Diaz de Solis, Juan Biografia
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Piloto Mayor de la Casa de la Contratación
Navegante y descubridor español
Orígenes
Según datos de Angleria, vino al mundo a mediados del siglo XV en la población de Lebrija, actual provincia de Sevilla.
Prestó sus primeros servicios como piloto en la Casa de Contratación del vecino país de Portugal, con el que adquirió una gran experiencia, puesto que navegó hasta la India en sus buques, siendo un gran conocedor del arte de navegar.
Hoja de Servicios
Pero al ser conocido el descubrimiento pasó a Sevilla, en el año de 1506 junto a Vicente Yáñez Pinzón, al regresar el Rey de su viaje a Nápoles fueron llamados a la Corte en la ciudad de Burgos, Juan Díaz de Solís, Vicente Yáñez Pinzón, Juan de la Cosa y Américo Vespucio, siéndoles encargados por don Fernando para proseguir en el descubrimiento de nuevas tierras, con la orden de que uno de ellos se quedara en la Casa de Contratación para ir componiendo los portulanos o planos de las nuevas, siendo elegido Américo Vespucio para ello, lo que propició que firmara los mapas y de ahí el que el nuevo continente fuera conocido como América. A parte de ser oficialmente el Primer Piloto Mayor de la Casa de Contratación que fue creada en el año de 1508.
Los demás formaron expedición, zarpando cruzaron el océano y empezaron ya en Tierra Firme por Guanajos, golfo de Honduras y golfo Dulce, que al arribar a él pensaron que era la entrada de un estrecho, se convencieron de que no era y continuaron, viendo las islas de Caria y las tierras de Yucatán, por lo que fue una navegación se S. a N. y no al contrario como otros autores quieren hacer creer.
En la Capitulación que se tomó entre Vicente Yañez Pinzón y don Joan Diaz de Solís, pilotos para la parte Norte de Occidente, año de 1508, dice: «Todos los dias, una vez á la mañana y otra á la tarde, hablen el un navío con el otro; no haya pundonor ni diferencia, sino quel que se hallare barlovento vaya en demanda del que estuviere sotavento, y los salveis como de uso y costumbre, á lo ménos una vez en cada tarde, y tomeis el acuerdo de lo que se ha de hacer en la noche» De aquí nace la palabra -salvar- como saludo y de ella la derivación de -Salvas- que no precisamente obligaba a gastar pólvora, ya que en la recomendación se explica que se haga a la voz.
A su regreso a finales de agosto del año de 1509 se entabló pleito en la Casa de Contratación, por lo que Díaz pasó a estar encarcelado, aunque después de pasar por el juicio fueron restablecidos los dos en sus nombramientos e incluso a Díaz se le dio una aportación dineraria por las molestias de haber estado en la cárcel.
Con relación al juicio Fray Bartolomé de las Casas dice: «Estos dos descubridores navegaron, según puede colegirse en el pleito que trató con el almirante segundo (don Diego) hacía Poniente desde los Guanajos (esto es, hacía Yucatán) y por todo esto parece que, sin duda, descubrieron entonces mucha parte del reino de Yucatán»
Pero ya no deja ninguna duda la declaración que dio el piloto don Pedro de Ledesma: «Vicente Yáñez y Juan de Solis……descubrieron, adelante de las tierras de Veragua, á una parte, á la vía N., todo lo que, hasta hoy, esta ganado desde la isla Guanaxa fácia el N. é allegaron, por la vía del N. fasta veinte é tres grados, é que en esto no anduvo el dicho Cristóbal Colón, ni lo descubrio nin lo vido»
Por fallecimiento de Américo Vespucio el 22 de febrero de 1512, quedó sin Piloto Mayor la Casa de Contratación y como agradecimiento del Rey fue nombrado por Real cédula Díaz el 25 de marzo siguiente.
Se decidió el Monarca a realizar una nueva expedición, para tomar y dejar claro las demarcaciones del Tratado de Tordesillas, debían de acompañar a los españoles unos pilotos y cosmógrafos portugueses, pero no se llevó a buen término el viaje al no llegar a un acuerdo los dos monarcas.
Se concertó con el Rey unas capitulaciones para una nueva expedición en el año de 1513, pero llegaron a la Corte unos avisos, ya que se habían enterado de unas visitas del embajador de Portugal en la Corte española Méndez Vasconcellos a Díaz, en las que le proponía que abandonara la Casa de Contratación, porque en Portugal sería el jefe de todas las expediciones.
Lo que conociendo a don Fernando V era más que suficiente para frenarlo, lo que hizo, por eso no se firmaron las nuevas Capitulaciones hasta finales del año de 1514, cuando ya el Rey tenía muy bien sabido que no iba a ser engañado.
En esté momento lo que decidió al Monarca, fue que Balboa ya había descubierto el Mar del Sur, por lo que las nuevas Capitulaciones le ordenaban buscar un paso entre los dos océanos y así enlazar los territorios ya descubiertos, y colonizados por don Pedro Arias Dávila en el Darién, y que hallándolos dibujase su contorno para la mejor navegación de los que le siguieran.
Se formó la expedición con tres buques y ya todo listo, zarparon de Sanlúcar de Barrameda el día ocho de febrero del año de 1515, pusieron rumbo a las islas Canarias arribando a Santa Cruz de Tenerife donde se abastecieron, continuaron al cabo de San Roque, arribando al de San Agustín y posteriormente a Río de Janeiro, mientras Díaz iba realizando los planos y cartas de marear, por ello marcó el cabo Cananea, isla de la Plata, bahía de los Perdidos, isla de San Sebastián, la de los Lobos, el Puerto de Nuestra Señora de la Candelaria, que según se cree se le puso este nombre por haberlo descubierto el día dos de febrero del año de 1516, que se celebraba en ese día.
Aquí hallaron agua dulce, lo que le dio a entender que estaban en la desembocadura de un río, por ello se adentró con un bajel con vela latina para mejor cazar los vientos, en él descubrieron una isla en su interior la cual fue bautizada como Martín García, antes de llegar a la confluencia de los ríos Uruguay y Paraná, desembarcaron en la orilla izquierda.
Esa tierra pertenecía a la tribu de los Guaranís, que eran bravos y buenos guerreros, además de caníbales. Díaz solo iba acompañado por unos pocos soldados, pero ni estos pudieron hacer nada pues de la espesura del bosque, cayó sobre ellos una lluvia de flechas de las cuales muchas de ellas hicieron blanco, cayendo muertos Díaz, el factor Marquina, el contador Alarcón y seis más de sus hombres, a quienes los indígenas les cortaron la cabeza, siendo asados y comidos por los indígenas.
Esto se supo después, pues al alcanzar Caboto en el año de 1527 el Río de la Plata, lugar de los hechos, se encontró con tres supervivientes, Melchor Ramírez de Lepe, más Enrique Montes y Francisco, del Puerto de Santa María.
El resto de la expedición al ver que no volvían decidió regresar a la Península, tomando el mando el piloto del Rey don Francisco Torres, hicieron una escala en la bahía de los Inocentes, donde a cambio de los abalorios de costumbre consiguieron víveres y agua, les sorprendió una tempestad y se perdió uno de los buques en la laguna de los Patos, arribando a Sanlúcar de Barrameda el día cuatro de septiembre.
Al regresar se entregó en la Casa de Contratación las notas de Díaz, en las que figuraban los contornos de la costa desde cabo Frío hasta el Río de la Plata, de aquí fueron extraídos para cumplimentar la información que demandó Magallanes unos años después, siendo copiadas por el primer maestro de la Casa Nuño García de Torreño, y entregadas al futuro descubridor del estrecho de su nombre, lo que hace suponer a muchos, que si Díaz no llega a caer muerto en su exploración del Río de la Plata, es bastante seguro que hubiera sido él el descubridor, ya que ninguna posibilidad había dejado atrás y eso le había costado la vida.
Por lo que su fecha de fallecimiento no es exacta, pero es seguro que sería unos días después del dos de febrero del año de 1516. (Aquí conviene recordar, que todavía estaba en vigor el calendario Juliano, por lo que los datos pasados al actual que fue aprobado en 1582 en España, van diez días adelantadas las fechas)
Posteriormente se colocó una placa en su memoria en el Panteón de Marinos Ilustres, que dice:
Bibliografía:
Casas, Fray Bartolomé de las.: Historia de las Indias. Biblioteca de Autores Españoles. Ediciones Atlas. Madrid, 1957.
Cervera Pery, José.: El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica. Ministerio de Defensa. Madrid. 2004.
Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1968. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.
Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo 18. 1915, páginas 895 y 896.
Fernández Duro, Cesáreo.: Disquisiciones Náuticas. Facsímil. Madrid, 1996. 6 Tomos.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Museo Naval. Madrid. 1973.
VV. AA.: Colección de documentos inéditos para la historia de España. Facsímil. Kraus Reprint Ltd. Vaduz, 1964. 113 tomos. Esta obra es conocida como el CODOIN. Abreviatura de Colección de Documentos Inéditos de la Historia de España. En esta ocasión, Tomo XXII, pág. 6.
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