Galeon de Manila 1762-1763
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El 1 de agosto de 1762, sin conocimiento de la guerra con Gran Bretaña, zarpa de la bahía de Manila rumbo a Nueva España el galeón Santísima Trinidad. Se hizo a la vela en una fecha demasiado tardía, sufriendo fuertes vientos que lo retuvieron muchos días en la bahía de Manila, saliendo de ella rumbo al embocadero el 3 de septiembre. Cuando consiguió llegar a mar abierto se enfrentó a varios temporales y el 24 de septiembre pierde el palo mayor. Al no conseguir llegar a la altura de las islas Marianas, su comandante decide regresar a Cavite con varias vías de agua y con la tripulación cansada y enferma.
Mientras esto sucedía, cayó la ciudad de Manila el 5 de octubre en poder de los británicos. Cuando el galeón El Filipino llegó a las islas, envió su comandante una goleta a Cavite para informar y pedir un piloto. Capturada por los británicos en la bahía de Manila, se enteraron de la llegada del galeón cargado de caudales. Pero este galeón se refugió en Palapag, donde fue varado y la carga puesta a salvo. El vicealmirante Cortnish envió a dos buques a capturar al galeón llegado de Acapulco. Eran el Panther, de 60 cañones al mando del capitán Hyde Parker, y la fragata Argo, de 28 a 32 cañones al mando de Richard King. Durante casi un mes recorrieron las aguas entre Samar y Luzón. Finalmente, la noche del 29 de octubre avistó la fragata a un galeón navegando entre la isla de Capul y el embocadero. Los británicos creían que se trataba del Filipino, pero era el navío Santísima Trinidad, alias El Poderoso, que regresaba a Cavite al encontrarse averiado.
El navío español Santísima Trinidad avistó el cabo del Espíritu Santo el 28 de octubre y su comandante decide entrar en el puerto de Palapag pero el piloto se niega a hacerlo de noche, por lo que ponen rumbo al puerto de Bagatao, al sur de la isla de Luzón, donde la noche siguiente es sorprendido por los buques enemigos. En un primer ataque que comenzó poco después de la medianoche a cargo de la fragata Argo, esta es rechazada con graves daños y su comandante King decide retirarse tras dos horas de combate y esperar la llegada del Panther. El buque español había rechazado al enemigo con sólo seis cañones montados. Durante la noche se pudieron montar otros siete cañones. Al amanecer del 30 de octubre reanudan el combate y los dos buques británicos le lanzaron más de mil cañonazos de á 18 y 24 libras. Después de otras dos horas de combate tuvo que rendirse. Según Fernández Duro, llevaba sólo cinco cañones de á 8 libras y cuatro de á 4 libras, aunque el propio Cornish dice que llevaba 13 cañones y de estos sólo 5 estaban montados. Los españoles sufrieron la pérdida de 18 muertos y los británicos de 35.
El galeón fue remolcado a Cavite, donde los británicos se hicieron con su cargamento, estimado entre millón y medio y dos millones de pesos. Fue llevado al puerto de Plymouth en 1763 y puesto a la venta. No se sabe cuál fue su destino, aunque lo más probable es que fuera desguazado. Fue el último navío de la carrera de Filipinas. A partir de este momento se emplearon fragatas, hasta 1815 que se hizo el último viaje a cargo de la fragata San Fernando.
Buques:
Navío: Santísima Trinidad y Nuestra Señora del Buen Fin, alias El Poderoso.
Regreso:
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tomo VI. Museo Naval. Madrid, 1973, páginas 90-93.
García del Valle y Gómez, Jesús.: Retrato de un navío. Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza de la carrera Manila-Acapulco (1733-1750). Bubok, 2011, páginas 143, 149.
Lytle Schurtz, William.: El Galeón de Manila. Ediciones de Cultura Hispánica. Instituto de Cooperación Iberoamericana. Madrid, 1992, páginas 293-295.
Silos Rodríguez, José María.: “El viaje de 1755 del galeón Santísima Trinidad”, Revista de Historia Naval. Año 2005, nº 88, página 60.
A.G.I. Estado, 44, N. 87. Carta del príncipe de Masserano, embajador en Londres, al marqués de Grimaldi, ministro de Estado. Londres, 22 de junio de 1764.
Compilada por Santiago Gómez.
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