Agustin, San
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Navío de 74 cañones que pertenecía a la serie del San Juan Nepomuceno, navíos proyectados por Francisco Gautier con el sistema francés. Construido en Guarnizo por el asentista don Manuel de Zubiría, según un contrato firmado el 15 de junio de 1763. Botado el 9 de diciembre de 1768.
Tenía unas dimensiones de 185 pies de eslora (53,16 m), 173 pies de quilla (49,71 m), 45 pies y 6 pulgadas de manga (13,10 m), 27 pies y 4 pulgadas de puntal (7,90 m), 27 pies y 6 pulgadas de plan, 25 pies y 2 pulgadas de calado a popa, 24 pies y 5 pulgadas de calado aproa. Desplazaba 1.640 toneladas de arqueo.
Entre el 26 de julio y el 5 de agosto de 1769 realizó sus pruebas de mar, llegando a la base de Ferrol a finales de 1769, donde quedó desarmado. En octubre de 1770, formando división con los navíos San Isidro y Firme, realizó varias comisiones de patrulla por las costas de Galicia y el mar Cantábrico.
En agosto de 1771 se le realizó una media carena a flote. Posteriormente pasó a la base de Cartagena, donde la noche del 26 de noviembre entró y salió del dique seco, operación que causó mucha admiración, pero quedó prohibida para el futuro por ser muy arriesgada.
El 17 de diciembre de 1773 zarpa de Cartagena al mando del capitán de navío don Vicente Doz y Funes en compañía de los navíos San Julián, San Justo, San Lorenzo y San Genaro, entrando en Ferrol en enero de 1774. A finales de febrero de 1776 se le realizó una nueva recorrida en el arsenal, quedando listo para participar en su primera campaña militar.
Después de zarpar de Ferrol, a finales de septiembre de 1776, quedó incorporado en Cádiz a la escuadra del jefe de escuadra don Miguel José Gastón de Iriarte, compuesta además por otros cuatro navíos y dos fragatas. Esta escuadra tenía la misión de patrullar por las islas Canarias, reconocer a las embarcaciones que encontrasen y detener a las que llevaran mercancías sin facturar.
Después de zarpar de Cádiz, y antes de dirigirse a las Canarias, realizaron un corto crucero por aguas del cabo de San Vicente para dirigirse después a Lisboa, permaneciendo el San Agustín en aguas del cabo de San Vicente a la espera del navío de registro Gallardo, que venía de Lima, para escoltarlo a Cádiz.
El 14 de diciembre de 1776 sale de Cádiz rumbo a Montevideo, al mando del capitán de navío don José Joaquín Teachain (Fechain), con el navío Serio y la fragata Santa Gertrudis, llegando a Maldonado el 22 de febrero, tras dos meses y medio de navegación, con pertrechos para las fuerzas españolas destacadas en la guerra contra los portugueses, el Ejército del general don Pedro Cevallos y la escuadra del teniente general marqués de Casa Tilly.
El 26 de marzo de 1777 zarpa de Montevideo con el navío Serio y la fragata Santa Gertrudis para escoltar a siete mercantes que llevaban víveres y pertrechos a la escuadra española que se encontraba en la isla de Santa Catalina. Se separa de la formación a causa de un temporal, encontrándose el 19 de abril con una división portuguesa de nueve buques al mando del irlandés Robert McDouall, al servicio de la Corona portuguesa, que navegaba entre el Río de la Plata y la isla de Santa Catalina para interceptar los suministros españoles.
El navío San Agustín es atacado por varias unidades, el navío de 74 cañones Santo António e San José, la fragata de 26 cañones Nossa Senhora del Pilar, al mando del capitán británico Arthur Phillips, y el navío de 70 cañones Nossa Senhora das Prazeres, al mando del capitán don José de Mello. Teachaín, el comandante del San Agustín, se acercó a la fragata de Phillips creyendo que se trataba de uno de los mercantes separados. Se dio cuenta del error cuando la fragata le envía una descarga con todas sus piezas. La persecución de navío español duró toda la noche, encontrándose al amanecer rodeado por todos los buques enemigos. Se rindió después de una corta lucha, siendo llevado a Río de Janeiro, donde es incorporado a la Marina portuguesa como Santo Augustinho y puesto al mando del capitán Phillips.
Por el tratado de paz del 1º de octubre de 1777 es devuelto a la Armada española, saliendo para Cádiz en el año 1779. En el consejo de guerra celebrado para esclarecer los hechos de la captura, el capitán Teachain (Fechain) es condenado y retirado del servicio.
Cuando España entra en guerra al lado de Francia por la independencia de los Estados Unidos, el San Agustín se encontraba carenándose en el arsenal de La Carraca. El 12 de julio es puesto al mando del brigadier don Vicente Doz y Funes. En el marco de las operaciones de bloqueo de la plaza de Gibraltar zarpa de Cádiz en octubre de 1779 para situarse de patrulla entre los cabos de Trafalgar y Espartel. La noche del 9 al 10 de octubre se le une el navío San Genaro y la fragata Santa Cecilia, que habían zarpado de Ceuta. Pocos días después se incorporan a la escuadra de don Antonio de Ulloa, que a finales de octubre es sustituido en el mando por el brigadier don Juan de Lángara.
La escuadra de don Juan de Lángara entra en el Mediterráneo a causa de los temporales y vientos contrarios, fondeando posteriormente en Cartagena para reparar los daños. Zarpan el 30 de diciembre de 1779 de Cartagena para reunirse a la escuadra del teniente general don Luis de Córdoba y el 2 de enero entran en aguas del Estrecho, incorporando a esta escuadra los tres navíos y dos fragatas dejados por la escuadra de Córdoba. El 10 de enero recibió Lángara el aviso de la proximidad de una escuadra británica que llegaba para abastecer Gibraltar y decide permanecer en las proximidades del cabo de Santa María.
El 16 de enero de 1780 aparece la escuadra del almirante George B. Rodney, sorprendiendo a la escuadra de Lángara, provocando el combate de Santa María. Los navíos San Agustín y San Lorenzo, por ser más veleros, consiguieron llegar a Cádiz el 17 de enero sin haber disparado una sola descarga contra la escuadra enemiga.
El 28 de abril de 1780 zarpa de Cádiz con la escuadra y convoy al mando del jefe de escuadra don José Solano Bote rumbo al Caribe, entrando en la Habana el 4 de agosto de 1780, al mando del capitán de navío don Domingo Pérez de Grandallana. En marzo de 1782 salió rumbo a Guarico con otros navíos españoles. A primeros de abril zarpa rumbo a la Habana para recoger un millón de pesos necesarios para las operaciones de la escuadra francesa de De Grasse.
Hasta el final de la guerra realizó varias comisiones con la escuadra de Solano. Al final de la misma, estaba con la escuadra de don Francisco de Borja en Guarico, necesitado de reparaciones urgentes. Con este propósito pasó con la escuadra a la Habana, zarpando el 1º de junio de 1783 con la escuadra al mando de Solano, cargado de tabaco y cueros, entrando el Cádiz el 20 de julio. Durante estos años de campaña en el Caribe estuvo siempre al mando del capitán Grandallana.
Al mando de este comandante salió de Cádiz a finales de 1783 y se incorporó al departamento de Ferrol, quedando posteriormente desarmado. Después de unos años en los cuales estuvo desarmado, en 1788, al mando del capitán de navío don Fernando Reinoso, se incorporó a la escuadra de evoluciones del jefe de escuadra don José de Córdoba y Ramos, con los que realizó varias patrullas entre mayo y junio, además de realizar pruebas de comparación entre los diferentes sistemas de construcción.
El 5 de septiembre entra en Cartagena con los navíos San Leandro y San Ildefonso. El 25 de septiembre vuelve a zarpar para repetir las pruebas de comparación entre el 26 de septiembre y el 5 de octubre, volviendo a Cartagena el día 9. Realizaron nuevas salidas hasta finalizar la campaña a finales de ese mes.
En junio de 1791, al mando del capitán de navío don Fermín de Sesma y acompañado de las fragatas Nuestra Señora de la Soledad y Preciosa, división que estaba al mando del jefe de escuadra don Felipe López de Carrizosa, estuvo en el socorro y evacuación de las plazas de Orán y Mezalquivir, pasando después al bloqueo de Larache, donde mantuvieron encerrados a siete buques enemigos hasta que una tempestad les obligó a arribar a Algeciras.
El 5 de noviembre pasó a Cartagena por el mal estado de sus fondos y quedó desarmado, pasando su comandante y tripulación al navío Gallardo para continuar la campaña. En 1792 permanece desarmado en Cartagena al mando del capitán de navío don Antonio Meca. Del 7 de noviembre al 20 de diciembre de 1792 permanece en el dique para carenar y cambiar el forro de cobre de sus fondos.
En enero de 1793 se ordena su armamento en Cartagena para incorporarse a la escuadra del teniente general don Francisco de Borja. Declarada la guerra contra la Convención francesa el 20 de marzo de 1793, se incorpora a la escuadra del teniente general don Francisco de Borja para la campaña de Cerdeña. Zarpa de Cartagena el 6 de mayo y ocupan las islas de San Pedro y San Antioco, en poder de los franceses desde el año anterior. En Barcelona desembarcan a los prisioneros franceses y realizan un crucero por las costas de Provenza para apoyar a los ejércitos aliados. A causa de una epidemia de tifus, la escuadra regresa a Cartagena entre el 8 y el 10 de julio.
Junto al navío San Rafael zarpa de Cartagena el 9 de agosto de 1793 para incorporarse a la escuadra del teniente general don Juan de Lángara y Huarte para las operaciones que se desarrollan en la costa catalana, estando al mando del capitán Tacón. En agosto de ese año la escuadra de Lángara parte rumbo a Tolón para combatir contra los revolucionarios franceses. En el mes de diciembre de 1793 las escuadras aliadas se retiran de Tolón. El navío San Agustín se encontraba en ese momento navegando rumbo a Tolón, habiendo zarpado desde Palma de Mallorca con tropas, siendo avisado por varios buques españoles del cambio de situación de la plaza.
Finalizada la campaña de Tolón, siguió con la escuadra de Lángara en el Mediterráneo. El día 4 de febrero de 1794 su mando es concedido al brigadier don Juan María Villavicencio. En abril de 1794, al mando del comandante Villavicencio, zarpa de Cartagena con la escuadra del teniente general don Juan de Lángara para trasladar de Liorna a Barcelona al príncipe de Parma. Regresó la escuadra a Cartagena a mediados de mayo.
El 25 de marzo de 1795 se encuentra en el puerto de Mahón al mando del brigadier don Juan María Villavicencio, con el grueso de la escuadra del teniente general don Juan de Lángara. El 17 de abril de 1795 zarpa de Cartagena y entra en Barcelona el 8 de mayo con el navío Bahama y la urca Santa Balbina para llevar prisioneros franceses a Cádiz, haciendo escala en Cartagena el 10 de mayo. A su llegada a Cádiz queda incorporado a la escuadra del Océano. El 8 de junio zarpa de Cádiz al mando de Villavicencio para llevar pliegos, teniendo que entrar en Algeciras al día siguiente por desarbolo en una turbonada, regresando a Cádiz el 19 de junio.
Zarpa de Cádiz para llevar tropas a Santander acompañado del navío San Francisco de Asís, regresando a Cádiz tras esta comisión. Pasa a ser mandado el 23 de julio de 1795 por el capitán de navío don Francisco Vázquez Mondragón, por Real Orden del 26 de junio. Cesó en el mando el 6 de febrero de 1796. El 31 de octubre de 1796 pasa a ser mandado por el brigadier don Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza, estando España en guerra con los británicos desde ese mes de octubre de 1796.
A primeros de febrero de 1797 había escoltado desde Cádiz al bergantín Atocha hasta Safi para llevar un dignatario marroquí, además de escoltar a la fragata Santa Clara que se dirigía a Buenos Aires. Cuando pretendían regresar a Cádiz, el navío y el bergantín se encontraron al amanecer del 13 de febrero rodeados por la escuadra británica del almirante John Jervis cerca del cabo de Santa María. Auxiliado por una espesa niebla, burla la persecución de cinco navíos enemigos y pone rumbo norte al serle imposible entrar en Cádiz. Después de burlar la caza de otros buques británicos en la costa portuguesa y gallega, se refugia en la ría de Vigo en febrero de 1797.
A la ría de Vigo llega el comodoro británico Samuel Hood con dos navíos, tres fragatas y dos bergantines en julio de 1797, intimando a la rendición a Apodaca. Viendo Hood los aprestos tomados por el brigadier para la defensa, desiste del ataque. Cuando la escuadra británica salía de la ría, Apodaca represa un bergantín mercante español que habían capturado los británicos. Al brigadier Apodaca se le ordena pasar a Ferrol a pesar de estar bloqueado por una escuadra enemiga. Burlando de nuevo el bloqueo enemigo, entran en Ferrol y es reparado en el dique seco por el mal estado en que se encontraba, mientras su comandante pasa por tierra a Cádiz.
El 4 de enero de 1799 zarpa de Ferrol al mando del capitán de navío don Ramón Topete, con otros tres navíos y tres fragatas al mando del jefe de escuadra don Pedro Obregón, llevando tropas y pertrechos a las islas Canarias. Regresan a Ferrol el 2 de febrero, siendo Topete sustituido por el capitán de navío don Ramón Darrac.
El 28 de abril de 1799 zarpa de Ferrol con una escuadra al mando del teniente general don Francisco Melgarejo para apoyar la sublevación de los irlandeses contra la dominación británica, llegando a Rochefort el 7 de mayo. Pese a las protestas de Melgarejo, la proyectada expedición no se realiza y queda la escuadra bloqueada. Después de un infructuoso ataque británico la tarde del 2 de julio, Melgarejo recibe la orden de unirse en Brest a las escuadras de Mazarredo y Bruix. Al zarpar de Rochefort el 30 de agosto, observa que Brest está bloqueado por una potente escuadra británica de unos cuarenta navíos y decide dirigirse a Ferrol, donde entra en 11 de septiembre.
Al mando del capitán de navío don Ramón Topete se encuentra en Ferrol con la escuadra del teniente general don Juan Joaquín Moreno cuando los británicos atacan el 25 de agosto de 1800 con 5 navíos, 14 buques menores y 87 transportes al mando del contralmirante John Borlase Warren, siendo rechazados.
El 20 de abril de 1801 zarpa de Ferrol con la escuadra del teniente general Moreno entrando en Cádiz el día 25. El 9 de julio zarpan de Cádiz para dirigirse a Algeciras y recoger a la escuadra francesa de Linois que estaba muy dañada por el combate contra la británica de Saumarez en la bahía de Algeciras. Zarpan al mediodía del 12 de julio rumbo a Cádiz, ocurriendo el desgraciado combate esa noche entre los navíos españoles Real Carlos y San Hermenegildo.
En julio de 1802 zarpa de Cádiz rumbo a Ferrol, donde quedó en situación de desarme. El 3 de diciembre de ese año sale del dique después de cambiar el forro de cobre. En 1803 se le da el mando al capitán de navío don Antonio Pareja y Serrano de León. El 5 de septiembre de 1804 debía hacerse a la vela para sofocar la revuelta que se produce en Vizcaya acompañado de los navíos Monarca y Neptuno, las fragatas Prueba y Venganza, la corbeta Urquijo y el bergantín Esperanza para llevar 3.000 soldados, pero el contralmirante británico Cochrane, que bloqueaba a la escuadra francesa de Gourdon en Ferrol, amenaza con atacar cualquier buque de guerra que salga de puerto.
El 12 de diciembre de 1804, al entrar en guerra con Gran Bretaña, se encontraba en pleno periodo de alistamiento, saliendo del arsenal el 14 de febrero, incorporándose a la escuadra del teniente general don Domingo Pérez de Grandallana, cuando se hace cargo de la escuadra cuatro días más tarde. El 20 de febrero deja el mando el capitán Pareja y le sucede su segundo, el capitán de fragata don Blas Salcedo, hasta que es relevado el 14 de marzo por el brigadier don Felipe Antonio Jado y Cagigal. El 2 de agosto se incorpora a la escuadra de Gravina, que llega de las Antillas con Villeneuve.
Zarpan de Ferrol el 10 de agosto para fondear en la ría de Ares, haciéndose a la vela la escuadra combinada tres días más tarde rumbo a Cádiz. Al mando del capitán Jado participa en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. En la formación de la combinada, el San Agustín tenía asignado el puesto de cola en la primera escuadra o centro. Con la orden de virar en redondo dada por Villeneuve quedó en cabeza de la escuadra del centro.
Al mediodía comenzó a disparar contra la columna de Nelson que se acercaba por babor. Se enfrentó a los navíos británicos Leviathan, Conqueror, Africa y Britannia, sosteniendo un duro enfrentamiento con el Leviathan. A las cinco y media de la tarde habían caído todos sus palos y se rindió. Tuvo 180 muertos y 200 heridos.
Del Leviathan pasaron al navío español tres oficiales y 150 británicos para marinarlo. Pasaron esa noche marineros británicos y españoles, codo con codo, luchando con las bombas para evitar su hundimiento. Intentaron llegar a Cádiz con un aparejo improvisado, teniendo que fondear para evitar ser arrastrados hacia los arrecifes. Pasaron varios días hasta que fueron recogidos el día 28 por varios botes de los navíos Orion y Leviathan, excepto a los moribundos que fueron abandonados a su suerte. El agua llegaba a la primera batería y ordenaron el día 30 que fuese quemado, pero muy poco después se hundió, acabando así con la agonía de los que habían sido abandonados.
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Compilada por Santiago Gómez.