiz, Almirante Valdés y el torpedero Audaz, de la 1ª flotilla que manda el capitán de navío don Daniel Novas, y los destructores Churruca, Ciscar y Alcalá Galiano, de la 2ª flotilla, que manda el capitán de navío don Miguel Ángel García.
A comienzos del mes de octubre de 1955 permaneció en Barcelona por unos días el jefe del Estado general Franco. El día 4 de octubre llegó al puerto la escuadra al mando del almirante Abárzuza, con insignia en el crucero Canarias. La escuadra llevaba haciendo maniobras en el Mediterráneo desde el 20 de septiembre. El destructor Alcalá Galiano estaba al mando del capitán de fragata don Francisco Román Pardo. El 8 de octubre embarcó Franco en el crucero Canarias, desde donde presenció las evoluciones de la escuadra. Salió de puerto la noche del 8 de octubre y puso rumbo a las islas Baleares, seguido del resto de la escuadra. De vuelta en Barcelona, se celebró el 12 de octubre el día de la Hispanidad. La escuadra puso rumbo sur y recaló en Cartagena la noche del 30 de noviembre. La mañana del 31 de noviembre de 1955 cruzan el estrecho de Gibraltar, rumbo a Cádiz, el crucero Canarias, con insignia del almirante Abárzuza, los destructores Almirante Valdés, Ciscar, Lepanto, Churruca, Alcalá Galiano, Sánchez Barcáiztegui, José Luis Díez y Ulloa, los cazatorpederos Audaz y Osado y varios dragaminas. Comenzaron a entrar en Cádiz a última hora de la tarde.
Fue dado de baja el 28 de junio de 1957.
Bibliografía:
Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.
Cervera Pery, José.: La guerra naval española (1936-39). Editorial San Martín. Madrid, 1988.
González, Marcelino.: 50 Barcos españoles. Fundación Alvargozález. Gijón, 2009.
González, Marcelino.: Otros 50 Barcos españoles, Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.
Diarios ABC, La Época, Heraldo de Madrid, El Sol, La Vanguardia.
Semanario Vida Marítima.
Compilada por Santiago Gómez.
Todoavante ©
