Flota de Nueva España 1699
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Mando:
General don Manuel Velasco y Tejada.
Almirante don José Chacón Medina y Salazar.
Salida:
Zarpó de Cádiz el 19 de julio de 1699. El 28 de julio avistaron las islas Canarias. El 2 de septiembre llegaron a Puerto Rico. Cuatro días después salió la Flota de Puerto Rico y se separaron los mercantes que tenían por destino Santo Domingo y Maracaibo. A las dos de la tarde del 6 de octubre estaban los buques de la Flota dentro del puerto de Veracruz.
Escolta:
Capitana: Galeón mercante armado Jesús, María y José. 40 cañones (36 en batería y 4 en la toldilla). 600 toneladas. Botado en Pasajes en 1693. Propiedad de don Juan Agustín de Iturri. Maestre don Diego Solís Cachero.
Almiranta: Galeón mercante armado Santísima Trinidad, Nuestra Señora del Rosario y las Ánimas, alias Bufona. 454 toneladas. 36 cañones. Construido en Campeche. Insignia del almirante don José Chacón Medina y Salazar. Propiedad de Joaquín de Aguirre. Maestre don Miguel de Zozoya.
Patache: San Joaquín y Santa Ana. Propiedad del Rey, adquirido en Cádiz en 1698. 200 toneladas. 8 cañones de hierro. Capitán y maestre don Francisco de Herrera Barragán.
Primer patache: Jesús Nazareno y Santa Ana. Construido en Holanda. 197 toneladas. Capitán don Francisco Casanova.
Patache: Nuestra Señora de las Mercedes, San José y San Nicolás de Bari. Construido en Francia. 173 toneladas. Maestre don Antonio de Uriberri.
Segundo patache: Nuestra Señora del Rosario. Construido en Francia. 175 toneladas. Maestre don Eugenio Martínez de Rivas.
Mercantes:
Santo Cristo de Maracaibo, Nuestra Señora de la Concepción, San José y las Ánimas. Construido en Maracaibo. 507 toneladas. Propietarios don Pedro de Galdona y don Miguel de Estomba. Maestre don Vicente Álvarez.
Nuestra Señora de los Remedios y Santo Rey David. Construido en Flesinga (Holanda). 296 toneladas. Propiedad de don José López de Mendoza. Maestre don José Francisco de Soria.
Nuestra Señora de los Dolores, San Andrés y San Jerónimo. Construido en Campeche. 365 toneladas. Propietario Gerónimo Francisco Mier del Tojo. Maestre don Antonio Gómez de Urizar.
Nuestra Señora de la Soledad. Construido en La Habana. 215 toneladas. Propiedad de don Francisco Hernández Nieto. Maestre don Juan de Bocanegra.
Santo Cristo del Buen Viaje y Nuestra Señora de la Alta Gracia. Construido en Matanzas. 283 toneladas. Propiedad de don Felipe Antonio de Barrios y don Manuel Rodríguez. Maestre don Francisco Blanco.
Jesús, María y José y las Ánimas. Construido en Vizcaya. 134 toneladas. Dueño, capitán y maestre don Gaspar de Aranguren.
Nuestra Señora del Rosario, Santo Tomás y Santa Margarita. Construido en Holanda. 278 toneladas. Propiedad del almirante don Tomás Tello de Guzmán. Maestre don Ignacio de Azconobieba.
Santo Cristo de San Román. Construido en Campeche. 209 toneladas. Propiedad de don Martín de Noguera. Maestre don Vicente Ros de Izava (Vos de Isaba).
Santo Cristo de Burgos, Nuestra Señora del Carmen y San José. Construido en Hamburgo. 301 toneladas. Propiedad de Martín de Noguera Dueño Juan de Burgos (Juega Puig). Maestre don José de Burgos.
Santo Domingo y San Francisco Javier. Construido en Suecia. 299 toneladas. Propiedad de don Blas del Castillo y don Miguel Cañete. Maestre don Miguel Cañete.
Nuestra Señora de los Remedios y San Francisco Javier. Construido en Vizcaya. 501 toneladas. Propiedad de Pedro Méndez de Villar. Maestre don Juan de Castrillón y Caamaño.
Santa Cruz, San José y San Francisco Javier. Construido en Campeche. 303 toneladas. Propiedad de Diego de Iparraguirre. Maestre don Juan de Rivera.
Nuestra Señora del Rosario. 113 toneladas. Propiedad de Miguel Pérez de Anguita. Maestre don Luis Antonio de Zavala. Registro a Maracaibo.
Nuestra Señora de los Reyes, San José y San Roque. Construido en Cádiz. 136 toneladas. Propiedad de don Pedro Ignacio de Zuloeta y Aragón. Maestre don Antonio de Ocampo. Registro a Santo Domingo.
Regreso:
Velasco tenía órdenes de zarpar en la primavera de 1700. Excesivas demoras retrasaron su salida. Las principales causas fueron la saturación de productos, que dificultaba la venta de las mercancías, agravado con la presencia en Veracruz de la Flota de Mascarúa; el mal estado de varios de los buques, sobre todo la capitana, que obligó a largas reparaciones.
Mientras permanecía en Veracruz, moría el rey Carlos II y subía al trono el Borbón Felipe V, comenzando la llamada guerra de Sucesión. En esta situación, la presencia de la capitana y almirante, suficiente en otros casos, era ahora irrisoria ante las escuadras inglesas y holandesas.
El rey francés Luis XIV, abuelo de Felipe V, aprovechando la debilidad española exageró el peligro de las escuadras enemigas y ofreció la protección sus navíos de guerra. El apoyo no era gratis, el rey francés quería participar en el comercio con América y hacer creer que sin su apoyo, éste desaparecería. La psicosis de un ataque se extendió como la pólvora, retrasando aun más la salida de la Flota rumbo a Cádiz, ahora a la espera de varias escuadras francesas.
Estas escuadras, al mando de Coëtlogon, Magnou y otros mandos, zarparon en la primavera de 1701. La escuadra de Coëtlogon llegó a la Habana el 4 de agosto de 1701, desde donde realizó varias salidas. El 28 de diciembre partió de regreso a Francia ante la llegada de la escuadra de Chateaurenault, que salió de Francia en noviembre de 1701 con órdenes de escoltar la Flota de Velasco. Parte de su escuadra llegó a Veracruz el 5 de mayo de 1702, mientras el resto esperaba en la Habana.
Durante su estancia en Veracruz, la composición de la Flota de Velasco sufrió varios cambios. Regresaron con la Flota de azogues del general Mascarúa cuatro de los buques:
Patache: Nuestra Señora del Rosario.
Mercante: Nuestra Señora de los Remedios.
Mercante: Santo Cristo de Burgos.
Mercante: Nuestra Señora del Rosario.
Varios buques quedaron en América:
Patache: Jesús Nazareno.
Patache: San Joaquín y Santa Ana, incorporado a la Armada de Barlovento.
Mercante: Nuestra Señora de la Soledad.
Mercante: Santo Cristo de San Román. Quedó en Veracruz por inútil.
Otro mercante, el Nuestra Señora de los Reyes, salió de Veracruz en solitario y llegó a Sevilla el 6 de octubre de 1700.
En su travesía de regreso se incorporaron varios buques:
Navío: San Juan Bautista. Nave capitana de la Flota de Azogues del general don Fernando Chacón, hermano del almirante de la Flota de Velasco.
Mercante: Nuestra Señora del Rosario, San José y las Ánimas, adquirido por Martín de Noguera para sustituir al mercante perdido en Veracruz.
Aviso: Nuestra Señora del Coro. Capitán don Pedro de Mora Rendón. Fletado por el Consulado de Sevilla, había llegado a Veracruz el 13 de febrero de 1702.
Mercante: Nuestra Señora del Buen Viaje y Felipe V. Construido en Campeche en 1702. Dueños don José de Castro y don Miguel de Oviedo.
Mercante: Jesús, María y José y San Diego. Dueño don Juan Esteban Dongo. Maestre don José Blanco del Álamo.
Mercante: Ave María. Incorporado a la Flota en la Habana. Maestre don Juan de Peñalver Angulo.
Mercante: Nuestra Señora del Rosario y San Francisco Javier. Incorporado en la Habana. Dueño don Francisco Mirón.
Por fin, el 11 de junio de 1702 salió de Veracruz la Flota con la escolta de los franceses. Llegan a la Habana el 7 de julio, volviendo a zarpar el 24 de julio los 19 buques de la Flota, los 34 de la escuadra francesa y otros 3 buques de guerra de la Armada de Barlovento.
Al salir de Veracruz, Velasco ya había despachado a Sevilla al navío de aviso Nuestra Señora del Coro. Al llegar al Canal de Bahama se separa la Armada de Barlovento para regresar a Veracruz. También Chateaurenault despachó a Francia en el mismo paraje a varios de sus buques de guerra, quedando su escuadra reducida a 27 buques.
Aunque la Flota tenía prevista su llegada a Pasajes, Chateaurenault insistía en llegar a La Rochela ante el peligro de ser capturados. La negativa rotunda de Velasco de entrar en puerto francés, forzó a Chateaurenault a ceder y fondear en la ría de Vigo a finales de septiembre de 1702.
Dos de los mercantes de la Flota se habían separado a causa de la niebla los días 23 y 24 de agosto, entrando en Santander. También se separaron varios buques franceses por la niebla y otras causas, quedando la escuadra reducida a 14 navíos, 2 fragatas y 2 buques menores.
Una escuadra anglo-holandesa al mando de Sir George Rooke y Philips van Almonde fracasó en su intento de ocupar Cádiz y, cuando se dirigía al norte, tuvo noticias de la llegada de la Flota de Velasco a Vigo, atacando en el mes de octubre para hacerse con el tesoro. La escuadra francesa y los buques españoles son destruidos en la batalla de Rande, pero para entonces el tesoro había sido desembarcado.
Bibliografía:
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Francis Lang, Mervyn.: Las Flotas de la Nueva España (1630-1710): despacho, azogue, comercio. Muñoz Moya, editor. Sevilla, 1998, páginas 202-213.
Pérez-Mallaina Bueno, Pablo Emilio.: Política naval española en el Atlántico, 1700-1715. Escuela de estudios hispano-americanos. CSIC. Sevilla, 1982.
Torres Ramírez, Bibiano.: La Armada de Barlovento. Escuela de estudios hispanoamericanos. CSIC. Sevilla, 1981.
Compilada por Santiago Gómez.
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