Ordonez y Natera, Francisco Biografia

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Biografía de don Francisco Ordóñez y Nátera

Jefe de escuadra de la Real Armada Española.

Caballero de la Militar Orden de Calatrava.


Orígenes

Vino al mundo en la ciudad de Málaga, en el año de 1738, fueron sus padres don Miguel Ordóñez y Barrientos, y de su esposa, doña María Ana de Nátera y Zea.

Hoja de Servicios

Desde muy joven se dedicó a ir embarcado en buques mercantes, hasta alcanzar la edad de poder sentar plaza de guardiamarina, lo que efectuó el día 16 de mayo del año de 1753 en la Compañía del Departamento de Cádiz. Expediente N.º 672.

Al terminar sus estudios y prácticas, sele ascendió el día 4 de diciembre del año de 1757 a alférez de fragata, pasando a realizar cruceros contra el corso de las regencias norteafricanas.

En el año de 1759 se le trasbordó por orden superior al navío San Felipe, de 70 cañones con el que practicó el corso contra los berberiscos en el Atlántico.

Ese mismo año, el navío fue incorporado a la escuadra del mando del marqués de la Victoria, con la que arrumbó al puerto de Nápoles, para embarcar a la Real Familia, pues a la muerte de don Fernando VI, se proclamó rey de España a su hermano don Carlos III, que ya lo era del reino de Nápoles, realizando el viaje de vuelta a España, arribando el día 16 de octubre al puerto de la ciudad de Barcelona.

En el mes de marzo del año de 1760, se le dio orden de embarcar de transporte en un navío, que lo traslado al Departamento y puerto de Ferrol, donde se encontraba cuando le llegó al Real orden del día 13 de julio del mismo año, con su ascenso al grado de alférez de navío, continuando en su destino.

En el año de 1761 y en el mismo mes del año anterior, se le ordenó embarcar de transporte en la fragata Astrea, con rumbo y destino al Departamento de Cartagena, donde permaneció en tierra por espacio de casi dos años.

Hasta que recibió la orden superior en el año de 1763, pasado destinado a la división de jabeques, que estaba al mando de don Vicente Pignatelli, comisionada a realizar el corso contra los berberiscos y proteger las costas mediterráneas, en una ocasión su comandante en jefe le ordenó, entrar en la ensenada de la ciudad de Tetuán, para pegarle fuego a otra lancha berberisca corsaria, acción complicada por estar la enemiga protegida por los fuegos de la fortaleza de la plaza, pero no se arredró, penetró en ella a pesar del fuego que se le hacía, consiguiendo cumplir la misión encomendada, lo cual dejaba muy alto su personalidad y forma de ser, razones que fueron apreciadas por su mandos.

El día 8 de diciembre del año de 1764, estando al mando de una lancha cañonera, don Antonio Barceló le dio la orden de quemar tres bajeles que estaban fondados en el ensenada de las islas Palomas, algo al Oeste de la plaza de Argel, a pesar de intentarlo con sus bríos no pudo conseguirlo, dado que el fuego enemigo le causó grandes pérdidas entre sus hombres impidiéndoselo.

Permaneció en estas funciones de corso, hasta el año de 1765, en que pasó a embarcar en el chambequín Andaluz, este buque, fue elegido y destinado, por el marqués de la Victoria, para que hiciera las veces de explorador de su escuadra; zarparon de la bahía de Cádiz arribando a Cartagena donde se encontraba la Infanta de España doña María Luisa, embarcando el mismo día 24 de junio, volviendo a hacerse a la mar al amanecer del 25 rumbo a Génova, donde fondearon el día 17 de julio siguiente, para convertirse en la esposa de Leopoldo el Gran Duque de Toscana, quien posteriormente ocupó el trono imperial, hubieron fiestas y convites para las dotaciones y mandos, zarpó de nuevo la escuadra rumbo al puerto de Liorna, donde embarcó la Princesa María Luisa de Parma, que venía a contraer nupcias con el Príncipe de Asturias, futuro don Carlos IV regresando la escuadra a Cartagena el día 11 de agosto del año de 1766 donde desembarco la futura reina de España.

Ya de vuelta del viaje, se le dio la orden de pasar a embarcar en el chambequín Aventurero, que hacía las veces de buque insignia de la división, al mando de don Francisco Hidalgo de Cisneros compuesta por seis jabeques, entregándole el cargo de Mayor de ella con la misión de ejercer el corso contra los berberiscos, permaneciendo en esta división hasta el año de 1773. Durante este periodo de casi seis años, en las diferentes arribadas que se realizaban para reponer víveres, agua y pertrechos de guerra, se le entregó la Real orden fechada el día 17 de septiembre del año de 1767, con su ascenso al grado de teniente de fragata, posteriormente recibió otra Real orden del día 13 de enero del año de 1771, con su asenso al grado de teniente de navío.

En este mismo año, pasó de nuevo al chambequín Andaluz, embarcando el día 3 de agosto del año 1773, participando en una comisión sobre Tetuán, al regresar el buque pasó a desarme, desembarcando el día 28 de septiembre siguiente, permaneciendo con destino en tierra casi dos años.

El día 17 de mayo de año de 1775, se le ordenó embarcar en el navío Velasco, siendo el buque insignia del general don Pedro Castejón, permaneciendo unos meses a su bordo, para en un regreso de la escuadra al puerto de Cartagena, desembarcar de nuevo y volver al servicio en tierra.

Durante este tiempo, se llevó a cabo la expedición a Argel, que zarpó del puerto de Cartagena, el día 5 de julio del año de 1775, se le ordenó el inspeccionar la costa en busca de un lugar para efectuar el desembarco, una vez barajada avisto un buen lugar, lo que puso en conocimiento de sus superiores, quienes aceptaron la propuesta.

Por ello el día 8, se le otorgó el mando de las primeras noventa y tres embarcaciones que efectuaron el primer desembarco, transportando a la séptima brigada, pero al ir las cosas muy mal por la constante bajada de moriscos de las montañas, decidió el mando retirarse, lo que se llevó a efecto el día 9, siéndole entregado el mando de las unidades que protegieron el reembarque del ejército, regresando a Cartagena el día 25 de agosto siguiente.

Por su extraordinario comportamiento en esta acción, fue propuesto para su ascenso por sus mandos, por esta razón recibió la Real orden fechada el día 17 de febrero del año de 1776, con su ascenso al grado de capitán de fragata.

En este mismo año, se le otorgo el cargo de segundo comandante del navío Princesa, que se dedicaba al corso contra la piratería, recibiendo la orden de trasbordar al navío San Vicente, que formaba parte de esta misma división, en la que permaneció hasta recibir la orden de regresar a Cartagena.

En este Arsenal, se le destinó como subinspector de los batallones de marina, tomando el cargo en el mes de julio del año de 1777.

El día 29 de julio del año de 1779, le ordenó su comandante el jefe de escuadra don Antonio Barceló, que diera resguardo con su fragata Santa Cecilia, a una del porte de 36 cañones procedente de Suecia, (no sabemos si apresada ó encargada allí) para que la guiara al puerto de Málaga, misión que realizó a completa satisfacción del mando.

Se le encomendó una nueva comisión, pues debía traer a España al embajador del Sultán de Fez, por lo que arribó a Ceuta el día 3 de octubre del año de 1779, donde embarcó el regio personaje, trasladándolo al puerto de Cádiz.

El día 1 de marzo del año de 1780, se le dio otra comisión, que consistía en hacer llegar sanos y salvos a nueve brulotes, que debían zarpar de la bahía de Cádiz y arribar al puerto de Algeciras, para reforzar las defensas del bloqueo sobre el Peñón.

El día 24 de octubre de éste año, se le dio el mando de un división de tres fragatas, con la misión de cruzar entre los cabos de Espartel y Trafalgar, para cortar el tránsito de cualquier buque que intentara llegar al Peñón.

De nuevo se le encomendó otra misión el día 10 de abril del año de 1781, pues tuvo que cruzar el océano Atlántico con pliegos cerrados, con destino al puerto de la Habana, realizándola sin contratiempos y de las mejores formas, siendo aprovechado el viaje para transportar materiales para este apostadero.

Cumplida su misión, quedó incorporado a la escuadra y flota al mando del general don Francisco Javier Morales, compuesta por setenta y dos velas, zarpando de la Habana el día 22 de julio con rumbo a la bahía de Cádiz, donde fondearon sin problemas de mención el día 13 de septiembre del año de 1781. Recibió la Real orden del día 16 de septiembre siguiente con su ascenso al grado de capitán de navío.

El día 2 de enero del año de 1782 se hizo a la vela desde la bahía de Cádiz, incorporado a la escuadra del general Morales, formada por nueve buques de guerra más cuarenta y ocho de transporte, llevando en estos un ejército de cuatro mil hombres, con destino a la conquista de la isla de Jamaica, fondeando el día 10 de febrero en la bahía de Guarico.

El día 22 de febrero siguiente, se hizo a la mar como escolta de una fragata francesa de guerra, que estaba bloqueada por dos enemigas en Puerto Plata, al arribar los enemigos ya se habían alejado un tanto y no les dio tiempo a volver a bloquearla, dejándola a salvo y regresando a su comisión inicial el día 8 de marzo siguiente; el día 14 siguiente retomó unos buques, que a su vez escoltó hasta dejarlos a salvo en el Canal Viejo, para desde aquí regresar a Guarico el día 8 de abril, el día 14 volvió a zarpar con rumbo a Puerto Plata de nuevo, en conserva con una fragata francesa y otra particular, para evitar que fueran hostigadas por las enemigas, regresando el día 26 siguiente a su puerto de salida.

El día 6 de mayo zarpó de nuevo dando escolta a treinta velas que transportaban tropas al muro de San Nicolás y Puerto Príncipe, al cumplimentar la comisión fondeó de nuevo en Guarico el día 23 de junio, habiendo dado escolta a un convoy francés.

El día 4 de julio siguiente zarpó toda la escuadra con rumbo a la Habana, a donde arribaron el día 20 siguiente, descansaron unos días y el 9 de octubre se hizo a la mar de nuevo a cruzar en protección del tráfico marítimo, regresando el 14 de noviembre continuo, de donde volvió a salir el 8 de diciembre, con la misma comisión, fondeando de nuevo en la Habana el 30 del mismo mes.

El día 4 de enero del año de 1783 se hizo de nuevo a la vela, en la misma comisión de cruzar, divisando uno de los días una escuadra dando escolta a un convoy enemigo, por lo que forzó de vela para arribar a la Habana lo antes posible y dar el aviso a sus jefes.

El día 13 de enero incorporado a la escuadra del general don José Solano zarpó, regresando a la Habana el día 10 de febrero, el 7 de marzo, esta vez incorporado a la división del brigadier don Francisco de Borja zarpó con rumbo a Guarico, arribando el día 12 de abril, y el 27 siguiente zarpó dando escolta la división a un convoy transportando tropas, fondeando el día 8 de mayo en la Habana.

El día 1 de junio fue incorporado de nuevo a la escuadra del general don José Solano, zarpando de la Habana con rumbo a la bahía de Cádiz, donde lanzaron las anclas el día 20 de julio del año de 1783, permaneció hasta el día 15 de septiembre, en el que por orden superior zarpó de Cádiz con rumbo a Cartagena, al arribar se le dio la orden de desembarcar por pasar a desarme el navío. Permaneció en este Departamento hasta que el día 4 de mayo del año de 1785, embarcado en el urca Winchour zarpó con rumbo a Ferrol, por haber sido nombrado Mayor General del propio Departamento, donde arribó el día 20 siguiente.

Por Real orden del día 1 de marzo del año de 1791, se le ascendía al grado de brigadier, aún así continuó en este cargo, hasta el mes de mayo, que de nuevo se le designó para el Departamento de Cádiz, realizando el traslado embarcado de transporte en la urca Santa Librada, arribando a la bahía el día 16 de julio continuo.

El día 16 de abril del año de 1792, se le otorgó primero el mando del navío San Carlos, poco después el del Rayo, y por último el del San Dámaso, que le fue otorgado el día 31 de enero del año de 1794, con el que permaneció un tiempo en cruceros por el océano, hasta que fue incorporado a la escuadra al mando del general don Federico Gravina, con rumbo a Rosas para ayudar en su defensa, regresando el día 20 de enero del año de 1795 a Cartagena.

Estando en el Arsenal le fue entregada la Real orden del día 5 de septiembre del propio año de 1795, por la que era ascendido al grado de jefe de escuadra, razón por la que tuvo que desembarcar.

Pero a pesar de todos sus sacrificios, desvelos y la valía demostrada, en tantas comisiones encomendadas, de ellas muchas de alto secreto, nadie comprende como no se le dio mando de mar, desperdiciando así a un hombre, que había demostrado durante muchos años, sus grandes dotes de marino y de jefe, por lo que algo apesadumbrado desembarcó.

Permaneciendo en esta ciudad, sin serle asignada ninguna responsabilidad, lo que le levó decidir fijar su residencia en ella y donde le sobrevino la muerte por causas naturales, el día 24 de agosto del año de 1799, contaba con sesenta y un años de edad, de ellos cuarenta y seis de servicios a España.

Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga, 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.

Enciclopedia Universal Ilustrada. Espasa. Tomo, 40, 1919, página 225 y 226.

Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.

Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. Imprenta J. López. Madrid, 1873.

Válgoma, Dalmiro de la. y Finestrat, Barón de.: Real Compañía de Guardia Marinas y Colegio Naval. Catálogo de pruebas de Caballeros aspirantes. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944 a 1956. 7 Tomos.

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