Garcia, Juan Jose Biografia
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Biografía de don Juan José García
Jefe de escuadra de la Real Armada Española y Teniente general de los Reales Ejércitos.
Orígenes
Vino al mundo por 1752 en el Arsenal de La Carraca, ingresando en el Cuerpo administrativo hasta ser ascendido el 30 de diciembre de 1768 a oficial supernumerario de contaduría, comenzando a prepararse para poder pasar al Cuerpo General, aprobado el examen se le otorgó el grado de alférez de fragata el 18 de agosto de 1774.
Hoja de Servicios
En noviembre recibió la orden de embarcar en la fragata Gertrudis, el buque fue destinado a transportar socorros a la plaza de Melilla, estando en ello en febrero de 1775 al mando del bote realizó un transporte a pesar del fuego recibido, al levantar los moros el asedio en marzo siguiente paso a prestar el mismo socorro al peñón de Vélez de la Gomera, donde repitió por dos veces el mismo acto, demostrando su valor, por recomendación de sus jefes se le entregó la Real orden del 18 de marzo de 1776 con su ascenso al grado de alférez de navío.
Recibiendo la orden de trasbordar al chambequín Andaluz, incorporado a la escuadra de evoluciones, al formarse la expedición en 1776 al mando del general marqués de Casa Tilly con destino a recuperar los territorios españoles apropiados por los portugueses en tierras del mar del Plata, se le ordenó trasbordar al navío Poderoso, al mando de don Juan de Lángara, al arribar participó en la toma de la isla de Santa Catalina y la colonia de Sacramento el 15 de enero de 1777, al firmarse la paz regresó fondeando el 17 de julio de 1778 en la bahía de Cádiz, siéndole entregada la Real orden del 18 de octubre próximo pasado con su ascenso al grado de teniente de fragata.
En septiembre de 1778 se le ordenó trasbordar a la fragata Santa Cecilia, zarpando en comisión de corso tanto por el Mediterráneo como el Atlántico, permaneciendo en ella hasta marzo de 1779, por recibir la orden de trasbordar a la Santa Rufina, incorporada a la división de don Ventura Moreno, navegando con rumbo al estrecho para impedir el paso de unos jabeques argelinos, los cuales huyendo de esta formación naval, fueron a dar con la de don Juan Arraoz quien la deshizo entrados en el Mediterráneo.
A finales de octubre siguiente el general don Juan de Lángara lo nombró Mayor de órdenes de su escuadra, embarcando en el navío Fénix insignia de ella, zarpando para cruzar entre los cabos de Santa María y San Vicente, para tratar de impedir los socorros al Peñón, pues había comenzado el asedio, por una falta de coordinación entre la escuadra francesa y la española, el 16 de enero de 1780 en aguas del cabo de Santa María se avistaron las escuadras, del almirante británico Rodney con veintidós navíos, de ellos tres de tres puentes, diez fragatas y doscientos buques mercantes de todo tipo con rumbo a Gibraltar, mientras la española solo contaba con once navíos, después de tenaz combate de ocho horas de duración, su buque fue capturado, por recomendación de su general al dar su palabra de horno de no combatir mientras durase esta guerra, regresó (junto a la mayor parte de la dotación) siéndole entregada la Real orden del 3 de febrero siguiente con su ascenso al grado de teniente de navío. Mientras duró la guerra por no poder participar en ella, fue nombrado comandante del dique del Trocadero.
En marzo de 1782 por Real orden se trasladó a la Cavada, para ser uno de los jueces en las pruebas de artillería fabricada bajo la dirección del don Antonio Valdés, al concluir las pruebas se le ordenó trasladarse a Pasajes, pasando a formar parte del navío San Fermín, recién terminado zarpo para pasar las pruebas de arboladura y artillería, comprobando su buen funcionamiento, al regresar dio la vela con rumbo a la bahía de Cádiz donde fondearon el 14 de diciembre.
Don Juan de Lángara al mando de una escuadra con veinticuatro navíos, lo nombró primer ayudante de la Mayoría, estaba destinada para la conquista de Jamaica, pero los acontecimientos se adelantaron y no llegó a salir, por ello en febrero de 1784 fue llamado por el brigadier don Gabriel Aristizábal, ocupando el cargo de Mayor de la división embarcado en el navío insignia Triunfante, comisionada para arribar a Constantinopla, zarpando el 24 de abril de 1784 llevando valiosos regalos de nuestro Rey al Sultán de aquella nación. A su regreso al arsenal de Cartagena se le entregó la Real orden del 15 de noviembre siguiente con su ascenso al grado de capitán de fragata, quedando en el mismo con el cargo de primer ayudante de la Mayoría de Departamento, en cuyo puesto ocupó en varias ocasiones el mando interinamente por ausencia del propietario.
En febrero de 1790 el general don Francisco de Borja lo nombro Mayor General de la escuadra de su mando, embarcado en el navío Europa navegando por el Mediterráneo, fondearon en la bahía de Cádiz el 1 de junio, recibiendo la orden de trasbordar a la escuadra del marqués del Socorro, siendo primer ayudante de la Mayoría, zarpando con rumbo al cabo de Finisterre en prevención de una nueva declaración de guerra por las diferencias en los límites de Nootka, no se declaró y regresó a la bahía donde fue desarmada la escuadra, pasando a la del general don Francisco de Borja de nuevo compuesta por doce navíos como su Mayor General, por Real orden su general desembarcó en marzo de 1791, tomando el mando el general don Felipe López de Carrizosa embarcando en el navío insignia San Eugenio, encontrándose en la bahía le fue entregada la Real orden del 19 de abril de 1791 con su ascenso al grado de capitán de navío, siendo confirmado como Mayor General del Departamento, pero no pudo cubrir su plaza pues zarpó la escuadra realizando dos campañas en corso, regresando a Cartagena.
En febrero de 1793, por Real orden se le nombra Mayor General de la escuadra del general don Francisco de Borja, zarpando para realizar la campaña de Cerdeña, en la que fue capturada la fragata francesa Hèléne, del porte de 34 cañones, siendo incorporada a la escuadra española con el nombre de Sirena.
Pasando a la reconquista de la isla de San Antíoco, prosiguiendo con la de San Pedro donde encontraron alguna resistencia y a la fragata Richmond, atracada a un muelle, siéndole ofrecida una digna rendición, pero su capitán decidió darle fuego, conquistada la isla, esperaron al día siguiente la llegada de sus propietarios a quienes se les entregó, arriando la bandera de España, zarparon de nuevo con rumbo a Barcelona donde arribó el 4 de junio desembarcando a los prisioneros y reponer víveres más pertrechos de guerra zarpando el 7 siguiente rumbo a Génova y posteriormente a Córcega, de acuerdo con los ejércitos napolitano y piamontés, fueron apoyándoles con su fuegos en su avance por las riberas del Var, prosiguiendo hasta Niza y Villafranca, encontrándose aquí se produjo una epidemia por el mal estado de los alimentos embarcados, obligando al general don Francisco de Borja, a poner rumbo a Cartagena donde arribó entre los días 8 y 9 de agosto, donde fueron desembarcados más de tres mil hombres de las dotaciones enfermos.
Como era su obligación en todas estas operaciones tuvo la responsabilidad de dirigirlas, demostrando su gran conocimiento por el buen desarrollo de todas ellas.
Parte de la escuadra zarpó de Cartagena con destino a la bahía de Cádiz, arribando a finales de diciembre de 1793, permaneciendo junto a su general hasta recibir la orden de zarpar la escuadra en abril de 1794 rumbo al Cantábrico, donde fue destinada para cruzar en comisión de vigilancia de las costas, permaneciendo hasta agosto, regresando a la bahía de Cádiz el 15 seguido.
En octubre siguiente se le otorgó el mando de la escuadra al general don Juan de Lángara, siéndole entregado el mando del navío Soberano, zarpando con rumbo al Mediterráneo para cruzar sobre las costar norteafricanas, en enero de 1795 se desató un duro temporal que dispersó los buques, pudo arribar a Cartagena desarbolado donde se le reparó inmediatamente, zarpó en comisión secreta junto a las fragatas Soledad y Mercedes, a su regreso el 1 de mayo se incorporó a su escuadra en el puerto de Mahón.
Al llegar la noticia del ataque al navío Montañés por una escuadra francesa en aguas de Barcelona, zarpó la española a finales de marzo en persecución de los enemigos, a su regreso a Mahón por Real orden se le nombra Mayor General de la escuadra, sustituyendo a don Ignacio María de Álava por recibir la orden de regresar a Cádiz, tomando efectivo su destino el 1 de mayo.
Por Real orden del 5 de septiembre de 1795 se le ascendió al grado de brigadier, regresando a la bahía de Cádiz en el navío Pelayo, acompañando a su general quien había sido ascendido a la máxima dignidad de la Armada, como su Capitán General, al arribar se le ordenó embarcar en el navío Santísima Trinidad, zarpando en agosto con la escuadra francesa al mando del contralmirante Richery, regresando a los pocos días. En septiembre siguiente zarpó la escuadra al mando de don Juan de Lángara, con rumbo a Cartagena donde se unió la de este Departamento, formando una fuerte de veintisiete navíos por haberse declarado la guerra a los británicos, cruzando sobre la isla de Córcega, Milán y Génova regresando a Cartagena en diciembre de 1796, encontrándose aquí en enero siguiente fue desembarcado por enfermo, desplazándose hasta la bahía de Cádiz por tierra.
Al producirse el combate del cabo de San Vicente el 14 de febrero de 1797 y tomar el mando de la escuadra el general don José de Mazarredo, éste lo reclamó para otorgarle el mando del navío Santa Ana en marzo siguiente, a pesar de no estar totalmente repuesto cumplió la orden de su general, permaneciendo hasta ser nombrado fiscal del Consejo de Guerra de Generales instado contra los comandantes de los buques, divisiones y escuadra del anterior desastre naval, donde permaneció hasta poner fin a él en 1799.
Por Real orden del 4 de diciembre de 1801, quedó agregado a la Mayoría General de la Armada (Estado Mayor de la Armada) con sede en Madrid a las órdenes del general don Domingo Grandallana, durante su permanencia se le entregó la Real orden del 5 de octubre de 1802 con su ascenso al grado de jefe de escuadra, continuó hasta recibir la Real orden del 22 de abril de 1803, siendo nombrado Comandante General del Arsenal de Ferrol, donde permaneció hasta el 21 de noviembre de 1807.
Se encontraba en 1809 en Ferrol sin destino cuando entraron los napoleónicos, pudo escapar de la férrea vigilancia e incorporarse al ejército del marqués de la Romana, quien le otorgó el mando de una división, participando en varios combates.
Como la Armada casi estaba desaparecida, pidió el pase al Ejército, donde en 1811 se le ascendió al grado de teniente general, perdiéndosele la pista por completo, solo dos datos nos ilustran algo, pues en 1819 era Gobernador militar y político de la plaza de Gerona y encontrándose de cuartel en Calella, provincia de Barcelona, falleció el 5 de abril de 1822.
Estaba en posesión de varias condecoraciones entre ellas por tener cumplidos sus requisitos, la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.
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