Almirante Valdes (1933)
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Construcción:
Era un destructor de la clase Churruca, de la primera serie, construido en Cartagena por la SECN. Los dos primeros destructores se vendieron a la Marina argentina en 1927, que los llamó Cervantes y Juan de Garay. Poco después se autorizó la construcción de sus sustitutos, que serían los nuevos Churruca y Alcalá Galiano y un tercero, el Almirante Valdés.
Se le colocó la quilla el 3 de febrero de 1930. Fue botado el 8 de septiembre de ese año y entregado a la Armada el 17 de marzo de 1933. Para ser identificado, llevaba pintado en la proa y por ambas bandas la inicial “AV”, las cuales desaparecieron en la guerra civil. Después de la guerra se volvió a pintar en cada banda la inicial “VS”, pero más retrasada, a la altura del puente. A partir de 1952 se sustituyeron las letras por números.
Tenía un desplazamiento de 1.536 toneladas con carga normal y 1.800 toneladas a plena carga. Medían 101,98 metros de eslora, 9,67 metros de manga, 6,02 de puntal y 3 de calado medio. Su tripulación era de 160 hombres.
Tenían una proa recta, una popa redondeada, cubierta del castillo hasta un tercio de la eslora, dos chimeneas ligeramente inclinadas hacia popa, un mástil de señales entre el puente de mando y la chimenea de proa, otro mástil más pequeño a popa.
La planta propulsora estaba formada por cuatro calderas tipo Yarrow, conectadas a dos grupos de turbinas Parsons, alcanzando una potencia de 42.000 caballos que accionaban dos ejes y dos hélices. Alcanzó en pruebas los 36 nudos de velocidad, aunque en operaciones podía alcanzar una velocidad respetable de 34 nudos. Con 540 toneladas de combustible, tenían una autonomía de 4.500 millas a 14 nudos.
Armado con 5 cañones Vickers de 120 mm, un cañón de 76 mm, 4 ametralladoras antiaéreas, seis tubos lanzatorpedos de 533 mm en dos montajes triples, dos morteros lanzacargas de profundidad.
Historial:
A finales del mes de junio y hasta la primera semana del mes de julio de 1933 la escuadra realizó maniobras en el Mediterráneo. Tomaron parte cuatro cruceros, diez destructores, entre ellos el Almirante Valdés, siete submarinos y otros buques menores. Al finalizar una parte de las maniobras, el 10 de julio de 1933 salieron de Palma rumbo a Cartagena, los destructores Alcalá Galiano, Almirante Valdés, Churruca, y Lazaga.
A finales de octubre de 1933 se encontraba en Valencia durante la llegada de los restos mortales del novelista don Vicente Blasco Ibáñez, con la presencia del jefe del Estado y otras autoridades.
A comienzos de 1934 se organizó la flotilla de destructores. El buque insignia era el crucero República y se formaron dos divisiones, la 1ª con el Sánchez Barcáiztegui, Almirante Ferrándiz, José Luis Díez, Almirante Valdés y Velasco, la 2ª con el Churruca, Alcalá Galiano y Lepanto a los que se añadirán cuando entren en servicio a lo largo del año el Almirante Antequera y Almirante Miranda.
La mañana del 17 de marzo de 1934 llegaron a Barcelona procedentes de Cartagena los destructores Churruca y Alcalá Galiano. Trajeron personal eléctrico de la Marina para sustituir al personal en huelga. Al día siguiente, y con el mismo motivo, llegaron a puerto los destructores Lepanto y Almirante Valdés, y el transporte Almirante Lobo. El 22 de marzo salieron de Barcelona para Cartagena los cuatro destructores y el transporte Almirante Lobo. Los mismos destructores entraron en Valencia el 23 de marzo de 1934.
Con el destructor Sánchez Barcáiztegui realizó a finales de abril de 1934 un crucero de instrucción con alumnos de la Escuela Naval a bordo, visitando puertos en Argel y Túnez.
Después de finalizar unas maniobras, se celebró una revista naval el 11 de junio de 1934, en aguas de Alcudia y en presencia del presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora, el ministro de Marina, don Juan José Rocha García y otras autoridades.
Entre los días 7 y 8 de octubre de 1934 llegaron a Barcelona desde Cartagena los destructores José Luis Díez, Lepanto, Almirante Ferrándiz y Almirante Valdés y el crucero República. Tenían la comisión de vigilar al vapor Uruguay, requisado por el gobierno para encarcelar a los revolucionarios, además de vigilar la costa, por lo que quedaron casi dos meses estacionados en el puerto saliendo casi diariamente para vigilar varios puntos de la costa.
A comienzos de 1935 se organizó la flotilla de destructores. El buque insignia era el crucero Méndez Núñez, que había sustituido al República, afecto a comisiones, y se modificaron las dos divisiones. El Almirante Valdés se encontraba destinado en la 1ª división, con el Sánchez Barcáiztegui, Almirante Ferrándiz, José Luis Díez y Almirante Antequera, pendiente de entrega.
En el mes de mayo de 1936 realizó la escuadra unas maniobras en las islas Canarias. Mandaba la escuadra el vicealmirante don Francisco Javier de Salas, a bordo del acorazado Jaime I. El destructor Almirante Valdés era el buque insignia de la 2ª flotilla de destructores, mandada por el capitán de fragata don Miguel Fontenla.
En julio de 1936 formaba parte de la 1ª flotilla de destructores con base en Cartagena. Su comandante y jefe de la flotilla, capitán de navío don Miguel Fontenla Maristany, fue trasladado al Almirante Ferrándiz el 16 de julio. El Almirante Valdés quedó al mando de su segundo al mando, el capitán de corbeta don Francisco Taviel Andrade.
La mañana del 18 de julio llegaron a la vista de Melilla los destructores Almirante Valdés y Sánchez Barcáiztegui para impedir el paso de las tropas a la Península, uniéndose al destructor Lepanto, que se encontraba allí desde la noche anterior. Al recibir la orden de bombardear los cuarteles, los comandantes desobedecieron la orden y entraron en el puerto. El comandante del Almirante Valdés era partidario de la sublevación y surgieron conatos de lucha. En una maniobra de dar marcha atrás, quedó embarrancado en la escollera del muelle. Quedó desembarrancado a las nueve de la noche del día 18 con la ayuda del mercante Monto Toro. El capitán de máquinas don Santiago López Giménez se hizo con el buque y llegó a Cartagena al día siguiente.
Después de reparar el casco, salió rumbo a Málaga, desde donde debía vigilar el estrecho. Se había puesto al mando, el 28 de julio, del teniente de navío don Fernando Oliva Llamusi. Realizó numerosas patrullas del estrecho con eficacia casi nula. Bombardeó Cádiz el 8 de agosto, Arcila y Larache al día siguiente.
El 19 de septiembre zarpó de Cartagena rumbo al Cantábrico con la escuadra republicana, el acorazado Jaime I, los cruceros Libertad y Cervera y los destructores Escaño, Almirante Antequera, Almirante Miranda, José Luis Díaz y Lepanto y neutralizar a la escuadra nacional. Anteriormente se habían desplazado varios submarinos. Junto al destructor Lepanto bombardeó Luarca, Mavia y la desembocadura del Nalón. Regresó con la escuadra al Mediterráneo el 13 de octubre.
El 9 de diciembre salió de Cartagena con el Almirante Antequera para escoltar al petrolero Campillo. En otra de sus salidas fue atacado el 22 de diciembre por el submarino italiano Tazzoli. Tras esquivar los cuatro torpedos, atacó con cargas al submarino con otras unidades, también sin resultado.
El 20 de enero de 1937 se hizo a la mar para atacar a las tropas enemigas en la costa andaluza. Después de atacar el 21 de enero la zona de Estepona con el destructor Gravina, regresó a Cartagena. El 5 de febrero salió de Cartagena con otros destructores y cruceros en busca de buques enemigos, regresando a puerto al día siguiente sin resultado alguno. La flotilla de destructores salió de Cartagena el 12 de febrero para escoltar al mercante Aldecoa, regresando a puerto el día 14.
El 5 de marzo se encontraba en Barcelona. Salió ese día dando escolta al mercante Legazpi rumbo a Valencia. El 31 de marzo salió de Cartagena con el Alcalá Galiano rumbo a Orán para escoltar a los mercantes Río Segre y Cabo San Agustín, con los que entraron en Cartagena el 1º de abril.
El 4 de abril de 1937 salieron de Cartagena los destructores Alcalá Galiano, Sánchez Barcáiztegui, Lepanto y Almirante Valdés para bombardear los buques fondeados en Ceuta. Dos de los destructores vigilaron la llegada de buques enemigos y los otros dos bombardearon el puerto, siendo rechazados por las baterías costeras. La flotilla regresó a Cartagena la mañana del 5 de abril.
El 11 de junio fue destacado a Barcelona. El 3 de julio de 1937 fue destacado otra vez a Barcelona con el destructor Lepanto. El 9 de julio es destinado a Valencia. El 12 de julio de 1937 intervino en el combate de Cullera, cuando el crucero Baleares intercambió disparos sin consecuencias con la escuadra republicana, que daba escolta al petrolero Campillo hasta Valencia. Los buques republicanos eran los destructores Sánchez Barcáiztegui, Lepanto, Churruca, Almirante Miranda, Almirante Valdés y Gravina.
El 19 de julio salió de Valencia para escoltar a un mercante hasta Creus, regresando al puerto de partida el 21 de julio. El 22 de julio salió de Valencia con el destructor Almirante Miranda para escoltar al mercante Ciudad de Cádiz hasta la costa argelina. En Alicante se les unió el petrolero Campeador. Dos días más tarde salió de Cartagena con el destructor Escaño dando escolta a los mercantes Armuru y Cabo San Antonio hasta cabo Ténez, regresando después a Valencia. El 4 de agosto de 1937 salió de Cartagena con otros cruceros y destructores para escoltar al mercante Cabo Santo Tomé hasta cabo Cagines, en la costa argelina, y, desde allí, escoltar hasta Cartagena al Cabo San Agustín y al Darro.
Se encontraba con la escuadra en el combate de cabo Cherchel el 7 de septiembre de 1938. Al igual que el resto de destructores se dedicó a la protección de los mercantes y no intervino en la acción.
El 16 de septiembre de 1937 sale de Cartagena con el Lepanto para escoltar a la motonave Cabo San Agustín a las costas argelinas, regresando a puerto al día siguiente.
El 6 de marzo de 1938, acompañado por los destructores Escaño, Ulloa y Jorge Juan, debía escoltar a las lanchas torpederas para atacar Palma. Al no encontrarlas, se dirigió a Ibiza, entrando al día siguiente en Cartagena.
En 1938 realizó numerosas salidas en solitario o en compañía de destructores, aunque fueron cruceros cortos y sin resultados. A primeros de agosto se puso al mando del alférez de navío don Juan Oyarzábal. Fue el buque insignia de la 2ª flotilla.
El 5 de marzo de 1939 salió de Cartagena con otros buques de la escuadra republicana y se refugió en el puerto tunecino de Bizerta el 11 de marzo. El 31 de marzo llegaron los tripulantes que se hicieron cargo de los buques, a bordo de los mercantes Mallorca y Marqués de Comillas. Se hizo cargo de su mando el capitán de corbeta don Pedro Fernández.
El 1º de julio de 1946 salió de Ferrol rumbo a Marín la escuadra al mando del almirante González-Aller. Permanecieron varios días en Marín, asistiendo a la festividad de la patrona la Virgen del Carmen.
El 20 de febrero de 1947 llegaron a Santa Cruz de Tenerife los destructores Churruca y Almirante Valdés, que han sido destinados a la base canaria en sustitución del minador Marte.
Procedente del Musel llegó a Bilbao el 16 de agosto de 1949 el crucero Miguel de Cervantes y los destructores José Luis Díez y Almirante Valdés. En el crucero iba embarcado el ministro de Marina almirante don Francisco Regalado.
Entre el 15 y el 19 de octubre de 1950 se realizaron unas maniobras en el Atlántico. La escuadra de 45 buques, al mando del almirante don Alfonso Arriaga Adam se dividió en dos bandos, uno simuló llevar un convoy de Cádiz a las islas Canarias, mientras que otro bando trató de interceptarlo y destruirlo. En el primer bando se encontraba el destructor Almirante Valdés. El almirante Arriaga se encontraba embarcado en el crucero Canarias, que actuó como árbitro.
El 26 de febrero de 1952 llega a Las Palmas de Gran Canaria la escuadra al mando del almirante Regalado que se encuentra de maniobras, formada por el crucero Galicia, insignia, y las 1ª y 3ª flotillas de destructores, basadas en Ferrol y Cádiz, respectivamente. La formaban los destructores Almirante Miranda, Churruca, José Luis Díez, Ciscar, Sánchez Barcáiztegui, Almirante Valdés, Almirante Antequera, Alcalá Galiano y Lepanto. La escuadra permaneció en Palma hasta el 2 de marzo de 1952.
El 16 de septiembre de 1952 zarparon de Ferrol para realizar maniobras en las rías bajas los buques de la escuadra española mandada por el almirante Regalado. Estaba compuesta por los cruceros Canarias, insignia de la Flota, Almirante Cervera, insignia del contraalmirante don Santiago Antón, y Méndez Núñez, los destructores Ulloa, Sánchez Barcáiztegui, José Luis Díez, Almirante Antequera, Almirante Valdés, Jorge Juan, Ciscar y el minador Neptuno. Finalizadas las maniobras, a mediados del mes de octubre, la escuadra regresó a Ferrol.
En día 12 de mayo de 1953 dieron comienzo las maniobras de la 1ª división de la Flota, con base en Ferrol. Mandada por el vicealmirante don Guillermo Díez del Río, está compuesta por los cruceros Canarias y Méndez Núñez, los destructores Ulloa, Sánchez Barcáiztegui, Jorge Juan, Almirante Antequera, Almirante Valdés, José Luis Díaz y Ciscar, los minadores Júpiter y Neptuno, los cañoneros Martín Alonso Pinzón y Hernán Cortés, además de otras unidades menores. Una vez finalizadas las maniobras y los ejercicios de tiro en aguas de la ría de Pontevedra, el 26 de mayo de 1953 sale de Marín rumbo a Vigo la 1ª división de la Flota con el crucero Canarias y los destructores Císcar, Almirante Valdés y Ulloa. Los buques regresaron a Ferrol el 11 de junio.
Al finalizar las maniobras generales del año 1953, la escuadra realizó un desfile zarpando de Cádiz la tarde del 14 de octubre de 1953 rumbo al cabo de San Vicente. En el buque insignia de la escuadra, el crucero Canarias, embarcaron el jefe del Estado, el general Franco, el jefe del Estado Mayor de la Flota, el almirante Pastor y varios ministros.
La 1ª división de la Flota, mandada por el vicealmirante don Benigno González Aller, entró en Marín la tarde del 4 de octubre de 1954. Estaba compuesta por los cruceros Almirante Cervera, insignia, Méndez Núñez, los destructores José Luis Díez, Jorge Juan, Almirante Antequera y Almirante Valdés, el minador Júpiter, el cañonero Sarmiento de Gamboa, el torpedero Audaz y el dragaminas Lerez.
A primera hora de la tarde del 16 de febrero de 1955 entraron en Barcelona varios buques de guerra que, desde Galicia, realizaron un viaje de instrucción, mandados por el comandante general de la flota almirante don Francisco de Abárzuza y Oliva. Salieron de Ferrol y recalaron en Cartagena y Valencia el crucero Canarias, buque insignia, los destructores José Luis Díez y Almirante Antequera de la 1ª flotilla, Gravina, de la 2ª flotilla, Churruca y Alcalá Galiano de la 3ª flotilla, Ciscar y Almirante Valdés, de la 4ª flotilla, y el torpedero Audaz. La misma escuadra al mando de Abárzuza entró en el puerto de Málaga al mediodía del 3 de marzo de 1955, compuesta por el crucero Canarias, los destructores José Luis Díez, Almirante Ferrándiz, Almirante Valdés y el torpedero Audaz, de la 1ª flotilla que manda el capitán de navío don Daniel Novas, y los destructores Churruca, Ciscar y Alcalá Galiano, de la 2ª flotilla, que manda el capitán de navío don Miguel Ángel García.
El 20 de septiembre de 1955 salió de Ferrol la flota mandada por el vicealmirante don Felipe Abárzuza, con insignia en el crucero Canarias. Conjuntamente con la 2ª y 3ª división de la flota realizaron maniobras de conjunto en el Mediterráneo, concentrándose en Santa Pola. Además de buque insignia, salieron de Ferrol los cruceros Méndez Núñez y Almirante Cervera, insignia del contraalmirante don Francisco de Benito, los destructores Sánchez Barcáiztegui, insignia del capitán de navío don Daniel Novoas, José Luis Díez, Almirante Valdés, al mando del capitán de fragata don Pedro Recacho Eguía, y Ulloa, y los cazasubmarinos Audaz y Osado.
La escuadra al mando de Abárzuza visitó Barcelona el 4 de octubre de 1955. El 8 de octubre embarcó Franco en el crucero Canarias, desde donde presenció las evoluciones de la escuadra. Salió de puerto la noche del 8 de octubre y puso rumbo a las islas Baleares, seguido del resto de la escuadra. De vuelta en Barcelona, se celebró el 12 de octubre el día de la Hispanidad. La escuadra puso rumbo sur y recaló en Cartagena la noche del 30 de noviembre.
El 12 de diciembre de 1955 tomó posesión el nuevo comandante general de la flota, el vicealmirante don Jerónimo Bustamante y de la Rocha, que sustituyó al almirante don Felipe Abárzuza y Eliza. La ceremonia se llevó a cabo en Ferrol, a bordo del crucero Canarias. Se encontraban en Ferrol los cruceros Almirante Cervera y Méndez Núñez y la 1ª flotilla de destructores de la 1ª división de la Flota, con el José Luis Díez, Sánchez Barcáiztegui y Almirante Valdés.
Dado de baja el 11 de diciembre de 1957 y desguazado en 1963.
Bibliografía:
Aguilera, Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.
Cervera Pery, José.: La guerra naval española (1936-39). Editorial San Martín. Madrid, 1988.
González, Marcelino.: 50 Barcos españoles. Fundación Alvargozález. Gijón, 2009.
González, Marcelino.: Otros 50 Barcos españoles, Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.
Diarios ABC, La Vanguardia.
Semanario Vida Marítima.
Compilada por Santiago Gómez.
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