Benavides ejecutado 1676
De Todoavante.es
1676 En plena decadencia y ejecución del general al mando
A principios de 1676 se terminaba el contrato de alquiler de la escuadra holandesa, razón por la que Ruyter dejó el mando de la combinada y puso rumbo a Nápoles a esperar órdenes del príncipe de Orange, quedando al mando de la española el príncipe de Montesarchio, quien no tuvo problema en dirigirse al Rey, solicitándole la incorporación inmediata de dieciocho buques más y que estuvieran bien artillados, pues: «El navío Rosario, de Mateo Laya, la lleva de á 18, 6, 3 y 2 libras, por lo que traen artillería más para espantar que para ofender.» En conjunto el estado de la Armada era deplorable, faltaba de todo desde dotaciones para las galeras que se estaban pudriendo en Nápoles, hasta todo tipo de cabos e incluso faltos de pólvora, por ello era imposible mantenerse en esas condiciones y menos enfrentarse a enemigo tan preparado.
Pero además precisamente a Laya con su galeón se le ordenó, ir de un lado para otro para aprovisionar a los presidios norteafricanos y a las diferentes escuadras, por esta razón no pudo estar en el siguiente combate de Agosta, en el que Ruyter cayó mal herido, falleciendo a los pocos días.
La pérdida de Palermo, tuvo un desenlace peor todavía, pues como siempre los responsables eran los marinos, en este caso se juzgó a don Juan de Benavides, por haber rendido cuatro galeones enfrentado a treinta y dos enemigos, en el Consejo de Guerra el fiscal don Juan de Solórzano Pereira, dijo: «…aunque totalmente se hallaran sin culpa los vencidos, pudieran ser castigados por el ejemplo y como expiación de tan gran desventura.», por ello se levantó cadalso en la ciudad de Sevilla siendo ajusticiado Benavides.
El Rey era conocedor de la situación como refleja el escrito siguiente:
Que poco se ha cambiado, se saben las razones por la dejadez del erario, pero para dar ejemplo se ejecuta al jefe de la escuadra. Todo un ejemplo a seguir para antes destruir que construir.
Bibliografía:
Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. Compilada por el contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895—1903.
Fernández Duro, Cesáreo.: Disquisiciones Náuticas. Facsímil. Madrid, 1996. 6 Tomos.
Fernández Duro, Cesáreo.: Mateo de Laya. Discurso-biografía de ingreso en la Real Academia de la Historia. Publicado en la Revista General de Marina en su cuaderno de Abril en la sección de Bibliografía pág. 649 a 668. Madrid, 1881.
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