Andaluz (1759)
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Construcción
Jabeque construido en la Carraca. Se inició su construcción el 1º de diciembre de 1759 y fue botado el 4 de agosto de ese mismo año.
Su construcción fue realizada a instancia de Mateo Mullan para aprovechar las maderas sobrantes de la construcción de buques mayores que se hallaban diseminadas por el arsenal.
Fue diseñado por el propio Mullan con modificaciones propuestas por Edward Bryant. Recibieron la orden expresa de no utilizar maderas de roble para hacerlo más ligero.
Medía, en pies ingleses, 121 pies de eslora, 103 pies y 3 pulgadas de quilla, 30 de manga, 14 de puntal, 11 pies y 6 pulgadas de calado a proa, 12 pies y 2 pulgadas de calado a popa. Desplaza 492 toneladas.
Estaba armado con 20 cañones de hierro de a 8 libras y 10 de a 4, además de 18 pedreros y 2 culebrinas de a 4 libras.
Historial
El 7 de mayo de 1760 zarpa de Cádiz al mando del capitán de fragata don Ignacio Ponce de León y entra en Cartagena el día 25 de mayo con los navíos Firme y Aquilón, todos al mando del jefe de escuadra Marqués del Real Transporte, realizando durante la travesía patrullas contra los corsarios argelinos.
En la primavera de 1760 sufrió una profunda remodelación en el arsenal de Cartagena, algo anormal en un buque botado pocos meses antes. Las obras incluyeron trabajos de carpintería, calafatería, jarcia y velamen.
En enero y febrero de 1761 formó parte de una división de cuatro jabeques mandados por el capitán de fragata don Francisco de Vera, comandante del Andaluz. Al mando del capitán Vera zarpa de Cartagena el 13 de abril de 1761 rumbo a Barcelona para recoger matriculados. Pasado el cabo de Palos comenzó una tormenta que impidió conocer al práctico el lugar en el que se encontraban, aunque afirmó que pudo reconocer el cabo de Santa Pola, aunque por la situación del buque era imposible esa posición.
A las ocho de la tarde entró de guardia el guardiamarina Mazarredo y evitó con sus órdenes que el jabeque se perdiera en las rocas, aunque el jabeque quedó varado y atravesado en la mar en las inmediaciones de las Salinas de la Mata. La única posibilidad de salvarlo era el auxilio de la lancha, que se había perdido en la tormenta cuando iba a remolque del jabeque. Mazarredo se ofreció voluntario para ir en busca de la lancha a bordo de un pequeño bote y acompañado por diez marineros.
Al cabo de una hora regresaron con la lancha, gracias a la cual pudo lanzarse un ancla y apopar el jabeque contra las olas, evitando los grandes bandazos que soportaba. Al amanecer del 14 de abril, gracias a la lancha, se salvaron los 300 hombres. Se desconoce lo que ocurrió con este jabeque, se le cambió de nombre, se le dio de baja por sus defectos de construcción y a resultas de los daños de su varada o naufragó en fecha posterior.
Bibliografía
Barbudo Duarte, Enrique.: D. José de Mazarredo. Teniente General de la Real Armada. Edición Fragata Libros Náuticos. Madrid, 2008.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería biográfica de los Generales de Marina. Madrid, 1873.
Quintero González, José.: La Carraca. El primer arsenal ilustrado español (1717-1776). Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 2004.
Compilada por Santiago Gómez.
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