Magdalena, Santa Maria (1773)
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Construcción:
Construida en Ferrol con el sistema francés de Gautier.
Botada el 7 de julio de 1773. Armada con 34 cañones.
Historial:
A primeros de 1774 zarpa de Ferrol al mando del capitán de fragata don Ignacio Mendizábal y Vildósola con los navíos Guerrero y Santo Domingo. En Cádiz se une a la división el navío San Rafael, que mandados por el jefe de escuadra don Pedro González de Castejón salen para Cartagena para embarcar tropas, regresando posteriormente a Cádiz.
El 18 de agosto sale de Cádiz y el 10 de noviembre de 1774 llega a Montevideo al mando del capitán de fragata don José Fuentes con otros buques de guerra. El 31 de diciembre de 1774 se encuentra en Montevideo al mando del capitán don José de Uriarte. Zarpó de Montevideo el 9 de noviembre de 1776 a desempeñar una comisión reservada con la fragata Santa Perpetua, regresando a puerto el 15 de enero.
Comenzada la guerra contra Gran Bretaña, en junio de 1779, se encontraba en Cádiz con la escuadra del teniente general don Luis de Córdoba. Al mando del capitán de fragata Pedro de Leiva estuvo con la escuadra de don Antonio de Ulloa en la campaña de las Azores entre junio y octubre de 1779.
Al regreso de la campaña de corso avistó el comandante Leiva un corsario británico en aguas del cabo San Vicente. Advirtiendo que era muy velero, ocultó la artillería, la gente, y maniobró como un mercante, acercándose el corsario para capturar la fragata española. Cuando el corsario se dio cuenta del error intentó huir, pero la fragata española tenía la maniobra y artillería preparada y, a la primera descarga, el corsario se rinde. Se llamaba Duque of Cornwallis y estaba armado con 10 cañones y 4 pedreros.
Al mando del capitán de fragata don Domingo de Nava desde 1780, junto a cinco jabeques puestos a sus órdenes escoltando un convoy de la costa catalana a Cartagena. Después quedó la fragata asignada a la división de jabeques del brigadier don Francisco de Vera en las operaciones del estrecho de Gibraltar formada por los jabeques San Lino, Mallorquín, Lebrel y Gamo.
A finales de octubre de 1780 combatió contra tres pingues argelinos de 36 cañones y a una polacra napolitana que habían apresado. Los corsarios dejaron libre a la presa que es llevada a Cartagena por el jabeque San Lino, mientras es resto de buques prosigue la caza hasta que una turbonada facilita su huida. La flotilla regresa a Cartagena entre el 24 y el 31 de octubre. Sólo tuvieron que lamentar un soldado muerto y varios heridos, entre ellos el alférez de fragata Andrés de la Torre. La fragata Magdalena seguía al mando del capitán Leiva.
En julio de 1782 formaba división con la fragata Santa Lucía, jabeque Lebrel y otros buques, apostados en Punta Europa con la misión de evitar la entrada de buques enemigos a Gibraltar.
El 10 de octubre de 1782 se encontraba en la bahía de Algeciras con la escuadra de Córdoba en las operaciones de bloqueo de Gibraltar. A resultas de un fuerte temporal estuvo a punto de embarrancar en la costa al perder las amarras. Hacía mucha agua y se ordenó a su comandante dirigirse a Málaga.
En el verano de 1784 realizó con el bergantín Vivo varios trabajos hidrográficos al mando del capitán de navío don Vicente Tofiño, del puerto de Mahón y la costa entre los cabos de Palos y San Antonio. En julio de ese año es sustituida en los trabajos por la fragata Santa Lucía.
En noviembre de 1785 estaba desarmada en Cádiz y mandada por el capitán de fragata don Pedro Rístori. En abril de 1787 se puso al mando del capitán de fragata don Juan María de Villavicencio y de la Serna, realizando travesía a Constantinopla. Al regreso, en 1789, sufrió una cuarentena en Malta de 120 días al haberse propagado una enfermedad entre la tripulación.
En 1790 se encontraba asignada al departamento marítimo de Cádiz. El 22 de enero de 1790 zarpa de Cádiz con el paquebote Santa Eulalia y 18 de marzo de 1790 llegan a Montevideo al mando del capitán de fragata don Manuel Bilbao, comandante de la fragata. Este comandante, con sus oficiales y tripulación deben embarcar en la fragata Santa Sabina para regresar con ella a Cádiz. Trajo de transporte a los gobernadores de Puno y Chiloé, marqués de Casa Hermosa y Pedro Cañaveral, varios oficiales y otros pasajeros.
A finales de mayo de 1792 participó en las operaciones de salvamento de la fragata Nuestra Señora de Loreto, naufragada a la altura de punta San José, cerca de Montevideo. Al mes siguiente, con el bergantín El Carmen, estuvo en otra operación de salvamento, esta vez de la fragata correo Grimaldi, que había naufragado el mes anterior de Montevideo.
El 26 de agosto de 1792 zarpa de Montevideo rumbo a Cádiz, llevando a bordo al capitán de navío don José de Orozco, anterior comandante del apostadero de Montevideo, sustituido en el mes de marzo por el brigadier don Antonio de Córdoba. El 25 de junio de 1793, al mando del capitán de fragata don Francisco María de Yepes, se encontraba en Puerto Rico con la fragata Nuestra Señora del Pilar. A finales del mes de junio zarpa rumbo a la Habana a recoger el situado de las islas. Regresó a Cádiz en 1793 con caudales.
A finales de septiembre de 1794 se dispuso su alistamiento para llevar al Río de la Plata al nuevo virrey don Pedro Melo de Portugal y al nuevo jefe del apostadero de Montevideo, el capitán de navío don José Adorno. Zarpó de Cádiz a finales de diciembre de 1794 y llegó a Montevideo el 3 de marzo de 1795.
Al comenzar el año 1797 seguía adscrita al apostadero de Montevideo, al mando del capitán don Pedro Fernández de Esquivel. El 15 de julio de 1797 zarpa del puerto de Maldonado con la fragata Santa Leocadia para reunirse en Montevideo con la fragata Santa Clara y dar los tres buques escolta hasta cierta altura a la fragata correo Águila. A causa de un temporal, las fragatas sufren daños y se suspende la comisión de escolta del buque correo.
El 20 de septiembre de 1797 zarpa de Montevideo con las fragatas Santa Leocadia, Santa Clara y la corbeta Descubierta, división que estaba al mando del capitán de navío don Antonio Gómez Barreda, comandante de la fragata Santa Leocadia, para cruzar el río de la Plata hasta la isla de Santa Catalina, regresando a Montevideo el 28 de noviembre de 1797. En febrero de 1800 se encontraba realizando trabajos hidrográficos en la cuenca del Río de la Plata.
Al mando del capitán de navío José Caro y Sureda pertenecía a la escuadra de Gravina que zarpó de Cádiz en abril de 1805 combinada con la francesa de Villeneuve. Puso rumbo a las Antillas con los navíos Terrible, Firme y España para unirse a los buques de Gravina, los navíos Argonauta, América y San Rafael. Durante la travesía captura y quema a dos corsarios británicos con base en Gibraltar, el bergantín Lord Nelson, de 12 cañones y 81 hombres, y la goleta Enguita, de 10 cañones y 32 hombres.
En 1808 se encontraba en Ferrol. En junio de 1808 tomó parte en la defensa de Santander junto a la fragata Venganza y la británica Cossack, no pudiendo evitar que cayera en poder de los franceses.
En enero de 1809 cayó en poder de los franceses con otros quince buques de guerra al rendirse La Coruña. Evacuada la ciudad por los franceses tres meses después, quedó la fragata encargada de patrullar la costa. El 23 de agosto de 1809 zarpa de Ferrol al mando del capitán de navío don Blas Salcedo y entra en Cádiz el 2 de septiembre. Lleva 36 cañones de a 6 libras con 1.300 balas, planchas de cobre, víveres y otros pertrechos.
El 24 de septiembre de 1809 zarpa de Cádiz rumbo a Tanger al mando del capitán Salcedo. De regreso de Tanger entra en Cádiz al mando de Salcedo el 1º de noviembre de 1809. Al mando del capitán de navío Salcedo zarpa el 24 de noviembre de Cádiz rumbo a Ferrol llevando a bordo a don Ramón de Castro, capitán general de Galicia.
En 1810 salió de Cádiz al mando del capitán de navío don Joaquín Zarauz con cuatro fragatas británicas y españolas al mando del comodoro Mends. Escoltaban un convoy de tropas del mariscal de campo Mariano Renovales, 1.200 españoles y 800 británicos. El 14 de octubre zarpa de La Coruña con cuatro fragatas y dos bergantines británicos, el bergantín español Palomo, la goleta corsaria Insurgente Roncalesa, una balandra británica y 20 buques de transporte. El 16 de octubre, al paso por Ribadeo, se unieron al convoy la goleta Liniers, los cañoneros Gorrión, Corzo, Sorpresa, Estrago y 15'transportes más.
El 18 de octubre fondean en Gijón y al día siguiente desembarcan las tropas, atacando la plaza en combinación con las tropas de Porlier y Castañón. Al amanecer del 20 comenzó el reembarco de las tropas ante la llegada de tropas francesas del general francés Bonnet. El convoy fondeó en Santoña el 23 de octubre. Un fuerte temporal obligó a los buques mayores a hacerse a la vela, quedando los cañoneros al abrigo del puerto, acabando por naufragar el 26 de octubre.
El 29 de octubre, disperso el convoy, llegó la fragata Magdalena a Vivero, donde se reunió con la fragata británica Narcisus, el bergantín Palomo y dos transportes. La noche del 2 al 3 de noviembre de 1810 les sorprende el temporal en la ría de Vivero. La fragata Magdalena y el bergantín Palomo naufragan al estrellarse contra los arrecifes de los Castelos. A la fragata Magdalena le faltaron los cables y chocó en la playa de Cobas. Según Fdez. Duro, en Naufragios, p. 222, se salvaron 8 hombres, teniendo en cuenta que había embarcado las tripulaciones de los cañoneros perdidos en Santoña. De la fragata sobreviven tres hombres que ganan la costa a nado, además de un alférez y 20 hombres que se encontraban en ese momento en tierra carenando una de las lanchas de la fragata.