Hezeta Dudagoitia y Fontecha Salazar, Bruno Biografia

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Biografía de don Bruno Hezeta Dudagoitia y Fontecha Salazar

Teniente general de la Real Armada Española.

Orígenes

Vino al mundo en Bilbao en 1743, siendo sus padres don Juan de Hezeta Dudagoitia y Ochoa, y doña Elena Fontecha Salazar y de Bozo.

Hoja de Servicios

Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz el 16 de febrero de 1758. Expediente N.º 804.

Su primera salida a la mar la realizó embarcado en la escuadra al mando de don Juan José Navarro, cuando zarpó con rumo a Génova para transportar a la Real familia del nuevo rey de España don Carlos III, quien embarcó el 9 de octubre de 1759, desembarcando en Barcelona el 16 siguiente, arribando a Cartagena el 2 de noviembre seguido.

Fue ascendido el 29 de junio de 1761 a alférez de fragata. Por Real orden del 17 de septiembre de 1767 se le ascendió al grado de alférez de navío. Por Real orden del 13 de enero de 1771 fue ascendido al grado de teniente de fragata.

Durante estos años de oficial subalterno no hay fechas concretas pero si algunos datos, estuvo embarcado en los navíos: Castilla, Europa y Atlante, fragatas: Venus, Astrea y Garzota, jabeques: Cuervo, Gavilán, Atrevido, Ibicenco, Catalán, Caballo Blanco y San Antonio, galeotas: Golondrina y San Carlos, siendo ésta su primer mando después de permanecer como segundo un tiempo antes, navegando con ellos por todos los mares del planeta; mantuvo diez combates, entre ellos varios con los argelinos, en uno de ellos fue herido grave.

El 6 de agosto de 1773 fue destinado comandante del apostadero de San Blas en la Baja California, comenzando por montar el arsenal, la fábrica de jarcia, creó las matrículas, estableció las ordenanzas y se fue ganando a las personas para formar la maestranza y marinería.

Encontró una nueva madera, el cedro, con él cambió los palos de los buques construidos hasta ese momento con el Palo-María, mucho más pesado y rígido, produciéndose un ahorro en cadena al resultar más económicas las carenas, soldadas, víveres, transporte de estos a los presidios y algo menos en las jarcias.

Se hizo a la vela y fue subiendo paralelos por ello fue descubriendo la Alta California, levantando cartas de sus ensenadas y posibles puertos, manteniendo en algunos momentos combates con los indios. Por Real orden del 28 de abril de 1774 se le ascendió al grado de teniente de navío.

Por Real orden del 27 de febrero de 1776 fue ascendido al grado de capitán de fragata. Encontrándose en su destino recibió la orden de prestar socorro a las islas Filipinas, zarpando con sus buques transportó tropas, pertrechos de guerra y situado, formando una escuadra compuesta por diecisiete buques menores en el archipiélago, al mejorar la situación regresó a San Blas.

Por Real orden del 16 de septiembre de 1781 se le ascendió al grado de capitán de navío. Por su ascenso tuvo que abandonar el apostadero de su mando, incorporándose el 18 de agosto de 1785 al de la Habana, donde le fue otorgado el mando de la fragata Guadalupe el 17 de febrero de 1786, permaneciendo hasta el 15 de febrero de 1787, embarcado de transporte en el navío Conde de Regla regresó a la bahía de Cádiz, donde el 9 de agosto siguiente desembarcó, siendo destinado para descansar su cuerpo de la azarosa vida en San Blas como comandante de los navíos en desarme África y San José, permaneciendo hasta febrero de 1793, por serle otorgado el mando del San Julián al declarase la guerra a la república francesa.

Se le comisionó con su buque para ocupar al mismo tiempo la comandancia del apostadero de Rosas, punto en el cual la guerra era igualmente por tierra como por mar, entró en el Ampurdan una fuerza de cuatro mil enemigos, hostigándolos por ambas partes consiguió devolverlos a su territorio, apoderándose de Llanza y poblaciones cercanas en noviembre siguiente, realizado todo ello con los setecientos cincuentas efectivos de la Armada y doscientos del ejército.

Concurrió en la toma y rendición de Coluvre, Portvendres y castillo de San Telmo, esto por tierra, mientras por la mar eran apoyados desde las lanchas y botes de los buques mayores, sobre el puerto de Portvendres se mantuvo hasta el 23 de noviembre de 1794, por haber cortado el enemigo todos los accesos, permaneció para proteger a sus hombres con tan solo dieciocho de ellos haciéndoles frente hasta ponerse los demás a salvo durante esa hora que tardó en efectuarse la evacuación, salió con una galeota cargada con más de cien enfermos, desembarcándolos en Coluvre, al concluir puso rumbo a la Selva y Llauza, donde reunió varios faluchos de guerra y embarcaciones mercantes, regresando a las treinta y cinco horas a la posición inicial abandonada por haber sido tomada por las tropas del ejército de nuevo.

Durante el tiempo del sitio de la plaza, batió con dos fragatas las baterías de Vañuls y las tartanas francesas allí reunidas que no bajaban de veinte, teniéndolas siempre acorraladas, a pesar de montar en sus fragatas artillería de á 12 libras, mientras los fuertes la tenían de á 24 y á 32, y los buques, con igual calibre y solo cuatro de ellos montaban de á 8 y de á 12.

Al perderse las posiciones regresó a Barcelona, donde por la pérdida de una de sus fragatas pasó el Consejo de Guerra del que salió libre de cargos, por quedar demostrada su pericia y la imposibilidad por la fuerza de la mar en el temporal sufrido sobre el cabo de Rosas.

Pasó a las órdenes del general don Federico Gravina quien le entregó el mando de los botes y lanchas junto a las tropas de Infantería de Marina para la defensa de Rosas, entró en la posición y se mantuvo en ella durante los setenta y dos días del asedio soportando todo tipo de privaciones junto a sus hombres, de hecho fue mencionada su hazaña en la Gaceta de Madrid y por ello por Real orden del 1 de febrero de 1794 fue ascendido al grado de brigadier y por otra Real orden del 9 de septiembre de 1795 se le ascendió al grado de jefe de escuadra.

Por Real orden del 21 de marzo de 1797 se le nombró comandante del apostadero de Algeciras, durante su mandato mantuvo cuarenta y dos combates, siendo el de mayor lustre para las armas españolas el del 30 de marzo de 1798, cuando al mando de diecinueve lanchas aprovechando su poco calado, se batió contra tres navíos británicos, uno de tres baterías y dos de dos y 74 cañones, los cuales se vieron forzados a abandonar las aguas al recibir varios proyectiles a flor de agua, permaneció hasta el 7 de febrero de 1800 pasando a Cádiz. A lo largo de su vida sin contar los combates pequeños participó en más de un centenar.

Por Real orden del 5 de octubre de 1802 fue ascendido al grado de teniente general. Elevó petición y se le concedió una licencia pasando a Madrid, donde por el ataque a la división de fragatas del jefe de escuadra don José Bustamante, el Rey ordenó declarar la guerra al Reino Unido el 12 de diciembre de 1804.

Conocedor de ello pidió un puesto en primera línea, el Gobierno le concedió de nuevo la Comandancia del apostadero de Algeciras, tomando el mando el 10 de junio de 1805, volviendo a demostrar su ya conocido valor y acierto en sus decisiones, pero tantos trabajos y continuados le iban pasando factura aumentando sus achaques, viéndose forzado a entregar el mando el 30 de enero de 1806, viajando por tierra a la ciudad de Málaga, donde el 16 de agosto de 1807 falleció, cuando contaba con cincuenta y seis años de edad, de ellos treinta y nueve de ejemplares servicios a España.

Bibliografía:

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Bernabert Albert, Salvador.: Nutka 1792. Viaje a la Costa Noroeste de la América Septentrional por Don Juan Francisco de la Bodega y Quadra, Capitán de Navío. Ministerio de Asuntos Exteriores. Madrid, 1998.

Bodega y Quadra, Juan Francisco de la.: El descubrimiento del fin del mundo (1775-1792) Alianza Editorial. Madrid, 1990.

Fernández de Navarrete, Martín.: Biblioteca Marítima Española. Obra póstuma. Madrid. Imprenta de la Viuda de Calero. 1851.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Guillén Tato, Julio Félix.: Colección de Diarios y Relaciones para la Historia de los Viajes y Descubrimientos. Instituto Histórico de Marina. Madrid 1943 a 1975.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma y Finestrat, Dalmiro de la. Barón de Válgoma.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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