Gaditano (1860)
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Construcción:
Vapor de ruedas, construido en Estados Unidos con casco de hierro. Al igual que el vapor Ferrolano fue construido en Nueva York para servir de remolcadores en la Armada.
Su construcción fue autorizada el 23 de abril de 1859 como simple remolcador. El contrato con la empresa constructora J & A Blyth, se firmó el 5 de mayo de 1859. Fue botado el 9 de abril de 1860 y se entregó a la Armada en el mes de septiembre. Costó 387.127,50 pesetas.
Desplazaba 250 toneladas. Medía 38,85 metros de eslora, 6,76 de manga, 3,05 de puntal y 2,12 de calado. Tripulado por 56 hombres.
Disponía de una máquina de 100 caballos nominales, con 2 calderas y seis hornos, que le daban una velocidad de 9 nudos. Podía llevar 65 toneladas de carbón.
Armado en 1873 con 2 cañones de bronce reyados de 120 mm.
Historial:
Entró en servicio como cañonero en el arsenal de La Carraca con la denominación de Nº 1. Cuando comenzó la guerra carlista, en 1873, se armaron los dos vapores Ferrolano y Gaditano para operar en la ría de Bilbao, al igual que otros dos remolcadores, el de ruedas Aspirante y el de hélice Guipuzcoano. En febrero de 1873 se le instalaron dos cañones de bronce rayado de 120 mm y se le dotó con 56 hombres, cambiando su nombre por el de Gaditano.
Al constituirse las Fuerzas Navales del Norte, en enero de 1874, se incorporó a ellas, aunque se encontraba con averías y en malas condiciones. De Ferrol se enviaron a Santander los pertrechos necesarios para poner en estado operativo al vapor, construyendo dos reductos blindados a proa y popa para defender a los sirvientes de las piezas de artillería. Sirvió en la escuadra durante más de dos años, hasta finalizar la guerra carlista, en 1876.
Al mando del teniente de navío de primera clase don Manuel Cincúnegui y junto a la goleta de hélice Buenaventura se destacó en la defensa de Portugalete. Recibieron muchos daños y bajas, teniendo que retirarse, con la consiguiente rendición de la plaza el 2 de enero de 1874. Una vez reparados, los dos buques regresaron a Portugalete. El 1º de mayo siguiente los carlistas rindieron la plaza que ganaron cuatro meses antes. El teniente de navío Cincúnegui sería sustituido por el de su mismo cargo del Manuel Lobo.
Después de la guerra carlista, regresó a sus funciones de remolcador, y en los años 1876 y 1877 realizó trabajos hidrográficos en la Península. En noviembre de 1878 formó parte de la Escuadra de Instrucción hasta primeros de mayo de 1879. En esos años se había reducido el armamento a un sólo cañón.
En 1880 se incorporó a la Escuela de Torpedos, fundada en Cartagena ese mismo año.
Desarmado y dado de baja en 1892. Vendido para su desguace en 1897.
Bibliografía:
Bordejé y Morencos, Fernando de.: Crónica de la Marina española en el siglo XIX, 1868-1898. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 1995.
Coello Lillo, José Luis, Rodríguez González, Agustín Ramón.: Buques de la Armada española a través de la fotografía (1849-1900). Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Aqualarga. Madrid, 2001.
Lledó Calabuig, José.: Buques de vapor de la Armada española. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, 1834-1885. Aqualarga Editores. Madrid, 1997.
El Mundo Naval Ilustrado. Año 1, nº 1. Madrid, 1º de mayo de 1897, página 6.
Pardo San Gil, Juan.: “La Marina en la última guerra carlista (1872-1876)”. Revista Ristre. Julio-agosto 2003, nº 9.
Pardo San Gil, Juan.: “Las operaciones navales en las Guerras Carlistas”. Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco. Año 2006, nº 5. Museo Naval. Donostia-San Sebastián.
Compilada por Santiago Gómez.