Felipe Apostol, San (1781)
De Todoavante.es
Navío de 68 cañones construido en 1781 en el arsenal de Ferrol con el sistema de construcción francés de Francisco Gautier. Tenía las siguientes dimensiones en pies de Burgos: 168 y ¾ de eslora (46,92 metros), 147 y 1/3 de quilla (41,07 metros), 46 de manga (12,81 metros), 22 y 1/3 de puntal (6,24 metros), 23 2/3 de plan (6,63 metros). Desplazaba 1.182 toneladas de carga.
A finales de septiembre de 1781 realizó travesía de Ferrol a Cádiz al mando del capitán de navío don Antonio de Landa. El 2 de enero de 1782 zarpa de Cádiz al mando del capitán de navío don Lucas de Gálvez Montes de Oca, formando escuadra con los navíos Glorioso, San Pedro Apóstol y Santo Domingo, la fragata Nuestra Señora de la O y la corbeta Santa Catalina para escoltar un convoy de tropas con rumbo a la Habana.
Esta escuadra, mandada por el brigadier don Francisco de Borja, quedó patrullando la costa norte de Santo Domingo hasta finales de 1782. El 6 de enero de 1783 salió de la Habana con otra escuadra para llevar tropas al puerto francés de Guarico (Santo Domingo), destinadas a la proyectada invasión de Jamaica.
Finalizada la guerra, llegó a la Habana con la escuadra. Al mando del capitán de navío don Lucas de Gálvez llega a la Habana con la escuadra de Solano el 20 de enero de 1783 tras una patrulla de corso. Después de salir de nuevo con la escuadra a la Sonda de la Tortuga, regresó a la Habana el 11 de febrero de 1783 dando escolta a los buques salidos de Veracruz. El 28 de abril de 1784 zarpa de Veracruz y entra en la Habana el 21 de mayo con un millón de pesos para S.M. y 4.300.000 pesos del comercio.
La noche del 17 al 18 de julio de 1784 entró en Cádiz con el navío Santo Domingo. Se había hecho a la vela desde la Habana el 1º de junio con la saetía Santa Ana y la urca holandesa Teodoro, fletada por la Real Hacienda. El San Felipe salió de Veracruz el 28 de abril con la saetía y desembarcó en la Habana 1.100.000 pesosde S. M., 16.505 de las rentas de tabaco y 24.814 de particulares. Trajo a Cádiz 177.816 pesos de S. M. y para particulares y comerciantes 4.145.000 de pesos.
En agosto de 1785 llega a Cádiz desde Ferrol. En septiembre de 1785 zarpa de Cádiz rumbo a Veracruz y la Habana con azogues y otros pertrechos, acompañados de otros buques. Estaba al mando del capitán de navío don José Montero de Espinosa y era su segundo comandante el capitán de fragata don Estanislao Juez Sarmiento. El 29 de diciembre de 1785 zarpa de la Habana y entra en Veracruz el 5 de enero de 1786 con 4.000 quintales de azogue y 200 cajones de pistolas y escopetas cargadas en la Habana.
La mañana del 20 de junio zarpa de Veracruz rumbo a Cádiz con 2.780.085 pesos, 1.500 quintales de cobre (a 21 pesos el quintal, 31.687 pesos), 30 piezas de lona (a 20 pesos la pieza, 600 pesos) y 250 arrobas de lino para S.M., total 2.812.373 pesos. Para particulares llevaba 3.746.911 pesos. Regresa a Cádiz el 14 de septiembre de 1786, habiendo zarpado de la Habana el 21 de julio. Pasó después a Ferrol para ser desarmado en noviembre de 1786.
En 1790 se encontraba asignado al departamento marítimo de Ferrol. El 9 de julio de 1791 se pone al mando del capitán de navío don Enrique MacDonell en el Ferrol, zarpando para hacer el corso por la costa norteafricana y la boca del estrecho, pasando después a Cádiz, donde el capitán MacDonell cesa en el mando el 11 de diciembre de 1792.
En 1793 se encontraba en el departamento de Ferrol desarmado al mando del capitán de fragata don Francisco de Rio Cosa. En abril de 1793 se le da el mando al capitán de navío don Pedro de Leiva, estando en el departamento de Ferrol, con la escuadra a las órdenes del teniente general don Gabriel de Aristizabal.
En mayo de 1793 se encuentra en la bahía de Cádiz con órdenes de dirigirse a Cartagena en compañía del navío San Leandro. En junio de 1793 zarpa de Cartagena rumbo a Génova con el navío San Leandro y la fragata Santa Rosalía para embarcar a los reclutas extranjeros y llevarlos al Ejército español que se halla en Parma. También tenían la comisión de contratar marinería genovesa y convoyar a varios mercantes con maderas de construcción de la Casa de Castellini, en caso de que a su llegada estuvieran preparados. Para su vuelta a Cartagena tenían órdenes de regresar con la escuadra del teniente general don Francisco de Borja.