Bahama
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Se ordenó su construcción el 28 de diciembre de 1776 y se le puso la quilla en julio de 1777. Es nombrado Bahama y puesto bajo la advocación de "San Cristóbal" el 20 de octubre de 1778. Se inició su construcción en la Habana en julio de 1777 con los planos del navío San Pedro Alcántara. El ingeniero Mateo Mullan se basó en un diseño reducido del navío San Genaro.
Las obras se encargaron al ingeniero don Luis Mesía, viéndose los trabajos retrasados por falta de madera, quedando la construcción suspendida en abril de 1780. Se reanudaron las obras en junio de 1782, siendo botado la mañana del 11 de marzo de 1784. Armado con 74 cañones.
Tenía unas dimensiones en pies de Burgos de 190 pies de eslora, 165 pies de quilla, 51 pies de manga, 24 pies de puntal, 26 de plan, 22 pies y 6 pulgadas de calado a popa, 20 pies y 6 pulgadas de calado a proa. Desplazaba 1.676 toneladas de arqueo, 2.800 de desplazamiento. Armado con 70-74 cañones.
A finales de 1784 estaba al mando del capitán de navío don Félix del Corral y Jaime, siendo su segundo el capitán de fragata don Juan Francisco de la Bodega y Cuadra Mollinedo. El 15 de enero de 1785 zarpa de la Habana con destino a Cádiz, a donde llega el 2 de marzo al mando del jefe de escuadra don Francisco de Borja. Varios autores mencionan que Francisco de Borja fue su primer comandante, aunque realmente iba embarcado de transporte para su regreso a la península. A su llegada a Cádiz quedó desarmado.
El 13 de junio de 1788 entró en el dique nº 3 “San Antonio”, del arsenal de la Carraca, para realizar varias modificaciones en su estructura, siendo este año el que varios autores mencionan como su botadura en La Carraca, algo que es falso. El 5 de mayo de 1789 entra en Cartagena y el día 25, al mando del capitán de navío don Andrés de Viana, queda incorporado en la división formada por los navíos San Lorenzo y San Telmo, en la escuadra de evoluciones al mando del teniente general don Félix de Tejada, que tenía izada su insignia en el San Telmo.
Las divisiones de esta escuadra estaban mandadas por los jefes de escuadra don José de Castejón y don José Joaquín Moreno, siendo el capitán de navío don Juan José Ruiz de Apodaca el jefe del Estado Mayor de la escuadra.
El 28 de mayo zarpa de Cartagena para realizar pruebas y cruceros de instrucción por el Mediterráneo entre el 29 de mayo y el 16 de julio. Llegaron a los puertos de Nápoles y Liorna. Acabada la campaña, zarpa de Cartagena el 8 de septiembre para dirigirse a Cádiz con otros cuatro navíos, seis fragatas y dos bergantines, quedando desarmado en este puerto.
En febrero de 1790 fue activado en la escuadra del teniente general don José Solano Bote, marqués de Socorro, al mando del capitán de navío don Rafael Orozco, por el incidente de Nutka con los británicos que estuvo a punto de provocar una guerra. En diciembre de 1790 entró en Cádiz para desarmar.
En julio de 1793 zarpa de Cartagena al mando del capitán de navío don José Orozco y Herrera con la escuadra de don Juan de Lángara y Huarte para tomar parte en una campaña en las costas del Rosellón y en el puerto de Tolón junto a la escuadra británica al mando de Hood, en el marco de la guerra con la Francia revolucionaria.
El 4 de octubre de 1793 entró en el puerto de La Spezia la fragata francesa Imperieuse, de 44 cañones y 400 hombres. El jefe de escuadra Moreno mandó desde Génova al navío Bahama, al mando de Orozco, para interceptarla, mientras los aliados británicos mandan al navío Captain, al mando de Samuel Reeve, y al bergantín Speedy, que fue por delante para ver la situación de la fragata francesa. Los franceses la habían abandonado y varado en una playa.
Durante los días 12 y 13 de octubre trabajaron doscientos hombres de cada navío para dejarla estanca. Finalmente, después de mucho trabajo por ambas tripulaciones, el 18 de octubre salió el navío Captain con la fragata rumbo a Tolón, mientras el Bahama regresaba a Génova para continuar su crucero. La fragata entró en Tolón arbolando pabellón británico, pero también había llegado el parte del capitán Orozco de lo sucedido en La Spezia, obligando a Lángara a enviar una carta de protesta a Hood, jefe de la escuadra aliada británica en Tolón. Hood contestó al día siguiente dando evasivas. Así se portaban nuestros “aliados”.