General Mola (1937)
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Construcción:
El General Mola fue un submarino italiano de la clase "Archimede" adquirido por los nacionalistas durante la guerra civil. Los cuatro submarinos italianos de la clase “Archimede” comenzaron su construcción en 1931 de los astilleros Tossi de Tarento, y finalizaron en 1935.
Desplazaban 985 toneladas en superficie y 1.259 en inmersión. Medían 70,5 metros de eslora, 6,87 de manga y 4,12 de puntal. Tenían una dotación de 55 hombres.
Su propulsión contaba con dos motores diesel Tossi, de una potencia total de 3.000 caballos, y dos motores eléctricos Marelli, de 1.100 caballos, que les daba una velocidad de 17 nudos en superficie y 8,5 en inmersión. Podían llevar 59 toneladas de combustible, lo que les daba una autonomía de 10.300 millas a 8 nudos ó 3.300 a 16 nudos en superficie y 105 millas a 3 nudos en inmersión ó 7 millas a 8,5 nudos.
Estaban armados con 8 tubos lanzatorpedos de 533 mm, cuatro a proa y cuatro a popa, dos cañones de 100 mm y dos ametralladoras antiaéreas de 13,2 mm.
Cuando comenzó la guerra civil, todos los submarinos españoles quedaron en el bando republicano. La Marina nacional inició conversaciones con Italia y Alemania en septiembre de 1936, comprometiéndose ambas naciones en enviar submarinos. Esta colaboración se puede dividir en dos periodos. El primero, entre el 8 de noviembre de 1937 y el 19 de febrero de 1937. La segunda campaña comenzó el 5 de agosto y finalizó por las presiones internacionales.
Entre el 20 de septiembre de 1937 y el 5 de febrero de 1938, varios submarinos italianos fueron cedidos, llevaban nombres, banderas, uniformes y las tripulaciones pagadas por los nacionales. El 20 de septiembre llegaron a Soller los submarinos oceánicos Galilei, Ferrari, Archimede y Torricelli, de la clase “Archimede”, y los costeros Iride y Onice, de la clase “Perla”, que llegaron el 23 de septiembre. En España llevaron un numeral de identificación, que comenzaba con la L (de legionario) y un nombre.
Estos seis submarinos, comenzaron a operar el 8 de octubre y sus resultados fueron muy pobres, lanzando 8 torpedos sin resultado. Durante las dos campañas, participaron 59 submarinos y tomaron parte en 95 misiones, lanzaron 71 torpedos, hundieron 4 mercantes y un petrolero y averiaron al crucero Miguel de Cervantes y al destructor Churruca.
Historial:
El bando nacional decidió adquirir en propiedad los cuatro submarinos de la clase “Archimede”. Por falta de dinero sólo se compraron el Archimede y Torricelli. Después de ser remodelados en La Spezia, salieron el 17 de abril de 1937 rumbo a las islas Baleares. El 19 fondearon en Cabrera, donde se reunieron con los mercantes armados Jaime I y Mallorca, que había llegado de Cádiz con dotaciones voluntarias. Al día siguiente se hizo la entrega y regresaron a Italia las tripulaciones italianas a bordo de un destructor, quedando once de ellos en cada submarino. Fue su primer comandante español del submarino General Mola el capitán de corbeta don Rafael Fernández de Bobadilla.
Tras fijar su base en Soller, realizaron ejercicios durante dos semanas. El mismo general Franco ordenó que el Archimede y el Torricelli se llamaran C-3 y C-5, sembrando el desconcierto en el bando republicano, al ser buques ya hundidos y se hacía creer que habían sido recuperados. En el verano de 1937 son rebautizados como General Mola y General Sanjurjo.
Su primera salida como buques españoles se produjo el 13 de mayo de 1937. Patrullaron el canal de Sicilia. Cuando regresaban a la base de Soller, el C-3, futuro General Mola, hundió cerca del cabo Tordera el 30 de mayo al transporte Ciudad de Barcelona, de 3.946 toneladas, que llevaba voluntarios de las Brigadas Internacionales, muriendo unos 300. También averió a cañonazos al petrolero Campero, pero apareció la aviación republicana y tuvo que retirarse. El 26 de junio atacó un convoy republicano en el golfo de León, incendiando uno de los mercantes.
Los dos submarinos volvieron a zarpar el 21 de agosto para rescatar un hidroavión derribado, encontrando el General Mola uno de los flotadores. A mediados de octubre entraron los dos submarinos en Tarento para limpiar fondos. Volvieron a estar en servicio a finales de noviembre.
El 2 de enero de 1938 hundió con torpedos al mercante holandés Hannah, de 3.730 toneladas, cerca de cabo San Antonio. Fue su última víctima. En el verano de 1938 se desplazaron los dos submarinos a Bilbao, donde sus motores fueron revisados en los astilleros de Euskalduna. El 16 de junio de 1938 se había puesto al mando del capitán de corbeta don Melchor Ordóñez Mapelli. Regresaron al Mediterráneo a finales del mes de octubre.
El 22 de febrero de 1939 tomaron parte, junto al resto de la escuadra nacional, en un desfile naval frente a Salou, presidido por el general Franco. El 30 de febrero entraron en Cartagena.
Finalizada la guerra civil, quedaron basados en Soller, dedicados a la formación de las tripulaciones. El 8 de julio de 1940 se puso al mando de un nuevo comandante, el capitán de corbeta don Luis Huerta de los Ríos, sustituido al año siguiente por el del mismo empleo don Joaquín Cervera Cervera, y un año después por don Manuel Cervera Cabello.
En 1943 son trasladados a Cartagena. En esa época se le suprimió el cañón de popa. Para evitar incidentes, durante la Segunda Guerra Mundial se pinto de blanco a los submarinos españoles. A mediados de enero de 1944 se puso al mando del capitán de corbeta don Gonzalo Díaz García.
Procedentes de Cartagena y Tarragona, llegaron a Barcelona el 28 de octubre de 1946 los submarinos General Mola, General Sanjurjo, C-2 y el cañonero Tetuán. Estaba al mando del capitán de corbeta don José Luis Rodríguez Torres desde septiembre de 1946. En 1947 sufrió averías en la proa al ser abordado por el mercante italiano Etna.
La mañana del 23 de noviembre de 1947 llegaron a Barcelona en viaje de prácticas los submarinos General Mola, General Sanjurjo, C-2 y D-1, mandados por el capitán de navío don Francisco Núñez Rodríguez.
El 30 de septiembre de 1948 hizo escala en Tarifa rumbo a Sevilla. Había salido de Cartagena con los submarinos D-1, G-7 y General Sanjurjo para asistir al centenario de la Marina de Castilla y la conquista de Sevilla.
A mediados de octubre de 1948 se celebró una revista naval en aguas de Barcelona, presidida por el jefe del Estado general Franco. Tomaron parte varios buques de guerra hispanoamericanos y españoles, entre ellos seis destructores, dos minadores, cuatro cañoneros y los submarinos General Mola, D-1 y G-7. Pocos días después, el 29 de octubre, se puso al mando del capitán de corbeta don Luis Arévalo Pelluz.
Después de realizar varios ejercicios en el Mediterráneo, el 11 de noviembre de 1948 regresaron a Cartagena los buques al mando del almirante Moreno Fernández, con cuatro cruceros, los destructores de la primera flotilla y los submarinos General Mola, D-1 y G-7, que mandaba el capitán de navío don Francisco Núñez Rodríguez.
El 3 de diciembre de 1949 zarparon de Cartagena rumbo a Barcelona los submarinos D-1 y General Mola, mandado por el capitán de corbeta don Luis Arévalo. Estaban mandados por el jefe de la Escuela y Estación de submarinos, capitán de navío don Francisco Núñez. Llegaron a Barcelona el día 6. En estos buques se rodaron unas escenas de una película sobre submarinos.
El 31 de enero de 1950 zarparon de Cartagena los submarinos General Mola y G-7. Realizaron ejercicios de inmersión en la bahía de Mazarrón, regresando a la base el 3 de febrero.
Entre el 15 y el 19 de octubre de 1950 se realizaron unas maniobras en el Atlántico. Mandaba la escuadra de 45 buques el almirante don Alfonso Arriaga Adam, embarcado en el crucero Canarias, que actuó con árbitro. Participaron cuatro submarinos de la 1ª escuadrilla, General Sanjurjo, General Mola, G-7 y D-1. El 24 de noviembre de 1950 se puso al mando del capitán de corbeta don Enrique Rolamdi Gaite.
Procedentes de Cartagena, llegaron a Palma de Mallorca el 4 de octubre de 1951 los submarinos D-1, D-2, General Sanjurjo y General Mola, flotilla que estaba al mando del capitán de navío Ordóñez, jefe de la Escuela de Submarinos.
En el año 1952 realizaron ambos submarinos un crucero de instrucción por el Mediterráneo, recalando en varios puertos. A finales de ese año, el 12 de diciembre, se puso al mando del capitán de corbeta don Francisco Javier de Elizalde y Laínez.
El 5 de agosto de 1953 zarparon de Cartagena rumbo a Mahón los submarinos General Mola y General Sanjurjo. Participó en las maniobras generales de la escuadra en otoño de 1953. Al finalizar las maniobras, la escuadra realizó un desfile zarpando de Cádiz la tarde del 14 de octubre de 1953 rumbo al cabo de San Vicente. En el buque insignia de la escuadra, el crucero Canarias, embarcaron el jefe del Estado, el general Franco, el jefe del Estado Mayor de la Flota, el almirante Pastor y varios ministros. Tomaron parte los submarinos General Mola, General Sanjurjo, D-1, D-2 y G-7.
En viaje de instrucción, salieron de Cartagena los submarinos General Sanjurjo, General Mola, mandado por el capitán Elizalde, D-1 y D-2. La flotilla la mandaba el capitán de navío don Luis Huertas. Visitaron los puertos de Alicante, Valencia, Tarragona y finalmente Barcelona el 30 de noviembre, desde donde regresaron a Cartagena el 2 de diciembre de 1953.
En 1954 participó en el salvamento del mercante español Cabo Corona, que había quedado al garete con el timón roto a causa de un temporal cerca del Cabo de Palos. Llegó a Cartagena con el mercante el 27 de marzo, remolcado por los buques de guerra RR-14 y RR-37.
Procedentes de Guinea regresaron a Cartagena de un viaje de instrucción, el 8 de junio de 1954, los submarinos General Sanjurjo, General Mola, D-1 y D-2. El 1º de septiembre de 1954 se entregó su mando al capitán de corbeta don Enrique González Romero.
La segunda división de la Flota, mandada por el contraalmirante don Pascual Cervera y Cervera, fondeó en Tarragona el 21 de mayo de 1955. Salieron de puerto al día siguiente para realizar las maniobras de primavera. Estaba compuesta por el crucero Miguel de Cervantes, que era el buque insignia, cuatro destructores, varios buques menores y los submarinos General Mola, General Sanjurjo, D-1 y G-7.
La primera semana de julio de 1956 llegó a Santa Cruz de Tenerife la flotilla de submarinos compuesta por el General Mola, General Sanjurjo, D-1, D-2 y G-7. El 7 de septiembre de 1956 se puso al mando del capitán de corbeta don Tomás Clavijo Navarro, al que sustituyó el 10 de julio de 1958 su último comandante, el teniente de navío don Jacinto García Abajo.
A finales de los años 50, sus averías eran continuas, pasando en 1959 a primera situación, y posteriormente dados de baja. Baja el 24 de mayo de 1959. Cuando era remolcado a la Escuela Naval de Marín para servir de prácticas a los alumnos, se rompió el remolque y se estrelló en las islas Cíes.
Bibliografía:
Alfredo y Elías, Vicente.: Buques de guerra españoles, 1885-1971. Editorial San Martín. Madrid, 1980.
Cervera Pery, José.: La guerra naval española (1936-39). Editorial San Martín. Madrid, 1988.
Diarios ABC, La Vanguardia.
Enciclopedia La Marina. Editorial Delta. Barcelona, 1983.
González, Marcelino.: Otros 50 barcos españoles. Fundación Alvargonzález. Gijón, 2012.
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