Vivo
De Todoavante.es
Construcción:
Bergantín llamado San José, alias Vivo, construido en Ferrol.
Algunas fuentes mencionan que fue botado en 1788, pero por su historial tuvo que entrar en servicio unos años antes o se trata de un segundo bergantín con el mismo nombre.
Armado con 14 cañones.
Historial:
En junio de 1783 formó división con la fragata Colón, el bergantín Infante, las balandras Tártaro, Primera Resolución y Segunda Resolución para cruzar entre el cabo de Gata y las islas Baleares, buques que son agregados a la escuadra de don Antonio Barceló para la expedición a Argel en julio de 1783.
A finales de junio de 1783 recibe la orden el capitán de navío don Vicente Tofiño de levantar cartas hidrográficas de las costas españolas, debiendo tomar el mando de la fragata Santa Bárbara y el bergantín Vivo, mandado por el teniente de fragata don Bernardo Muñoz. En estos trabajos, que duraron varios años, participaron varias fragatas y buques menores de la Armada, entre ellos el bergantín Vivo hasta 1789.
Finalizada las costas de la península, comenzaron la fragata y el bergantín a levantar los planos de las islas Baleares. En 1784 levantó un plano de la bahía de Algeciras. Con la fragata Santa Lucía pasó al Mediterráneo para levantar planos de sus costas y las de África, entre cabo Bujía y cabo Espartel.
El 27 de abril de 1785 se embarca en Cádiz en la fragata Santa Lucía, mandada por el capitán de navío Tofiño, el enviado extraordinario de la corona al teniente coronel don Francisco de Salinas y Moñino con destino a la corte de Marruecos. Zarpa de Cádiz con el bergantín Vivo el mismo día y fondean en Mogador el 30 de abril, desembarcando regalos los día 1 y 2 de mayo.
En 1788 es destinado a las islas Azores para continuar su comisión hidrográfica con la fragata Santa Perpetua y la balandra Natalia, puestos al mando del capitán de navío Tofiño el 28 de abril de 1788, comandante de la fragata. El bergantín seguía al mando del teniente don Bernardo Muñoz y la balandra Natalia estaba al mando del teniente de navío don Dionisio Alcalá Galiano. La comisión duró del 15 de junio al 16 de agosto de 1788.
Por una Real Orden del 2 de febrero de 1790 se apresta una escuadra de evoluciones con buques de los tres departamentos para efectuar maniobras de adiestramiento durante ese año. Entre los buques se encuentra el bergantín Vivo, armado en el departamento de Cartagena. La escuadra es puesta al mando del teniente general don Francisco de Borja el 20 de marzo y zarpa de Cartagena el 3 de abril. Con la llegada a Cádiz de la escuadra de evoluciones es incorporada en el mes de julio, y con ella el bergantín Vivo, a la escuadra del teniente general don José Solano por el incidente de Nutka con los británicos. Estaba al mando del teniente de navío Francisco Varona.
En 1792 es destinado a servir de guardacostas en el litoral comprendido entre Algeciras y Málaga. En 1793 se encontraba asignado al departamento de Cádiz, armado y al mando del teniente de navío don Francisco Álvarez de Sotomayor. A comienzos de 1793 zarpa de Barcelona con el bergantín Corzo escoltando un convoy rumbo a la plaza de Rosas. A finales de 1793 se enfrentó y capturó frente a Mataró al bergantín francés Titsikan.
Al mando del teniente de navío don Francisco Álvarez de Sotomayor zarpa de Cartagena el 2 de abril de 1794 con la escuadra del general Lángara para trasladar a España al infante don Luis, príncipe heredero de Parma. Regresa la escuadra a Cartagena en el mes de mayo.
El 24 de junio de 1794 toma su mando el teniente de navío don Tomás de Ayalde. Llevó tropas y marinería a la plaza de Rosas, realizó cruceros sobre Portvendré, La Selva, Cabo Creux y Cabo San Sebastián.
A finales de septiembre de 1794 pertenecía a la escuadra del Mediterráneo y se encontraba incorporado a la escuadra al mando de don Federico Gravina. Seguía al mando del teniente de navío don Tomás de Ayalde. En marzo de 1795 estaba en Mahón al mando del capitán de fragata Tomás de Ayalde con la Escuadra del Mediterráneo.
En mayo de 1795 pasa a ser mandado de nuevo por el teniente de navío don Francisco Álvarez. Poco después se entregó su mando al teniente de navío don Juan Domingo Deslobbes y Cortés con el que es destinado a llevar pliegos a varios puertos de la costa italiana, regresando posteriormente a Cádiz.
Con la escuadra del teniente general don José de Mazarredo se encuentra en Cádiz en 1797 al mando del teniente de fragata don José de Córdoba y Ramos, escuadra que es bloqueada por la británica al mando de John Jervis. Su comandante recibió la comisión de apostarse con otros bergantines para informar de cualquier novedad en la escuadra británica.
El 6 de febrero de 1798 realizó una salida de Cádiz con la escuadra de Mazarredo para romper el bloqueo, regresando a Cádiz el 13 de febrero. Estaba al mando del teniente de navío don Juan de Flórez.
Liberado Cádiz del bloqueo de la escuadra de Jervis, el 14 de mayo de 1799 zarpa la escuadra española al mando de Mazarredo para unirse en el Mediterráneo a la francesa al mando de Eustaque Bruix. El bergantín Vivo, que formada parte de la tercera escuadra o retaguardia, estaba al mando del teniente de navío don Juan Domingo Desdobles.
El 30 de junio de 1799 zarpa de Cartagena rumbo a Cádiz con la escuadra hispano-francesa al mando de Mazarredo y Bruix. El 7 de julio, cuando la escuadra cruzaba el estrecho de Gibraltar, el bergantín Vivo se encontraba destacado con la fragata Carmen como vanguardia de la escuadra. Ese día divisaron una balandra británica llamada Penelope, de 18 cañones y mandado por el Teniente Frederick Lewis Maitland, que había sido enviado por el conde de San Vicente para investigar la causa del fuego que varios buques de la combinada habían realizado por la zona, y que después se supo que eran disparos contra varios buques argelinos. Tras divisar al buque británico, el bergantín Vivo y la fragata Carmen se dispusieron a la caza. El bergantín, que llegó primero, fue rechazado en un primer momento, pero la fragata logró desarbolar al enemigo tras un devastador fuego y rendirlo. A bordo de la Penelope se encontraron una importante suma de dinero que iba destinado a la isla de Menorca y que de manera negligente no había sido desembarcada antes de efectuar esta comisión. Maitland explicó más tarde que su propia tripulación, viendo que no podían escapar, intentó robar el dinero para que no cayera en poder de los españoles, pero el teniente Maitlandlo lo evitó al considerar el hecho poco honorable, razonando su decisión en que habían sido capturados de forma correcta.