Villaviciosa El Viejo, Joanot Biografia
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Sabemos que su nacimiento fue en la localidad de Lezo en Guipúzcoa, pero sin conocimiento de la fecha, debiendo ser en el primer tercio del siglo XVI.
Como todos en aquella época comenzó sus armas de muy joven, por lo que había participado en los combates de Orán, Ceuta y Tánger, pero ya con el grado de capitán de infantería.
Su destino como marino, lo encontramos en la expedición de don Pedro Menéndez de Avilés, en su viaje a La Florida al mando de las fuerzas de mar y tierra, para desalojar a los franceses que en ellas se habían asentado, estando como Almirante de las fuerzas navales.
Esto es conocido, gracias a una cédula Real que se le expidió en la ciudad de Lisboa, con fecha del día quince de junio del año de 1580.
En el año de 1582, se le nombró general de la escuadra de Guipúzcoa, pero no quiso admitirlo y por su cuenta, compró y armó una urca por nombre María, de doscientas ochenta y nueve toneladas, con la que se incorporó a la escuadra que desde Lisboa zarpó al mando de don Álvaro de Bazán, para combatir a los franceses e ingleses en las islas Tercera, estando al mando de estas Philippe Strozi.
Se le asignó un puesto en la disposición formando parte de la escuadra de reserva, por lo que fue uno de los primeros en acudir en socorro del galeón San Mateo, que había quedado envuelto por los enemigos.
Éste galeón estaba siendo muy mal tratado por la nave Sacré de Diepa, por lo que dirigió su nao contra ella entrando de enfilada por la proa, fue tan contundente su embestida, que consiguió pasara mucha de su gente a la enemiga, logrando así ser conquistada, eran infantes de la compañía de don Luis de Guevara, del Tercio de don Luis Enríquez.
Pero él no tuvo tanta suerte, pues resultó muerto de dos arcabuzazos, que le dieron de lleno en el pecho, a pesar de ello todavía vivió lo suficiente para saber de la victoria conseguida.
Al ver caer a su jefe, sus hombres ya a bordo y otros abordando la nave enemiga, se enfurecieron tanto que no dieron cuartel, pues sin miramiento ninguno pasaron a cuchillo a toda la dotación. Consecuencia propia de estar en caliente. Pero no se pararon aquí, sino que pasaron de un buque a otro continuando con su particular venganza, de forma que su urca quedó sin gente, teniendo que ser guardada por parte de los hombres de la nao de don Miguel de Oquendo, que también había acudido en ayuda del San Mateo.
Su tripulación en el enfrentamiento, sufrió la pérdida de cuarenta y cinco hombres y cincuenta y dos heridos.
Por lo que falleció el día veintiséis de julio, jueves, del año de 1582.
Bibliografía:
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Compilada por Todoavante.
