Reforma de la Marina Real Cédula 1714

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1714 - Real Cédula de reforma de la Marina.



«El Rey. — Por cuanto, considerando cuánto importa á mi servicio bloquear por mar la plaza de Barcelona hasta su rendición, y necesitando á este fin de fuerzas marítimas correspondientes á esta expedición, demás de las que están ya juntas y se van formando, he solicitado con el Rey Cristianísimo, mi señor y mi abuelo, me asista con dos fragatas y otras embarcaciones menores armadas, que se equiparán y mantendrán á mi costa en esta función; pero como para tan crecido número de bajeles de que se comprondrán todas mis escuadras no hay bastantes oficiales de marina en España, ha sido también preciso me socorra también S. M. Cristianísima con algunos de diferentes grados, y particularmente con los Generales capaces de mandar el todo, como son; el teniente general de las armadas navales D. Juan Ducasse, por las repetidas experiencias que tengo de sus méritos y haber mandado en diferentes ocasiones escuadras con título mío de Capitán general de la Armada; y en caso que por sus achaques no pueda hacerme este servicio, ha ofrecido S. M. Cristianísima que vendrá en su lugar el baylio Bellefontaine, que también tiene en Francia el mismo grado de Teniente general de las armadas navales; el cual, en caso de no venir Ducasse, mandará en jefe todas las escuadras y fuerzas marítimas que tendré en el Mediterráneo para sujetar los rebeldes de Barcelona y Mallorca. Y al cabo de escuadra marqués de Gavaret, que en caso de ausencia ó enfermedad del Teniente general que mandare, mandará también en jefe estas escuadras; y para que entre los demás oficiales y los de España ó de otras cualesquiera naciones que puedan también concurrir á esta función ú otras de mi servicio no se ofrezca embarazo, he resuelto por regla general, para de aquí adelante, restablecer todos los grados de mar que por lo pasado había en las armadas de España, declarando al mismo tiempo la alternativa y correspondencia que éstos tienen y debe practicarse con los diversos grados con que sirven los oficiales de Francia, en esta forma:

El primero y mayor grado de todas mis fuerzas marítimas ha de ser el de Almirante general del mar, que corresponde al de Grande Almirante de Francia.

El segundo, el de Gobernador del mar, que corresponde á Vicealmirante de Francia.

El tercero, el de Tenientes generales de mar, que corresponde a Tenientes generales de las armadas navales de Francia.

El cuarto, el de Capitanes generales de Armada, que corresponde á Cabo de escuadra naval de Francia.

El quinto, el de Almirante generales de Armada, que corresponde á Capitanes de naos de línea de Francia.

El sexto, el de Almirante reales de Armada, que corresponde a Capitán de fragata ligera de Francia.

El séptimo, el de Almirante de Armada, que corresponde al de Capitán de barlote, corbeta, bergantín ú otra embarcación ligera armada en guerra.

El octavo, el de Capitanes de mar y guerra, correspondiente á Capitán de bajel particular armado, sea de corso, de guerra ó mercante con comisión real, suprimiendo, como suprimo, todos los demás grados de la Armada que no sean los que vienen expresados, quedando también suprimidos los Generales de flota, galeones, armada de barlovento y todos los demás grados que había en ellas; porque reservo en mí el repartir los oficiales que hubiesen de servir en lugar de éstos los que correspondiesen de los grados que quedan existentes, sin que haya la diferencia que había de los grados de una Armada y otra; en cuya consecuencia he nombrado á los dichos D. Juan Ducasse y baylio Bellefontaine, Tenientes generales del mar, que es el grado con han de servir en España, para que manden en jefe, y el acabo de escuadra marqués de Gavaret, en caso de enfermedad ó ausencia del Teniente general que mandare, mandará también en jefe estas escuadras, mediante el título que se les despache de Capitán general de Armada. Por tanto, mando á todos los Capitanes generales y Gobernadores de plazas lo tengan así entendido para su puntual observancia en la parte que respectivamente pertenezca á cada uno, dando las órdenes convenientes para que se anote este despacho en los oficios ó partes donde convenga tenerse presente, que así es mi voluntad.

Dado en Madrid á 21 de Febrero de 1714. — Yo el Rey. — Por mandato del Rey, nuestro señor, D. Juan de Elizondo»

Así fueron unidas las diferentes escuadras y pasó a llamarse la Armada Real.

A su vez provocó que varios de los generales españoles dimitieran de sus cargos y servicios, de ahí la falta de generales, siendo la razón principal el nombramiento de Ducasse con el que muchos de ellos habían combatido en los años anteriores y ahora debían de obedecerle, a pesar de estar condecorado con el Toisón de Oro, decían: «No deja nunca de verse debajo del Toisón de Oro al filibustero de Cartagena» siendo el primero en dejar su cargo, don Íñigo Manrique de Lara, conde de Aguilar y señor de los Cameros, su ejemplo fue seguido por muchos más.

Bibliografía:

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra. Madrid 1895-1903.

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