Cornualles un hecho casi sin parangon 1595
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Cornualles combate casi sin parangón 1595
En julio 1595, se le permitió al capitán de mar y guerra don Carlos de Amézola, se hiciera a la mar en algo parecido al corso al mando de cuatro galeras. Zarpó de Blavet, recalando en una zona de Normandía en poder de los hugonotes, a los cuales expolió consiguiendo así dinero y víveres para sus hombres, cruzó el canal de la Mancha con rumbo a Cornualles, que pertenece al término de Mouse-Hole, donde desembarcó cuatrocientos arcabuceros acompañados por algunas picas, el pueblo había sido abandonado por sus lugareños al divisar las velas, sin resistencia lo incendiaron y talaron el contorno para privarlos de su mejor bien. Reembarcaron zarpando con rumbo a las villas de Pensans y Newlin, donde existía una fuerza de mil doscientos hombres, hubo enfrentamiento pero más bien fue una parodia, pues a las primeras descargas de los arcabuces rompieron la formación y se desperdigaron por el entorno, consiguiendo entrar en el fuerte donde se tomó una pieza de artillería y tres buques cargados de mercancías, quedando incorporados a la división española.
Permanecieron un par de días y reembarcaron, poniendo rumbo de regreso, al encontrarse a medio recorrido se encontraron con una flota de cuarenta y seis velas bátavas, como la mayoría eran mercantes, aunque en la época siempre iban armados, no dudo un instante y se lanzó a por ellos, el combate transcurrió como debía pero sin mucha oposición holandesa, consiguiendo apresar cuarenta y cuatro velas enemigas, pues a dos ellos les pegaron fuego para evitar se sumarán a las ya capturadas. Saliendo del combate los españoles con veinte muertos y unos pocos heridos, más la capitana mocha; siendo reparada inmediatamente en las mismas aguas del combate, convirtiéndose el mayor problema en disponer de marinos suficientes para marinar la flota apresada y dejarla en el puerto de Blavet.
Este hecho de armas escondido entre las hojas de los libros, cuentan sus autores dolió mucho en la Corte inglesa, ya que a pesar de los muchos años transcurridos se acordaban perfectamente de cuando los marinos españoles cómo don Pero Niño y Fernán Sánchez de Tovar, les causaron tantos daños y su pueblo atemorizado por sus navegaciones, razón por la que ahora no querían se repitiera.
Bibliografía:
Fernández Duro, Cesáreo.: Disquisiciones Náuticas. Facsímil. Madrid, 1996. 6 Tomos.
Fernández Duro, Cesáreo.: La Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Est. Tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra» 9 tomos. Madrid, 1895-1903.
Guardia, Ricardo de la.: Notas para un Cronicón de la Marina Militar de España. Anales de trece siglos de historia de la marina. El Correo Gallego. 1914.
Polentinos, Conde de.: Epistolario del General Zubiaur (1568-1605). Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1946.
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